Sembrando, sembrando, la 6085 va educando.
Las semillas son los niños// Que el tiempo hará crecer// Pero hay que dar el ejemplo// Pa' que pueda suceder
Olvida la rabotada y enfrenta la realidad// Y da la cara a tu tierra y hacia el cambio llegarás
Siembra cariño// Siembra humildad// Y da frutos de esperanza a los que vienen detrás (Rubén Blades, Siembra)
Diariamente las escuelas sostienen diversas prácticas de intervención, orientadas por la responsabilidad de garantizar el acceso a la educación y el conocimiento como bienes públicos, a la vez que derechos. Dentro de éste conjunto de acciones, una que destaca y es un denominador común en las escuelas de modalidad rural, es la huerta escolar.
Hoy compartimos el trabajo de la Escuela primaria N°6.085 "INÉS ÁLVAREZ”, ubicada en Colonia Francesa de la localidad de San Javier quienes retomaron el proyecto de huerta escolar, que implica:
(…) interacción directa con cada una de las áreas del saber educativo, trabajando de manera transversal en todas las áreas del conocimiento y en cada una de las unidades propuestas para cada ciclo escolar durante todo el año.
En este re-pensar el tipo de prácticas y labores culturales, la escuela ha optado por el enfoque agroecológico con el objeto de ayudar a preservar y conservar los recursos naturales que nos ofrece el medio ambiente, sin utilizar insumos químicos que deterioran la salud y afectan la calidad de vida de los seres humanos y demás especies.
Por la huerta escolar pasan todos los niños y niñas desde nivel inicial hasta séptimo grado, constituyéndose en un espacio potente para el aprendizaje colectivo, el diálogo e intercambio de saberes, el despliegue de la autonomía, la vinculación con otras y otros y el reconocimiento del ambiente natural como escenario y soporte de vida y diversidad.
Ahora bien, las escuelas rurales ¿Por qué hacen huerta? sabemos que los fundamentos exceden a esta reducción estereotipada de que trabajan en la huerta porque están en un espacio social rural, y en cambio sostienen estas aulas a cielo abierto como modelos pedagógicos.
La modelización constituye una estrategia didáctica actual, que condensa sentidos y significados que van más alla de la actividad en si, invitándonos a los y las docentes a hacer visibles los fundamentos de nuestra tarea.
Un modelo pedagógico es la "forma o muestra a escala de algo" que representa y resume un producto terminado, el proceso posible a seguir para conseguirlo, los elementos físicos (tangibles) y abstractos (intangibles). Badiou (1968) sostiene que un modelo es la representación abstracta de una experiencia en la que se condensan aquellos valores que deseamos transmitir, instrumentando a los niños, niñas y adolescentes con los saberes socialmente relevantes para que transformen el mundo.
Entonces, la huerta escolar como modelo pedagógico, simula una realidad, la describe y explica a través de conceptos que aportan las distintas áreas curriculares de la escolarización, y también proyecta formas posibles de vivir, de habitar el mundo, de producir articulando alimentación soberana y saludable. Traza un camino posible entramando valores como la convivencia, el respeto y promoción de la diversidad, el estar construyendo con otras y otros en redes, aportando así una manera de educar para la felicidad personal y colectiva.
Cada vez que proponemos huertas escolares, entramos en un ritmo de aprendizajes colectivos, un tiempo en que -tanto docentes, niños y niñas, familias- nos disponemos a buscar, a dialogar, a preguntarnos los porqué; y en ese camino transformamos las escuelas en custodias y garantes de la biodiversidad. Por esas prácticas, también nos transformamos en la tarea diaria de educar, nos conectamos al enseñar como actividad vinculada a la afectividad, en un paradigma que piensa la educación como formación integral de las personas.
Sembrando en la huerta habilitamos espacios educativos que estimulan el deseo de querer aprender, Marcelo Rocha señala que las mayores cosas que aprendí en la escuela fueron de parte de docentes que amaban lo que hacían, porque el deseo tiene una hermosa particularidad, se contagia y eso no se debe a un atributo cerebral, sino a lo humano del afecto.
Con esta referencia queremos celebrar el trabajo de las escuelas en general, y de la 6085 en particular con este proyecto de huerta agroecológica desde el que, alimentan y siembran con amor, alojando las infancias con la ternura de quien sabe que, cuando somos felices, sostenemos conexiones con lugares, tareas, personas que multiplican la afectividad.
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Bibliografía:
Correa Mosquera, D. Perez Piñon, F (sin datos) Los modelos pedagógicos: trayectos históricos. Secretaría de Investigación y Posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras, Mexico.
Autor/es: | FAVIT, CLAUDIA ELENA |