Módulo: Mundos Imaginarios, Lúdicos y Expresiones Artísticas.
Acción Formativa N° 53: "Leer en voz alta: abrir el juego, crear lectores".
“(…)leer consiste siempre en convidar un espacio íntimo con un mundo que se abre”
Michéle Petit.
1-INTRODUCCIÓN:
La lectura en voz alta es una vía ideal para establecer un vínculo poderoso con el fomento de la lectura y las comunidades de lectores. Posibilita tejer redes que permitan motorizar el pensamiento en la escuela a través de las conversaciones y debates que se dan luego de lecturas compartidas.
Las y los invitamos a recorrer esta publicación como un aporte más a nuestra formación docente.
Subsecretaría de Educación Primaria
Lic. Nanci Noemí Alario
2-DIALOGAMOS CON ACUERDOS Y SABERES IMPORTANTES:
La lectura en voz alta es una herramienta muy poderosa para la educación y el saber, y por supuesto, para la formación de ciudadanos. Leerle a los chicos y a las chicas es un acto amoroso. “Dar de leer es dar de comer. Darle palabras hermosas a los niños y las niñas es darle el mejor abrazo”, nos dice insistentemente Mempo Giardinelli.
Para leer en voz alta no se requiere esfuerzo ni talento especial, solo hay que leer generosamente. La lectura en voz alta conlleva a un encuentro precioso con quienes nos escuchan, es el mejor camino para formar lectores, simplemente compartiendo palabras que nos vinculan. La lectura en voz alta es paciente, estimulante y divertida, la experiencia nos dice que nunca es rechazada ni por una niña, ni por un niño.
Como dice Graciela Montes, los mediadores de lecturas son los casamenteros entre el lector y el texto…(…) “la voz de quien lee un texto en voz alta, su presencia, el libro que sostiene en la mano, las ilustraciones que se espían o adivinan, el lugar en que se desarrolla la escena, los olores, los sonidos circunstanciales, forman parte de la experiencia y llaman la atención sobre ellas” (Montes:2007).
No es posible educar sin lectura, que el libro en la escuela representa una idea totalizadora del saber y desestime algunas acciones que atentan contra el placer de leer en voz alta, como el marketing desenfrenado de las editoriales, la “retórica produccionista” que se da en las escuelas y la necesidad de que todo sea evaluado, aleja la posibilidad de formar comunidades de lectores que encuentren en este acto la ocasión de ahondar en emociones, sensibilidades y el efecto subjetivante que tiene el leer por leer.
Por eso es importante promover la lectura en voz alta que en las escuelas de nuestra provincia, la consideramos prioritaria. Los esfuerzos destinados a fortalecer la comprensión lectora pueden ser inútiles y lo van a ser si anulan la emoción del descubrimiento, si interfieren en la imaginación, si interponen cláusulas y condicionantes que anulan el placer.
La lectura es una ventana por la cual los niños ven y conocen el mundo y se conocen a sí mismos. No verá el niño la belleza del mundo circundante si no ha percibido la belleza de la palabra leída en el libro. El camino al corazón y a la conciencia del niño llega por dos lados que parecen opuestos a primera vista: del libro, de la palabra leída a la expresión verbal; y de la palabra instalada ya en el mundo imaginario del niño al libro, a la lectura, a la escritura. La vida en el mundo de los libros es cosa muy distinta a la lectura de las lecciones, por concienzuda y aplicada que sea. Puede darse el caso de chicas y chicos que terminan los estudios y desconocen por completo lo que es la vida intelectual, ese alto goce humano que proporciona el leer y el pensar. “La vida en el mundo de los libros es conocer la belleza del pensamiento, es gozar de las riquezas culturales, es elevarse uno mismo”. (Giardinelli: 2006)
3- COMPARTIMOS SABERES:
La lectura en voz alta incide en el acto creativo de leer para todos: la imaginación, la postura de escucha y los silencios como la espera a que el lenguaje del otro llegue y atraviese el cuerpo del que escucha.
La imaginación en primer lugar es el vuelo que nos conduce a mirar con ojos renovados. Es como dice Cecilia Bajour, una palabra “esponja”, en ella habitan los mundos creados por cada lector y por los otros miembros de la de la comunidad de lectores.
La escucha es la posibilidad de diálogo, quien escucha dialoga con su lector, su mediador, dialoga en el mismo momento de la lectura en voz alta. Ese encuentro cercano que se activa se puede multiplicar hacia una confluencia de lecturas: a “una constelación intersubjetiva de incertidumbres y certezas que se pueden encender en situaciones de lecturas (Bajour: 2020).
Y los silencios, esas zonas oscuras del texto, que dan lugar a la actividad interpretativa, es el secreto que habita en la literatura, que en el acto de leer se deja capturar. Es ahí donde la imaginación, la palabra “esponja” abre el juego.
Las metáforas que recorren los textos literarios son las que permiten a los lectores asociar y ver una cosa en otra a partir de relaciones de semejanza entre lo presente y lo ausente.
Todo acto de leer es poner en juego una versión, la imaginación en situaciones de lectura es compartida así como no menos importante es el escuchar. Para Bajtin escuchar no es fundirse o confundirse con el otro, sino dialogar con otra cultura, que “no se mezclan ni se funden sino que cada una conserva su unidad e integridad abierta pero las dos se enriquecen mutuamente” (Bajtin:2000). La escucha es un vínculo entre dos conciencias que se reconocen, sobre todo lo que importa en esta relación es la forma en que quien escucha atiende a las circunstancias únicas y particulares en las que una voz, la voz escuchada, tiene lugar.
En ese diálogo, ese encuentro, la posición de sorpresa de las mediadoras y los mediadores sobre lo que tienen para decir las otras y los otros sobre un texto, es parte vital de un texto compartido y una puesta en cuestión de posturas monológicas y autorreferenciales.
Es a partir de esa apertura hacia el enigma que se pueden propiciar redes colectivas de imaginarios en torno a la lectura. Desde esa mirada social, la imaginación no implica un encierro en uno mismo sino la posibilidad de pensarnos como seres entre y con otros.
La actividad imaginaria que habita en algunas ficciones y la posibilidad de tejer redes imaginarias entre lectores se refleja en la obra de Luis Maria Pescetti y O´Kif que ficcionaliza originalmente el diálogo de imaginarios “Caperucita Roja (tal como se lo contaron a Jorge)”. Un padre narra oralmente el cuento de “Caperucita Roja y el lobo” de los Hermanos Grimm (versión condensada) y los lectores en el texto son invitados a visualizar la activación simultánea de la imaginación en cada caso. Las imágenes del relato paterno son representadas gráficamente a partir de globos de historietas.
Y por último, y no menos importante, debemos considerar los silencios que se dan en las lecturas compartidas, es fundamental tener en cuenta esos silencios que se producen en esos diálogos que se dan entre voces y silencios. Estar atento a lo que se escucha, a lo que se dice y también a lo que no se dice. Los silencios de los que escuchan tienen un vibrar diferente que es importante percibir. En el silencio considerado en una dimensión dialógica, el oído deviene el cuerpo en su totalidad. Entonces los silencios pueden invitarnos a ser más sensibles a nuestros sentidos leyendo sentidos (Bajour: 2020).
4-CREAMOS Y PROPONEMOS:
La importancia de la alfabetización va de la mano con la formación del lector, con acostumbrarse a leer. ¡A leer en serio obras cada vez más importantes, de cualquier índole y además obras literarias! No simplemente libros de consulta, historietas ni novelitas corrientes, porque esa lectura es demasiado sencilla; exige muy poco del lector, no lo ejercita en el manejo del lenguaje, que se traduce en el manejo de las ideas, de los sentimientos y las emociones. Y ese uso del lenguaje es necesario no sólo para leer poesía y grandes novelas o cuentos, sino para resolver los problemas en otros campos, como la política, las finanzas, la medicina, la ingeniería, puede contribuir a mejorar cualquier actividad.
Imaginemos que fuera posible comenzar el día de clases, todas las mañanas, con una lectura en voz alta, en el aula. Una lectura que no fuera de ninguna materia, sino de un poema, un cuento, un pedazo de una biografía o de una novela. Una lectura divertida, interesante, que provoque risa, temor, sorpresa, compasión. La maestra o el maestro, con el libro en las manos, leyendo en voz alta con sus alumnos, por el puro gusto de leer. Diez o doce minutos, no más.
¿Por qué leer literatura? Porque los textos literarios actúan no sólo sobre el intelecto, la memoria y la imaginación, como cualquier texto, sino también sobre estratos más profundos como los instintos, los afectos y la intuición, en consecuencia consolidan una inclinación mucho más intensa hacia la lectura. Por otra parte, los textos literarios son los que más exigen del lector, los que mejor lo ejercitan para comprender el lenguaje escrito. Los lectores así formados podrán después leer por su cuenta y comprenderán mejor lo que lean: poemas, teatro, ensayos y narrativa, pero también textos técnicos, científicos, legales y de cualquier otra clase.
Por eso proponemos:
1- Iniciar el momento de la lectura en voz alta con una simple invitación amorosa a escuchar alguna historia o poema que nos resulte bello para convidar.
2- Leer también es hablar sobre los libros: opinar, recomendar y aceptar recomendaciones, asociar con otros libros leídos, con otras cosas que se han escuchado sobre lo leído. La o el docente puede contar por qué eligió ese libro para leer. Cuando comenta por qué le gusta el texto demuestra también que la lectura tiene que ver con la afectividad, alienta a los chicos y a las chicas a hablar de sus propias asociaciones, opiniones y comentarios acerca de lo leído.
3- Explorar la tapa, la contratapa y las ilustraciones resulta muy interesante.
4- Crear suspenso, manifiesta cuánto le divierte o le estremecen algunas escenas del relato. La o el docente lee en voz alta, abre el juego, pone toda su experiencia como narradora, narrador oral, hace uso de sus cambios de tono en la voz, según las situaciones.
5- Leer desde el principio hasta el final para no perder el hilo de la historia, aunque a veces se pueda leer por partes algunos cuentos que resulten un poco largos. Poder detenerse a veces para mostrar las ilustraciones que acompañan y que hacen a la narración.
6- Finalizar la lectura: no se necesita mucho más, simplemente disfrutar de lo leído. Sin embargo, se puede abrir un espacio para conversar sobre lo leído. A veces basta con hacer un breve silencio y mirar a las chicas y a los chicos para lograr que hagan comentarios. A veces se puede preguntar ¿qué les pareció? ¿por qué?, llevarlos a conversar sobre lo leído o para que expresen sus opiniones, impresiones, asociaciones, recuerdos surgidos e ideas. En estas charlas se aprende a compartir emociones a enriquecer las interpretaciones sobre la lectura docente y de sus compañeras y compañeros. Muchas veces las “más calladas y los más callados” encuentran una oportunidad para tomar la palabra. No es conveniente pedir ejercicios o actividades sobre lo leído. Otra opción sería invitar a hacer una relectura silenciosa e individual si se trata de lectores autónomos.
7- Crear itinerarios de lectura. Un libro nos lleva a otro, la lectura de un cuento, una poesía, una novela, en muchos casos, puede conducirnos a nuevas lecturas. Es posible organizar este recorrido de un texto a otro a partir de diferentes itinerarios de lecturas.
Estas sugerencias constituyen un aporte que puede ser enriquecido con los saberes y prácticas que se realizan en las escuelas.
5-BIBLIOGRAFÍA:
Bajour Cecilia (2020). Literatura, imaginación y silencio. Desafíos actuales en la mediación de la lectura. Biblioteca Nacional de Perú
Bajtín, Mijahil. Yo también soy. Fragmentos sobre el otro. Ed. Taurus México.
Giardinelli, Mempo (2006). Volver a leer. Edhasa Ediciones, Bs As, Argentina
Montes, Graciela (2007). La gran Ocasión. Plan Nacional de Lecturas, Ministerio de Educación, Buenos Aires.
Cuadernos para el aula 1,2,3, (2006). Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología. Presidencia de la Nación
Agradecemos a la Profesora Patricia Feuli, Referente Provincial del Plan Nacional de Lecturas Santa Fe y miembro del Equipo Pedagógico de la Subsecretaría de Educación Primaria.
Autor/es: | RETAMAL, EMMANUEL |