¿Intelectuales transformativos o tecnócratas eficientistas? Las prácticas pedagógicas en tiempos de pandemia
Algunos aportes para pensar las prácticas de la enseñanza con las TIC
Tenemos una certeza: sabemos que aquellas planificaciones que habíamos diseñados para el 2020 no se llevarán cabo tal como las pensamos. Hace menos de un mes nada nos hacía imaginar que antes de empezar con nuestras propuestas, íbamos a volver sobre ellas. Sobre los recursos que habíamos seleccionados, sobre los materiales, sobre las estrategias y también sobre la organización de los contenidos. No estaba, definitivamente, en nuestros planes rearmar nuestras propuestas didácticas antes de empezarlas, y pensar otras formas, otros modos de enseñanza, de relacionarnos con los estudiantes.
Así, ésta situación de crisis sanitaria, y la convicción de que como docentes de la educación superior debemos garantizar el vínculo pedagógico y la enseñanza como modo de acompañar las trayectorias de nuestros estudiantes y amparar a nuestras juventudes en esta crisis mundial; nos confronta con nuestro diseño que lo pensamos para otro contexto y nos pone en la necesidad de “repensarlo”, de “reinventarlo” en función de una propuesta no presencial. En este sentido, se evidencia como recurso "salvador" a la tecnología educativa
En los últimos días, las redes y diferentes sitios de consulta se hicieron eco de esta preocupación del mundo educativo en general y de los docentes en particular: la necesidad de utilizar las tecnologías educativas para posibilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Entonces, “aparecieron” defensores y detractores de la misma y de lo que podemos hacer con ella como colectivo docente. Por momentos, pareciera que estamos en un doble escenario, uno optimista y otro pesimista sobre el uso de la tecnología educativa y la potencia o no de lo virtual. Esta situación (como todas) tiene su historia. Podemos decir, entonces, que el sentido que hoy le damos a la tecnología educativa está vinculado a su origen.
Entendemos a la Tecnología Educativa como una teoría que se ocupa del estudio de las prácticas de la enseñanza cuando incorpora los medios que tiene a su alcance para lograr los fines propuestos (determinados aprendizajes) en un contexto determinado. Los medios pueden ser desde la tiza y el pizarrón hasta la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
La Tecnología Educativa es un campo de conocimiento joven que nace en Estados Unidos, alrededor de 1950 para brindar una “respuesta rigurosa a la incorporación de medios y materiales para la enseñanza”[1]. En ese contexto histórico social, se impregna de eficientismo y conductismo en la interpretación de los procesos de enseñanza y aprendizaje. “Reemplaza los debates didácticos e intenta dar una respuesta totalizadora para la problemática de la enseñanza”[2] Esta situación, consideramos, es el germen que genera contradicciones acerca de su sentido y el rechazo por parte de algunos colegas que aún hoy cuestionan el para qué de la incorporación de la tecnología en ámbitos educativos
A partir de esta crítica se fueron desplegando otras posiciones, algunas vinculadas sólo a los medios tecnológicos producidos para la educación y otras que surgieron de análisis histórico críticos de su origen y desplegaron proyectos pedagógicos que incluyeron medios con el objeto de generar posiciones de crítica social, ayudar a los procesos de emancipación y de toma de conciencia de las desigualdades sociales y políticas.
Es necesario, a setenta años del origen de la tecnología educativa, como campo de conocimiento y en pleno uso en la vida diaria de las tic que superemos los sentimientos dicotómicos hacia la ella. Esta situación no nos posibilita un análisis lúcido sobre la pertinencia de determinados recursos e instrumentos. Las tecnologías no resuelven de por sí, los problemas de la enseñanza, no son un talismán que nos van a venir a resolver los avatares educativos pero tampoco son las depositarias de todo los males de los sistemas educativos que las despliegan.
Sabemos que las propuestas de enseñanza no pasan automáticamente de una experiencia física a una experiencia a distancia o en formato virtual. Para esto, es necesario trabajar en la construcción de propuestas pedagógicas fuertes intensas, ricas pensadas para esta realidad diferente,
Nos preguntamos, entonces,
¿De qué forma reinventamos nuestra propuesta pedagógica para ser trabajada totalmente a distancia o en formato virtual? ¿Cómo vamos a hacer para emocionar, para imaginar, para inspirar? ¿De qué modo “humanizamos” este medio? ¿Cómo nos presentarnos como sujetos para posibilitar el vínculo pedagógico? ¿De qué forma construir desde la virtualidad o a la distancia tramas poderosas en nuestras propuestas pedagógicas atendiendo a la diversidad de acceso? ¿Cuáles son las estrategias más pertinentes para acompañar en entornos virtuales a nuestros estudiantes y al mismo tiempo enseñar y amparar? ¿Cómo reinventamos esa propuesta que habíamos pensado para un 2020 que hoy es impensado?
Cada instituto, en función de las condiciones de acceso que sus actores tienen a la virtualidad, deberá decidir el espacio virtual / digital / a distancia que considere más pertinente para esta coyuntura.
Consideramos importante que el la propuesta a distancia o el espacio virtual identificado, propicie el despliegue de una práctica de enseñanza con un fuerte sentido pedagógico político.
Coincidimos con Patricia Ferrante, cuando explicita que "las mejores herramientas para continuar con las tareas de enseñar y aprender en estos tiempos de aislamiento son, ante todo, la capacidad para comunicar, coordinar y acordar qué y cómo se va a trabajar estos días". Este es el desafío que estamos transitando en estos días.
¿Por dónde empezar?
Sugerimos tomar la planificación pensada y trabajar en clave de “reinvención” de la misma. Esta actividad de reflexión y producción es más potente si la hacemos de forma colaborativa, concertada. De aquella propuesta pensada tenemos que sostener sus bases, su estructura fundante y poder diferenciar los elementos que podrían ser flexibilizados en función del perfil del graduado al que estamos formando.
¿Cómo empezar a organizar la propuesta pedagógica?
La organización secuencial de la propuesta virtual se presenta como un potente ordenador para nuestros estudiantes. Sugerimos pensar en secuencias de actividades semanales o cíclicas (en función de la carga horaria de la unidad curricular) donde se pueda tejer una serie de acciones planteadas con diferentes lógicas según sus fines. Pueden ser individuales, en pequeños grupos, en equipo total para terminar con, por ejemplo una producción en pareja. Como docentes de educación superior, tenemos que identificar aquellos materiales necesarios para la lectura comprensiva, relacionados a los constructos centrales de nuestro campo disciplinar. Tal como en las clases presenciales, desalentamos el uso hegemónico de la exposición explicativa que está alineado con modelos tradicionales y conductistas.
Reinventar una propuesta pedagógica en función de un contexto que nos exige la no presencialidad supone trabajo colaborativo por parte del equipo docente y búsqueda de nuevos modos de establecer el vínculo pedagógico.
De esta forma, pensamos que la pregunta que titula este posteo es una falsa disyuntiva que nos interpela y nos provoca. Podríamos decir que es una trampa que nos remite al controvertido origen de la tecnología educativa
Nuestro desafío hoy es poder encontrar los modos, para intervenir desde la no presencialidad con propuestas pedagógicas potentes ricas, capaces de sostener los procesos de enseñanza y aprendizaje que le proponemos a nuestros estudiantes. En este sentido pretendemos asumirnos como intelectuales transformativos que propician la enseñanza en diversos entornos.
Algunos colegas sostienen que cuando volvamos a la presencialidad nuestras prácticas no serán las mismas.
Patricia Moscato – Subsecretaria de Educación Superior
Bibliografía y medios consultados
Litwin E (2007) Maestros en Tecnología. Ministerio de Educación. Buenos Aires. Educared.
Maggio, M (2018) Reinventar la clase en la universidad. Buenos Aires. Paidos
Tiempo Argentino: "La virtualidad no implica que no se produzcan encuentros" https://www.tiempoar.com.ar/nota/educacion-a-distancia-la-virtualidad-no-implica-que-no-se-produzcan-encuentros?lid=IwAR0zENZnrwHEfq9zIaRPYGjIKc7SN8ZVVKxt3mHcmwldTZN69xVQmaYaLT0
(Recuperado el 28(03/2020)
La ilustración del posteo pertenece a un pintor francés, Jean Marc-Cote que pintó el cuadro en cuestión para una muestra de ilustraciones futuristas en el año 1889
[1] Litwin, E (2007) Maestros en Tecnología. Educared. Ministerio de Educación. Clase 1. p.2
[2] Litwin. E (2007) Maestros en Tecnología. Educared. Ministerio de Educación de Nación. Clase 1. p2
Autor/es: | MOSCATO, PATRICIA CAROLINA |