MALVINAS Y EL FÚTBOL.
Escribir para mantener con vida el trazo del dolor, la huella de los hechos, allí donde el horizonte se cubre con neblinas y la historia perfora el recuerdo con nombres propios en un sentir del pueblo.
Imágenes de rostros juveniles acompañados de palabras sentidas, atravesadas por la experiencia y la valentía en el horror de aquel tiempo.
Honrar aquellos jóvenes que fueron parte del testimonio del fuego invita a un compromiso colectivo donde todos y todas somos Malvinas. Porque, así como lo plantea el Prof. Solá… “el sentimiento de pertenencia jamás será derrotado”.
La Subsecretaría de Educación Superior invita a la lectura sobre “Malvinas y el fútbol”, con la autoría del Profesor Norberto Sola, quien relata acontecimientos históricos autobiográficos. Se agradece el relato que conmueve la vida propia de Malvinas.
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato.
MALVINAS Y EL FÚTBOL.
Por el profesor de historia, Norberto Sola.
Malvinas y el fútbol no sólo es el título de un texto que intento escribir sobre el 2 de abril. Cada 2 de abril moviliza en la sociedad sensaciones diferentes y ni hablar las emociones que despertó el último mundial.
Cuando me siento a escribir algo sobre Malvinas me vienen a la mente diferentes sensaciones, -emoción, angustia, orgullo- sobretodo recuerdos de ese niño que en 1982 observaba a su padre escuchando la radio (radio Colonia de Uruguay), atento a los eventos de guerra.
¿Y que tiene que ver el fútbol en esta historia? Y justo en ese año se desarrollaba un mundial en España, y sí, muchos estaban atentos a la guerra y a los partidos. Y de pronto la guerra se convirtió en un evento casi deportivo donde se contaban en los medios nacionales, barcos hundidos y aviones derribados como si fueron goles.
Y otra vez los recuerdos de la infancia, mi viejo que no le daba mucha importancia al fútbol pero si insultaba y protestaba contra el gobierno de facto que nos había llevado a una guerra. Yo no entendía como de pronto una isla allá a lo lejos era tan importante y calaba hondo en los sentimientos de la población. Todos sabemos el desenlace de la guerra, pero pocos recuerdan que días antes del conflicto habían ido un grupo de personas a plaza de Mayo a protestar por el gobierno de Galtieri, pero muchos regresaron a la misma plaza unos días después y ahora vitoreaban a Galtieri y coreaban que las Malvinas eran Argentinas!!!
En esa ebullición de soberanía nadie tenía en cuenta que se iba a la guerra con una potencia mundial y poco se tenía en cuenta de quienes iban a poner el cuerpo y la vida en ese conflicto. Sólo quienes tenían un familiar vieron madres, novias y familiares llorando y despidiendo a éstos jóvenes que iban a una guerra.
Y vuelven los recuerdos de mi viejo puteando en medio de la cañada donde vivíamos cada vez que escuchaba los informes del Estado argentino sobre la guerra. Crecí entendiendo que las Malvinas eran y serían siempre argentinas pero que los piratas ingleses nos la habían robado. Pasaron los años y de nuevo el fútbol, llegó el mundial 1986 y con 10 años estaba mucho más involucrado que el del 82 que duró poco para la Argentina y la angustia de la guerra supero alguna euforia futbolera. Pero en el 86 las cosas eran diferentes, estábamos en un gobierno democrático y las ilusiones y esperanzas se renovaban.
¿Pero que se sabía de los ex combatientes? ¿Dónde estaban esos héroes? ¿Los chicos de Malvinas, que era de sus vidas? Chicos de Malvinas, que tiempo después supe que no les gustaban que lo llamaran así, ya que un ex combatiente me dijo: “Chicos no, ¡¡¡éramos hombres!!!
Y vinieron los goles del Diego contra los ingleses y fue una revancha, le habíamos ganado a los piratas ingleses. Un morochito los había burlados y ganado y esos goles se gritaron con alma y vida. Pero y los ex combatientes???
Y otra vez el fútbol tapaba olvidos, decidía y desmemoria, ya esos héroes de Malvinas habían quedado a un lado ahora los héroes estaban dentro de una cancha de fútbol. Y si parece que a los argentinos nos movilizan más los mundiales que la soberanía sobre una isla en sur más austral.
Mientras tanto yo pasaba por la primaria y secundaria y Malvinas solo se recordaba los 2 de abril, pero solo eran actos aburridos con himno y la marcha de Malvinas, algunos afiches coloreados y chau se terminaba Malvinas hasta el próximo 2 de abril.
Fui creciendo y mi pregunta continuaba ¿y los ex combatientes? Y ahí estaban cada vez que se los necesitaba. Los recuerdo en el 2003 con la inundación, una vez más se calzaron su ropa de combate y allá salieron con su cocina de campaña a llevar un plato caliente a los centros de evacuados. Y me surgió una pregunta, que fue de la vida de los ex combatiente después de la guerra?
Con los años supe que fue de ellos cuando volvieron de las islas. Ellos esperaban ser recibidos como héroes, pero en cambio fueron ocultados y sólo días después los dejaron ir a sus casas. Pero ¿cómo volvieron? Cómo pudieron, algunos tuvieron la suerte de que los buscara algún familiar pero otros regresaron a sus pagos como pudieron. Hasta de polizón en trenes volvieron, quedaron a la deriva sin contención psicológica y menos económica. De repente habían dejado una guerra para iniciar otra contra el olvido de los diferentes gobiernos. Tuvieron que peregrinar por oficinas estatales solicitando pensiones y ayudas. Sólo ellos y sus familiares saben de esa lucha.
De pronto vuelven al pueblo los muchachos de Malvinas, hoy ya abuelos algunos, en una canción que se hizo himno en el último mundial. Y veo como mi hijo de 8 años la canta, casi la misma edad que tenía yo cuando fue la guerra. Y pienso tanto tiempo y otra vez el fútbol me lleva a Malvinas. Y me toca explicarle a mi hijo que fue la guerra de Malvinas y decirle que dentro de unos días habrá un acto en su escuela y volverá la marcha de las Malvinas y los afiches coloreados. Pasan los años y los ex combatientes ahí están resistiendo al olvido de algunos y seguro habrá escuelas que los llevaran a dar una charla o se pasará alguna película o documental. ¿Sirven estas cosas, ayudan a seguir sintiendo que las Malvinas son argentinas? Si todo sirve pasan los años y las generaciones futuras siguen sintiendo a las Malvinas argentinas, aunque el fútbol en un canto las traiga al presente. Pasaran los gobiernos y las estrategias por recuperarlas y si algo estará siempre presente que las Malvinas son argentinas y que hubo hombres que dieron su vida por ellas y quienes regresaron a pesar de las luchas que dan a diario siguen contagiando ese sentimiento de soberanía. ¡¡¡La guerra se perdió, pero el sentimiento de pertenencia jamás será derrotado!!!
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |