EL APAGÓN DE LEDESMA.
“[…] La memoria, tan exigente como indemostrable, tiene algo de subversivo: es inoportuna, altera la continuidad de lo establecido. Parece confundir los tiempos: el pasado (toda memoria evoca un pretérito) irrumpe en el presente y lo ilumina con luces no siempre previsibles […]” Schmucler.
Entre el 20 y el 27 de Julio de 1976, aproximadamente a las 22 horas, comenzó una larga noche siniestra, con cortes de luz, que se extenderían hasta las 6 de la mañana, en dos ciudades del departamento Ledesma, en la provincia de Jujuy, una, Libertador General San Martín (cabecera del departamento) y la otra Calilegua. Las voces testimoniales recuerdan cortes abruptos en el suministro de luz, y el silencio de la noche interrumpido por ruidos, frenadas de autos, de camiones, puertas que eran abiertas a golpes de patadas y armas, empujones, gente corriendo, gritos aterrorizados , otros furiosos dando órdenes. Así acontecía uno de los tantos actos represivos de secuestro-desaparición de personas, denominado el “Apagón de Ledesma”; operativo llevado adelante en forma conjunta entre las fuerzas del Ejército, Gendarmería y Policía de la provincia, en el marco del Estado Dictatorial entendido como un dispositivo concentracionario de poder, con las listas de nombres de los trabajadores del ingenio, hijos de trabajadores, docentes, abogados del sindicato, y estudiantes, quienes fueron llevados a la comisaría y luego trasladados a Guerrero, al RIM 20 (Regimiento de Infantería), al GAM 5 (Gendarmería) o a la Central de Policía de Jujuy, siendo sometidos a torturas. Los traslados fueron hechos con el trasporte del Ingenio Ledesma, combustible y choferes de la empresa.
Las listas eran armadas por el propio directorio presidido por Pedro Blaquier junto a la Administración General, a cargo de Alberto Lemos, sobre todo las de sus empleados. Blaquier había sido beneficiado durante el onganiato, en 1966, por el Decreto Ley 16.926 que lo dejaba fuera de la restricción de los cupos del azúcar, ( el cierre forzado de 11 de los 27 ingenios existentes en Tucumán, para transferir gran parte de la producción tucumana de azúcar a los Ingenios de Salta y Jujuy, que continuaron con la regulación azucarera, fijándose cupos de producción por «zonas territoriales»: Tucumán, Salta-Jujuy y el Litoral, respectivamente). Se determinó así el impulso al Ingenio Ledesma S.A.A.I. que permitiría el afianzamiento de una zona de frontera, algo considerado fundamental para la dictadura de Onganía en la lucha contra el “comunismo”. De esta manera, mientras se cerraban/desmantelaban ingenios en Tucumán y se ahogaba a los que permanecían todavía en funcionamiento, se realizaban grandes inversiones en la empresa de Jujuy con recursos del Estado Nacional.
El Sindicato del Ingenio Ledesma (SOEAIL) existía desde hacía años pero no tenía entidad suficiente para pararse frente a Blaquier. A partir del 1968 comienza un proceso de reorganización dentro del Ingenio. Con la llegada de los trabajadores tucumanos las cosas empiezan a cambiar, muchos de ellos eran militantes políticos y sindicales; así comienzan a elegirse delegados por sector, con el asesoramiento de abogados, y en el proceso de luchas se obtienen conquistas sociales y mejoras laborales, logrando hacer un sindicato fuerte. Los trabajadores efectivos y los jornaleros (quienes van a ser incluidos en el sindicato) llevan adelante huelgas que van a ser fuertemente reprimidas por parte de la empresa de Blaquier. El período 1966-1976 marca el auge de las luchas de los sectores populares en todo el país, y la radicalización de la protesta social . En Jujuy, entre octubre del 1974 y diciembre de 1978 se calcula que detuvieron a un total de 660/670 personas en la región de Calilegua y Libertador. 400 personas fueron secuestradas, de las cuales 55 continúan desaparecidas, integrando la lista de los 30.000 desaparecidos.
Durante la última dictadura militar de 1976, la desaparición de miles de activistas, dirigentes sindicales, políticos, sacerdotes, estudiantes, docentes, periodistas, debe interpretarse a la luz de la implementación de un modelo económico neoliberal, para lo cual era imprescindible el disciplinamiento social, político, ideológico y económico del conjunto de la sociedad argentina. Así, se tomaron medidas económicas por el ministerio de economía dirigido por Martinez de Hoz, como la prohibición de las huelgas, la cancelación de las negociaciones colectivas de trabajo, la realización de una reforma financiera por la cual se liberaban las tasas de interés y se garantizaba desde el Estado los depósitos a plazos fijos y títulos. En este mismo sentido, Mirta Lobato y Juan Suriano sostienen que el clima de especulación financiera invadió a toda la población y la “tablita” fue la pauta cambiaria que posibilitaba la acumulación de la “plata dulce”; generándose al mismo tiempo una fuerte concentración de capitales en pocas manos o grupos familiares y/o económicos como Fortabat, Pérez Companc, Bunge y Born, Techint, Macri, quienes crecieron al ser beneficiados por la concesión de obras y prestaciones de servicios al Estado, con mínimas inversiones de capital, en un marco de liberación del mercado, con reducción de aranceles. Esta apertura de las importaciones, llevó al cierre de fábricas textiles, otras industrias vinculadas a los sectores automotor, siderúrgico y textil. El correlato de esto fue el descenso de la población económicamente activa, el aumento de la desocupación, el crecimiento del trabajo en negro, la pérdida del poder adquisitivo del salario, y el deterioro del sistema previsional, ya que las obras sociales dejaron de estar bajo el control de los sindicatos. La contribución empresarial al financiamiento del sistema desapareció, por lo que el gasto social se vería disminuido, con una paulatina transferencia del sistema de salud al sector privado. De esta forma operó el achicamiento del Estado, impactando en el área de servicios como electricidad, gas, aguas corrientes, correo, líneas aéreas y del ferrocarril. El proceso de privatización dado a posteriori estaba en marcha.
Autor/es: | MONTENEGRO, LILIANA MAURICIA |