Pregunta que dio lugar a esa respuesta… ¿“Jurarías que…”?
9 de Julio: Día de la Independencia Argentina
Hace doscientos tres años, se reunieron en San Miguel de Tucumán, veintinueve diputados para continuar el proceso emancipador comenzado en el mes de mayo de 1810.
En una trama internacional compleja, en donde España había logrado liberarse de los franceses y el rey Fernando VII regresaba al trono y, se fijaba como meta colonialista recuperar los territorios americanos que estaban en manos de los revolucionarios.
El ejército realista avanzaba por toda la región venciendo a gran parte de los movimientos independentistas latinoamericanos. Habían recuperado amplios territorios en América, entre ellos, Chile y buena parte del Alto Perú, en la Banda Oriental, podía constatarse el avance portugués; todo esto constituía verdadera amenaza para las Provincias Unidas. En el plano interno, las relaciones entre el gobierno central y el litoral estaban quebradas y las relaciones entre Buenos Aires y provincias que participarían del Congreso no estaban exentas de tensiones.
En este contexto internacional y regional, las Provincias Unidas del Río de la Plata decidieron unirse para pactar qué hacer frente a la amenaza realista. Lo hicieron en el “Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas en Sudamérica”; el mismo, tuvo lugar en San Miguel de Tucumán; cada provincia eligió un diputado cada quince mil habitantes. Las sesiones del Congreso se iniciaron el 24 de marzo de 1816 con la presencia de treinta diputados de los treinta y cuatro elegidos.
Mientras tanto, San Martín que preparaba en Cuyo al Ejército que cruzaría la cordillera de Los Andes para detener y vencer el avance de los ejércitos realistas, se mostraba impaciente para que el Congreso reunido en Tucumán proclamara la Independencia. En una de las cartas que mantenía con uno de los congresales, el representante de Cuyo, Tomás Godoy Cruz, escribía: "¿Hasta cuándo esperamos para declarar la Independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos?". Y concluía: "Veamos claro, mi amigo, si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo este la Soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir a Fernandito".
Finalmente, y después de arduas discusiones, el 9 de julio de 1816 los representantes firmaron la declaración de la Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica y la afirmación de la voluntad de “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli extranjera”. De este modo, después del proceso político iniciado con la Revolución de mayo de 1810, se asumió por primera vez una manifiesta voluntad de emancipación.
La proclama se publicó en español; también en quechua y aymará con el fin de incorporar al proceso a los pueblos originarios.
La Proclama de la Independencia
El acta de la Independencia se firmó el 9 de julio de 1816, donde prevaleció una postura que representaba el mandato de la mayoría de las provincias: investir a las Provincias Unidas del "alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli". Quedaba expresamente rechazada toda fórmula intermedia que habilitara algún tipo de protectorado. Se trató, pues, de una manifestación clara, acorde con el pedido de San Martín, de declarar la Independencia absoluta de las Provincias Unidas respecto a la corona española y "de toda otra dominación extranjera", según la fórmula agregada a la proclama días después en las siguientes sesiones del Congreso.
Los Diputados
Los veintinueve diputados del Congreso de Tucumán que suscribieron el acta de Independencia declarada por el Congreso de las Provincias Unidas en Sud América fueron:
• Presidente y Vice; Francisco Narciso de Laprida (San Juan) y Mariano Boedo (Salta).
• Secretarios: José Mariano Serrano (Charcas) y Juan José Paso (Buenos Aires)
• Otros participantes: Antonio Sáenz, José Darragueira, Fray Cayetano José Rodríguez, Pedro Medrano, Esteban Agustín Gascón y Tomás Manuel de Anchorena. (Buenos Aires); Manuel Antonio Acevedo y José Eusebio Colombres (Catamarca): Eduardo Pérez Bulnes, José Antonio Cabrera y Jerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera (Córdoba); Teodoro Sánchez de Bustamante (Jujuy); Pedro Ignacio de Castro Barros (La Rioja); Tomás Godoy Cruz y Dr. Juan Agustín Maza (Mendoza); José Ignacio de Gorriti (Salta); Fray Justo Santa María de Oro. (San Juan); Pedro Francisco de Uriarte y Pedro León Gallo (Santiago del Estero); Pedro Miguel Aráoz y Dr. José Ignacio Thames (Tucumán); Pedro Ignacio Rivera (Mizque); José Severo Malabia y José Andrés Pacheco de Melo (Charcas).
En esa sesión no estuvieron presentes, por distintos motivos, el coronel José Moldes por Salta, el coronel Juan José Feliciano Fernández Campero por Chichas; el presbítero Miguel Calixto del Corro por Córdoba; el médico Pedro Buenaventura Carrasco por Cochabamba; el diputado Juan Martín de Pueyrredón por San Luis) y José Artigas, controvertido caudillo de las provincias del litoral y de la Banda Oriental.
Consecuencias inmediatas
…Con avances y retrocesos, el proceso político que condujo a la independencia posibilitó en lo inmediato, nuevos cursos de acción colectiva que generaron un nuevo horizonte para pensar en términos de libertad e igualdad. Los americanos descendientes de españoles pudieron expresar un deseo de reconocimiento hasta allí denegado por la Corona española, que se tradujo en el acceso a cargos y funciones públicas y para las clases populares, la independencia generó un contexto más favorable para plantear sus demandas, brindó algunas oportunidades de ascenso social antes desconocidas y, en ciertos aspectos, abrió la posibilidad de desafiar a las jerarquías sociales existentes.
La Revolución y la Independencia tuvieron dos dimensiones bien claras para las clases populares: por la promesa de la libertad y por la participación en el campo de batalla, por otro, lo que significaba un enorme costo físico como la pérdida de la propia vida.
Los cielitos de la época, poesías populares que se transmitían oralmente, reflejaron estas dos caras de los hitos de 1810 y 1816.
Fuente
http://pachoodonnell.com.ar/libros/item/478-1815-la-primera-declaracion-de-independencia
http://www.bnm.me.gov.ar/e-recursos/materiales200independencia/educ/secundaria.php
Autor/es: | ROSSI, SILVIA PATRICIA |