«Ser estudiantes del nivel superior en tiempos de pandemia».
Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del caos y de las pesadillas
De la ajada miseria y de los miserables
De las ausencias breves y las definitivas
Defender la alegría como un estandarte
Defenderla del rayo y la melancolía
De los males endémicos y de los académicos
Del rufián caballero y del oportunista
Defender la alegría como algo inevitable
Defenderla del mar y las lágrimas tibias
De las buenas costumbres y de los apellidos
Del azar y también
También de la alegría..MARIO BENEDETTI
La Subsecretaria de Educación Superior continúa el reconocimiento a los estudiantes del nivel a través de la pluralidad de voces y sentires de los Centros de estudiantes Santafesinos.
Ser estudiante implica cuestionar, cuestionase, interrogar con espíritu inquieto, adentrarse en la juventud pulsional y permanecer en la búsqueda constante de otros mundos con palpitaciones internas en entramados colectivos.
El espacio democrático que representa a los estudiantes propicia la participación conjunta siendo portavoz de los valores, necesidades, demandas y dudas que unifica la palabra proyectando el bien común garantizando el derecho a la educación superior.
Impulsores de iniciativas que abren oportunidades, creadores de nuevos fundamentos, hacedores de la historia entre todos y todas, así se presentan al mundo para proyectar desafíos y nuevas perspectivas.
Hoy los invitamos a conocer la producción de Centros de Estudiantes que con potencia creativa, compromiso y responsabilidad asumieron el valor de la palabra escriturada otorgando tenor y tonalidad a las vivencias de este tiempo de pandemia.
Se agradece a la comisión directiva del Centro de Estudiantes ISPI° 4005 Santísimo Rosario, de la ciudad de Rosario a través de sus representantes Benitez Eduardo y Chavez Carolina y a la Comisión directiva del Centro de Estudiantes ISPN° 4 “Ángel Cárcano” Rqta. Sta. Fe, a través de su Pte. Carlos Oviedo.
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato
Redireccionando proyectos, sueños, vidas
La pandemia del Coronavirus, arrasó con negocios, emprendimientos, propuestas, ganas; rompió estructuras, ideologías, cosmovisiones, estereotipos, prejuicios; se llevó planes, sueños, ideas, posibilidades, decisiones, elecciones. Al mismo tiempo, trajo consigo un mar de sentimientos que no esperábamos, una mezcla y oscilación entre buenas y malas sensaciones y sobre todo la gran pregunta ¿Cómo se sigue ahora?
La pandemia puso sobre el tapete “la idea de atención a la diversidad”, expresando la expectativa de que las escuelas sean sensibles a las diferencias que caracterizan a la población escolar, y de que desarrollen formas de enseñar que no sólo respeten esas diferencias, sino que respondan a ellas, requiere de la realización de un trabajo didáctico que posibilite a todos el acceso a los aprendizajes fundamentales. Tal es así, que el acceso a Internet y a los diferentes dispositivos para el uso de la comunicación, tan necesario en este tiempo, ha puesto un cambio de paradigma en el uso de la tecnología y, en cuanto a la Educación.
Por un lado, aporta una serie de beneficios que ayudan a mejorar la eficiencia y la productividad, tanto en el aula como fuera de ella. No sólo nos acerca al otro, a mi compañero, a la seño, al profe, a la familia; sino, creemos que es la nueva modalidad, de construir identidades y perspectivas sobre el mundo, ya sea por medio de conversaciones entre familias, docentes-estudiantes, amigos. Nos une de alguna manera, nos encuentra todas las mañanas con cara de dormidos y el mate al lado. Las clases no son lo mismo, cuando no podemos intercambiar miradas o susurrar con nuestro compañero de al lado.
Por otro lado, puso a todos los actores de la educación, pies para arriba, sin haber experimentado un tiempo similar al que vivimos actualmente, y aún sin saber cómo hacerlo, la escuela siguió buscando los recovecos para resurgir, para no dejar a nadie sin su tarea, sin su saludo diario, sin ese momento de escape para algunos, de diversión para otros, sin la escuela, tan deseada en este tiempo.
Acompañados de una constante incertidumbre colectiva, todavía nos preguntamos…
…¿Las escuelas siguen cerradas o la escuela somos todos? Aunque las aulas físicas estén cerradas, el conocimiento no se puso en pausa, la enseñanza continuó siendo parte de nuestras vidas, de nuestro cotidiano, parte de nosotros. La escuela no está en cuarentena mientras siga garantizando el Derecho a la Educación. Porque la escuela, aún en medio de una pandemia y aislamiento social, preventivo y obligatorio, nos abraza, nos contiene, nos ayuda, nos aloja, nos construye. Fue, es, y seguirá siendo, un lugar de acogida irremplazable.
Es un espacio que garantiza que todos puedan aprender, aunque nos encontremos a kilómetros de distancia, logramos estar uno al lado del otro en una misma pantalla. Porque de eso se trata, de sentirnos acompañados en este hermoso camino de ser estudiante.
Como estudiantes, aprendimos a ser más flexibles, más respetuosos de lo que sucede en la casa de cada algún compañero o compañera y a desarrollar la empatía, a través de la escucha atenta y el compañerismo, porque nos une “el estar lejos pero cerca”. Aprendimos del pasado para crear nuestro propio futuro. Estamos sentando un precedente histórico, siendo protagonistas, sujetos activos en la Historia. Debemos actuar a conciencia, sabiendo que hoy en día, hay un otro que está lejos de mí, al que debo llegar de alguna manera u otra sin la ventaja de la presencialidad.
Pretender volver a la educación como era antes de la cuarentena, del Covid -19, del encierro y de la pandemia, significaría poner otra barrera educativa, retroceder en el camino transitado hacia una revolución tecnológica educativa. Una vez que empezamos a utilizar nuevas estrategias, como en este caso, lo digital, lo virtual, comienzan a formar parte de nosotros, nos apropiamos de ellas y las sumamos y acoplamos a las que ya poseíamos. Más allá de que en un futuro no muy lejano, la tecnología, la virtualidad, deje de ser la única opción comunicativa, y vuelvan a ser una opción entre tantas otras, no debemos dejarla de lado; por eso, es importante, asegurarnos hacer de estas herramientas innovadoras, una experiencia placentera, para que no estemos desesperados por descartarlas en la primera oportunidad que se nos presente, desaprovechando así, el sinfín de posibilidades que nos ofrecen.
Este cambio en la educación no va a terminar cuando finalice la pandemia, creemos que no hay vuelta atrás en cuanto a la educación digital, luego de haber explorado las posibilidades que nos brinda la tecnología, seríamos muy hipócritas, continuar con la vida educativa como si nada de esto hubiera sucedido, volviendo a limitarnos al papel y al lápiz, a los libros y a las láminas.
Y como las orugas, que se convierten en mariposas…
…Como la flor de Loto, que resurge del barro…
… Y como estudiantes en deconstrucción, nuestra brújula nos indica que el camino a seguir es la Resiliencia… porque para todos en algún momento amanece!
- Presidente del Centro de Estudiantes ISPI N° 4005 “EDUC – ARTE”: Benitez Eduardo
- Vicepresidente del Centro de Estudiantes ISPI N° 4005 “EDUC – ARTE”: Chavez Carolina
Retos del sistema educativo desde una reflexión estudiantil
A partir de la propuesta de la Subsecretaria del Nivel Superior para homenajear a los y las estudiantes, invitamos a celebrar nuestro día, reflexionando respecto a los retos para el sistema educativo a nivel global, evidenciados reforzados por la pandemia generada por el COVID-19 y las medidas de confinamiento obligatorio de la Población.
Todas las corrientes sociológicas coinciden en señalar que desde sus inicios, los sistemas educativos modernos, han tenido dos grandes funciones complementarias a la custodia: La formación de las generaciones inmaduras para ejercer una profesión y su preparación para desarrollar la vida en sociedad. Desde las corrientes funcionalistas (Parson,1990) hasta las marxistas (Althusser, 1985), pasando por la reproducción (Bourdieu, 1970), Berstein,1985) la teoría de la correspondencia (Bowles y Gintis 19769, todas señalan que la socialización y la selección son dos grandes funciones de los sistemas educativos.
La escuela, como institución especializada se encarga de construir y seleccionar los conocimientos socialmente relevantes para formar en actitudes y disposiciones generales a los sujetos, creando identidades. Pese a que existan otras instituciones sociales encargadas de la transmisión de conocimiento y disposiciones, la escuela representa con intencionalidad educativa explicita un contexto institucional que no puede ser sustituido por otros agentes sociales.
No obstante, las funciones de socialización y selección que llevan a cabo los sistemas educativos no actúan para todos los grupos sociales de un mismo modo. Así, se materializan formas de exclusión y desigualdad que atraviesan dicha función.
El contexto actual acentúa las formas de desigualdad en los sistemas educativos que no se representa únicamente por una brecha de conectividad digital, sino por brechas de condiciones de clase, género y etnia.
El contexto de pandemia pone de manifiesto múltiples brechas de desigualdad que atraviesa nuestro sistema educativo y que condicionan a unos colectivos sociales en situación de mayor desventaja escolar que otros.
Estos colectivos sociales existían antes de la pandemia y en estas circunstancias se refuerzan y evidencia aún más sus desventajas expresadas en aspectos económicos, culturales y emocionales.
Por ello, y para evitar que la situación actual agrave aún más la desigualdad social, necesitamos decisiones que flexibilicen las características estrictamente burocráticas de los sistemas educativos a fin, de no generar y reproducir desigualdades e injusticias. Necesitamos de Políticas de redistribución, de reconocimiento y de cuidado, que pongan en relieve el dialogo y el acompañamiento.
Muy feliz día a todos y todas los/as estudiantes santafesinos!
Comisión directivas del Centro de Estudiantes del ISPN° 4 “Ángel Cárcano” Rqta. Sta. Fe
Frente de Unidad Estudiantil
Pte. Carlos Oviedo, tercero del profesorado superior en Ciencias de la Educación
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |