“Jardín Maternal: Un lugar de afectos apalabrados”
“Es necesario generar condiciones para que el espacio escolar -en este tiempo y no en otro- pueda volver a ser habitado en tanto espacio común, cuidado, seguro y hospitalario”. (INFoD 2021)
En el video destacado se incluyen fotos de niños y niñas de las secciones de 2 y 3 años del Jardín de Infantes Nº 277 “Isabel Heer de Beauge” de Esperanza y de la sección de 1 año del Jardín de Infantes Nº 256 “Hermana Benjamina” de la ciudad de Santa Fe.
El Jardín Maternal es un espacio concebido como una necesidad social de las familias y que, para muchos niños y niñas, puede ser una oportunidad maravillosa. En este sentido, las prácticas, los modos de trabajo, los modos de hacer, intentan convertir a este lugar en un espacio habitable, en un lugar de afectos apalabrados, de gestos amorosos y también de función socializadora.
En palabras de María Emilia López:
“…los niños y los padres que llegan al jardín maternal no van en búsqueda de la enseñanza, se acercan y se incluyen en una institución de la que esperan el cuidado del niño mientras los padres desarrollan otras tareas, en su mayoría trabajar. Claro que la mayoría también está interesada en que estos cuidados sean lo más acertados posibles, que sus hijos/as reciban buenos estímulos, que encuentren riqueza en los aprendizajes que van a realizar. Nadie ignora que en el jardín maternal se aprende (o se puede aprender), pero todos sabemos también que en su constitución como lugar alternativo de la crianza lo que está en juego fundamentalmente es el apuntalamiento social / grupal de una función que ya no es posible de ser absorbida únicamente en la familia de origen”
Hoy el retorno a ese espacio institucional, es esperado por las familias como el retorno a la “normalidad”, situación tan anhelada y deseada luego de esta irrupción que cambió la rutina, el hacer común y tradicional de la escuela como organizadora familiar. Por lo que es imprescindible planificar y diagramar una rutina flexible y activa, habilitando una didáctica que contemple los distintos aspectos de la crianza, para María Emilia López “…la didáctica del Jardín Maternal, más que a una teoría de la “enseñanza”, debería remitirse en una primera instancia a una teoría del “vínculo”. El vínculo y la ternura: dos grandes contenidos”
El cuidar y/o enseñar, siempre han sido una contradicción en la educación maternal, pensando que una le resta sentido a la otra. Y hoy, es particularmente importante, desarticular y deconstruir estas valoraciones posibilitando hacer visible aquello que implica interactuar con los niños y las niñas en un contexto socializador, en un entorno donde se plasme una cultura del cuidado y del vínculo. Estas experiencias estimulantes, de cuidados y acompañamiento amoroso habilitan y amplifican la construcción de la subjetividad, es decir, le dan la posibilidad de relacionarse con el otro, pares y/o adultos, a integrarse, a significar el mundo que lo rodea, donde aparecen las palabras, el lenguaje, y poco a poco, van definiendo sus individualidades. Por ello, es necesario preparar un espacio cuidado, cálido, que brinde hospitalidad, que invite a jugar, a explorar, a encontrarse con otros, donde los desafíos a elegir estén al alcance de cada niño o niña, ayudando a promover una educación integral.
Los niños y niñas desde muy pequeños/as aprenden a través del contacto afectivo, corporal que puedan mantener con adultos significativos de su entorno próximo. Los gestos, las voces, las palabras apropiadas y amorosas atraviesan y estimulan sus sentidos habilitando el deseo y la confianza en las propias posibilidades. En este sentido Elvira R. de Pastorino dice:“Cuando en una sala se le da de comer con la cuchara a un niño, la cuchara tiene alimento, no está vacía, el niño se “nutre” gracias a su contenido, al gesto del docente, a su disponibilidad…al modo en que se lo ayuda, a la manera en que se mantiene “un diálogo”, y se respetan sus tiempos”.
Entonces nutrir, criar, no sólo es darles la comida, el alimento, sino que esos gestos estén acompañados de contención afectiva, del cuerpo, de manos extendidas, que esas experiencias sean plenas, que ofrezcan humanidad y que promuevan en las infancias el deseo de repetirlas porque sienten que es un encuentro cuidado.
La alimentación, la higiene, el descanso, el juego son actividades de crianza propias del seno familiar como también lo son de las instituciones que sistemáticamente acompañan en la tarea de educar.
“Una buena situación de alimentación como lo es dar la mamadera sosteniendo “upa” al bebé con tranquilidad y calidez es una propuesta educativa en sí misma en tanto se enseña a confiar en los otros y en el mundo”. Rosa Violante (2008).
Un largo trayecto se ha recorrido con propuestas y posturas en cuanto a la didáctica que hicieron camino en el primer ciclo del nivel inicial, ya sea por exigencias institucionales o por convicciones personales, para dar respuestas y transformar este lugar en un espacio alternativo de crianza y también pedagógico.
Esto nos lleva a pensar que una educación integral del niño/a en un contexto enriquecedor, un espacio socializador, donde se materializa la didáctica de la ternura, fundada en la empatía, siempre o casi siempre, produce una situación de encuentro. Un encuentro que mira y piensa en el otro y acompaña en el proceso de subjetivación.
Dentro del desarrollo integral del niño/a se concibe a la familia como principal responsable en la crianza y amparo de los pequeños. De este modo, proponemos detenernos en las prácticas de crianza y los modos de acompañamiento que se ofrecen desde el punto de vista social que envuelve al Jardín maternal.
"Los niños callan, nos enfrentan con su silencio, con sus gestos y con sus rostros, con su mirada. Y como ese silencio nos reta y nos angustia y nos escapa tratamos de sonorizarlo, de hacerlo hablar, cubrirlo con nuestras interpretaciones y nuestros significados…Queremos comprender a los niños, aunque para eso tengamos que cerrar los ojos. Necesitamos que la infancia signifique algo, aunque para eso tengamos que renunciar a mirarla…Como su silencio nos oprime y nos angustia, hay que recubrirlo de cualquier sentido que nos permita sentirnos seguros. Como los niños callan tenemos que interpretar esa mudez"
Jorge Larrosa, "Niños atravesando el paisaje"
Equipo de la Subsecretaría de Educación Inicial
Subsecretaria de Educación Inicial Rosa Ana Cencha
Coordinadora de Jardines maternales Ma. Antonia Peretti
Prof. de Educación Inicial Ma. Claudia Cándido
Nos seguimos encontrando…
Bibliografía:
- López María Emilia. DIDÁCTICA DE LA TERNURA. Reflexiones y controversias sobre la didáctica en el jardín maternal. Artículo publicado en la revista de EI. EI Punto de Partida.
- Soto Claudia y Violante Rosa (2008). Pedagogía de la Crianza
- Pastorino Elvira (2008). Pedagogía de la Crianza
- Larrosa Jorge (2006). Niños atravesando el paisaje.
Autor/es: | CANDIDO, MARIA CLAUDIA |