“RECORRIENDO LA CASA” (continuación)… LAS PALABRAS.
Luego de varias semanas de aislamiento hemos leído, como adultos, varios artículos y escuchado varias noticias y comentarios sobre qué y cómo decirles a los niños que “no podemos salir”, “que debemos quedarnos en casa”.
Amorosamente las familias han ido construyendo su propio discurso, su propio mensaje. Lo que se escucha generalmente es que” afuera está el virus” y que, cuando se vaya, podremos salir. Nada más real que estas pocas palabras y también nada más real que afuera está el peligro.
Entonces nos preguntamos … ¿cómo podemos sostener el deseo en los niños/as de volver a encontrarse con sus amigos/as, con la seño, con la escuela?
Gabriel Rolón en su libro “El precio de la pasión” dice: “El texto de la palabra se escribe en la hoja del cuerpo”. Es la palabra quien organiza el pensamiento. Palabra que sana, libera, evoca, atrae, convoca… es por todo esto que comenzaremos a escribir sobre lo que vendrá, no sabemos cuándo será el regreso a la escuela, el encuentro con los compañeros/as, los juegos colectivos en el patio…
Muchas de las situaciones que se narran en las publicaciones de “Recorriendo la casa” son acciones cotidianas que se realizan con frecuencia y casi sin querer en los hogares. Es nuestra intención darles a las mismas la categoría de aprendizaje; un aprendizaje significativo, porque tienen un sentido inclusivo, ya que son pensadas para todos/as y especialmente valorizando el saber de los padres hacia sus hijos/as.
Algunas ideas más….
– Mencionar a los compañeros y docentes.
– Escribirles cartas (o dictarlas para que alguien las escriba) o hacerles un dibujo para dárselos el día que se encuentren.
– Hacer rimas con los nombres de los compañeros /as y docentes.
– Inventar historias donde los/as protagonistas (docentes y compañeros/as) entren y salgan de las escenas; un verdadero juego de presencias y ausencias.
– Apoyar las historias con objetos. Puede ser: cuando mencionamos a la señorita traeremos una flor o un vaso, si hablamos de algún compañero podremos representarlo con una maraca o un trozo de papel, dejando libre a la imaginación para hablar de los que no están.
– Cantar los nombres de las personas que tuvimos repentinamente dejar de ver al compás de una murga o de un vals o de una zamba. Bailar esos ritmos… (aunque no podamos movernos, la imaginación le dará vuelo a ese momento)
– Armar una escena de juego donde los muñecos sean los amigos y /o compañeros y les preparamos una merienda para cada uno.
– NOMBRARNOS… SIEMPRE NOMBRARNOS para que en el NOMBRE construyamos IDENTIDAD (la propia y la del otro).
Y recordar que siempre que terminemos un juego o una actividad dejaremos una huella en la bitácora.
En este caso, podrá ser la carta o el dibujo que le querían regalar a los compañeros/as y docentes; la flor que representaba a la señorita en el juego de la construcción de historias, hecha con pétalos recortados en tela o cartón, un pedacito del papel que representaba al compañero/a, las canciones inventadas escritas por un adulto que nos ayude, registrando también el nombre de la melodía para poder volver a cantarlas.
Prof. Silvia Scumaci.
Colaboradora.
Dirección Provincial de Educación Especial.
Autor/es: | ROSSI, SILVIA PATRICIA |