«Atención a la Tensión» Segunda Entrega
* Una gran pizarra color marrón con tres niños caminando en la parte superior de la ilustración, en la inferior de ella la continuidad de la pizarra en color negro como mancha de de tinta, una niña subida en una escalera con un pizarrón pequeño elevado en sus brazos con la leyenda " Saltá Ahora"
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Pintura al óleo parecen acuarelas pintadas sobre hojas de líneas escritas o dan la sensación de estar retocadas al ordenador.
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- El aula:
En el aula se juegan los vínculos, las relaciones, las interacciones, entre un mundo adulto, ya constituido de pautas, normas y reglas acerca de cómo son las cosas, de cómo se hacen las cosas, con un mundo infantil que está construyendo esas normas, y en estos procesos de construcción las cuestiona, las reinterpreta, las enfrenta.
Las intervenciones docentes se enmarcan en un permanente abrir espacios de cuestionamiento y reflexión de los conocimientos. Y esto que aprendimos a hacer en la presencialidad ahora tenemos que “reaprender” a hacerlo en la bimodalidad, estableciendo una nueva relación entre estudiantes y docentes, con los objetos de conocimiento y con las nuevas tecnologías que, de manera repentina, han ingresado a las aulas.
El aula es hoy un espacio abierto donde las acciones que planificamos ya no es necesariamente una acción que se produce en un espacio físico en el que se encontrarán docentes y estudiantes durante un cierto tiempo.
En realidad, metafóricamente estamos aludiendo a una práctica pedagógica que no se encuadra necesariamente en las coordinadas espacio-temporales pero que, presencial o no, adquiere la forma de una “alternancia” como nueva dinámica pedagógica, donde estudiantes y docentes comparten momentos de encuentros presenciales con grupos reducidos de estudiantes que rotan semalmente, ya que se supone que no todos los y las estudiantes pueden asistir al mismo tiempo a las aulas físicas, y otros no presenciales, mediados por diferentes instrumentos, desde los clásicos cuadernos hasta aquellos otros que recién estamos aprendiendo a utilizar y a los que aún no hemos llegado a manejar con la destreza que se necesitaría; aunque seguimos teniendo a nuestra disposición, el instrumento de mediación por excelencia que es el lenguaje, como ha señalado Vigostsky, y de éste nos valemos en los intercambios diarios.
Si la comunicación es entendida como una lucha permanente de significaciones, en este caso bien podríamos decir que se trata de un espacio de lucha de significaciones con el objetivo de la búsqueda de consensos. Tanto docentes como estudiantes, buscan permanentemente ajustar sus interpretaciones a las del otro/a, produciendo situaciones en las que las reiteraciones son una constante.
En observaciones de clases puede constatarse preguntas del tipo: ¿Se entendió? ¿Comprendieron? ¿Está claro? de parte de la/el docente y ¿es así? ¿Está bien? ¿Cómo era? de parte del alumno/a.
La alternancia presenta otros desafíos a la comunicación, dado que media un tiempo entre lo que dice el docente, su consigna, su propuesta de trabajo, y la respuesta de la/el estudiante. No hay un ida y vuelta dinámico para ir ajustando las interpretaciones, éstas suelen llegar a modo de evaluación y no siempre encontramos el modo para revisar si se ha comprendido bien la consigna.
El aula es lugar de transmisión donde una generación le lega a otra sus preguntas y los retazos de respuestas. Es un lugar de memoria, de recuperación y re-visión. La transmisión enlaza una generación con otra, transmitiendo pautas, saberes y valores. Es memoria que reconstruye y memoria que reproduce críticamente. Decimos que se trata de un proceso de transmisión, dado que estamos convencidos de que los y las docentes son mediadores en el proceso educativo y, como tales, su labor es propiciar experiencias que le permitan a sus estudiantes apropiarse creativamente de los saberes construidos por la humanidad.
Cuando estas experiencias culturales las proponemos de manera no presencial no estamos allí para acompañar el proceso. ¿De qué otras maneras podemos hacerlo? En los reencuentros presenciales a veces ha pasado mucho tiempo entre la actividad propuesta y el momento de encontrarnos.
Aprender a seleccionar qué actividades serán presenciales y cuáles no es otro de los desafíos que tenemos, de manera de asegurar que lo que queda por fuera del aula presencial sean aquellas consignas que los y las estudiantes puedan realizar de manera autónoma o en colaboración entre un pequeño grupo de compañeros y compañeras que puedan realizar la tarea de manera conjunta. Esta segunda opción es sumamente importamte dado que no podemos dejar de lado la importancia del encuentro entre pares y a veces esta posibilidad la podemos resolver solo con un teléfono celular.
Sin embargo, el diseño de la propuesta didáctica tiene que estar en estrecha relación con lo que se propone para evitar la sumatoria de acciones individuales y se propicie el diálogo y el intercambio en el grupo, por tal motivo prever la manera como el o la docente brindará ayuda al grupo, es un aspecto a tener en cuenta tanto en la modalidad presencial como en la modalidad alternada o flexible.
Por otra parte, vale señalar que también se requiere debatir los modos como se diseñarán los encuentros entre los docentes que forman el equipo pedagogico de la escuela, con especial atención a aquellas aulas donde además del docente de la materia se encuentra el docente de educación especial. ¿Cómo establecer un diálogo profesional entre ambos? ¿Cómo articular esfuerzos y recursos para ayudar a aprender a todos y todas? ¿Cómo pensar una planificación áulica en la que se trabaja en parejas pedagógicas?
El y la docente explicitan permanentemente las pautas que marcan este contexto, las intenciones educativas que tienen, las expectativas con las que están trabajando, pero hay pautas que “marcan” el modo de estar en el aula. Estas marcas, las más fuertes, no forman parte de lo explícitamente dicho, sino de lo que llamamos curriculum oculto.
Los alumnos y las alumnas van construyendo los códigos y pautas que forman parte del currículo oculto escolar, quienes más quienes menos, están en condiciones de sacar conclusiones de los comportamientos de sus docentes. Esto es, en parte, indispensable para que los procesos de enseñanza y de aprendizaje funcionen, pero en la bimodalidad estamos aprendiendo a estar, no hay pautas previas, las construimos a diario en cada clase, en cada encuentro. Son nuevas formas de estar en las aulas a las que vamos interpelando y a las que nos vamos reacomodando con cada nueva situación que se nos presenta. En el curriculum oculto se están produciendo múltiples transformaciones.
Resignificar nuestras prácticas, reinventarlas, equivale a trabajar con certezas imperfectas, abiertas, sostenidas en la inconformidad y la resistencia. Tal vez sólo se trate de apelar a certezas a las que podríamos llamar saludablemente indisciplinadas.
Nuestro oficio no es “ingenuo”. Nuestro oficio es un arte, y como tal produce obras únicas e irrepetibles. A la vez es, necesaria e indiscutiblemente, un proyecto político.
Educar no es nunca sin consecuencias. Al educar subjetivamos, socializamos, transformamos a los sujetos, los interpelamos, la interpelación reclama e interroga, requiere al otro en algún lugar y lo invita, indaga sin cuestionar y convoca desde el propio deseo a que el deseo del otro se despliegue. La interpelación, al igual que la transmisión, genera un plus que no puede encorsetarse en objetivos ni en temas o ejes o unidades didácticas. Nuestro oficio no es una técnica más o menos sofisticada, es artesanía en el más pleno sentido del término.
En el aula, cualquiera sea su modalidad, transcurre la historia, de los pueblos, de las ciencias, de las artes. Enseñar y aprender es reeditar los contextos de producción de esas historias. Trasladar escenas y rehacerlas. Discutir las teorías e inventar razones y móviles para cada descubrimiento, para cada invento, para cada idea, para cada hecho.
Para ello apela a una serie de recursos que no se reducen a técnicas o ingenierías, ni a mecanismos automáticos ni a ejercicios ritualizados, sino más bien a estrategias de transmisión que le permitan diseñar un clima razonablemente lúdico de trabajo, donde se pongan en juego los saberes, se resuelvan enigmas y se habilite la producción singular en un espacio colaborativo.
Prof. Cecilia Bixio
Miembro Equipo Pedagógico
Dirección Provincial Educación Especial
En archivos adjuntos: Escrito en formato word. Animación accesible del escrito
https://view.genial.ly/6082b8c9d6f6550d6237155b/video-presentation-dimension-institucional-el-aulal.
*Principio de Accesibilidad para personas con discapacidad visual. ONU Objetivos del Desarrollo Sostenible. (2015)
Autor/es: | ROSSI, SILVIA PATRICIA |