Voces santafesinas «Acompañar en tiempos de aislamiento social»
Desde la Subsecretaría de Educación Superior de la Provincia de Santa Fe sabemos que los Institutos Superiores Santafesinos están trabajando arduamente para sostener el vínculo pedagógico en este contexto de aislamiento social obligatorio. Múltiples estrategias se han desplegado al interior de las instituciones. Estas poseen una gran riqueza por su innovación, contextualización y atención a la diversidad en una realidad compleja y muchas veces injusta.
Así, sabemos que las instituciones están llevando adelante propuestas creativas. Socializarlas a través de las voces de sus actores, potencia la mirada del colectivo de la educación superior y abona a buscar los modos posibles para sostener la enseñanza en una situación inédita como la que estamos viviendo.
Sostener la educación superior como derecho para todo el estudiantado es un principio que compartimos como profesores . En este sentido, el acompañar en tiempos de aislamiento social, se vincula con una opción política, que como intelectuales transformativos estamos llamados a garantizar
En este espacio compartimos la experiencia del Instituto Superior del Profesorado N° 16 "Bernardo Houssay" de la ciudad de Rosario, desde las voces de sus actores
Patricia Moscato – Subsecretaria de Educación Superior
ACOMPAÑAR EN TIEMPO DE AISLAMIENTO SOCIAL. Estrategia y propuesta de los Docentes, Administrativos y Estudiantes del ISP N°16
El ISP N°16 “Dr. Bernardo A. Houssay” se define como un colectivo de docentes, administrativos/as, estudiantes y asistentes escolares que comparten la característica de construir juntos una institución cuyo objetivo es la inclusión y la calidad educativa en una escuela socialmente igualitaria.
Quienes conformamos el colectivo no dudamos que el acto de educar requiere de la realización de ciertos gestos. Se trata de aspectos que se encuentran presentes en la relación pedagógica y que pueden modificar vínculos, generar aperturas, dar lugar a posibilidades de abordaje no previstas. La palabra es uno de estos gestos, otro es la actitud ante el acto de educar y ante los otros. En este sentido, Carlos Skliar (2011) afirma: “Nos hacen falta los gestos mínimos para educar. Para educar a cualquiera”. Algunos de estos gestos necesarios, imprescindibles, tienen que ver con “(…) dar la bienvenida, saludar, acompañar, permitir, ser paciente, posibilitar, dejar, ceder, dar, mirar, leer, jugar, habilitar, atender, escuchar”.
En este tiempo de aislamiento social, el Instituto se encuentra frente un desafío que es afrontado con empatía y un renovado compromiso con pautas que vinieron a modificar la cultura institucional establecida. Se trata de abrir las puertas a lazos más solidarios que ayudarán a tener una mirada más humana, que lleve -sobre todo- a cuidar al otro/a y a cuidarnos nosotros. Es por eso que directivos, docentes, administrativos y estudiantes decidimos recuperar el gesto del acompañamiento en el acto educativo que contribuye, entre otras cosas, a “educar no ya a todos, en sentido abstracto, sino a cualquiera y a cada uno”. Se impone entonces un tipo de acompañamiento cuya finalidad no es la eficacia y la rapidez, para lo que se define cada instante y se llena de actividades ordenadas, reguladas mediante señales, campanas o palabras.
En primer lugar, ante el requerimiento de las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia de utilizar la virtualidad para desarrollar actividades docentes en este contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio nos planteamos algunas reflexiones al respecto que generaron un debate profundo. Por un lado, la situación de aislamiento nos encontró sin una preparación previa y nos propusimos hacer lo mejor que podemos en condiciones inusuales y limitantes. Por otro lado, nos encontramos en un proceso de adaptación a un estado de excepción como el que estamos conviviendo. Este receso afecta y vulnera a instituciones y sujetos, en especial a la institución educativa pensada como un lugar físico de encuentro social al que la pandemia resquebraja en sus propios cimientos.
Una primera circular para todo el personal, con fecha del 25 de marzo, sugirió empezar a pensar en un PROYECTO DE CÁTEDRA ALTERNATIVO ANTE LA POSIBLE SUSPENSIÓN DE CLASES mediado por tecnologías digitales. De esta manera, institucionalmente adherimos a las primeras y rápidas respuestas del Estado y de toda la docencia para seguir garantizando el derecho a la educación con acompañamiento pedagógico. Pero es importante no perder de vista las reflexiones sobre cómo estamos sosteniendo dicho acompañamiento, en qué condiciones y con qué recursos.
La virtualidad se planteó como la única alternativa para avanzar. Sin embargo, el desarrollo de las clases a través del Campus Virtual, en primera instancia, no consistió en una tarea sencilla. Para algunos/as, llevó tiempo aprender la dinámica de la plataforma y otro tiempo diseñar la estructura de las clases, las actividades, el modo de presentar los materiales y la forma de acompañar a los/as estudiantes. Algunos/as profesores/as tenían más experiencia que otros/as y pudieron comenzar más rápido a subir sus clases. Pero a la mayoría nos llevó un tiempo adaptarnos y en particular quienes conformamos equipos y tenemos que coordinar criterios y tomar decisiones a la distancia. Sin embargo, nunca perdimos de vista que teníamos que ofrecer propuestas con valor pedagógico y que esto requiere de elaboración. Por lo tanto, resultó prudente repensar las estrategias y retrasar las urgencias hasta ver cómo evolucionaba todo y mientras tanto ir armando las clases para la nueva modalidad. Los/as estudiantes, también estaban ávidos, muy preocupados ante la incertidumbre de cómo se resolverían sus situaciones particulares en cuanto a cómo sería la cursada, los exámenes y cómo se alcanzaría la regularidad.
Ante las demandas, se favoreció la habilitación de otros entornos virtuales que se consideraron apropiados para facilitar y favorecer el encuentro con los/las estudiantes, así como la tarea educativa. Institucionalmente, se armaron grupos en el Facebook, de e-mails; uso de la plataforma Google Classroom.
Las herramientas “Zoom” y Meet al igual que el “Classoom” resultaron adecuadas y oportunas para la educación porque permiten interactuar “en vivo”. La gran disyuntiva es que ninguna clase sería como antes por lo que se hizo urgente repensar los propósitos y efectos de cada clase virtual. Otra dificultad a enfrentar es la realidad social y económica de nuestras/os estudiantes. Debíamos pensar en cómo aprenden y si tienen los medios tecnológicos necesarios y básicos. Además, pensar en los tiempos de estas clases, videoconferencia breve, pausa, ejercicio, actividades diacrónicas (evitar la sincronía -coincidencia en el tiempo- sobre todo en grupos numerosos). Surgió entonces la recomendación, en primer lugar, de armar un banco de recursos y una guía para tipos de clases. Todo esto dio lugar un rico intercambio entre los/as compañeros/as docentes.
Al mismo tiempo apareció un punto muy importante en la dimensión laboral de los/as docentes una situación excepcional, sin precedentes, donde la vida aparece puesta en juego, y en algunos casos no es posible tramitarla. Hay que tener en cuenta además los temas de convivencia y relacionales, en tanto el trabajo debe ser efectuado muchas veces en un hogar compartido con otros/as vinculados afectivamente y que demandan su espacio y atención. En este contexto crítico para la salud y el equilibrio emocional de todos/as estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Apostamos a una educación de calidad que respete los derechos de los/as trabajadores y de los/as estudiantes.
Un aporte importante lo brindó la “Agrupación Pocho Lepratti”, conducción del Centro de Estudiantes, que organizó una biblioteca virtual con textos que los docentes hacen llegar.
La participación activa de la conducción del Centro de Estudiantes mediante una serie de acuerdos e intercambios consensuados merece un párrafo especial ya que se construyó una red de trabajo colaborativo con ellos. Trabajan con los directivos, los coordinadores/as de las carreras y de la práctica para la implementación de los proyectos desarrollados en el espacio virtual. Además, reciben y procesan la información del alumnado para retroalimentar la experiencia de acompañamiento. De esta manera la participación de los estudiantes tiene un impacto positivo en la vida institucional.
Una de las barreras detectadas para el uso del Campus Virtual -en especial entre los/as ingresantes- es que no todos/as tienen acceso a una PC y trabajan desde un celular, con lo limitado que puede resultar. Otro, es que desconocen el uso del correo electrónico o de un foro de discusión y piden el envío de actividades por WSP o Instagram porque les resulta más familiar su uso. Incluso el Facebook no les resulta amigable.
Otro tema, en el marco del acompañamiento, fueron las mesas de exámenes que se tomaron de manera virtual. Resultó importante tener en cuenta que se trataba de una manera diferente de evaluar. Propusimos plantearla como una situación más relajada pero con responsabilidad, donde se priorice la reflexión y la investigación. Desde el ISP Nº16 intentamos priorizar, cuidar y sostener un vínculo de acompañamiento afectivo, cercano, tranquilizador entre todos/as. Resulta importante construir confianza y animar desde la posibilidad de construir una experiencia nueva y valiosa.
En la última reunión de Consejo Institucional, frente a las dificultades detectadas por los coordinadores de secciones y en diálogo con los pedidos desde el Centro de Estudiantes se acordó que en función de las dificultades para la conectividad de muchos estudiantes, no se exigiera la asistencia virtual sino que se tomara en cuenta la participación y entrega de los trabajos solicitados por las cátedras, extendiendo los tiempos para su entrega a un plazo mayor de una semana atendiendo así a la disparidad en cuanto a la conectividad.
También se acordó qué a partir de la apertura gradual de la cuarentena, las clases virtuales, consultas o videollamadas se realicen dentro del horario real de clases para que todas/os puedan participar sin superponer actividades ni interferir en la vida personal o laboral de los/las participantes. Se propuso además garantizar las clases a través de wassap y soportes virtuales para que estudiantes con dificultades de conectividad puedan acceder.
Con respecto de las mesas de exámenes especiales y del turno Julio/agosto se definió que se tomen al regreso de la presencialidad, para garantizar el derecho a todos/as los/as estudiantes considerando las dificultades para el acceso a videoconferencias que muchos/as estudiantes nos han planteado.
Esta situación inédita e inesperada nos llevó a cambiar el rumbo dependiendo de los resultados y las circunstancias. Es indudable que la falta de cercanía y contacto físico al igual que el encierro tienen fuertes efectos en la subjetividad, tales como angustia, miedo, incertidumbre, irritabilidad y dificultades de concentración para planificar o pensar clases. Nuestra propuesta institucional se constituye en una invitación a interactuar, a exponer estos miedos e incertidumbres desde un lugar de sinceridad y autenticidad, valores centrales y constitutivos de la formación docente. Es esencial en momentos críticos como los que vivimos sostener el “buen clima” y la legitimidad de las relaciones humanas y pedagógicas para enfrentar lo nuevo, lo incierto, lo que desconocemos. La propuesta es vivir esta experiencia con calma pero en profundidad, sin sobreexigencias ni ausencias, manteniéndonos en diálogo constante, haciendo notar nuestra presencia y estando disponibles para las múltiples voces que con sus sugerencias e inquietudes siguen interpelando y validando nuestra función como institución formadora de futuros docentes. No debemos olvidar –cualquiera sea la acción que realicemos- que la institución que construimos sigue siendo una escuela real y presencial conformada por personas reales.
Dr. Pedro Dabin. Director del Instituto Superior del Profesorado N° 16
Skliar, C. (2011). “Diez escenas educativas para narrar lo pedagógico entre lo filosófico y lo literario”. Revista Plumilla Educativa, 8, 11-22.
Autor/es: | MOSCATO, PATRICIA CAROLINA |