«Atención a la Tensión»
* Una gran pizarra color marrón con tres niños caminando en la parte superior de la ilustración, en la inferior de ella la continuidad de la pizarra en color negro como mancha de de tinta, una niña subida en una escalera con un pizarrón pequeño elevado en sus brazos con la leyenda " Saltá Ahora"
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Pintura al óleo parecen acuarelas pintadas sobre hojas de líneas escritas o dan la sensación de estar retocadas al ordenador.
https://www.zurbaran.com.ar/claudio-gallina-50/
En una entrega anterior, fueron publicados diversos escritos, enlazados como "Entre dos orillas". Allí, se hace referencia a tres dimensiones
A tener en cuenta al momento de elaborar las estrategias didácticas, una dimensión epistemológica, otra cognitiva y una tercera, institucional.
Aspectos de la dimensión epistemológica, ya fueron analizados en el escrito precisamente de "Epistemología un peso pesado", iniciamos ahora el tratamiento de la dimensión institucional.
El concepto de dimensión, instalado en el discurso pedagógico por las primeras institucionalistas argentinas (Graciela Frigerio, Margarita Poggi, Guillermina Tiramonti e Inés Aguerrondo, en el ya clásico "Las instituciones educativas. Cara y Ceca”) indica precisamente " las distintas subestructuras dentro de un campo, campo que es siempre dinámico, se reestructura y cambia permanentemente". (1)
(1) ibd. pág. 27
Dimensión Institucional
- La escuela:
Hoy se reconoce a nivel mundial que los formatos escolares requieren ser revisados de manera que las políticas educativas, las dinámicas institucionales y las estrategias áulicas contemplen las nuevas realidades mundiales.
De acuerdo a investigaciones realizadas se comprueba una continuidad entre los criterios de enseñanza-aprendizaje, el currículo, y la organización y administración institucional, lo que nos alerta acerca de la dificultad de pretender una modificación de los criterios en la manera de concebir los procesos de enseñar y aprender para afrontar las nuevas condiciones de vida, que desconozca la trama institucional con las peculiaridades que dicha trama tiene cuando de lo que hablamos es de una institución escolar que implica una organización y administración del conocimiento, y su construcción y transmisión en el marco de procesos de socialización atravesados por la virtualidad que las nuevas tecnologías proponen.
Es sabido que la pandemia no ha terminado y se puede esperar, de acuerdo a las predicciones de los expertos, que es muy probable que surjan nuevas. Por tanto, se nos presentan nuevos desafíos de manera de acondicionar las escuelas para afrontar un trabajo con presencialidad cuidada y flexible.
El aula se ha expandido. A la escena tradicional de las aulas habremos de agregarle otras escenas con los concomitantes problemas nuevos que estos otros escenarios implican.
La cultura institucional escolar interviene no sólo regulando las conductas de los miembros, sino incluso, como mediadora en el desarrollo cognoscitivo de sus miembros, imponiendo a los objetos de conocimiento que allí se construyen características propias de dicha cultura que los determinan como “escolares”, en tanto compromete concepciones psico-pedagógicas y socio-políticas acerca del sujeto que aprende, la función social de la escuela, las normativas y reglamentaciones, los criterios de evaluación, las modalidades de enseñanza, etc.; y caracterizan, en términos de "marcaje social" las condiciones en que los conocimientos serán transmitidos y aprendidos. La pandemia interpela estas concepciones con las que veníamos trabajando.
La alternancia y la presencialidad cuidada implica revisar los criterios y formatos, reglamentaciones y normativas y, obviamente, las modalidades de enseñanza.
En la escuela transcurre el proceso de socialización secundaria del niños, niñas, adolescentes y jóvenes. En este proceso se cruzan la cultura del grupo de pertenencia de los y las estudiantes y la cultura escolar, y en este cruce se suelen producir choques, roces, conflictos. Ante esta situación contábamos con recursos para atenderla y argumentos para comprenderla. Sin embargo muchos de estos recursos y argumentos no hacían más que sostener e incrementar la desigualdad y, a veces, se llegaba a la exclusión, porque la distancia advertida entre ese/a estudiante que llegaba a las escuelas y el ideal que esperábamos encontrar, era demasiado grande, ya sea entre la cultura escolar y la cultura del grupo de pertenencia del alumno/a, entre los saberes que traía y los que se esperaba que tuvieran o entre las estrategias de aprendizaje con las que contaba y las que la escuela esperaba que ya hubieran construido. En síntesis, la escuela requería para desempeñar su labor, un sujeto que reuniera ciertas características en cada uno de estos aspectos: una historia familiar sin conflictos, una estructura cognitiva acorde a su edad cronológica y criterios de significación de lo real, coincidentes con los construidos por la clase media burguesa, a la que responde. Esto fue produciendo tensiones, entre las que destacamos tres: la tensión entre los criterios de normalidad, anormalidad, salud y enfermedad y las condiciones personales y familiares del estudiantado.
Hoy, los desafíos de la escuela inclusiva en el marco de lo que se está denominando como “la nueva era de las pandemias”, requiere repensar las maneras como la escuela está organizada, lo que no está desvinculada de la manera como organiza los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Por tanto, la modificación de uno lleva necesariamente a la modificación de otro, y no es posible pensar dicha transformación desde una perspectiva unilateral.
No será pues exclusivamente con nuevos métodos de enseñanza ni tampoco sólo con la incorporación de tecnologías que podremos transformar sustancialmente la educación. Será también necesario corrernos de la melancólica nostalgia que desconoce la historia y nos habla apelando a una moral vacía de sujetos, no hacer lugar a esa nostalgia que nos deja pegados a un pasado sin futuro y que dice que "todo tiempo pasado fue mejor", como si pudiera pensarse esto por fuera o al margen de la historia, de las condiciones de producción de los acontecimientos políticos y sociales, para poder así inventar otra vez la escuela ubicándonos como sujetos históricos, rescatar la experiencia educativa de cada uno y trazar con ella una prospectiva que nos dé un lugar en un futuro posible, donde algo hagamos con lo que hemos sido, con lo que somos y con lo que queremos ser, con los modos como hemos estado en el mundo, con los modos como estamos hoy y con los modos como queremos estar en nuestras instituciones, en nuestras aulas.
Se puede considerar que el estado de ilusión permite crear-concebir el mundo. La ilusión nos permite rescatar la utopía de que "es posible". La tarea que tenemos por delante es concretar la ilusión de una escuela para todos y todas, sin exclusiones para así garantizar el derecho a la educación de las nuevas generaciones.
Prof. Cecilia Bixio
Miembro Equipo Pedagógico
Dirección Provincial Educación Especial
En archivos adjuntos: Escrito en formato word. Animación accesible del escrito
https://view.genial.ly/608727229de10c0cfdf2d409/presentation-dimension-institucional-la-escuela
*Principio de Accesibilidad para personas con discapacidad visual. ONU Objetivos del Desarrollo Sostenible. (2015)
Autor/es: | ROSSI, SILVIA PATRICIA |