La ruralidad juega, aprende con otros y es feliz
(…) Somos artesanos de nuestro destino, de nuestra labor, del ser y hacer con otros. Recluirnos, aislarnos, hace que se pierda la magia de la potencia que se logra al unir ideas de diferentes personas. En un mundo tan interconectado, un docente ya no puede concebirse en soledad, tenemos múltiples herramientas para acercarnos, para encontrarnos, aún en la distancia de nuestros cuerpos. (…)
Natalia Zampichiatti, docente de la Escuela N°999 "Manuel Belgrano" ubicada en Paraje La Nevada, Región IV, comparte este proyecto construido desde el trabajo en redes, interinstitucional y que constituye un ejemplo de practicas pedagógicas pensadas y sostenidas desde la responsabilidad de garantizar derechos, entramando el derecho a jugar y aprender junto a otras y otros.
La ruralidad juega, es el nombre con el que se materializó una idea colectiva realizada en el 2018 por primera vez, en el marco del Curso taller "Tengo una idea! y quisiera echarla a rodar…", Natalia sistematiza saberes con la intención de que sean multiplicados por otras escuelas de distintos niveles y modalidades, en jornadas para jugar, aprender, vincularnos entre comunidades y fortalecer la ruralidad.
“Empujemos los límites de la realidad hasta que lo imposible se vuelva posible, lo sorprendente cotidiano y lo mediocre intolerable. El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y aceptar el futuro en lugar de imaginarlo… pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contra cara, ni desaliento que no busque su aliento”.
Eduardo Galeano, “La escuela del mundo del revés”, Patas para arriba
Autor/es: | FAVIT, CLAUDIA ELENA |