Pensar Mayo de 1810
A 210 años de la Revolución de Mayo y en tiempos de aislamiento social obligatorio, se nos presenta la oportunidad de reflexionar nuestro pasado histórico. El análisis positivo de la efeméride es una lucha entre los vestigios dolorosos que el transcurso de los años estampó en nuestra subjetividad como argentinos y la experiencia social y cultural del paso del tiempo, que es en este contexto, el lugar donde se inserta la reflexión historiográfica. Pensar Mayo de 1810 nos lleva a un compromiso que no podemos evitar, porque nos obliga a preguntarnos, no solamente qué tipo de país queremos, ni tampoco qué rol debe ocupar el Estado en nuestra vida cotidiana. Pensar Mayo significa analizar el concepto de Patria, muy arraigado en los pensadores políticos de inicios del siglo XIX. El término remitía, en 1810, a diferentes significados. Muchas veces, sobre todo en los tiempos previos (e incluso durante) a la Revolución de Mayo, el concepto de patria apareció asociado a la figura del Rey y a Dios en un sistema que aparece como la representación del orden de todas las cosas. “El amor de la Patria no es otra cosa que el celo por la religión católica que profesamos: la sumisión y fidelidad a las legítimas potestades constituidas por Dios en la tierra (…) Quiero deciros en una palabra, que este amor a que la naturaleza nos conduce, no es otra cosa que nuestra religión, nuestros reyes, nuestras leyes, nuestras familias y nuestras vidas”, decía Francisco Bruno de Rivarola en 1809. Hoy, probablemente, podamos pensar este concepto desde un lugar que implica identificación con una historia que nos involucra y que nos integra en la palabra nosotros.
Si bien la noción de Patria de los revolucionarios de mayo transformó la realidad de la ciudad de Buenos Aires, sus efectos se sintieron con posterioridad en el resto del Virreinato del Río de la Plata. En un primer momento, la Revolución parecía exclusivamente porteña y burguesa: para Buenos Aires, la patria encarnada en aquel 25 de mayo significó autonomía política pero no independencia, significó un paso adelante para la igualdad jurídica y la libertad económica, pero no para la igualdad social. Ni la independencia ni la igualdad social estuvieron presentes en el ideario de los hombres de mayo. De cualquier forma, el ideal de la patria revolucionaria puede entenderse hoy como el inicio de un largo proceso que se extenderá por al menos diez años. En ese proceso se sucedieron enfrentamientos violentos entre criollos y el ejército español, se declaró la independencia, se rompió la estructura económica colonial, se anularon legalmente los privilegios y la monarquía fue reemplazada por formas de gobierno más cercanas a las nociones de república que habían sido ideadas por el Iluminismo francés. Finalmente y en una última instancia, el proceso de construcción patriótica que se inicia en Mayo llega a una aproximación al concepto moderno de patria.
Es indudable que para asumir el rol protagónico que nos corresponde en este preciso momento histórico, los argentinos necesitamos rescatar los valores y el compromiso para con su patria que tuvieron los hombres de Mayo. Trabajando los signos de los tiempos históricos en el aula se graban los modos de pensar, sentir, amar o despreciar la patria, que después guían las muchas acciones de la vida ciudadana. Por esto, es sumamente importante que el mensaje a transmitir en las celebraciones y reflexiones de nuestras fechas patrias sea claro, y rescate la esencia de ese momento clave para la construcción de la historia y la memoria. Elaborar un plan de reencuentro personal y social con la historia es fundamental en nuestro papel de educadores para que la efeméride no se constituya en patrimonio exclusivo de algunos sectores ni de determinadas circunstancias coyunturales. Debemos evitar que símbolos y fechas que son propiedad de todos caigan en manos de unos pocos privilegiados. Para ello, es necesario encontrar y trazar una trama sólida de significaciones. Ni el concepto de patria, ni la bandera celeste y blanca, ni el escudo o Himno Nacional entre otros símbolos, son propiedad de las clases acomodadas o de dictadores genocidas; la escuela es fundamental para echar claridad sobre este asunto. Un debate acerca del significado de las palabras patria y patriotismo en la actualidad puede ser un buen punto de partida.
Pensar la Patria desde la Historia
Para esto podemos pensar en los valores y principios que se asocian a los que nos pasa en nuestros días. Es interesante reflexionar cuánta importancia tienen estos conceptos para los adolescentes, dejando que expresen si este tema es relevante para ellos o no lo es.
De cualquier forma, lo primero que hay que preguntarse es qué significa que los adolescentes comprendan Historia. Es indudable que saber Historia no significa acumular la memorización de hechos, conceptos, o fechas. La comprensión de la historia implica otros elementos, y está relacionada con unos complejos procesos de pensamiento. Si consideramos la Historia como explicación e interpretación, la entendemos en definitiva, como pensamiento crítico. Se considera que el pensamiento crítico es, primordialmente, pensamiento evaluativo y forma parte de las capacidades intelectuales superiores que se deben fortalecer en los estudiantes: análisis, síntesis, conceptualización, manejo de información, pensamiento sistémico, pensamiento crítico, investigación y metacognición. (Gómez Carrasco y Miralles Martínez)
En una mirada rápida a los análisis históricos que se dan en nuestras aulas con respecto a efemérides, nos encontramos con la hegemonía de la memorización de contenidos factuales y conceptuales. Frente a un relato histórico basado en la repetición acrítica de información puntual, los adolescentes construyen, inevitablemente, un saber cerrado, poco práctico, cuyo conocimiento se basa en la acumulación de datos del pasado, a menudo descontextualizados, que poco sirven para generar un concepto de Patria acorde a las necesidades de nuestra sociedad. Es fundamental que los ejercicios de la construcción histórica propongan en los adolescentes la capacidad de construir o representar las narrativas del pasado, además de poner en duda las narrativas ya construidas por viejas formas escolares. En estas habilidades se debe conjugar el uso de fuentes con la construcción del conocimiento histórico de una forma compleja que incluya argumentaciones, debates, análisis y, por supuesto, un exhaustivo ejercicio de habla y escucha.
Propuesta pedagógica
- El significado más frecuente del concepto patria a principios del siglo XIX estaba asociado al lugar de origen o de nacimiento, pero los límites territoriales y espaciales eran confusos y dudosos. ¿Qué pudo haber significado para un porteño, un jujeño o un peruano la palabra patria? ¿Habrá habido muchas diferencias en esas idealizaciones? ¿O muchas similitudes?
- Leer el siguiente texto con mucha atención: “La patria a la que se consagran bienes y servicios; la patria que pedía, llamaba; la patria a la que había que defender, servir, salvar y liberar se transformó en el principal principio identitario colectivo después de la revolución. La tríada colonial se desarmó: la revolución se hizo en nombre del rey pero pronto se volvió en contra de su figura. La religión, por su parte, no fue puesta en duda durante los años de la guerra de independencia […] La patria quedó como el principio aglutinador, con fuertes contenidos emotivos y afectivos en su invocación […] El amor a la patria propuesto por los líderes de la Revolución no era un sentimiento pasivo sino que implicaba abnegación y virtud […] El patriotismo significaba participar activamente de la causa colectiva, privilegiar el bienestar común al propio: se transformó en el eje moral del sistema […] Este sentido político de patria se difundió rápidamente.” Gabriel Di Meglio: “Patria”, en Noemí Goldman: ¡El pueblo quiere saber de qué se trata! Historia oculta de la Revolución de Mayo. Buenos Aires, Sudamericana, 2009. ¿Qué conexión hay entre lo moral y lo político en el concepto de Patria según este texto? ¿Encuentran en los partidos políticos modernos alguna intencionalidad en unir el concepto de Patria a alguna idea afectiva o moral?
- Proponemos leer y debatir la siguiente cita: “La destrucción del pasado, o más bien de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del individuo con la de generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres (…) crecen en una suerte de presente permanente sin relación orgánica alguna con el pasado del tiempo en el que viven.” Eric Hobsbwam, Historia del siglo XX. 1914-1991. Barcelona, Crítica, 1995. ¿A qué hace referencia el autor con la idea de "presente permanente"? ¿Por qué considera que los jóvenes no se relacionan con el presente en el que viven? ¿Están de acuerdo con esta frase?
- Las imágenes más comunes muestran a las mujeres de Mayo como damas de la élite colonial, o siendo parte de una numerosa servidumbre, en las grandes casonas coloniales. Pero, ¿qué otras cosas hacían? ¿Cómo era la vida de las mujeres esclavas? ¿Estuvieron en el histórico día 25? ¿Lucharon en las guerras independentistas? “La Revolución no modificó la condición de las mujeres de la elite heredada de la colonia, ni siquiera en lo relacionado a la libre elección de pareja. La tradicional costumbre de los padres de elegir maridos para sus hijas continuó imperando. Hasta un hombre con ideas políticas tan radicalizadas como Juan José Castelli siguió en este aspecto apegado al pasado. Hacia 1811-1812 se convirtió en protagonista de un escándalo público al negarle a su hija la posibilidad de casarse con un oficial que militaba en las filas de Saavedra. Por entonces, Mariquita Sánchez de Thompson, desde las hojas y periódicos más radicales, incorporó al debate público el tema de la educación de las mujeres y cuestionó el rol subordinado y dependiente que se le asignaba a la mujer en el proceso revolucionario.” En Luna, F. (dir). (2000). Mariquita Sánchez de Thompson. Colección Grandes protagonistas de la historia argentina. Buenos Aires: Planeta. Proponemos debatir a partir de esta lectura, qué acciones revolucionarias proponen los colectivos de mujeres en nuestros días.
- Marcela Ternavasio es una Historiadora egresada de la Universidad Nacional de Rosario. En el siguiente video la historiadora ofrece una particular mirada sobre la revolución de mayo: https://www.youtube.com/watch?v=iQpyFm8pdRE ¿Por qué les parece que la historiadora sostiene que la Revolución de Mayo de 1810 no es el final, sino el principio de un proceso político?
- Sugerimos que los estudiantes miren el capítulo “El canto del tambor” parte 1 de la serie Bajo pueblo para seguir el periplo de Agustín Peralta. http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=100749¿Qué papel tuvieron los esclavos y las clases populares en la Revolución de Mayo? ¿Qué cosas cambiaron y qué cosas no cambiaron para las clases populares luego de la Revolución de Mayo?
- La siguiente, es una excelente muestra interactiva sobre los hombres y las ideas de Mayo de 1810, propuesta por el sitio educ.ar https://www.educ.ar/recursos/20021/la-revolucion-del-25-de-mayo-de-1810
- En su autobiografía, Manuel Belgrano aseguraba: “Pasa un año, y he ahí que sin que nosotros hubiésemos trabajado para ser independientes, Dios mismo nos presenta la ocasión con los sucesos de 1808 en España y en Bayona. En efecto, avívanse entonces las ideas de libertad e independencia en América y los americanos empiezan por primera vez a hablar con franqueza de sus derechos.” ¿Cuánto pesan, para Belgrano, las circunstancias y la coyuntura para los hechos históricos? ¿Qué hecho libertario o revolucionario les parece que nos permite esta nueva coyuntura signada por el aislamiento social obligatorio?
Imagen del Post: “25 de mayo de 1810”, imagen de acrílico sobre lienzo, 130 x 100 cm. (2009) por el artista gráfico Diego Manuel Rodríguez
Bibliografía sugerida
De Certau, M (1985), “La Operación histórica”, en Hacer la Historia, Jacques Le Goff (editor), Editorial Lacia, Barcelona
Gómez Carrasco C. y Miralles Martínez P, (2015) ¿Pensar históricamente o memorizar el pasado? La evaluación de los contenidos históricos en la educación obligatoria en España »,Revista de Estudios Sociales, 52-68.
Hobsbwam E. (1995), Historia del siglo XX. 1914-1991. Barcelona, Crítica
Luna, F. (dir). (2000). Mariquita Sánchez de Thompson. Colección Grandes protagonistas de la historia argentina. Buenos Aires: Planeta.
Noemí G (2009): ¡El pueblo quiere saber de qué se trata! Historia oculta de la Revolución de Mayo. Buenos Aires, Sudamericana
Ricoeur, P (2003), “La intencionalidad histórica”, en Tiempo y Narración, Tomo I, Editorial Siglo Veintiuno, México.
Autor/es: | VIETTO, GREGORIO ESTANISLAO |