Cuidados en Juego SEDRONAR
Cuidados en juego es un conjunto de materiales pedagógicos teórico-didácticos destinados a trabajar la prevención de los consumos problemáticos en los diferentes niveles del sistema educativo.
¿Por qué Cuidados en juego?
Cuidar, desplegar una ética de la ternura, ofrecer el abrazo apalabrado de un mundo adulto que desea transmitir a las próximas generaciones que hay cosas que valen la pena, y que valen la pena en la vida en común. Cuidar, brindarse al vínculo, escuchar y mirar a esos niños y niñas ofreciéndonos –como educadoras/es- como puentes a nuevos mundos de sentidos y de experiencias que se construyan junto a otros.
Cuidados en juego, entonces, porque los cuidados están en juego, porque se juega la
posibilidad –o no- de hacerles lugar en nuestra tarea cotidiana y en nuestro quehacer
institucional. Porque si soslayamos la dimensión del cuidado, estamos jugados.
Cuidados en juego, también, porque es posible jugar con los cuidados, poder disponer de
las herramientas y de los sentidos que tenemos acerca del cuidado para usarlos de otros
modos, inventando y creando nuevos recursos y nuevas maneras de cuidarse y cuidar. Y
para ello, quizás, poder jugarnos, es decir darnos la oportunidad de dejar a un lado algunas certezas, de permitirnos incomodarnos por algunas incertidumbres, para así poder abrirnos a pensar, a tener una disposición atenta para ver por dónde puede pasar algo distinto en el aula, quedando permeables a la potencia de posibles encuentros impensados, a lo imprevisto.
Cuidados en juego, además, porque no hay cuidado sin juego. Porque los cuidados se dan
y se aprenden a través del juego, y el juego es es una de las actividades en las que las personas adultas habilitamos experiencias donde se puedan ir forjando los vínculos con los demás, donde puedan circular los afectos, la palabra y la imaginación, y donde se puedan ir construyendo –con y a partir de otros- el cuerpo y la subjetividad.
Cuidados en juego, asimismo, porque un niño que no juega es un niño en situación de descuido, un niño que sufre y que necesita de atención, de sostén, de abrigo. Porque debemos cuidar el juego, ofrecerlo, enseñarlo, y garantizarlo. Y porque nos la jugamos ante los adolescentes, que demandan ser protagonistas de sus historias, que merecen ser soñadas, acompañadas y cuidadas.
Cuidados en juego, por último, porque si hay cuidados y hay juego en un marco de proyectos compartidos, entonces hay prevención. Una prevención que no tiene que ver tanto con “llegar antes” como con inventar posibilidades. Prevención como invención de nuevos modos de relacionarnos y de estar en el mundo.
Autor/es: | BRAVO, MARCELO EMILIO |