LA METÁFORA UN RECURSO PARA LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA
Imagen del Post: El árbol de la vida de Charles R. Darwin
¿Y me preguntas qué es poesía?
¡Poesía, poesía eres tú!
Gustavo Adolfo Bécquer
¿Es posible aprender sobre las cosas a través metáforas que nos permiten configurar el objeto real, ese que nos problematiza y nos ocupa? ¿Nos animamos?
En este epígrafe, fragmento de una conocida rima, el poeta nos presenta un ejemplo impecable de lo que es una metáfora. Al ser incapaz de definir algo como la metáfora, opta por describir en función de algo real, palpable, observable, como es en este caso su amada.
¿Las metáforas se han convertido en herramientas de la comunicación científica, cotidiana y hasta para la mediación pedagógica, a la hora de comprender?
Es notable cómo ellas se han acabado convirtiendo en una necesidad en el mundo de la ciencia, y aún más necesarias en el mundo de la psicología y la educación cuando su carga significativa se vuelve revelación de ideas: Muchos de nuestros conceptos básicos tienen un carácter metafórico: las ideas de tiempo (se concibe el tiempo como un río que fluye sin poder detenerse), mente (vemos la mente como un ordenador), moral (comparar las leyes morales con las leyes naturales). Las metáforas son frecuentes en las teorías científicas, particularmente las ciencias sociales. (Lakoff, 1987, 1999).
Por ejemplo, cuando un pedagogo habla de enfoque o poner foco por parte de los estudiantes sobre un contenido está haciendo uso de la metáfora del foco de la linterna o como cuando habla de la luz del faro que guía o advierte. Es decir, no está haciendo otra cosa más que comparar la actividad mental de sus estudiantes con la vista, con una manera de mirar. Esto implicaría que la conciencia del estudiante, en este acto, operaría como una persona en un mundo a oscuras que sólo tiene una linterna o, tal vez, la luz de un faro. Los objetos iluminados por el círculo de luz de la linterna, son los únicos que esa persona puede percibir (o ser consciente de), o, en el otro elemento del ejemplo, el faro, cuya luz guía, se estaría proyectando la distancia, la dirección, el horizonte, un punto de llegada o alejamiento.
Sin embargo, ese pedagogo también sabe que cuando pone en juego estas metáforas o cualquier otra, amplía el campo de especulación problemática en sus estudiantes y sobre su propia actividad: Por ejemplo: Cuando se plantea la metáfora del foco de linterna, cabría preguntarse, también, quién maneja la linterna?. A este problema se le denomina el problema del agente, y es un problema bastante serio. Porque si hay un espectador que está mirando la escena pedagógica, o que maneja el foco de la linterna, o bien que contempla el producto de la acción, entonces surge una pregunta que abrirá muchas más a ese docente en su tarea de enseñante: ¿Para quién actúan los actores de esta escena?
La metáfora una construcción imaginaria para conocer la realidad.
Si importa la gente real, no hay más camino real a la realidad que
la imaginación y sus imaginarios. (Lizcano)
El aprendizaje en tiempo de incertidumbre y de complejidad contemporánea, cuando los cambios de paradigma nos interpelan en conceptualizaciones, aseveraciones particulares en relación con el conocimiento, encontrar procedimientos para la problematización crítica y resolutiva nos impone a los docentes apelar a ciertas mediaciones de impacto. La metáfora surge como recurso al alcance de la mano, casi de nuestra cotidianeidad y resplandece a la hora de volverse importante en el acto de enseñar y aprender a través de ella. Mediante la utilización de actos de habla indirectos, afirmaciones aproximadas y metáforas el hablante puede aumentar los efectos contextuales de una forma que no menoscaba la relevancia de su uso lingüístico, sino que la incrementa. (Sperber y Wilson, Cap 7,1986b)
Las metáforas que nos guían, advierten, median.
En esta mediación pedagógica compartimos el uso de las metáforas como recurso para la enseñanza y el aprendizaje a partir de las que presentamos en el cuaderno de secundaria de la provincia de Santa Fe. Nuestro propósito es reconocer su valor como ayuda didáctica por un lado para pensar la enseñanza, y por otro para facilitar la comprensión conceptual en el aprendizaje de los estudiantes.
En la Página 40 del Cuaderno 1, en el extraordinario texto de Jorge Luis Borges: Juan López y John Ward, aparece la metáfora de Caín y Abel, para hacer más real el escenario en el que los protagonistas López y Ward escriben una de las páginas más dramáticas de los desencuentros de desiguales. Aquí entendemos la fuerza de la metáfora que ilumina el entendimiento.
En la página 38, otra metáfora impactante Los chicos de la guerra completa un saber silenciado y temido. Y abre un horizonte de interrogantes capaz de problematizar el pasado.
En la página 29, la metáfora de “la cigarra” hace presente el riesgo de volver cantando, pero volver al fin. Habla del “nudo en el pañuelo” como tantas otras veces lo deberá hacer quien resiste la hostilidad o la persecución o simplemente, las frustraciones tan generalizadas en los estudiantes. También en la página 17 nos encontramos con metáforas que nos llevan a tiempos de cierta fascinación y temor. Las pandemias como la peste negra del siglo XIV; la fiebre amarilla, que a mediados del siglo XIX transformó para siempre la fisonomía de Buenos Aires; la de gripe de 1918 ( o española) ; la de polio de mediados del siglo XX, o la de VIH-sida y SARS, muy recientes e incluso todavía vigentes, hoy, COVI-19, metáforas que cayeron bajo el influjo de un atractivo artístico al provocar en autores célebres, como Daniel Defoe, escribir su Diario del año de la peste, a Camus (La peste) o Michael Crichton (La amenaza de Andrómeda), entre tantos otros. También fueron tema de series y films, como The Hot Zone, Contagio, Virus, Doce Monos.
En la página 12, se habla del “enemigo invisible” (el coronoavirus) pero cuya extensión significativa tiene un amplio desarrollo. Esta metáfora se retoma en la página 27, cuando se habla de la lucha contra el “enemigo invisible”.
En la página 41, el Cuaderno propone acercarse a las lecturas de dos textos, cuyos títulos constituyen metáforas inolvidables: Memoria del Fuego y El Siglo del Viento, de Eduardo Galeano, 1990. Tan inolvidables como las metáforas del Poema de Pablo Pila, Morir en Malvinas, cuando el hablante poético (soldado antes de morir) se describe con brutal inocencia: ¿soy un quebrado silvo en esta hora? ( Pág. 42)
Podemos afirmar que cada metáfora planteada, en este Cuaderno como en cualquier otro sitio didáctico, interpela a su lector, lo problematiza, lo interroga, lo explicita o lo sacude en su ignorancia o silencio. La metáfora es un punto de partida a la hora de aprender, es la inquietud primera, es la búsqueda o la respuesta.
Una curiosa justificación acerca del por qué de la utilización de las metáforas aparece por ejemplo en Ortony (1975), cuando indica que «las metáforas, y los conceptos próximos, tales como símiles y analogías, han sido utilizados como mecanismos de enseñanza desde los primeros tiempos de la civilización». Los diálogos de Platón —sigue diciendo— son claro ejemplo de esta utilización. Por ejemplo, la metáfora de la caverna en La República. La Biblia es también una buena fuente de metáforas orientadas a la difusión de la información. Y agrega: «El extendido uso de las metáforas en estos textos de enseñanza de los tiempos iniciales sugiere que la metáfora es más que un simple instrumento estilístico de uso literario.
De acuerdo al aporte de Ortony, y a la praxis de todo educador a la hora de enseñar, ¿podríamos pensar que la metáfora es un ingrediente esencial de la comunicación, y por tanto de un valor educativo notable a la hora de problematizar y describir la realidad con sus problemas?
Las metáforas en las ciencias experimentales
El Doctor Héctor Palma, filósofo argentino, docente universitario de epistemología y escritor, en su libro “Ciencia y metáforas, crítica de una razón incestuosa” habla sobre las metáforas en la ciencia, temática que extiende también a cursos y seminarios. Palma sostiene que la metáfora no es solo una forma de hablar sino que tiene una función cognoscitiva, resultando un elemento cotidiano y común que se incorpora al discurso científico. Las metáforas epistémicas –como él bautiza a las científicas- difieren de las metáforas en general a pesar de contar con cuestiones comunes. Expresa que las metáforas científicas surgen como tal, tienen una historia, representan una analogía, pero mueren como metáforas.
Por el contrario, afirma el epistemólogo, las metáforas literarias siempre serán metáfora. Decir que el COVID-19 es un enemigo invisible es una explicación que se entiende y funciona como metáfora. Una analogía similar se dio en la química cuando se comenzó a hablar del monóxido de carbono producido en la combustión de las estufas a gas en los hogares y los problemas de muerte por asfixia que trajo aparejado en épocas invernales. A este dióxido de carbono también se lo llamó enemigo invisible. Hoy, en este tiempo de aislamiento, esa misma metáfora se resignifica en la cultura y sociedad actual para designar a un minúsculo e imperceptible virus. Las metáforas actúan trastocando el significado al tiempo que pragmatizan la comunicación. En esa eficacia comunicacional es la cultura quien da sentido al discurso de la metáfora. Las metáforas científicas, si bien no tienen mucha prensa, son muy importantes como medio de enseñanza pues ubican al discurso científico en un marco histórico, cultural, cotidiano y popular. Un tratamiento de las materias de ciencias experimentales como química, física o biología visto desde este lugar permitirá sortear escollos algorítmicos y axiomáticos habilitando un recurso metafórico que facilita el aprendizaje y los abordajes de problemas.
Un planteo de problemas desde el marco de las metáforas permite abordajes impregnados de culturas y subjetividades que habilitan a los estudiantes despliegues, tratamientos y resoluciones diversas. Varios ejemplos podrían dar apertura al trabajo de las situaciones problemáticas por medio de estas metáforas, las mismas permitirán compartir experiencias y percepciones sobre un tema tal vez desconocido pero que las analogías lo transforma en algo familiar. Las connotaciones de las metáforas resignifican los modelos científicos ampliando su estudio escolar hacia los contextos de descubrimientos donde aparecen elementos de historia y sociología de la ciencia.
El caso citado del enemigo invisible es una metáfora científica que despliega un análisis sistémico en una época y cultura determinada que le da sentido. En biología el árbol de la vida de Darwin es un ejemplo del uso de metáforas en la ciencia, que representa el resultado de la evolución de los seres vivos (los organismos actuales y sus ancestros). Otras metáforas vigentes, son las que toman conceptos de la teoría de la información (programa, código, decodificación) en la biología molecular.
Como corolario -y tal como afirma Palma (2015)- de ninguna manera se trata de literaturizar la ciencia como si ello implica negar sus pretensiones de objetividad y su capacidad de describir y predecir los fenómenos del mundo natural. En todo caso hay que repensar el estatus y las funciones de las metáforas epistémicas pues ellas no son ni casuales, ni inocentes, ni banales, y claramente ocupan un lugar central en el discurso científico.
Propuesta de reflexión
En este Post, pretendemos encontrar entre las otras, esa metáfora que intente describir las expectativas que nos generan la aparición de Cuadernos a la hora de seguir aprendiendo en el contexto de la pandemia. Por ello hablamos de configurarnos la idea de pensarlos, como ese “sitio de convivencia”, una metáfora, también, de todo aquello capaz de acortar distancias y permitir estar juntos para pensar juntos, docentes y estudiantes, mientras se aprender en casa.
Un sitio de convivencia, especialmente en este tiempo de distanciamiento obligado, es ese lugar que nos permite acudir virtualmente y encontrarnos, como conjunto, ocupados en atender similares problemáticas que nos conciernen social y pedagógicamente y ante problemas para conocer, que nos hacen protagonistas de un tiempo nuevo, inesperado y cambiante. Un lugar donde se conjugan historias, mensajes y metáforas que hacen de cada encuentro y contenido curricular un trayecto a explorar, en condiciones de igualdad.
Un sitio de convivencia es la puerta a la apropiación de un lugar y un sentimiento junto a otros que colaboran en completar y o complementar lo propio. Es la base donde se problematiza la existencia y la realidad, el presente y el futuro. El sitio de convivencia transparenta la búsqueda y la posibilidad de ser y conocer con otro, para ser más feliz.
Encontrar en los Cuadernos para seguir aprendiendo, un lugar propio, pero junto con otro, aprender a reconocer la problematicidad del conocimiento a través del currículo propio de los trayectos escolares, brinda un punto de partida.
El Aprendizajes basado en problemas, es un método habitable en todo sitio de convivencia que requiere el trabajo del conjunto, contar con una metáfora anticipadora seduce al estudiantes y genera inspiración. Las metáforas son abarcativas y facilitan el trabajo en la diversidad, porque convoca la multiplicidad de perspectivas. Permite y enriquece toda oportunidad de abordar, combinar y transformar datos y resultados, hechos que aportan nuevas ideas, y la construcción de espacios aumentados para el conocimiento intelectual, científico, artístico y pedagógico. Para caminar por la realidad, nada mejor que la imaginación.
Estimadas y estimados colegas, las y los invitamos a compartir sus experiencias, ideas, y propuestas, para enriquecernos conjuntamente, a la siguiente dirección de correo electrónico: castricone_lucas@santafevirtual.edu.ar
Bibliografía
-Emmanuel Lizcano. Metáforas que nos piensan. Sobre ciencia, democracia y otras poderosas ficciones. Ediciones Bajo Cero / Traficantes de sueños, Madrid, 2006.
Recuperado en PDF
-Sperber y Wilson, Capítulo 2, 1986. Sobre Teoría de la relevancia en la comunicación. Recuperado en PDF
https://www2.uned.es/dpto_log/ebustos/Publicaciones/metafora/Capitulo7.pdf
-Metáfora, lenguaje y pensamiento. ORTONY, A. Recuperado en PDF
http://www.sedll.org/sites/default/files/journal/_metafora_lenguaje_y_pensamiento._ortony_a.pdf
-Palma, H. (2004), Metáforas en la evolución de las ciencias, Buenos Aires, J. Baudino.
-Palma, H. Los viejos ruidos ya no sirven para hablar. En Cuadernos de Neuropsicología, Volumen 9. Nº 1. enero-abril, 2015, pp. 134-146. Recuperado en PDF en: https://www.redalyc.org/pdf/4396/439643126008.pdf
-Palma, H. (2015). Ciencia y metáfora. Crítica de una razón incestuosa. Prometeo Libros: Buenos Aires
-Raviolo, A. (2007). Modelos, analogías y metáforas en la enseñanza de la química. V International Meeting of Chemistry Teaching at College and Precollege Levels, Santiago de Chile, November 13-16, 2007. Recuperado en PDF en: http://www.scielo.org.mx/pdf/eq/v20n1/v20n1a5.pdf
Autor/es: | CASTRICONE, LUCAS |