«De la yerba a la maceta», el proyecto de la NRESO N° 1642
El mate es uno de los simbolos que nos identifican como país, representa amistad, alegría, unidad, compartir, entre otros adjetivos. Y un mate bueno se califica, en función de la yerba con que lo cebamos, estan las paladas, despaladas, más amargas, con yuyitos, con cascaritas. La Ka´a en guaraní, o yerba mate, se cultiva del Illex Paraguariensis, un árbol nativo de América que los pueblos precolombinos ya usaban: Serán los pueblos guaraníes quienes popularizarán la infusión que conocemos como yerba mate, y que nos acompaña en distintos momentos del dia, y de nuestra vida.
Hoy les compartimos el proyecto “Macetas Biodegradables” que trabajan estudiantes de 1° y 2° año desde la materia Educación Tecnológica; en el Núcleo Rural Educación Secundaria Orientada N°1642 “Colonia Doña Mariana”, esta institución funciona en la localidad de Calchaqui, Región II. Las profesoras Camila Bargetto y Jesica Zorzón acompañan a este grupo de estudiantes quienes, preocupados por la contaminación que generan residuos de distinta índole, y la posibilidad de reciclar, alentada por el interés y la demanda de productos biodegradables, los alentaron a pensar qué podrían inventar con la yerba mate.
El grupo de estudiantes analizó la posibilidad de crear un producto biodegradable a partir de un residuo para sustituir la utilización de macetas plásticas en el proceso de siembra y trasplante de plantas, ya que las producciones de desechos plásticos por parte de ese proceso son considerablemente altas y no se ha desarrollado aún un método alternativo que presente los mismos beneficios que el método de macetas plásticas proporciona.
Esta iniciativa recupera contenidos propios del espacio curricular Educación Tecnológica, entramándo con temas transversales como los previstos en la Ley 27621 de Educación Ambiental Integral, que promueve proyectos sustentables y que preserven la naturaleza. En tal sentido la elaboración de productos biodegradables para sustituir materiales no degradables es una alternativa para contrarrestar el impacto ambiental que estos residuos provocan.
El adjetivo "biodegradable" nos invita a pensar en todo aquello que puede descomponerse en elementos químicos naturales por la acción de agentes biológicos, como el sol, el agua, las bacterias, las plantas o los animales. Claramente el plástico y sus derivados no son biodegradables, lo vemos diariamente en la acumulación de residuos que nos invitan a pensar en cómo reducir el impacto de los plásticos en la vida cotidiana, y qué podemos hacer como ciudadanas y ciudadanos para disminuir el consumo de derivados que contaminan. Y este grupo de estudiantes y docentes, nos obsequian una posibilidad, nos comparten sus experiencias, y afirman que a lo largo de los años, la experimentación con materiales a partir de residuos biodegradables tales como la yerba, han permitido la innovación de productos eco amigable en el mercado.
Las y los estudiantes tienen la oportunidad de organizarse para investigar, ensayar y comprobar el método a partir del cual reciclar y crear un producto que es amigable con el ambiente, ensayándo diálogos con campos de saber y entre pares. Una parte de esta propuesta apunta a desarrollar nuevos métodos de siembra y trasplante de suculentas, utilizando macetas amigables con el ambiente, habillitando una oportunidad de innovar en el mercado agronómico de tecnologías en la localidad.
Celebramos proyectos así, que recuperan prácticas cotidianas de producción y consumo, transformándolas creativamente e implicando a las y los estudiantes en propuestas que promueven abordajes integrales de la realidad local, al tiempo que promueven la interdependencia de los elementos y aquellas acciones humanas que interactuan propositivamente en los ambientes. Y cuidar la tierra, preservar los espacios naturales, es un modo de fortalecer la identidad de los espacios rurales, de formar personas con saberes y haceres que les permitan transformar, alojando la diversidad y el respeto por todas las formas de vida. Que son valores trabajados en la educación secundaria de modalidad rural identificados con el arraigo, la valoración de las comunidades, la solidaridad, la creatividad, el pensar en conversaciones con otras y otros, recuperando saberes ancestrales, poniendo en valor la actividad manual creativa, por mencionar algunos ejemplos.
Gracias NRESO N° 1642 por hacer aportes en el horizonte del sembrar arraigo.
Autor/es: | FAVIT, CLAUDIA ELENA |