JUGAR, CONVERSAR E IMAGINAR
Introducción:
(…) Cuando tenemos un libro álbum en
nuestras manos nos vemos sorprendidos por la
presencia notable de la ilustración. Contrapunto de imagen y palabra,
donde la imagen narra lo no
dicho por la palabra, o la palabra dice lo dejado
a un lado por la imagen. En un libro álbum la imagen
es portadora de significación en sí misma y
en diálogo con la palabra. Ilustración, texto, diseño y
edición se conjugan en una unidad estética y de sentido.
Nada es dejado de lado, el libro es un objeto artístico
cuidadosamente elaborado en todos sus elementos.
Cecilia Bajour y Marcela Carranza 1
ACCIÓN FORMATIVA: JUGAR, CONVERSAR E IMAGINAR
Retomando la publicación de la semana pasada, una de las características del libro álbum es la complicidad continua entre el lenguaje escrito y el lenguaje ilustrado. Tanto el texto como la imagen participan en la construcción del sentido de la obra, en un diálogo sutil entre ellas. En la complicidad de estos dos tipos de lenguajes son necesarios dos trabajos importantes: por una parte la escritura del texto y por otra, el diseño de las imágenes, labor fundamental de la ilustradora.
En el libro álbum, “Una porción de cielo”, encontramos en las últimas páginas, tarjetas ilustradas troqueladas, acompañadas de un texto que invita a jugar, a conversar, a imaginar. Las tarjetas se pueden mezclar, ordenar, elegir, repartir, separar, para crear la propia porción de cielo.
Te invitamos a jugar Tarjetas 1 Tarjetas 2
Se comparten algunas ideas para que luego cada día niño/a con un familiar o con quién lo/a acompañe puedan inventar otras historias.
Los/as invitamos a diseñar recorridos posibles, a potenciar la inclusión del libro álbum en las salas virtuales, a conversar, a jugar, a producir otros itinerarios, otras tramas que deseen abordar. Proponemos relacionar el libro álbum con otras lecturas, con otros productos culturales, con otros géneros literarios, obras de arte, películas, y fotografías, por ejemplo.
Un libro álbum en nuestras manos invita a detenerse y leer se convierte en retornar una y otra vez para disfrutar de la construcción polisémica del sentido compartiendo la lectura y la escucha con otros y otras. Construir una comunidad de lectores y lectoras hablando juntos y juntas, conversando, haciendo público el conocimiento, las impresiones, para construir cooperativamente la trama de significaciones que la imagen y el texto combinados nos proponen.
Enriqueciendo “la trama de significaciones” acercamos los sentimientos, emociones y la propia mediación de Yuyis Morbidoni. La ilustradora en primera persona nos cuenta:
“Una Porción de Cielo, significa muchas cosas. Puede ser desde una nube pomposa, la ventana de una casa, o quizás el techo infinito de una plaza, e incluso un gusto de helado. Pero en este caso es un libro. Un libro muy significativo para mí. Ilustrar una historia es, ante todo, elegir una clave de lectura. Es decir, decidir cuál es la puerta por la cual nos adentramos al texto, cuáles son las palabras guías, cuál es el lente desde donde vamos a mirar y a relatar. A veces decidimos seguir paso a pasito el texto, a veces privilegiamos detalles, o narramos lo contrario, o lo oculto. Hay infinitas posibilidades. Pero lo importante es que para tomar esas decisiones nunca estamos solos. Estamos rodeados de experiencias que nos han atravesado, de charlas, de inquietudes. Es por eso que siempre me gusta remarcar que la autoría es conversacional, que la creación es con otros. La clave de lectura que marcó mi huella en Una porción de cielo, estuvo influenciada, entre muchas otras cosas, por dos experiencias. Por un lado, mi encuentro fortuito un año atrás, con un libro álbum sin texto, muy sensible y sutil, “Nel mio giardino il mondo” de Irene Penazzi. Nel mio giardino il mondo, encontré el ritmo que se escondía en Una Porción de Cielo, y el uso de transformaciones sutiles para narrar un tiempo cotidiano sin apuro. Un tiempo que dé espacio para la invención. Una caja que sirve para guardar juguetes, cucharitas, hojas secas, y que luego por la magia de un lápiz y de la imaginación se transformará en cocina, para después ser cucha de un perro después de una tormenta imprevista, y desde allí transformarse en sostén de una escalera en un juego de equilibrio. Lo mismo sucede con la escuela, y el cuaderno, que van transformando su paso por el libro. Siendo cómplices de un compartir, de un lazo que Nahuel y su abuelo están tejiendo. El modo representar la escuela, se asocia a su vez a la segunda experiencia que quería relatarles. Un tiempo antes de que me llegara la propuesta del libro álbum, movilizada por la inquietud de ponerme en las medias de lxs niñxs para repensar la cuarentena y la crisis sanitaria, había iniciado a tener muy presente, una vivencia que a mi entender, era lo más parecido en mi experiencia infantil a la situación de emergencia, de no ir a la escuela, de complejidad social. La inundación de Santa Fe del 2003. De ese periodo recuerdo nítidamente un cuadernillo, un lápiz, y una dedicación cotidiana a escribir cuentos y dibujar. Me encontré así, resignificando la importancia de esas historias, de narrar, de la necesidad de poner en palabras, de hacer sentido en la infancia. Sobre todo allí donde una lluvia de coronas crueles nos desborda. La escuela y el cuaderno, de Una porción de cielo acompañan, proponen, ayudan, potencian y protegen, como mi cuadernito de historias. Traigo las palabras de Jorge Larrosa “La experiencia de la lectura, si es un acontecimiento, no puede ser causada, no puede ser anticipada como un efecto a partir de sus causas, lo único que puede hacerse es cuidar de que se den determinadas condiciones de posibilidad: sólo cuando confluye el texto adecuado, el momento adecuado, la sensibilidad adecuada, la lectura es experiencia.” En esta 1 línea inscribo a Una Porción de Cielo, proyectado para acunar esas primeras experiencias de lectura, y en un contexto sorpresivo y conflictivo, ofrecer reparo, posibilidades, colores, texturas, sentidos. Sentidos que no son únicos, que están justamente para seguir su curso, para jugar a esconderse y encontrarse, para multiplicarse. Pero para ello tienen que estar y entrar en las casas, en los patios o las cocinas de cada niña y de cada niño. Con el amor y la curiosidad infinita que se esconden en los lápices, les deseo una hermosa lectura”
Yuyi Morbidoni
El libro álbum es una oportunidad para leer, habilita además múltiples recorridos, enriqueciendo el proceso de construcción del camino lector de cada niño/a.
En los diferentes posteos, desde el mes de marzo, se presentan acciones formativas con propuestas para las mediaciones docentes. Las mediaciones sugeridas entran en diálogo con lo planificado institucionalmente, para resignificar los nuevos formatos de enseñar y aprender, en los cuales interpretamos a la “alfabetización inicial como un derecho de las primeras infancias”
Nos seguimos leyendo…
Bibliografía consultada:
1 Bajour, C. y Carranza, M. (2003). El libro álbum en Argentina. Imaginaria, número 103. Recuperado de http://www.imaginaria.com.ar/10/7/libroalbum.htm
Autor/es: | CANDIDO, MARIA CLAUDIA |