Módulo: Identidades, Cultura y Sociedad.
Acción formativa N° 75 “ Hacia la jornada Educar en igualdad. ESI: Nuevas masculinidades”.
Privilegio. Los varones tenemos la razón.
1-INTRODUCCIÓN:
¿Cómo transitar el camino de la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres sino realizamos una mirada crítica sobre los atributos de la masculinidad hegemónica o masculinidad normativa?
El proceso de reflexión iniciado con la Acción Formativa Nº 72 sobre “La perspectiva de género en la educación” nos conduce ineludiblemente al abordaje de la temática “ Nuevas Masculinidades” con el objetivo de promover desde las instituciones educativas relaciones de equidad e igualdad.
Poner en tensión y deconstruir aquellas conductas y comportamientos sociales atribuidos a los varones que se han cristalizado y normalizado en nuestra sociedad, se constituye en una pieza clave para revertir la violencia hacia las mujeres y disidencias sexuales.
2-DIALOGAMOS CON ACUERDOS Y SABERES DISPONIBLES:
La “Jornada Educar en Igualdad: prevención y erradicación de la violencia de género”, se enmarca en el cumplimiento de la Ley Nacional N° 27.234 sancionada en noviembre de 2015, que establece la obligatoriedad de realizar al menos una jornada anual en las Instituciones educativas de los diferentes niveles, de gestión estatal y privada.
En nuestra provincia, existe la disposición N°003 del mismo año, que establece su realización entre los meses de octubre y noviembre.
La ley contribuye a que alumnos, alumnas y docentes desarrollen y afiancen actitudes, saberes, valores y prácticas que promuevan la igualdad de trato y oportunidades entre varones y mujeres.
En este marco, la Ley N° 26.150 de Educación Sexual Integral en los lineamientos curriculares básicos y el Anexo Resolución del CFE N° 340/18 definen los núcleos de aprendizajes prioritarios para todos los niveles con la necesidad de garantizar la integralidad del enfoque.
3-COMPARTIMOS Y RECUPERAMOS SABERES:
¿Por qué es importante revisar la construcción de la masculinidad? ¿De qué hablamos cuando nos referimos a masculinidad? ¿Hay una o varias masculinidades? ¿Cuáles son sus características?
La masculinidad es un concepto relacional, ya que existe sólo en contraste con la feminidad. Se trata de un concepto moderno: no ha existido desde siempre ni en todas las culturas. La masculinidad no es estática ni atemporal, es histórica. Es un conjunto de significados, siempre cambiantes, que construimos a través de nuestras relaciones con nosotros mismos, con otras personas y con nuestro mundo.
Así como el género se enseña y aprende mediante la socialización y los procesos educativos, la construcción de las masculinidades atraviesa los mismos procesos. Por lo cual, no depende en absoluto de un hecho biológico, ni se relaciona con atributos naturales.
¿Cuáles son las características del modelo de masculinidad hegemónica?
La masculinidad considerada hegemónica es aquella que determina lo que socialmente se considera como la forma correcta de ser un varón. Cada sociedad impulsa a los varones a acercarse lo más posible a este modelo.
Desde temprana edad, se enseña a distinguir entre los atributos asociados a lo masculino y lo femenino: la actividad y la pasividad, la autosuficiencia y la dependencia, la razón y la emoción, la fortaleza y la debilidad, el honor y la vergüenza, la valentía y la cobardía, el éxito y el fracaso, la dominación y la subordinación. Mientras que los primeros términos de estas dicotomías se construyen como deseables, los segundos aparecen asociados a las mujeres como algo ajeno, secundario e inferior.
Del mismo modo, se incentiva en los varones comportamientos como la competitividad, la demostración de virilidad, la búsqueda del riesgo y el uso de la violencia en determinadas circunstancias.
Según Connell (2003) el modelo de masculinidad tradicional, se asienta en tres pilares fundamentales: a) la negación de lo femenino, b) la negación de la experiencia homosexual, c) la demostración continua de no ser un niño.
El varón se representa a sí mismo como sujeto universal, quien tiene el derecho de arrogarse funciones de portavoz de toda la especie: “la masculinidad es la normalidad”. La historia, la cultura, está escrita por varones y los héroes de los que nos han hablado, históricamente, son varones. Por tanto, además, ser varón se experimenta con orgullo, y se va construyendo y naturalizando una percepción de sí como superior.
Para Bonino (2001) la masculinidad se constituye en un organizador del psiquismo y del cuerpo masculino, donde el varón en términos generales, se beneficia del ejercicio del poder apoyado en privilegios institucionales.
En sociedades jerárquicas y desiguales como las nuestras, la socialización de género impone roles y mandatos que llevan a un ejercicio de poder que se reproduce como dominación o control sobre algo o sobre alguien más, que suelen ser mujeres, niños/as y sujetos disidentes. Sin embargo, este modelo no sólo es dañino en este sentido, sino también para los varones que no dejan de sufrir consecuencias tales como problemas graves de salud, muerte prematura, sobreexplotación física y mental, depresión, opresión, relaciones emocionalmente vacías, entre otras. El sufrimiento que experimentan los hombres se desprende de mandatos como la virilidad: “ser machos” como sinónimo de negar las emociones, la sensibilidad y la oportunidad de cuidar de otras personas y de sí mismos, exponiendo el cuerpo y la vida. Es fundamental, por tanto, desandar estos aprendizajes para construir relaciones igualitarias y libres.
Los varones construyen sus identidades masculinas en un entorno de violencia histórica y estructural. Por eso, si bien la masculinidad es una construcción social en permanente cambio, muestra aspectos que se tornan persistentes como tener mayor independencia económica; ser agresivos y competitivos; separarse de lo doméstico y de esa forma distanciarse de “lo femenino”.
Asimismo, se brinda a los varones pocas oportunidades para preguntarse acerca de la propia masculinidad, qué es ser varón y cómo se llega a serlo. “Hacerse hombre” parece haber sido el mandato incuestionable que tuvieron de niños.
Quien no se adapta al modelo de comportamiento, valores y prácticas propios de la masculinidad hegemónica se encuentra relegado a la invisibilidad y a ser caratulado como “lo otro o lo marginal”, potencial víctima de otras formas de violencia. Es decir, existen relaciones de dominación no solo hacia las mujeres, sino entre los propios varones. No todas las masculinidades se manifiestan de la misma manera, porque tampoco se socializan homogéneamente, ni encuentran o poseen las mismas oportunidades de desarrollo. No es lo mismo ser varón cisgénero que trans, heterosexual que homosexual, blanco que de color, tener una discapacidad o no, todas estas intersecciones producen diferentes procesos de subalternización.
¿Por qué es urgente hablar de masculinidad/es en la escuela? ¿Cómo promover la construcción de nuevas masculinidades?
La escuela como dispositivo educador, reproduce de manera simbólica y práctica el sistema patriarcal, pues ha operado como organismo regulador de estereotipos y mandatos sexistas, naturalizando prácticas discriminatorias que son necesarias revisar para promover, reconocer y alojar a las masculinidades en plural.
Algunos interrogantes permiten ver la puesta en función de este modelo ¿Cómo resuelven los conflictos entre pares los varones? ¿Qué subyace explícita e implícitamente en la idea “que se defienda”? ¿Cómo defienden a otros/as? ¿Qué se quiere transmitir cuando se le dice “cuidá a tu hermanita”? ¿Qué se espera de ellos? Los varones ¿”son así”? ¿Qué juguetes se les regala? ¿Qué juegos se promueven o desalientan?
La propuesta de la ESI de volver a mirar los mandatos, los privilegios, las relaciones de complicidad machista se convierte en uno de los pilares fundamentales para trabajar en la prevención de la violencia de género, revisando prácticas que perpetúan vínculos desiguales y realidades injustas. Convoca a poner en discusión los modelos hegemónicos y patriarcales que condicionan las diversas maneras de sentir, vivir y expresar la sexualidad. Junto con ello, favorecer el diseño de acciones que impulsen masculinidades no sexistas, libres, diversas, sensibles y empáticas.
Como punto de partida es importante abrir espacios de discusión a modo institucional que permitan analizar y reflexionar sobre algunas categorías:
1. La organización del poder: ¿Qué sucede con los niños y adolescentes que expresan o vivencian otras masculinidades, se valoran y reconocen de la misma manera a lo largo de la trayectoria escolar?
2. La división del trabajo o tareas: qué suele asignarse según determinados estereotipos ¿se ve frágil, débil, temeroso o fuerte, valiente, activo?
3. La cuestión emocional o afectiva: ¿Se problematiza la violencia (naturalizada) que ejercen los varones entre ellos y la violencia hacia las mujeres como mecanismo de poder y subordinación? ¿Se habilitan espacios para que los varones puedan expresar sus sentimientos, afectos, frustraciones de la misma manera que para las mujeres?
Para generar espacios que den lugar a la problematización de las categorías antes mencionadas, la escuela ofrecerá situaciones educativas que:
• Promuevan oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o adolescente desarrolle plenamente su subjetividad reconociendo sus derechos y a la vez, que reconozca y respete los derechos de las otras personas.
• Propicien aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación.
En este sentido, la Educación Sexual Integral desde la integralidad de su enfoque aporta núcleos de aprendizajes prioritarios como los siguientes:
– La diversidad en las personas: apariencia física, orientación sexual e identidad de género.
– Nuevas formas de masculinidad y femineidad en el marco de la equidad de género.
– La superación de los prejuicios y las actitudes discriminatorias.
– Los vínculos socio afectivos con los pares, los compañeros, las familias y las relaciones de pareja.
– El ejercicio del diálogo y su progresiva valoración como herramienta para la construcción de acuerdos y resolución de conflictos.
– La identificación de prejuicios y prácticas referidas a las capacidades y aptitudes de niños y niñas.
– La construcción de habilidades para expresar la defensa de su integridad personal (biopsíquica y espiritual).
4-CREAMOS Y PROPONEMOS:
En la Accióon Formativa N° 72 "Hacia la jornada educar en igualdad:la perspectiva de género en educación. ESI", expresamos que los relatos literarios pueden constituir una gran potencia transformadora, abriendo puertas y multiplicando las miradas. Por eso, en esta publicación sostendremos el diálogo entre Literatura y ESI, apostando a despertar el deseo de compartir diversos y múltiples relatos, habitarlos, reflexionar sobre y a partir de ellos, ser conscientes del lugar desde el que nos leemos y leemos la sociedad. La Literatura y la ESI pueden ser grandes aliadas para poder visibilizar, dar lugar, nombrar, repensar.
A continuación, proponemos cuentos para trabajar en los diferentes ciclos.
Primer ciclo:
El príncipe Ceniciento- Babette Cole
Sobre ruedas- Esteban Valentino
http://bibliopequeitinerante.blogspot.com/2013/04/cuento-sobre-ruedas-de-esteban-valentino.html
Segundo ciclo:
Dos idiotas sentados cada uno en su barril- Ruth Rocha
https://pazuela.wordpress.com/2010/02/24/dos-idiotas-sentados-cada-uno-en-su-barril/
Séptimo grado:
Frin- Luis María Pescetti
Sugerimos la historia 1 pero puede ser abordada otra o el libro completo
A partir de dichos relatos, sugerimos para todos los grados:
1- Comenzar con un momento de lectura en voz alta o de escucha atenta en caso de utilizar narración en video.
2- Luego de la lectura o escucha, es importante abrir un espacio de conversación desde la mediación docente, con preguntas que habiliten la reflexión y la mirada crítica sobre los atributos de masculinidad que se ponen en tensión en dichos relatos.
Actividades específicas para cada ciclo
Primer ciclo:
El príncipe Ceniciento: invitamos a seguir reescribiendo la historia del cuento. Para ello, se propone que las niñas y los niños elijan características de Ceniciento que sean atributos positivos que lo convierten en príncipe rompiendo con el estereotipo de masculinidad normativa. El objetivo es pensar en las particularidades que nos hacen personas únicas y valiosas y así, desde esa singularidad ampliar el repertorio de atributos asociados a las masculinidades en plural.
Sobre ruedas: invitamos a destacar las cualidades y valores que allí aparecen: amistad, solidaridad, la discapacidad puesta en un plano de “poder hacer y ayudar” y no como condicionante, y proponer una dramatización de la historia para otros grados.
Segundo ciclo:
Reconocer y hacer, de forma grupal, un listado de las características de Mandón y Terco, los protagonistas de la historia, que los llevan a ese desenlace y que se vinculan con el modelo de masculinidad normativa o hegemónica puesta en cuestión.
A partir de allí, podrían imaginar un desarrollo diferente del relato, donde los personajes busquen resolver el conflicto sin violencia, a través del diálogo, permitiendo que ninguno salga dañado y ejerza su poder sobre el otro.
Séptimo grado:
Realizar una tertulia dialógica literaria para que los alumnos y alumnas conversen sobre los sentimientos y emociones que observan en Frin, ¿cómo se siente con respecto a otros varones? ¿por qué? ¿qué cosas realiza aunque no quiere? ¿por qué lo hará? ¿qué piensan sobre las acciones del profesor de Educación Física? ¿qué quiere fomentar en sus alumnos? ¿qué opinan al respecto? ¿cómo piensan que podrían modificarse esas actitudes? ¿Han atravesado alguna situación similar? ¿Estuvieron en el lugar de Frin o de sus compañeros? ¿Cómo se sintieron?
Para continuar trabajando, en grupos o individualmente, escriban posibles desenlaces a partir de la siguiente escena: Ferraro lo invita a cazar esa tarde….
5-BIBLIOGRAFIA:
Ministerio Público Fiscal de la Nación (2020) Cuadernillo para reflexionar sobre la construcción de masculinidades
Dirección General de la Mujer. Subsecretaría de promoción social. Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat (2019) CABA. Masculinidades
Instituto de Masculinidades y Cambio Social. Agostina Chiodi, Luciano Fabbri y Ariel Sánchez (2019) Varones y masculinidad(es). Herramientas pedagógicas para facilitar talleres con adolescentes y jóvenes.
Bard Wigdor, Gabriela. Península vol.11 no.2 (2016). Aferrarse o soltar privilegios de género: sobre masculinidades hegemónicas y disidentes.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-57662016000200101
Agradecemos el valioso aporte del Equipo Provincial ESI Santa Fe.
Seguimos compartiendo en este espacio.
Subsecretaría de Educación Primaria.
Autor/es: | ACERBI, INES CARMEN |