El laboratorio como recurso educativo.
Las actividades de laboratorio son fundamentales para aprender ciencias desde la puesta en práctica y análisis de los resultados de una propuesta reflexiva sobre la misma.
Las competencias que se trabajan en dichas prácticas de laboratorio desde la intención motivadora, propician el uso de estrategias didácticas que incorporan el conocimiento de la ciencia como factor determinante para la comprensión del recurso educativo.
Esta Subsecretaría agradece el compartir del ISP N° 16 “Dr. Bernardo A. Houssay” de la ciudad de Rosario mediante la producción de los y las estudiantes junto a profesores y as del nivel que llevan a cabo experiencias de laboratorio mediante los recursos necesarios para garantizar a la educación superior como bien público. Se agradece a los profesores y profesoras Juan Pablo Aredes, Brenda Rossi y Sandra Tirimacco por el trabajo colaborativo y profesionalidad.
¡Muchas gracias ISP N°16!
Subsecretaría de Educación superior.
Mg. Patricia Moscato.
Una deuda del nivel superior: El laboratorio como recurso educativo
“Se concibe como recurso educativo a aquellos medios y materiales que están presentes en una situación educativa, y que son elementos que proporcionan aprendizajes en sujetos” Díaz Barriga (2002)
Autores/as: Prof. Juan Pablo Aredes, Prof. Brenda Rossi, Prof. Sandra Tirimacco
El laboratorio es un espacio de trabajo de uso compartido, en el cual se pueden realizar ensayos, y que cuenta con los medios necesarios para llevar adelante investigaciones, experimentos, prácticas y trabajos de carácter científico, tecnológico o técnico. Está dotado de instrumentos de medida y equipos con los que se realizan prácticas diversas según la rama de la ciencia a la que se dedique.
En el ámbito escolar, el laboratorio es un sector destinado a poner en diálogo la teoría y la práctica, un lugar para que las experiencias puedan ser evidenciadas y generen aprendizajes significativos. Puede ser un aula o espacio institucional, acondicionado para el desarrollo de clases prácticas y otros trabajos relacionados con la enseñanza. “La clase es el ambiente interno y comunicativo que vincula a alumnos, docentes y recursos de aprendizaje, enmarcados en coordenadas espaciales, temporales y socioculturales. La clase es, en fin, el ambiente de aprendizaje y de enseñanza situados” (Davini p.91).
Según Morales (2012) los recursos didácticos son un conjunto de medios materiales que intervienen y facilitan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos materiales, pueden ser tanto físicos como virtuales, asumen como condición, despertar el interés de los estudiantes y adecuarse a sus características físicas y psíquicas. Además, facilitan la actividad docente al servir de guía; y tienen la gran virtud de ajustarse a cualquier tipo de contenido. Como favorecedores de los procesos de enseñanza – aprendizaje, deben ser cuidadosamente seleccionados teniendo en cuenta los contenidos a desarrollar, la disponibilidad de los mismos, el conocimiento y manejo que el/la docente tenga de ellos.
Dentro de los múltiples recursos didácticos con los que cuenta un/a educadora/a para generar situaciones de enseñanza, se encuentra el laboratorio de ciencias naturales. Las intervenciones que allí se realicen no deben ser aisladas ni particulares, sino por el contrario cotidianas y accesibles.
Muchas instituciones educativas cuentan con laboratorios equipados, otras carecen de ellos, sin embargo, en presencia o ausencia, los mismos son poco utilizados. Múltiples pueden ser las razones por las cuales no se observa una apropiación de este espacio como un recurso didáctico, simplemente es considerado como un ámbito que se visita en “ocasiones especiales”. El trabajo de laboratorio, favorece y promueve el aprendizaje de las ciencias, pues le permite al estudiante cuestionar sus saberes y confrontarlos con la realidad. Además, pone en juego sus conocimientos previos y los re-trabaja mediante la práctica. Según Osorio (2004) la actividad experimental no sólo se concibe como una herramienta, sino como un instrumento que promueve los conocimientos y el alcance de los objetivos propuestos dentro del dispositivo pedagógico.
Por tal motivo, es primordial comenzar a darle un lugar dentro del desarrollo de la clase. Desde el ISP N°16 “Dr. Bernardo A. Houssay” asumimos el desafío de pensar un trayecto docente de formación continua, pretendiendo posicionar al laboratorio escolar como un recurso didáctico de uso cotidiano, que permita integrar lo teórico a lo práctico, a partir del trabajo articulado sobre las concepciones previas y las temáticas desarrolladas. Al mismo tiempo, brindar herramientas que favorezcan la apropiación de este recurso, para propender seguridad y solidez a la hora de incorporarlo a las secuencias didácticas.
A partir del análisis del plan de estudio 528/09 del Profesorado de Educación Primaria, y atendiendo a las demandas de los/as estudiantes que transitan su formación en nuestra institución, decidimos proponer esta capacitación para este nivel en ejercicio. Entendemos como deuda, la carencia de dicho contenido dentro de los lineamientos curriculares propuestos por dicho plan. Si bien el término “laboratorio” se menciona dentro de los fundamentos de la unidad curricular Ciencias Naturales para una cultura ciudadana “(…) la resolución de problemas como punto de partida, el planteo de hipótesis y su contrastación y tiene en cuenta el lugar de la experimentación en laboratorio o campo y, fundamentalmente del error como una fuente esencial de aprendizaje.”(Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, Plan decreto 528/09), es su única mención dentro del documento. En ningún momento se establece como un contenido a abordar en la formación docente inicial, sino como una sugerencia dentro de la fundamentación de un taller cuatrimestral de primer año de la carrera.
Planteamos objetivos accesibles y viables, deseando que los /as cursantes logren identificar el material de laboratorio y sus posibles reemplazos con elementos de uso cotidiano, que puedan reconocer la importancia de las prácticas experimentales como insumo para el desarrollo de habilidades cognitivo-lingüísticas y competencias científicas e incorporar experiencias factibles al desarrollo de sus clases.
Para ello desarrollamos encuentros presenciales de frecuencia quincenal, los días sábados. Centrados en la realización de propuestas entrelazadas y adecuadas con una profunda impronta experimental, brindando espacios para la producción y reflexión grupal de lo logrado.
Entre los contenidos seleccionados a trabajar, podemos mencionar:
- El reconocimiento, usos y criterios de clasificación del material de laboratorio.
- Investigación y elaboración de un inventario del laboratorio escolar, para recabar información y proponer material de reemplazo.
- Presentación de las normas de seguridad, diseño, selección y aplicación al aula.
- Habilidades cognitivo-lingüísticas y competencias científicas.
- Microscopía básica.
- Componentes del microscopio y su uso.
- Obtención de muestras y observación de cortes histológicos.
Particularmente en este trayecto trabajamos la detección de nutrientes en alimentos, elaboración y siembra de medio de cultivo, obtención y tinción de muestra de tejidos vivos, construcción, clasificación y separación de sistemas materiales.
Cada encuentro presencial fue seguido de una actividad asincrónica, grupal o individual, con la finalidad de conocer las características de sus territorios escolares, pensando la aplicación de las propuestas realizadas y su viabilidad.
Como propuesta de evaluación final y a modo de cierre de lo trabajado solicitamos la elaboración de un proyecto de aplicación donde el “laboratorio como recurso didáctico” tenga preponderancia.
Las producciones escritas fueron muy variadas, donde se pudo observar un gran avance en la manera de incorporar estos recursos a sus prácticas, como así también la multiplicidad de contenidos que propusieron para ser abordados desde el trabajo en el laboratorio.
Sus reflexiones dieron cuenta de la capacidad de recuperar el concepto de laboratorio escolar, diferenciándolo de uno científico y lograron incorporar este espacio para realizar experiencias significativas.
Viendo la receptividad positiva de este trayecto, deseamos darle continuidad a este proyecto, enriquecido y ampliando la propuesta. Para intentar saldar la deuda que el diseño curricular vigente y la formación docente inicial valida, es necesario generar espacios de construcción colectiva de conocimiento que posicionen al laboratorio escolar como un recurso didáctico, uno de los más importantes en Ciencias Naturales.
BIBLIOGRAFÍA
- Davini, M. (2015). “La formación en la práctica docente” 1° ed. Paidós. Buenos Aires. Argentina.
- Díaz Barriga, F. y Hernández, G. (2001), Estrategias docentes para un aprendizaje significativo, México, McGraw Hill, segunda edición.
- Georges, Ch y colaboradores. (2006) “Los niños y la ciencia: la aventura de La mano en la masa..1a ed. – Siglo XXI Editores. Argentina Manual de la UNESCO para la enseñanza de las ciencias (1981). UNESCO.
- Morales, P (2012). “Elaboración de Material Didáctico”. Red Tercer Milenio. Tlalnepantla. México Moya, A. (2010).
- “Recursos Didácticos en la Enseñanza”. Innovación y Experiencias Educativas. Granada España. Núcleos de Aprendizaje Prioritarios, NAP (2006).
- Ministerio de Educación de la Nación Argentina. Osorio, Y.W. (2004). “El experimento como indicador de aprendizaje”. Boletín PPDQ, No. 43, pp. 7-10. 5
- Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe. (2009). “Diseño Curricular Jurisdiccional Profesorado de Educación Primaria. Plan Decreto N° 528/09”.
- Harlen, W. (1994). “Enseñanza y aprendizaje de las ciencias”. 2da edición. Ediciones Morata. Madrid.1994 Vega, S. (2006) Ciencia 0 –3.
- “Laboratorios de ciencias en la escuela infantil”. 1ra edición. Editorial GRAO. Barcelona. España. Weissman, H. compiladora (1994)
- “Didáctica de las ciencias naturales”. Aportes y reflexiones. Hilda Weissman (compiladora). 1ra reimpresión. Editorial Piados. Buenos Aires
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |