Hola miedo, chau miedo.
LOS MIEDOS Y TEMORES.
Los niños y las niñas, preparan sus organismos para dar una respuesta adaptativa ante situaciones de peligro, amenazas, fobias, malestares, etc. Estas reacciones es lo que habitualmente llamamos “ansiedad”. Sin embargo, cuando se experimenta ansiedad frente a estímulos específicos, se habla de “miedos” o “temores”, estas reacciones pueden llevarse a cabo ante diferentes situaciones o contextos, por ejemplo, miedo a la oscuridad, a las alturas, a los animales, entre otros.
En la niñez es habitual que el miedo se presente, ya que es una emoción que ayuda a tener cautela. Lo diferente, lo que altera lo cotidiano, puede causar miedo al principio y no hay que preocuparse, pero si, debemos estar atentos y acompañar para que se vayan superando.
Las reacciones de miedo y temor, propias de un estado de ansiedad, son experiencias transitorias que suelen desaparecer en distintas etapas del crecimiento. Sin embargo, cuando estas situaciones se prolongan en el tiempo, causan malestar e impiden el desarrollo y crecimiento. Es ahí, cuando estamos ante un trastorno de ansiedad, cuando el “pequeño miedo” genera un malestar clínicamente significativo y repercute negativamente en el área personal, familiar, escolar y/o social de la persona.
MANOS A LA OBRA.
En esta ocasión, vamos a tratar los miedos y temores desde un espacio lúdico, para ello, les queremos presentar propuestas extraídas de los “botiquines de las emociones”. El objetivo, es lograr reconocer los miedos que nos habitan, ponerles nombres, expresarlos, poder mantenernos atentos para identificarlos cuando aparecen y a de poco ir superándolos.
LA LEYENDA.
Cuenta una leyenda de Guatemala, que los niños de una tribu antes de irse a dormir les contaban a sus muñecos las preocupaciones que les quitaban el sueño: cada día tomaban un muñequito y le contaban un problema que les rondaba por la cabeza; colocaban el muñequito debajo de la almohada y se iban a dormir. Al día siguiente se despertaban cargados de energías y a lo largo del día encontraban la solución a ese problema; era como si esos muñecos hubiesen resuelto el problema mientras dormían.
De este folclore guatemalteco, surgieron los “quitapesares” o "quitapenas" que son muñecas y muñecos diminutos hechos de pequeños trozos de madera, retazos de tela e hilo.
Esta tradición se ha extendido a todo el mundo, sobre todo a Centro y Sudamérica.
Actualmente se suelen conseguir en las ferias, los venden en unidades también en pequeñas bolsitas o cajitas que contienen entre 6 a 7 muñequitos (Aunque se supone que deben ser 6, uno para cada día de la semana y al séptimo se descansa).
Les proponemos imaginar y crear un “Muñeco Superpoderoso” o un “Palito Quitapenas”, aunque con el tiempo y la destreza que adquieran, pueden hacer ambos. Ellos, van a tener poderes que podemos encontrar dentro de nosotros mismos ¿Qué poderes tenemos en cada uno de nosotros?
Para la creación de nuestro “Muñeco superpoderoso”, podemos utilizar recursos propios, diferentes materiales que tengamos a mano y nos sean útiles, por ejemplo, cajitas, rollos de cartón, botones, papeles de colores, lanas, telas, palitos, etc. Con todo ello, armaremos un muñeco que será tan poderoso, que le confiaremos a él nuestros miedos y nosotros seguiremos con nuestros quehaceres sin preocupaciones.
Los “Palitos Quitapenas” se construyen con palitos, de los que se usan para helado. Encima de ellos, con fibras, lápices de colores u otros elementos, dibujen, diseñen, pinten, decoren y den una identidad super poderosa a cada uno de ellos. Nuestros muñecos de palitos, serán quienes reciban los problemas y se ocuparán de solucionarlos, lo que a cada uno de nosotros nos permitirá encarar un nuevo día sin preocupaciones y con coraje.
Estos muñecos superpoderosos y palitos quitapenas, les van a permitir afrontar con coraje esos momentos en que sienten que los invaden algunos miedos y temores. Pero antes que todo, debemos ponerles un nombre y darles un gran poder.
No se olviden, que no todo es mágico, ni ocurre porque sí, sino que es un camino que debemos transitar para lograr confianza en nosotros mismos y saber que las personas que nos quieren bien pueden ayudarnos a construirlo y a superar nuestros miedos y temores.
Autor/es: | QUAGLIA, SOLANO |