Belgrano, somos su utopía
En el marco del mes de junio, presentamos desde la Subsecretaría de Educación Superior, el siguiente posteo, en donde el profesor Mauro Gallo, escribe sobre Belgrano desde una mirada humana que nos muestra al hombre y prócer
Belgrano…somos su utopía.
Recibí la propuesta para participar en la producción de escritura referente a la vida del General Manuel Belgrano. La invitación, me pareció una buena oportunidad para elaborar un texto con contenido histórico, pero con una impronta de marcada subjetividad. Al fin y a cabo, pareciera ser que la figura de Belgrano es inmune a todo tipo de conflicto ideológico.
Que podamos participar de la construcción de la historia común, mediante la escritura en un blog, resulta a mi entender una buena oportunidad para pensar la historia como elemento de dinamismo. Representa una apertura para quitar el encorsetamiento academicista de la historia. Fue justamente en este ejercicio de reflexión e indagación sobre la persona de Belgrano, que empezaron a aparecer vinculaciones con el contexto actual que nos atraviesa como sociedad y que vinculan con nuestra labor docente.
A opinión de muchos colegas docentes, Manuel Belgrano resultó ser ni más ni menos que uno de los hombres más preparados para poder dirigir los destinos políticos del territorio del ex virreinato. El mismo Domingo Faustino Sarmiento, siendo presidente de la nación, reconoció a al General como el gran educador.
"Fundar escuelas es sembrar en las almas", sin dudas, es una de las frases más hermosas que pertenecen a Belgrano. Frase que pareciera inmune a las mutaciones que le confiere el tiempo, el espacio y las interacciones sociales. Totalmente vigente a más de 200 años de haber sido pronunciada. Vigente en cada acto de compromiso educativo que ejecuta cualquier educador o educadora.
Belgrano entendía a la institución escolar como una pieza clave de una sociedad moderna. Pleno convencido del papel fundamental que el Estado debía jugar como garante de la educación popular gratuita de varones y mujeres de todas las clases sociales. Uno de los propulsores por los derechos de los aborígenes. Impulsor de la educación bilingüe. Pareciera que estaría haciendo referencias biográficas del mismo Simón Rodríguez. Estas son algunas, y no las únicas, fases menos difundidas de Don Manuel.
Cabe repensar la adjetivación que ciñó a Belgrano como un hombre utópico. ¿Estamos realmente ante un hombre preso de ideales utópicos, o más bien cierto tipo de discurso histórico ha generado un imaginario social para convencernos de ello y así no desnudar al prócer?
Mostrar al prócer con sus aciertos y errores, nos permite humanizar la historia, nos permite pensar que la utopía es un potente motor y no una carencia de entender la realidad.
Desprendidos de toda construcción moralista que pareciera que siempre nos deja lejanas las buenas metas, me gusta pensar que, sí somos la concreción de los anhelos del “idealista” de Belgrano.
Comprometido, de ideales nobles, con decisión de acción firme ante la adversidad, tiene su correlato en las variadas formas que existen actualmente en el vínculo pedagógico que estamos llevando adelante. Posiblemente estemos lejos de que resulten suficientes. Aún son constantes las mutaciones que hay para acercar el conocimiento a nuestros y nuestras estudiantes.
Resulta ser que la desesperación y la frustración nos ha golpeado sin que estemos suficientemente en guardia o sin siquiera tener consolidadas las competencias necesarias. Esta contundente afirmación, bien podría ser parte de un diálogo sostenido entre el General Belgrano y el General San Martín en referencia a la derrota en manos del ejército realista, pues no lo es. Esa frase representa la voz de cientos de docentes de nuestra provincia, inmersos en un combate nunca antes conocido. Aun así, seguimos caminando en la búsqueda de forjar un vínculo pedagógico activo en épocas de grandes incertidumbres. El compromiso es la decisión de cientos de docentes que se movilizan en sus acciones desde el vínculo humano, desde las utopías. Desde el entender, tal como sabía el educador Manuel Belgrano, que el acto educativo resulta ser la llave para el progreso, libertad e igualdad.
Desmitificar a Belgrano es dar el paso para mostrarlo como hombre y luego como prócer. Es entenderlo como un hombre de amplias formas, a veces erguido y otras no, pero dueño de una fortaleza que le permitió seguir adelante. Situación análoga con la labor actual de muchos docentes.
Así nos definimos muchos y muchas, idealistas oscilantes, a veces erguidos a veces caídos. Porque fue humano, porque somos humanos. Por lo hasta aquí mencionado es que me gusta pensar que, sí somos la concreción de sus utopía
Prof. Mauro Gallo
Autor/es: | MOSCATO, PATRICIA CAROLINA |