Algunos aportes para pensar la lectura en la Escuela Primaria.
La emoción del lenguaje de la escritura y de la lectura empática potencia la creatividad y contempla la realidad con nuevos ojos, mapeando lo subyacente de las palabras, poniendo nombre al rumbo de lo manifiesto.
La complicidad en contar imaginarios en la atmósfera de la narración deviene en relatos que salen al encuentro de la virtud del cuento que motiva la creación.
Los espacios públicos de bibliotecas ofrecen la apertura a otras vidas, donde la escritura es suave, íntima porque el tiempo de los minutos innegociables del escribir se traducen en el silencio más profundo del leer.
Podemos sentir el aprendizaje y la enseñanza como diversidad de actos en los que somos hacedores de nosotros/as mismos/as en la construcción de “saberes socialmente productivos, políticamente emancipadores y culturalmente inclusivos” (Cullen, 2009); por lo que podemos sentir el aprendizaje y la enseñanza, como complejos procesos en los cuales nuestro ser se va transformando al constituirnos como obras de tejidos entre estudiantes y docentes, habitados por sueños de un mundo mejor.
La Subsecretaría de Educación Superior presenta una propuesta pedagógica sobre “Algunos aportes para pensar la lectura en la Escuela Primaria” del ISPI N° 4031” Fray Francisco Castañeda” de Santa Fe.
¡Muchas gracias ISPI N° 4031!
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato
Algunos aportes para pensar la lectura en la Escuela Primaria.[1]
Participar de la “cultura letrada” implica ser capaz de construir e interpretar, en diferentes situaciones, textos adecuados y eficaces (orales o escritos). Para esto es necesario no sólo tener conocimiento de las reglas lingüísticas que nos permiten producir oraciones gramaticalmente correctas –competencia lingüística–, sino manejar también las reglas sociales que nos permiten ubicarnos en forma adecuada en las situaciones comunicativas.
David Olson.
A modo de inicio:
La importancia de la lectura en la Escuela Primaria no se agota con resolverla en el 1° ciclo, ya que, el 2° debe reforzar lo adquirido en el anterior. En relación a lo expuesto, el 1° ciclo (1° – 2° y 3° grados) debe asumir la responsabilidad ineludible de enseñar a leer y a escribir. Por eso, un interrogante se hace presente: ¿cuál es la primordial propuesta didáctica para este ciclo? La pregunta encuentra una respuesta: brindar situaciones pedagógicas para que los niños ingresen a la cultura letrada y esto significa más que alfabetizar; una situación que va mucho más allá de conocer las primeras letras.
En cambio, en el 2° ciclo (4° – 5° – 6 ° y 7° grados), los alumnos van adquiriendo autonomía en la búsqueda y selección de la información. Progresivamente, en este ciclo, los niños, tendrían que recurrir por propia iniciativa a los textos del aula o de la biblioteca para responder a sus propios interrogantes o para elegir personalmente obras y autores.
1.Primer punto de partida: ¿Qué decisiones y criterios institucionales se deben poner en práctica en cuanto a la enseñanza de la lectura?
Alfabetizar es una de las principales responsabilidades de la escuela obligatoria. Enseñar a todos los alumnos a leer literatura, ley y ciencia son propósitos indelegables de un proyecto de alfabetización en su dimensión política y pedagógica.
Al hablar de ALFABETIZACIÓN (inicial – avanzada – académica) estamos frente a la enseñanza con foco en la lectura porque concebimos la misma como contenido básico a cargo de todo profesor que enseñe en cualquier nivel y modalidad en la educación, ya que, los obstáculos que el alumno no logra superar en la lectura lo colocan en situación de riesgo pedagógico. De todos modos, sabemos que la lectura no se aprende únicamente en la escuela y es por ello que esta debe seguir su enseñanza a través de la misma.
En el espacio curricular de Lengua y Literatura, la reflexión sobre la lengua y el estudio de la literatura son contenidos específicos. Pero debemos tener presente que, en los otros espacios curriculares, la lengua es un contenido transversal que se utiliza para estudiar los contenidos específicos de cada área curricular. A colación de lo anterior:
La alfabetización es un proceso vital y no formal. institucional y sistemático como derecho de los ciudadanos, y también, multifacético (cognitivo, psicolingüístico, sociolingüístico).
En este proceso, nos preguntamos: ¿cuál es la tarea del maestro?
El docente de Educación Primaria tiene el derecho de alfabetizar al niño y al mismo tiempo iniciarlo en la “cultura de lo escrito”. Leer y escribir no son continuidad de una lengua oral o de señas conocidas. Las competencias (o conocimientos) de la lectura y la escritura son conocimientos sobre la lengua escrita que operan cambios sobre la lengua materna de la cual nos habla Noam Chomsky: su grado de estructuración gramatical y su léxico.
Los conocimientos involucrados en el proceso de alfabetización no son naturales. Leer y escribir son el resultado de un aprendizaje y una enseñanza sostenida y articulada de la institución escolar en el marco de un proyecto organizado que produce desarrollos específicos en los alumnos.
Como se ha nombrado anteriormente, las disciplinas y teorías poseen sus códigos propios, pero ninguna de ellas puede prescindir del lenguaje común para la comunicación. De este modo, Berta Braslavsky dice: “Los investigadores admiten que, en todos los países, incluidos los desarrollados, los programas de educación destinados a la población en general, es decir, a las mayorías, sólo se han propuesto cumplir con lo que se denomina la alfabetización funcional”.
¿Y qué lugar ocupa la comprensión lectora?
2. Avanzamos un escalón: ¿Qué deben leer los alumnos de la Escuela Primaria?
Debemos tener en cuenta que las cualidades de los textos pueden ser un obstáculo para la comprensión. Los textos no siempre presentan el mismo grado de dificultad, por ejemplo, un texto argumentativo es más difícil de comprender que un texto instructivo o una descripción, pero si la descripción presenta muchas palabras desconocidas para el alumno y describe o habla sobre algo que es absolutamente extraño para él, también, va a ser muy difícil que lo entienda.
Siempre hay escalas entre el texto óptimo y el peor de una selección posible. Y justamente por eso debemos evaluar la propuesta para evitar el fracaso en el aula. Entre la mejor comprensión de un texto y la incomprensión total existe una gama de posibilidades en la construcción del sentido. Parte de esto, depende de los conocimientos del lector, de las cualidades del texto, ya que una gran parte radica en la propuesta de enseñanza que utilizará el profesor.
Por eso, el primer problema a resolver de común acuerdo en la institución es qué leerán los alumnos.
Un primer trabajo del equipo docente consiste en seleccionar previamente los textos según los contenidos curriculares. En un segundo momento, se deben articular los textos seleccionados para que cada uno profundice el contenido curricular, aumente la extensión y aumente el grado de dificultad del texto.
*¿Textos largos o cortos?
La extensión de los textos es un aspecto que puede dificultar la comprensión. Un texto extenso requiere mayor tiempo de concentración, exige mayor trabajo de relación entre diferentes elementos e integración de mayor cantidad de información que un texto corto. Lo mismo ocurre con las oraciones y párrafos extensos.
Para enseñar a leer es necesario comenzar con textos comparativamente más breves e ir aumentando gradualmente la extensión a lo largo del ciclo. Esto se asocia a la idea de “espiralar”, si se quiere, la complejidad de los textos a la hora de presentarlos a un determinado grupo.
*¿Con qué cantidad de información?
Según los conocimientos del lector, esa información puede ser total o parcialmente nueva o desconocida y entonces el texto resultará más o menos informativo. La información del texto, es decir, la referencia que hace a los objetos de los que habla, tienen mayor o menor grado de novedad para el lector y, por lo tanto, son más o menos previsibles o predecibles. Ese grado de previsibilidad es crucial en la comprensión porque cuanto más predecible es el tema del texto, mayor es la comprensión.
* ¿Información explícita o implícita?
Todos los textos presentan información que va progresando, que se va sumando a la anterior.
Cuando el texto presenta información de manera ordenada y explícita, ayudará a su comprensión. De lo contrario, quedará en manos del lector la construcción de todas las inferencias necesarias para recuperar la información implícita, lo que constituye un importante obstáculo en la comprensión lectora.
Un lector experto que conoce el tema de un texto no encuentra obstáculos para reconocer la/s idea/s central/es en un determinado párrafo y las relaciones que cada idea mantiene con las otras.
En la selección de los textos hay que tener en cuenta que si el tema es explícito es más fácil de reconocer que si aparece de modo implícito.
*¿Abstractos o concretos?
Un aspecto íntimamente ligado al anterior es que cuando comprendemos un texto construimos una representación mental del contenido a partir de relacionar toda la información que aparece distribuida a lo largo del texto. Pero algunos textos tienen gran cantidad de conceptos abstractos que dificultan esa representación.
¿Con esto que se quiere decir? Que el grado óptimo de concreción del texto es aquel que permite una representación mental a los lectores inexpertos. Pero es tarea de los profesores evaluar la cantidad de expresiones y conceptos abstractos para saber dónde intervenir proveyendo ayuda al alumno.
*Léxico común o específico?
Como se viene exponiendo, léxico y comprensión van de la mano. Las palabras de un texto no tienen todas el mismo peso en la construcción de sentido. Comprender el léxico de un texto es clave para comprenderlo. El desconocimiento de las palabras obstaculiza severamente la comprensión. Por eso, el docente debe analizar este aspecto cuando selecciona los textos. Esta tarea no es sencilla, puesto que, los profesores tendemos a naturalizar el lenguaje con el que cotidianamente hablamos de nuestros campos de conocimiento.
3. Un tercer escalón: Leer para… el segundo problema a resolver para formar lectores en la escuela.
En una propuesta institucional de lectura, además de qué damos de leer y por qué seleccionamos determinados textos, es necesario preguntarse PARA QUÉ damos de leer a nuestros alumnos esos textos.
A continuación, se expondrán algunas estrategias básicas de enseñanza de la lectura de textos (desde la perspectiva del docente).
*ACERCAMIENTO GLOBAL AL TEXTO: es muy importante que el docente lea a sus alumnos la presentación de cada texto, que se lee para proveer información sobre los textos, autores, temas, colecciones, editoriales. A modo de ejemplo: cuando le hacemos interrogantes a los niños hay que mostrarles la tapa de un libro, comentarles el nombre del autor y la fecha de edición.
También, el docente al leer en VOZ ALTA tanto textos literarios como no literarios, de ciencia, instructivos, narrativos, provee un modelo lector y además ofrece una primera interpretación surgida de su lectura.
A raíz de lo anterior, la lectura en voz alta nos sirve para enseñar que los textos tienen información y que esa información puede buscarse y usarse. Además, podemos enseñar la escucha reproductiva, a concentrarse en la trama y luego renarrar un texto narrativo.
Una estrategia muy importante que debe utilizar el docente es el comentario, la conversación, la pregunta, para enseñar a los alumnos por medio de debates a comentar, conversar, relacionar sobre los textos leídos. Realizar preguntas nos servirá para enseñar la escucha selectiva, para enseñar a recuperar información relevante del texto.
Es muy importante que los docentes tengamos en cuenta la biblioteca del establecimiento si es que se cuenta con ella. Visitarla para que los niños aprendan cómo funciona, para mostrar cómo se ubica o localiza un libro. Luego, dejar a los alumnos que exploren estos textos, para enseñar a interactuar, hojear y curiosear en la biblioteca.
En los casos desarrollados anteriormente, se plantea la lectura en voz alta por parte del docente, si bien, los alumnos ya leen solos, pueden ser ellos quienes lean el texto, pero es muy valioso que el docente nunca abandone totalmente la función de “leer”.
*ACERCAMIENTO ANALÍTICO EN ALFABETIZACIÓN INICIAL: en este caso, es importante utilizar como estrategia la lectura de textos literarios y no literarios en voz alta por parte del docente y en silencio por parte de los alumnos para seguir con la vista el texto escrito mientras el docente lee y para explorar el paratexto y el texto antes y/o después de la lectura. Esto también. ayudará al alumno a ubicar el título, encontrar una o más palabras en el texto e identificar la unidad palabra como unidad de lectura inmersa en el texto, asimismo, encontrará los signos de puntuación y reconocer las mayúsculas.
El docente deberá leer oraciones y palabras para que los alumnos puedan compararlas, reconocer los diferentes tipos de letras y ordenar las palabras en la oración. La lectura de palabras también nos va a ayudar para que el alumno pueda analizar la cantidad de letras, el orden, para analizar y memorizar las correspondencias fonográficas, analizar y memorizar los nombres de las letras que componen la palabra escrita.
Además, para que puedan comparar palabras (que comienzan igual, que terminan igual, que tienen más o menos cantidad de una determinada letra) ordenar palabras de la más corta a la más larga o a la Inversa, análisis de los morfemas (raíz en la familia de palabras) análisis de las desinencias (femenino, masculino, plural).
4. El último escalón: Enseñar el léxico del texto.
La enseñanza de la lectura es uno de los desafíos mayores de la escuela. La compresión lectora, por su parte, es el resultado de un proceso de enseñanza largo, sostenido y articulado. Comienza en la alfabetización inicial, como base sólida, y se va estructurando a lo largo de la alfabetización avanzada, mediante la lectura asidua de textos.
El proceso de alfabetización debe ser secuenciado en el tiempo y necesariamente articulado. El docente le proporciona al alumno consignas simples, que luego se van complejizando cada vez más.
La comprensión de algunas funciones de la lectura y la escritura se logran mediante la participación en ricas, variadas, frecuentes y sistemáticas situaciones de lectura y escritura. Se pretende que los estudiantes logren comprender la escritura de palabras y oraciones que conforman un texto.
Entonces, comprender es poder atribuir sentido a lo que se lee y para ello, el lector utiliza diversas estrategias. Una de ellas es la COMPRESIÓN DEL LÉXICO. Conocer las palabras del texto es indispensable en cualquier nivel de alfabetización.
Las palabras de un texto no tienen el mismo peso en la construcción de sentido:
- De significado: sustantivos, adjetivos y verbos.
- Sirven para relacionar: artículos, preposiciones.
- Conjunciones o expresiones: hacen explícitas las relaciones o conexiones entre las ideas del texto.
La falta de comprensión del léxico obstaculiza todo el proceso. Por otra parte, en una secuencia de enseñanza de lectura de textos de ciencias, el léxico se aborda en tres momentos:
1-Antes de la lectura: el docente brinda una explicación del significado de algunas palabras, generalmente conceptos.
2-Durante la lectura: se realiza un trabajo analítico. Algunas actividades que se pueden proponer a los alumnos son: ¿Por qué hay palabras en negritas? Encerrarlas. Buscar familia de palabras. Sustituir palabras por sinónimos.
3-Después de la lectura: corroborar lo que se entendió. Actividades: elaborar mapas o cuadros.
Esto tiene estrecha relación con lo que sostiene Isabel Solé cuando expresa que “para atribuir sentido a lo que se lee, debemos llevar a cabo tres procesos:
1º: ANTES de la lectura, preguntarme ¿Para qué voy a leer? ¿Qué sé del contenido del texto?
2º: DURANTE la lectura, formular preguntas sobre lo leído, consultar con el diccionario palabras desconocidas, releer partes confusas.
3º DESPUÉS de la lectura, realizar una síntesis para corroborar respuestas a preguntas iniciales.
Se sostiene que, si insistimos con esto, nuestros alumnos lograrán atribuir significado al texto completo, orientando su lectura, avanzando o retrocediendo en el texto cuando sea necesario”.
“El proceso de alfabetización es la puerta de entrada a la cultura escrita y el primer paso imprescindible para llegar a ser un lector comprensivo y crítico y un escritor competente”.
Bibliografía:
BRASLAVSKY, Berta (2005): Enseñar a entender lo que se lee. La alfabetización en la familia y en la escuela, Fondo de Cultura Económica, Bs. As.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN (2001): Propuestas para el aula. EGB 1. Material para docentes, Ciudad de Bs. As.
————————————————-: Propuestas para el aula. EGB 2. Material para docentes, Ciudad de Bs. As.
————————————————: Propuestas para el aula. EGB 3. Material para docentes, Ciudad de Bs. As.
NUESTRA ESCUELA (2017 – 2020): Ateneo didáctico N°1: Lectura. Textos y palabras para leer el mundo, en: Programa Nacional de Formación Situada.
UNICEF (2007): Todos pueden aprender. Lengua en 1°, 2° y 3° grado, Ciudad de Bs. As.
SOLÉ, Isabel (1992): Estrategias de lectura, GRAO, Barcelona.
TERRY, Marcela y AMADO, Nancy (2012): La lectura y la escritura en la escuela. Aportes para la enseñanza, Ministerio de la Nación, Bs. As.
[1] El presente artículo es una exposición académica que fue realizado como un trabajo mancomunado con los estudiantes del IV del Profesorado de Nivel Primario en el espacio curricular del Ateneo de Lengua y Literatura.
Docente: Prof. Luis Marcelo Ferrero.
Estudiantes: María Victoria Fruttero – Milagros Cerelli – Jorge Gutiérrez – Julieta Mendoza – Adina Fernández – Antonella Garau – Natalia Roldán y Denise Vicino.
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |