TIEMPO DE CUIDADO. LITERATURA Y LECTOR, UNA METAMORFOSIS ANUNCIADA
No habrá lectura sin transformación.
Sabemos del rol ineludible de la literatura en la formación de lectores y de la narración y la poesía, como forma a través de la que los seres humanos comprendemos y explicamos nuestras vidas y las de los otros.
La Literatura propicia toda apertura a un diálogo reflexivo en la diversidad de los discursos del saber y pone siempre vigente el enfoque transdisciplinario para el abordaje de todo el conocimiento que conlleva la obra literaria, ese conocimiento del que su lector aprende y se transforma aún en la no identificación.
En el vídeo de apertura, asistimos a un fragmento del soliloquio del príncipe Segismundo, en La vida es Sueño de Calderón de la Barca. Vemos cómo este personaje interroga a un lector ya encendido por la modernidad.
El catedrático mexicano Ociel Flores afirma que la creación literaria siempre ha sido una forma de adelantarse a aquello que vivimos pues lo que se dice en la literatura, como por arte de magia, va tomando cuerpo en la realidad. De tal manera que la literatura, señala los distintos caminos por los cuales va a transitar la sociedad.
El lector que asume este contrato con la Literatura se pone en diálogo con formas de leer, acontecer que se asume, naturalmente, en los ámbitos de la escuela, como estrategias metodológicas que propicien la implementación de la transdisciplinariedad y el papel de la afectividad en la construcción de la subjetividad.
Para muchos lectores, la literatura en sus diversas formas es una manera de aproximarse a la vida y a la existencia. La experiencia de la lectura es transformadora para quien la ejercite o la convierta en un estilo de vida. Al vivir estas experiencias nos hacemos de amigos para toda la vida. Amigos como Alonso Quijano, Sancho Panza, Segismundo, Gregorio Samsa, Gandalf y Frodo, La Maga, Arwen o Dulcinea, quienes nos ayudan a pensarnos una y otra vez. Y así, lectura tras lectura.
La Literatura y su lector
Las relaciones entre el poder, la vida cotidiana y la verdad, se entrelazan de un modo que históricamente hacen inminente la entrada de la literatura en escena. El discurso literario sostiene un imperativo: captar los más “comunes secretos” de la existencia conmoviendo al lector avezado y sensible que busca respuestas.
Entendemos a la literatura como ese lugar común para combatir lo intolerable. Como ese lugar para crear y recrear infinitamente nuevas formas de subjetividad que contribuyan con la ética del cuidado de sí y del otro, como revelación de la otredad y un lugar situado. Esta dimensión y trascendencia que produce leer literatura no pasa desapercibido a la humanidad entera y urge extender su generosa naturaleza.
En este Post referenciamos la obra de escritores que influyen en el lector y en su transformación durante la experiencia de leerlos.
Estamos invitando a este espacio de formación a Tolkien, Kafka, Cortázar y Cervantes y Calderón de la Barca. Porque entendemos que quienes vivieron la épica de leerlos, hicieron un viaje de profunda transformación.
Cuando se lee El Señor de los Anillos de Tolkien nos enfrentamos a una historia de “repeticiones anheladas” que pondrán a los personajes en diálogo con la propia existencia de ese lector que se atreve a emprender un viaje. Se identificará con beneficios o frustraciones ante ese específico anhelo humano de repetir experiencias, como las que viven los nuevos amigos que prodiga la lectura, tal vez, al modo como lo entendía Kierkegaard: la repetición de una misma experiencia una y otra vez sólo para un “volver a ser”.
El Señor de los Anillos es el relato de un viaje, pero no solo una ida, sino también un regreso. En el que cada uno de los personajes, transita diversas experiencias, acceden a ciertos conocimientos y frustraciones y regresan de manera diferente. Viaje experimentado también por el lector cuando Cervantes entre andanzas y quijotadas lo acerca a su propia vida y anhelos.
Estos lectores que dan testimonio público de lo leído porque se inscriben en viajes similares en sus rutinas o vida cotidiana, han sufrido la transformación que impone todo movimiento y determinaciones a través de un sinfín de interrogantes y emociones. Ellos ya no serán quienes eran, porque han experimentado un estado de subjetividad que se modificó en relación con el afuera y sus representaciones. Descubrirán tal vez ese afán de repetir, como dice Kierkegaard, las mismas experiencias a pesar de lo peor, de tantos molinos o monstruos o gigantes, del encuentro con lo más infame de la humanidad, hasta aprender a cuidar de sí.
Experiencias similares, de profunda conmoción, incertidumbres, revelaciones de sí mismos y trastoques de una manera de leer sin vuelta atrás, la vivirá el lector de Cortázar, Kafka y otros escritores que se han atrevido a dar la vuelta de tuerca.
La búsqueda del otro: La invención de sí mismo
La formación de lectores literarios potencia una tendencia espontánea en la alfabetización contínua y da lugar al rol ineludible de la literatura en la formación de lectores. La literatura opera como desplazamiento del mundo de todos los días, seduce porque permite asomarse a otros territorios, otras vidas, otros tiempos. Como desplazamiento hacia mundos ficcionales que se dejan ver y entrever en las palabras y entre las palabras y acercan alternativas frente a los límites de la propia vida y experiencias que ayudan a entender, entenderse y enriquecer la mirada hacia el otro. La literatura empapa de distintos modos de decir y de formas de decir que desafían a develarlas, apropiarlas, desarmarlas y rearmarlas en las propias escrituras. La literatura convoca a escribir, transmite la herencia cultural y abre el juego para conformar y formar parte de una comunidad de lectores.
Es un tiempo para dar lugar a la importancia de sostener, intensificar y/o reinstalar la enseñanza de la lectura literaria a lo largo de todo el trayecto de nivel secundario, con prácticas sustentadas y coherentes con los actuales desarrollos teóricos y didácticos acerca de la lectura y de su aprendizaje. La literatura en un tiempo de cuidado y pandemia, surge como un ecualizador de oportunidades. La lectura circula democráticamente, colaborativamente, y propone una experiencia existencial para cada ser humano capaz de amplificar su frecuencia.
Por ello es que se hace imprescindible intervenir pedagógicamente para que los estudiantes lean, escuchen leer, vean a sus educadores como modelos lectores portar libros, llevarlos al aula, hablar de ellos y compartir el mejor momento de su lectura con sus alumnos y reconocerse como lectores expertos.
La selección de un material de lectura cuyos autores pongan al estudiante de secundaria frente a diversos modos de concebirse a sí mismo y a su entorno, contribuirá en la oportunidad de moverse en el mundo más próximo desde un lugar más cuidado, no colonizado por aquello que le impida su lugar en el mundo que aspira.
El Lector literario, una metamorfosis anunciada.
El lector que asume este contrato con la Literatura nos pone en diálogo con formas de leer como estrategias metodológicas, propiciadas naturalmente en los ámbitos de la escuela, con el relato de formación, en la implementación de la transdisciplinariedad y en el papel de la afectividad.
Para muchos lectores, la literatura en sus diversas formas es una manera de aproximarse a la vida y a la existencia. La experiencia de la lectura es transformadora para quien la ejercite o la convierta en un estilo de vida.
Leer nos promete experiencias irrepetibles
La experiencia de leer a Kafka
La literatura sigue siendo el discurso de la «infamia» por aquello de decir lo indecible o revelar los secretos más raros de la existencia, como afirman las últimas reflexiones foucaultianas. A ella le corresponde decir lo peor, lo más secreto, lo más intolerable, lo desvergonzado tanto como la mayor virtud y encanto de las transformaciones que nos hacen más felices o nos llevan a la desaparición. Kafka no es ningún poeta lírico; Kafka no acaricia, no seduce a la realidad. Aún por el contrario: la desgarra; la descompone en sus detalles más ínfimos para presentarla en su desnudez más vergonzosa.
Theodor Adorno propone una regla para comenzar a leer a Kafka: «tomarlo todo literalmente, sin recubrirlo desde arriba con conceptos».
Su personaje de La Metamorfosis, Gregor Samsa no se ha convertido metafórica, imaginariamente, en insecto; se ha convertido literal, objetivamente, en insecto. La metamorfosis no es el signo de una enfermedad; es la objetivación de una situación corriente. Si el ser humano es tratado como insecto por la sociedad, por el Estado, por la familia o por la empresa, ¿por qué no habría de convertirse en uno? El hombre, que ha sido explotado, coaccionado o reprimido por las distintas instituciones culturales de la humanidad, aparece en la obra de Kafka bajo la apariencia de su significante zoológico: ora un escarabajo, ora un ratón, ora un simio.
Este enlace recupera una reseña ilustrativa de este relato.
https://www.youtube.com/watch?v=Dv0MLW9uhzY
La experiencia de leer a Kafka pone al lector alerta sobre su propio entorno y mueve sus antenas advirtiendo señales de un mundo cambiante, se reconoce en riesgo o se reconoce en proceso de transformación hacia la incertidumbre.
La experiencia de leer a Cortázar
Cortázar es un escritor de una obra de iniciación, pero no de la iniciación de sus personajes, sino la iniciación de un tipo de lector al que lo enlaza a un imaginario que lo proveerá de una deriva sentimental que dejarán los personajes pero no como modelos para la identificación. Ya que son puramente imaginarios.
Cuando Cortázar escribió Rayuela, hubo un lector que se transformó en un esmerado cómplice. Ese mismo lector fue invitado a un inusual acontecimiento: apropiarse de un libro de 640 páginas y repetir la experiencia de su relectura una y otra vez. El lector es convocado y desde el comienzo de su lectura deberá tomar una decisión: seguir lo que a simple vista se presentaba como la sugerencia de al menos dos itinerarios de lectura y que solo después se revelaba como un juego. Lo que el lector descubrió en el transcurrir de la lectura fue que aquella aparente libertad absoluta que ofrecía la idea de jugar, contenía tanto unas reglas como un compromiso. Así, este lector al cerrar el libro ya no era el mismo. La experiencia de avanzar y retroceder lo ponía en diálogo con su propia existencia y la aceptación de tales movimientos y la extraordinaria experiencia de la no identificación con los personajes pero sí con el sentimiento que ellos provocaban. De allí el hambre que despierta Cortázar en sus lectores. Y todo lo inasible que sobrevuela y provoca.
Hay sin lugar a dudas un lector participante. Lo que subyace es, sin duda, la idea de que “lo lúdico es una de las armas centrales” con que cuenta el ser humano para manejarse en la vida. Así, para Cortázar, “el hombre que habita un mundo lúdico es un hombre metido en un mundo combinatorio, de invención combinatoria, que está creando continuamente formas nuevas”
Cortázar con su intención lúdica avanza sobre la experiencia de un lector capaz de ejercitar la complicidad. En esta misma puesta, proponemos un enlace que recupera entre otras lecturas el mito de Teseo y sus diversas versiones. Cortázar dará una vuelta de tuerca, una inversión al tema tratado y el lector hará nuevas reflexiones de la pluralidad de perspectivas y sentidos que ofrece una misma historia.
Reseña | La casa de Asterión vs. Los reyes | Borges, Cortázar y el minotauro
https://www.youtube.com/watch?v=FVG0pWk7PEI
La vinculación curricular
La vigencia de lo transdisciplinario en la experiencia de lectura
Hoy se piensa a la escuela en este contexto que busca afanosamente estar todos juntos aunque nos quedemos en casa, que ha activado el concepto de transformación con la riqueza que esto implica, que busca como un rizoma amplificar instancias pedagógicas y que encuentra en la lectura un lugar de realidad trascendente. Es el momento de ahondar en esta oportunidad para que los buenos libros circulen por la red, se hable de ellos a través de diversos dispositivos, se reconozca, en medio de la creatividad, que la lectura es un ámbito que puede declararse “un buen lugar para vivir” que trasciende muros, compartimentos, horizontes, aún en pleno aislamiento, un lugar donde se desarrollan emociones, sensibilidad, se construyen espacios afectivos a la hora de enamorarse de personajes y hacerlos amigos, a la hora en que la propia subjetividad se alimenta de un saber nuevo. Saberes que propician los universos creados por autores inolvidables, aquellos que tuvieron el coraje de decir lo indecible, mostrar la infamia y enseñar a cuidar de sí.
La literatura para los jóvenes constituye un universo cultural poderoso que requiere del docente una mirada crítica ya que los corpus -que se renuevan constantemente-incluyen obras maravillosas pero también otras, más estandarizadas, pensadas fundamentalmente con criterios comerciales. Los docentes se capacitan como mediadores y cuentan con todas las posibilidades de construir dispositivos de lectura y recursos adecuados a la hora de propiciar espacios de formación de lectores literarios
Sugerencias metodológicas que proponen ejercitarse transdisciplinariamente. Se hallará la discursividad de las Ciencias Sociales, de las Ciencias Naturales, de las Ciencias Exactas y diversos lenguajes que conviven en cada universo imaginado. También se hallará en las experiencias de cada lector y de cada obra referenciada en el Post, una dosis de lo propio, de lo disciplinar si así, se quisiera.
-Crear un Itinerario o recorrido de aquellos autores que el docente considera promueven a través de sus obras, experiencias transformadoras en sus lectores.
-Crear un ámbito de lectura comentada, de cotejo y selección, en el que el estudiante asuma la participación y la producción de contenidos planificando sus propios trayectos lectores.
-Se dice en la literatura, que,lo que se dice en ella, como por arte de magia, va tomando cuerpo en la realidad. De tal manera que la literatura, señala los distintos caminos por los cuales va a transitar la sociedad. ¿Podría dar ejemplos de obras que anuncien estos cambios? Por ejemplo: Invitar a los estudiantes a leer uno o dos capítulos de la novela de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Elaborar un espacio de discusión a través de las redes y comentar aquellas andanzas que anticiparían un cambio de pensamiento del lector contemporáneo al autor. De esta manera, explorar otros textos de autores donde un nuevo conocimiento se anticipe y tome forma como hecho social, científico, artístico, y transforme la mirada de un lector expectante.
-¿Qué lugar tienen las dos mujeres más famosas en la literatura occidental: La maga y Dulcinea? ¿Qué nuevo paradigma femenino anticipan?
-¿Qué características describen a Grete Samsa, en La Metamorfosis? ¿Qué particular tarea se le atribuye en el relato? ¿Qué opinión le merece su lugar en el relato?
Para el cierre:
-A partir de esta cita del F. Kafka: “Un libro debe ser como un hacha para romper el mar de hielo que todos llevamos dentro; se propone la elaboración de un ensayo (composición escrita en prosa que de forma breve, analiza, interpreta o evalúa un tema. En otras palabras, intenta resolver un problema por medio de argumentos)
Referencias y fuentes:
Rayuela,Novela contemporánea, Julio Cortázar, Editorial: Penguin Random House Grupo Editorial Argentina 2016
Trilogía: El Señor de los anillos, J.R.R. Tolkien, Ed. Minotauro,Grupo Planeta Spain,2012
Don Quijote de La Mancha. Obra Original (Castellano) de Miguel de Cervantes Saavedra (1605)Dirección y responsabilidad del proyecto: Fundación el Libro Total Diseño, diagramación y corrección,(Sic) Editorial
Recuperados en Youtube:
La vida es sueño, soliloquio de Segismundo, Calderón de la Barca: https://www.youtube.com/watch?v=1WVWql8RWXA
F. Kafka, reseña ilustrativa de La Metamorfosis https://www.youtube.com/watch?v=Dv0MLW9uhzY
Reseña | La casa de Asterión vs. Los reyes | Borges, Cortázar y el minotauro
https://www.youtube.com/watch?v=FVG0pWk7PEI
Autor/es: | CASTRICONE, LUCAS |