Módulo: Mundos Imaginarios, Lúdicos y Expresiones Artísticas.
Acción Formativa N° 59; "Textos literarios y mediaciones en la escuela. Una lectura de H. P. Lovecraft."
1-INTRODUCCIÓN:
Esta publicación tiene como objetivo promover estrategias de lectura y escritura en séptimo grado. Tomando como excusa uno de los cuentos emblemáticos de H. P. Lovecraft, nos proponemos llevar adelante un recorrido que permita la formulación de intervenciones didácticas que resulten pertinentes y de interés para estos grupos de estudiantes.
Las y los invitamos a compartir esta publicación.
Lic. Nanci Noemí Alario
Subsecretaria de Educación Primaria.
2-DIALOGAMOS CON ACUERDOS Y SABERES DISPONIBLES:
Una de las voces que nos siguen interrogando, cada vez que hablamos de literatura, es la de Graciela Montes. Por eso, cuando comenzamos a trabajar sobre esta Acción Formativa, en la cual intentaremos proponer estrategias didácticas para séptimo grado, lo primero que pensamos fue en recuperar algunas de sus posiciones, de sus saberes. En una entrevista que le hicieron hace ya algunos años, en un intento por definir la literatura y su “utilidad” ella afirma:
“Pacto con la ficción, gratuidad (o libertad, se podría decir también), paso de un tiempo a otro tiempo (o a un tiempo de otra índole) y también una sensación igualmente intensa pero difícil de definir, más inasible: la sensación de casa, de hueco. Podía estar o no vinculado con una persona. A veces, cuando muy chica, era una persona, por lo general mi abuela. Pero otras veces era un sillón, un lugar de la casa, una postura del cuerpo, una cierta hora del día, el olor del libro, las viñetas, las guardas, cierta sombra, cierta luz, ciertos sonidos, y también situaciones o palabras del propio texto que me resultaban particularmente acogedoras: que empezara con alguien mirando por la ventana o refugiado en alguna intimidad deseable, ciertos “interiores”, ciertos nombres, la referencia a un héroe o a ciertas cosmogonías que, por la sola evocación, de inmediato me seducían. No es fácil de explicar, pero tenía la sensación de estar en mi sitio, de estar donde tenía que estar en ese momento, de haber llegado a casa. Supongo que esa sensación era la responsable de que fuera tan relectora, de que volviera una y otra vez a los mismos pasajes.
La literatura, sin duda, tenía un efecto poderoso en mí, aunque no podría asegurar que sea igual de poderoso en otros (los escritores tendemos a pensar que la literatura es muy importante porque es nuestro el modo de colocarnos en el mundo). ¿Si la literatura sirve? Creo que sí, a mí me sirvió en la vida. Pero no del mismo modo en que me sirvieron, por ejemplo, las ideas. Las ideas me ayudaron a ordenar el mundo. La literatura me hace sentir que el mundo está siempre ahí, ofreciéndose, no horadado y disponible, que siempre se puede empezar de nuevo.”
Disponible en: https://caminarporlaplaya.wordpress.com/2014/05/03/si-la-literatura-sirve-graciela-montes/
En este breve fragmento aparecen dos problemas que son centrales a la hora de hablar del texto literario y a los cuales trataremos de referirnos a lo largo de este escrito. El primero plantea la necesidad de establecer la relación del lector con el texto. Numerosos teóricos (entre ellos Michele Petit) han propuesto una figura del lector utilizando como clave la noción de intimidad. Un estar con el texto en soledad construyendo, haciendo de la palabra, una morada. Acaso sea por esa particular inflexión del tiempo que propone la lectura, acaso sea por el diálogo que la escritura del otro organiza con nuestra propia experiencia, la ocasión, la lectura, resultan sinónimos de un proceso íntimo, a veces desolador pero que, en definitiva, termina enriqueciendo nuestra propia experiencia.
El segundo problema, a primera vista, resulta más complejo. La pregunta acerca de para qué sirve la literatura no deja de ser una preocupación en un mundo en el cual la utilidad de las cosas pareciera imponerse como forma de validación, tanto de los saberes, como de los objetos que elegimos conservar. La utilidad de la literatura es imprecisa, cada sujeto, cada lector, se apropia de cuestiones diferentes y, posiblemente, el hecho de leer no tenga un impacto inmediato y mensurable como los demás saberes con los cuales comparte espacio en los currículums escolares.
Sin embargo, como lo ha planteado en numerosas ocasiones Marta Zamero, a leer y escribir se enseña. En las próximas páginas pondremos en discusión de qué se trata enseñar a leer cuando la literatura aparece en la escuela.
3-COMPARTIMOS SABERES:
A la hora de proponer un trabajo con la literatura en el aula los problemas se multiplican, en particular, cuando se trabaja con estudiantes de los últimos años de la educación primaria. Las cuestiones que se ponen habitualmente en tensión son las referidas a la extensión y a la complejidad de los textos trabajados. Sobre este punto es necesario hacer algunas reflexiones.
Las y los estudiantes de séptimo grado ya no son niños. Sus intereses, sus preguntas, sus problemas ya comienzan a direccionarse a los del mundo adulto. Sin embargo, es habitual que los textos que plantean temáticas que podrían resultar atractivas a estos estudiantes presenten dificultades en lo que refiere a una lectura autónoma. Es por eso que, en estas instancias es necesaria la mediación de los maestros y maestras.
Cuando hablamos de mediar lecturas nos enfrentamos a un problema aún mayor, cómo hacer para enseñar literatura cuando es tan difícil definir a la literatura. O dicho en otras palabras, cómo hacemos para construir, a partir de la literatura, un objeto de estudio que permita ser enseñado. Las teorías que han impactado en la escuela, en este sentido, han sido muy diferentes e, incluso, antagónicas. Detengámonos por un momento, en este punto.
Si tomamos en consideración los modelos más tradicionales, que aún persisten en las escuelas, lo que se esperaría que un estudiante aprenda serían principios de descripción y clasificación de los textos que se van presentando. En tal sentido, los programas de estudio organizan a la literatura en géneros y subgéneros que permiten buscar regularidades a fin de lograr una definición para, luego, preguntarse acerca de la estructura textual. De tal forma, en una planificación que adopte esta mirada, nos encontraremos con: el mito, el cuento fantástico, el cuento de terror, la novela. El objetivo de estas clases es que las y los estudiantes puedan reconocer regularidades que les permitan construir definiciones generales, a partir de las cuales predecir y describir cada uno de estos géneros, desarrollar una comprensión lectora basada en el texto base y lograr construir relatos que se adapten a los modelos sobre los cuales se produjo la indagación.
Tomemos, por ejemplo, el cuento La llamada de Cthulhu del escritor Lovecraft. Si un docente, que trabaja en esta perspectiva, quisiera trabajar con este cuento en el aula, las preguntas que se haría para construir una secuencia didáctica serían:
. ¿Quién fue Lovecrat?
. ¿Cuáles son las marcas de tiempo y espacio que podemos rastrear en el texto?
. ¿Cómo caracterizarías a los personajes?
. ¿Cuáles son las características de un cuento de terror?
. ¿Cuál es el conflicto?
. ¿Cómo se organiza la secuencia narrativa?
Es decir, de alguna manera, las intervenciones en torno a la literatura atienden a construir un contexto de escritura del texto a partir de la biografía del autor, a construir una caracterización del género literario al que se hace referencia y a señalar las particularidades de la construcción del texto en lo que refiere al tiempo, los personajes y la secuencia narrativa. Pero no es la única posibilidad.
De hecho, con el tiempo, la ampliación del campo de la literatura, a partir del diálogo con los demás discursos que tienen lugar en el campo de la cultura, han permitido enriquecer el trabajo al que, genéricamente, mencionamos como “leer”. Un trabajo para el cual es fundamental el aporte de las otras disciplinas, pero también de los saberes de circulación social que permiten ampliar los universos simbólicos a partir de los cuales se construye lectura.
De tal forma, los problemas que nos permiten interrogar un texto apelan ya no a una reflexión sobre el texto en sí sino a poner en diálogo dichos textos con los universos discursivos que rodean su emergencia y su recepción por parte del lector. En este caso el rol de las maestras y maestros no solo será clasificar y describir sino convertirse en auténticos mediadores de lecturas.
Pero ¿qué es mediar las lecturas? :
. en principio, poner a disposición de los estudiantes preguntas que orienten en la construcción de un saber múltiple sobre la literatura sobre la cual se trabaja,
. en segundo lugar, habilitar espacios de búsqueda de información y de reflexión que permitan construir respuestas coherentes a las preguntas formuladas,
. en tercer lugar generar espacios para la producción de textos, orales o escritos, que permitan apropiarse de los universos sociales indagados.
En este caso en particular, la clase podría comenzar preguntándonos:
¿Cómo era el mundo en el momento en que Lovecraft escribió su relato?,
¿Cuáles eran las preocupaciones de las personas en ese momento? y, por consiguiente, ¿cuáles fueron los temores que la literatura relevó?
En tal sentido, los itinerarios de lectura proponen nuevas estrategias. Estos itinerarios son recorridos que se articulan según criterios particulares. El género puede ser un criterio (leemos cuentos, poesías, novelas). No es el único. Lo que nos resulta relevante es la posibilidad de construir itinerarios que surjan de problemas culturalmente significativos. En tal sentido, proponer textos que problematicen los miedos contemporáneos, trabajar con recorridos por las ciudades utópicas, analizar los cancioneros de las fiestas populares en Argentina en los contextos en que se han escrito y cantado, contraponer relatos de viajeros, son algunas de las formas que encontramos de presentar en el aula, textos que dialoguen entre sí enriqueciendo las estrategias que todo lector debe tener para construir sentidos sobre lo que está leyendo.
4-CREAMOS Y PROPONEMOS:
Antes de continuar les proponemos leer, en su totalidad, el cuento de Lovecraft disponible en;
https://freeditorial.com/es/books/la-llamada-de-cthulhu
La llamada de Cthulhu es un texto de cierta extensión, posiblemente no se termine de leer en un solo encuentro, por otra parte, presenta ciertos grados de dificultad. Entonces, la pregunta que surge es por qué elegiríamos un cuento como este para ser leído en un séptimo grado. La discusión a esta pregunta es central en la didáctica de la literatura. La elección de textos de cierta complejidad, es decir, textos que, posiblemente las y los estudiantes no lleguen a poder aprehender en su totalidad demanda la mediación del docente. Mediar la lectura de un texto nos lleva a pensar en dos problemas diferentes:
- en primer lugar la necesidad de aportar información accesoria a partir de la cual, los estudiantes encuentren las claves para posible lecturas del texto
- en segundo lugar, generar un diálogo que allane las dificultades léxicas o gramaticales que dificulten la comprensión del texto.
Lo que nos parece importante resaltar es que los textos deben ser elegidos en función de las problemáticas que puedan resultar significativas para los estudiantes y no con la pretensión que estos no encuentren dificultad en su lectura. Por el contrario, la apuesta a cada vez mayores grados de complejidad debe ser un horizonte en las prácticas de lectura y escritura.
Ahora bien, en el párrafo anterior hablamos de problemáticas que deben ser identificadas en la construcción de las lecturas posibles. Problematizar un texto es poder realizar preguntas que pongan en relación el texto con la cultura con la cual dialoga. Tanto en lo que refiere a los contextos de su producción como al contexto de las y los estudiantes de cuyo interés surgirá, precisamente, la posibilidad de construir una identificación/diálogo con los problemas que aparecen en el texto.
Pero vayamos por partes. Leamos el siguiente fragmento:
“Ha habido épocas remotas en que otros Seres, que vivían en Sus grandes ciudades, gobernaban la Tierra. Castro dijo que, según le habían contado aquellos chinos inmortales, aún podían encontrarse vestigios de Aquellos en ciclópeas piedras de las islas del Pacífico. Ellos murieron muchas eras antes de la aparición del hombre, pero existen ciertas artes que pueden hacerlos revivir cuando las estrellas estén de nuevo en la posición propicia dentro del ciclo de la eternidad. Efectivamente, Ellos habían venido de las estrellas y habían traído consigo Sus imágenes.
Estos Primigenios, continuó Castro, no estaban compuestos del todo de carne o sangre. Tenían forma, cosa que quedaba demostrada en aquella efigie esculpida en las estrellas, pero esa forma no estaba hecha de materia. Siempre que las estrellas estuvieran en posición, podían saltar de un mundo a otro a través de los cielos; mas cuando las estrellas no eran propicias, Ellos no podían vivir. Pero aunque no pudieran vivir, tampoco morirían realmente. Todos yacen en moradas de piedra en la gran ciudad de R’lyeh, protegidos por los hechizos del omnipotente Cthulhu en espera del día de la gloriosa resurrección en que las estrellas y la Tierra les sean de nuevo favorables. ”
Este extracto del cuento nos permite identificar los grandes temas a partir de los cuales se construye la trama del relato.
- ¿Cuáles fueron las civilizaciones más antiguas?
- ¿Existieron seres inteligentes anteriores a la humanidad?
- ¿Hay vida en el espacio?
- ¿Existe la posibilidad de una invasión?
Estos problemas, que caracterizan a esta narrativa, permiten poner en relación el universo mitológico que el propio Lovecraft construyó, conjuntamente con los aportes de su círculo, con otros saberes, descubrimientos y temas de interés que caracterizaron la época de su producción. Al respecto se puede consultar el siguiente enlace:
Sin embargo, si ponemos al texto en relación con el contexto cultural de su emergencia (fue escrito en 1926), podríamos indagar, además, acerca de cuáles eran los temores de los hombres en esa época. Para esto podríamos considerar que:
- en el periodo de entreguerras la perspectiva de una invasión devastadora formaba parte de un hecho traumático que varios países habían sufrido
- en el contexto de industrialización de las grandes ciudades la inhumanidad de las condiciones de vida y del trabajo eran una preocupación
- el cine, una forma novedosa de arte, construye, en muchas de sus expresiones, una imagen del mundo que se le torna siniestro a los humanos. Películas como Las manos de Orlac (1924), Metrópolis (1927), serán emblemáticas en este sentido
- la emergencia de un saber sobre las culturas de la antigüedad, (la tumba de Tutankamón fue descubierta en 1922), proponen al mundo una serie de relatos de maldiciones y misterios que aportan a esta noción de que el mundo no siempre fue el mismo y que hay secretos que se pudieron perder para siempre
Es decir, el terror frente a la alienación, frente al autómata, frente a la invasión aparecieron en múltiples manifestaciones epocales. A su vez, el universo religioso en el cual se había criado Lovecraft nos acerca una serie de problemas que conciernen las formas arcaicas de la religión y a lo, en cierto modo, efímero de las creencias.
Como es posible observar, analizar un texto en un contexto cultural permite abrir una serie de temas e interrogantes a partir de los cuales poner en diálogo una multiplicidad de discursos, de imaginarios, que posibilitan caracterizar un tiempo, un espacio y ciertas formas del hacer social, ya sea que éste se exprese en las formas de la vida material, de la producción artística o de los temores por los cuales grandes partes de la población mundial atraviesa en determinados momentos. Preguntas acerca de cómo era el mundo de Lovecraft, cuáles habrán sido los temores de la sociedad en ese momento, cómo se construyó el terror desde los diferentes géneros artísticos, nos pueden guiar en la búsqueda de información y en la construcción de saberes que permiten enriquecer los significados del texto, es decir, construir lectura. Mediar una lectura consiste, necesariamente, en construir estos diálogos.
En tal sentido, creemos que la construcción de la lectura en el aula debe promover un trabajo interdisciplinario mediante el cual se articulen diferentes campos del saber, una lectura de la literatura no puede estar disociada de una lectura del mundo. Por otra parte, y aunque este tema sea motivo de una intervención diferente, la posibilidad de interrogar y problematizar el texto debería ser el puntapié inicial para las propuestas de escritura en el aula. Es decir, la escritura como una forma de producir una apropiación cultural y una lectura particular del mundo en que cada niño o niña habiten.
5-BIBLIOGRAFÍA:
Cañon, M; Hermida C. La literatura en le escuela primaria: más allá de las tareas. Buenos Aires: Centro de Publicaciones educativas y material didáctico (2012)
Lovecraft. H.P. La llamada de Cuthlhu. Disponible en: https://freeditorial.com/es/books/la-llamada-de-cthulhu. Consultado por última vez el 17/02
Melgar, S. Aprender a pensar. Papers editores. Buenos Aires: 2005.
Zamero, M; Melgar, S. (s/f) Alfabetización en segundo ciclo. disponible en https://enssarmiento-sjn.infd.edu./sitio/programa-todos-pueden-aprender/upload/Alfabetizaci%F3n_2_Ciclo_1.pdfar (UNICEF. 2007)
Agradecemos la colaboración del Prof. Mariano Acosta integrante del Equipo Pedagógico de la Subsecretaría de Nivel Primario.
¡Nos encontramos en la próxima publicación!
Subsecretaría de Educación Primaria.
Autor/es: | ACERBI, INES CARMEN |