Módulo: Mundos Imaginarios, Lúdicos y Expresiones Artísticas.

Acciones Formativas N°32: “Una experiencia en el vínculo pedagógico".
 

 

Queridos maestros, queridas maestras:

 

Una vez más nos encontramos para  compartir con ustedes  experiencias en el vínculo pedagógico. Nos interesa acercarles espacios en que la creación y la imaginación son los ejes a partir de los cuales se construye la relación entre escuela y enseñanza en un contexto de aislamiento social preventivo. Habitamos un tiempo marcado por las tensiones que proponen las preguntas ¿cómo llegamos a todos los chicos y chicas? ¿Cómo mediamos sus aprendizajes? ¿Cómo acortamos distancias? Sin embargo, en este contexto,  nos  sorprenden, a diario, las maravillosas  muestras de pasión desplegadas en la enseñanza que,  llena de ternura,  se está  llevando a cabo en todo el territorio provincial. 

Una de ellas, ha sido compartida por  la Escuela N° 256 “Manuel Belgrano”, de  la localidad de Pueblo Andino donde los y las docentes han incursionado en la irrupción de lo nuevo. La experiencia que se cuenta a continuación se llevó adelante gracias a la intervención de un papá, actor y titiritero Gustavo Chinellato, quien da vida a “Ranaldo André”. Éste es un personaje que, estableciendo vínculos de emotividad y cercanía por medio del uso de las  TICS, dice ¡Presente!, todos los días.

Nanci Noemí Alario
Subsecretaria de Educación Primaria.

 

INTRODUCCIÓN

 

La escuela N° 256 “Manuel Belgrano” se encuentra en la localidad de Andino, vecina a la ciudad de Rosario. Pueblo Andino es una bella localidad, con un río marrón y un cielo verde, que inspira a músicos, pintores, dibujantes, actores, titiriteros, artesanos, poetas y escritores a desplegar arte y creación. En la escuela apostamos a integrar a los diferentes actores del hacer cultural de la localidad, fue así como, en este contexto, contamos con la participación de Don Gustavo Chinellato, actor y titiritero quien hizo una propuesta para gestionar un vínculo con los niños a través de su arte.

Ranaldo André es “nuestra ranita de la cuarentena”, así la llamamos desde el comienzo. Llega así a los chicos y chicas diariamente, con micros cortos para enriquecer el trabajo docente.

 

Mediadores en el juego de enseñar y aprender:

 

La relación de los títeres y la educación tienen una larga historia en nuestras escuelas, resultan una presencia que reaparece incesantemente en la tarea docente y es muy valiosa en esta situación de enseñanza mediada por la tecnología.

En un recorrido histórico del vínculo títeres y educación es oportuno destacar la originalidad de la experiencia de Leticia y Olga Cossettini. Estas educadoras santafesinas, desde 1935 a 1950 pusieron en práctica los postulados de la Escuela Nueva en la Escuela Carrasco de la ciudad de Rosario. El proyecto de su “Escuela Serena”, estuvo basado en la educación por el arte y, allí, el teatro de títeres, impulsado por la amistad de las docentes con Javier Villafañe, tuvo un lugar destacado.

El títere, se constituye “entre” el actor que lo manipula y el espectador. Se transforma en un canal de comunicación sensible a las destrezas de actuación disociada del manipulador que, a la manera de la interpretación de un instrumento musical, emplea gestos abstractos para producir significación a través de una transposición más o menos codificada. El pequeño espectador de títeres, se comporta como el ideal de lo que Rancière (2010) considera “espectador emancipado”. El espectáculo de títeres demanda un espectador activo y creyente para que esos objetos inanimados puedan contar una historia. El sentido se constituye en este “entre” que observan por igual espectadores y titiriteros. 

El  títere es un mediador entre la vida cotidiana de los niños  y esos mundos imaginarios que sólo pueden  habitarse desde el lenguaje del juego, la metáfora y la poesía. Pensado como una palabra que actúa (Kartun: 2003) trasciende  la fabricación plástica del objeto que lo encarna. Es en su incompletud, en sus huecos de significación, donde el espectador lo reconstruye sostenido por su sensibilidad, pacto primordial y fundante del dispositivo títere, sin lo cual su artificio cae, desnudando lo crudo de la cartapesta y la tela pegada. La magia que despiertan también atrapa a jóvenes y adultos.

 

RESOLVEMOS, CREAMOS Y PROPONEMOS:

 

El títere, como recurso didáctico, nos ha permitido lograr la integración de todos   los niños y las niñas. A partir de variaciones en las formas de introducir las actividades, y con la mediación de Ranaldo como guía de las mismas, se logró que aquellos niños y niñas que son menos activos a la hora de participar se conecten y se integren a las propuestas. El entusiasmo que genera la aparición de este personaje permite multiplicar las estrategias que refieren tanto a la producción oral como escrita, produce  esa ilusión de mundos posibles de la que hablaba Graciela Montes. 

Cuando comenzó el aislamiento social obligatorio el equipo directivo y docente de la escuela se enfocó en proyectar cómo hacer para sostener el vínculo pedagógico entre la escuela, los niños, las niñas y las familias. Contaban con una página de Facebook institucional donde siempre exponían las propuestas de la escuela y sabían que las familias, en su gran mayoría, estaban conectadas a través de grupos de whatsapp. Estos eran los principales canales tecnológicos con los que podían llegar a la comunidad educativa. Crearon también un correo electrónico para ofrecer otro modo de enviar las propuestas de enseñanza que iban diseñando para los diferentes grados.  

De esta manera comenzó el gran desafío, todos acordamos que esta propuesta podría tener excelente llegada a las infancias, a las familias, además de generar un espacio con los niños y las niñas donde pudieran expresar sus deseos, sus miedos, sus necesidades más sentidas.  En este modo de transitar el momento particular y nuevo se consolidaría un vínculo pedagógico amoroso y lleno de fantasía.

“Aquí, Ranaldo", comenzó con grabaciones de treinta segundos que se enviaban a todos los niños y niñas vía whatsapp, cuyo eje temático fueron los cuidados en relación al COVID 19 en una primera etapa. Después se fueron incorporando las efemérides internacionales y nacionales, así como el sketch  Merendando con Ranaldo André, acertijos, cuidado de la naturaleza, canciones, ecología, preparación de ecoladrillos, huerta, granja y otros, con un máximo de ocho minutos de extensión cada grabación.

Se pensó luego extender  un poco más la duración incluyendo a otros personajes, con micro programas de educación vial, chistes con el Caracol Gaspar,  reportes Bzz Bzz de una mosca que puede meterse donde quiere y sacar información o situaciones a tratar según el tema con otros personajes como un Bicho Bolita, Vale Valerita, un oso hormiguero, una hormiga, y otros animales autóctonos  de nuestra provincia.

Seguidamente, se decidió  la incorporación a la página de facebook de la escuela y ahí empezó Aquí, Ranaldo”. Como afirma el actor:

“Ranaldo es una rana que corre fuerte, es curiosa y sabe por curiosa y quiere contarlo todo, es reflexiva a veces y otras es simplemente un chico, o grande con alma de chico”.

Es admirable cómo  Ranaldo, a lo largo de los meses, fue creciendo, mejorando y evolucionando, no solamente desde cuestiones técnicas, sino en cuanto a su contenido que fue nutriéndose del trabajo colectivo. “Ranaldo” hoy es un puente que acerca a la comunidad, a través de él  llegan a los estudiantes con propuestas alfabetizadoras, situaciones problemáticas, relatos de la historias, informaciones,  juegos y acertijos. Les habla con un lenguaje, que es el lenguaje del teatro de títeres, un lenguaje amoroso, lleno de picardías y asombro.

Desde el equipo directivo y docente decimos  “¡Gracias Ranaldo André! No vemos la hora de conocerte personalmente en la escuela, de abrazarte y regalarte unas masitas merengadas”.

 

 

Agradecemos la colaboración de Ivana Martínez, Directora de la Escuela N° 256 “Manuel Belgrano”  de Pueblo Andino, al equipo docente,  al actor y titiritero Gustavo Chinellato.

Nos seguimos encontrando.

 

Subsecretaría de Educación Primaria.

 

Bibliografía:

Kartun, M. (2003) Títeres, la palabra que actúa. En Títeres, Nº 23. Unima Argentina, Santa Fe. 

Rancière, J. (2010) El espectador emancipado. Ellago Ediciones, Valencia.

Villafañe, J. (1944) Los niños y los títeres. El Ateneo, Buenos Aires.