BAJO UNA MISMA BANDERA.
"No busco gloria, sino la unión de los Americanos y la prosperidad de la Patria”.
Manuel Belgrano
La creación de la identidad nacional revela el nombre de una Patria para todos, la empatía por la defensa de los derechos de las y los ciudadanos y el pensamiento hacia el otro constituyen a Manuel Belgrano como un hombre de Estado y Revolución con sentido ético político y convicciones profundas.
El diálogo de la historia a través de los colores de la bandera Argentina en clave de inclusión, pertenencia y participación envuelve los procesos de dolor, sufrimiento, luchas y conquistas, a través de las voces argentinas que nos enseñan.. ” Sube, sube, sube bandera del amor, pequeño corazón, brilla como el sol y canta como el mar. Canta como el viento, peinador de trigo, canta como el río, canta pueblo mío. Sí, los pueblos que cantan, siempre tendrán futuro.
La Subsecretaría de Educación Superior agradece profundamente la generosidad del conocimiento y la disposición a la enseñanza crítica y comprensiva de la historia a través de las palabras del Prof. Norberto Sola.
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato
BAJO UNA MISMA BANDERA.
¿Qué es pensar a Belgrano? ¿Cómo interpelar a un prócer? ¿Qué pensaba Belgrano?…
Hoy en pleno siglo XXI donde todo se cuestiona, donde todo se sobrevalora o desmerece creo oportuno en estas fechas pensar a Belgrano interpelando qué pensaba y qué proyectaba allá por 1800.
Belgrano no solo fue el creador de la insignia patria y ese militar que las improvisaciones de los primeros pasos de la revolución llevó a grandes campañas militares. Belgrano fue mucho más que todo eso, fue un pensador inquieto y molesto; esos sujetos que donde quieran que se encuentran incomodan.
El creador de la bandera fue ante todo un abnegado patriota, un sujeto que pensaba una patria para todos, dónde la empatía e inclusión era monedas corrientes en sus escritos y pensamientos.
En los albores de la independencia ya pensaba en monarquías americana-española e incluir a los pueblos nativos.
Belgrano y los Naturales.
En su labor como Secretario del Real Consulado de Buenos Aires, cargo que ejerció desde 1794 a 1809, visitó todas las provincias que formaban el entonces Virreinato del Río de la Plata. Recorrió las geografías, conversó con sus habitantes y conoció sus costumbres, problemáticas y diferentes formas de vida.
Tanto en sus diarios de viaje, como en las redacciones de artículos para los periódicos locales, Belgrano se ocupó de la integración indígena.
En sus escritos elogiaba la educación de los indios pampas, que impartían a sus niños y la organización de las jefaturas de los caciques.
En sus Memorias Consulares de 1795, hablaba de la creación de una Escuela de Comercio y de una Escuela Práctica de Agricultores, instituciones que favorecían la situación educativa, económica y social de los campesinos y de los indígenas, además fortalecían a la patria fomentando la industria y el comercio.
Durante la expedición al Paraguay, en diciembre de 1810, redactó el Reglamento para el Régimen Político y Administrativo y Reforma de los Treinta Pueblos de las Misiones. En sus artículos sentaba posición sobre los derechos y obligaciones de los nativos:
“Art. 1: Todos los Naturales de Misiones son libres, gozarán de sus propiedades, podrán disponer de ellas, como mejor les acomode”.
“Art. 2: Desde hoy los libertos del tributo, y a todos los Treinta Pueblos, y sus respectivas jurisdicciones los exceptúo de todo impuesto por el espacio de diez años”.
“Art. 4: Respecto a haberse declarado en todo iguales a los Españoles que hemos tenido la gloria de nacer en el suelo de América, les: habilito para todos los empleos civiles, militares y eclesiásticos…”.
“Art. 5: A los Naturales se les darán gratuitamente las propiedades de las suertes de tierras…”.
Además Belgrano se dirigía de esta forma a las autoridades de Mayo:
“Persuádase Vuestra Excelencia que como se hallan hoy todos los naturales, y sus pueblos de nada pueden servir, y que si se los deja como están van a su ruina sin beneficio para nadie, y que sólo con unas providencias benéficas llevadas a ejecución podrá sacárselos del borde del precipicio en que se ven, degradadas en tales términos que parece que han degenerado de la especie humana en ellos.
(…) Mis conversaciones acerca de sus derechos y de los cuidados de Vuestra Excelencia para sacarlos de un estado de abyección tan espantosa, algunas distinciones que le he concedido, con destino al cuerpo de Milicia Patriótica que dispongo: sentarlos a mi lado, darles la mano, y aquellas atenciones de hombre a hombre que he practicado con estos infelices para que los han sacado de un letargo profundo, y vuéltalos a la luz del día”.
Durante los debates previos a la declaración de la independencia, Belgrano presentó a los congresales una nueva forma de organización de gobierno basada en una monarquía inca. Esa monarquía tendría sede en Cuzco y un carácter parlamentario.
Belgrano tenía conocimiento de que las monarquías europeas discutían el retorno a las concepciones absolutistas anteriores a la Revolución Francesa. Consideraba que lo mejor para la causa americana era tener un rey y una dinastía de linaje americano, y así lograr el apoyo de las poblaciones de Perú y del Altiplano en pos de lograr la independencia total del continente.
Generales como San Martín y Güemes apoyaron la propuesta de Belgrano. Pero en el Congreso de Tucumán, a pesar de que la mayoría de los diputados coincidía con Belgrano, el sector que no estaba de acuerdo –en su mayoría diputados porteños que buscaban mantener la centralidad de esta ciudad sobre el resto del país- logró rechazar la iniciativa.
Cuando la patria nacía las ideas de Belgrano no descansaban nunca: soberanía, economía, derecho, pueblos originarios, recursos naturales, religión, Independencia.
Cien años antes que Sarmiento, Belgrano había fundado escuelas y avanzado en la construcción de una educación pública y gratuita e inclusiva; necesaria para esa patria libre y soberana que se estaba fundando. Y para Belgrano, las mujeres, los niños, los pobres y los indígenas formaban parte de esa patria naciente.
Hoy en pleno siglo XXI donde las frases se usan como slogans publicitarios por ejemplo: “la patria es el otro” o “Defendamos la República”, deberíamos replantearnos: Quién es ese otro? A quién atacamos para defender la República?
Belgrano nos lleva a pensarnos como personas y como sociedad, qué hacemos para levantar su bandera y si en nuestros actos tenemos empatía e inclusión…
Prof. Norberto Sola.
Bibliografía:
- Manuel Belgrano: su visión sobre el rol de la mujer y los pueblos originarios. Ministerio de Cultura.
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |