Acción Formativa Número 127: Una propuesta para Segundo Ciclo y séptimo grado que invita a construir escenarios educativos donde dialoguen ciencias, artes y tecnologías.
INTRODUCCIÓN:
Nos llena de alegría compartir con ustedes la presente propuesta correspondiente al “Taller de Pensamiento Científico y Computacional para promover experiencias educativas con innovación” en el marco del Plan 25. La misma se encuentra en sintonía con el material pensado para escuelas con aulas plurigrado que permite abordar la problemática del tratamiento de residuos desde primer grado a séptimo. Dicho material puede encontrarse en el siguiente enlace:
https://drive.google.com/file/d/1nDHV7yh-eMCanS8lCe985DK7qDb1KdVW/view?usp=sharing
En esta ocasión, ofrecemos la posibilidad de que estudiantes de Segundo Ciclo y séptimo grado aborden problemáticas vinculadas al acceso a la alimentación mediante actividades que favorezcan asumir una postura crítica.
Las y los invitamos a conocer el material y a utilizarlo como una oportunidad para abrir nuevas puertas para aprender.
Prof. Ubaldo López
Subsecretario de Educación Primaria
¿Qué ponemos en discusión con las y los estudiantes?
En esta propuesta se asumirá el compromiso de abrir espacios y tiempos para analizar críticamente la vulneración del derecho de las personas al acceso a los alimentos.
Contextualización de la problemática que se toma de ejemplo
Actualmente organizaciones internacionales advierten sobre el aumento de la precariedad alimentaria de un importante porcentaje de la población. Al respecto, Cenicacelaya (2020) expresa que:
(…) el número de personas que padecen hambre en el mundo continúa en aumento, alcanzando en 2017 los 821 millones -una de cada nueve personas-, la mayor parte de los cuales vive en países en desarrollo, según un informe conjunto realizado por responsables de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Terminar con este flagelo debería ser un reto relativamente sencillo si consideramos que nunca como en la actualidad se ha dispuesto de tantos conocimientos científicos y recursos económicos. Distintas estimaciones sitúan la capacidad de nuestro planeta para generar alimentos en el equivalente al doble de la necesidad de consumo de la población mundial, por lo que nos encontraríamos aún lejos de los límites físicos que pudieran impedir alimentarla adecuadamente. Por ello, es posible sostener que si hoy en día perviven el hambre, la desnutrición y la malnutrición, es debido, sobre todo, a una estremecedora falta de voluntad política, no obstante la enorme cantidad de iniciativas jurídicas que se han venido produciendo en las últimas décadas.
Cabe destacar que también existen personas que, teniendo acceso a alimentos variados, eligen opciones que podrían ser calificadas como “no saludables”, “no recomendables”, por lo que se asocian ciertos factores que afectan la salud, como la obesidad o enfermedades crónicas como la diabetes, entre otras.
Consideramos necesario llevar a cabo procesos de reflexión sobre qué alimentos se producen, quiénes lo producen y cómo se producen y comercializan. Creemos que es imperioso tener en cuenta también si estos procesos transcurren en armonía con el ambiente o se hacen contaminando suelo, agua y aire, afectando la salud de las personas.
La problemática vinculada con el acceso a los alimentos es fundamental en un primer trabajo con las y los estudiantes. Tal vez, luego de profundizar sobre este primer aspecto, se podría avanzar sobre una propuesta que se encuentre relacionada con la interpelación de los hábitos alimentarios y el análisis crítico del consumo y de las publicidades.
Podría ocupar un tercer lugar de profundización el acercamiento a la idea de soberanía alimentaria, que alude al derecho de los pueblos y a las facultades del Estado a definir su propia política agraria y alimentaria. Que también promueve los siguientes derechos:
– de acceso a la tierra, el agua y las semillas,
– de los pueblos a producir alimentos,
– de los consumidores a decidir lo que quieren consumir,
– de los países a regular las importaciones agrícolas y alimentarias,
– de los pueblos a participar en la definición de política agraria.
Nos permitimos propiciar un tiempo, un lugar de reflexión adicional, que nos guíe a un análisis cultural sobre la alimentación, más allá de su dimensión biológica. Un análisis que permita interpelar ciertas ideas establecidas sobre qué puede comer cada persona, a qué tipo de alimentos puede acceder teniendo en cuenta su edad, su género, su clase social y sus características físicas, sensoriales y hasta laborales. Aspectos que configuran el llamado fenómeno alimentario en el mundo moderno.
La percepción de los alimentos no escapa a las pautas culturales de alimentación, que considera “alimentos” versus “no alimentos” y que está fuertemente ligada a todos aquellos procesos psíquicos que se relacionan con las sensaciones de apetito, hambre y saciedad, a representaciones sobre la alimentación que definen desde qué es lo comestible, su forma de obtención, las preparaciones y maneras de servir y de comer los alimentos, entre otros. En este sentido, Kristensen (2000) nos dice: “las representaciones de la alimentación están relacionadas con otros universos simbólicos como las representaciones sobre el cuerpo y su funcionamiento, la salud y la enfermedad y modelos estéticos corporales”.
Es importante también considerar que la cantidad de comidas que son preparadas y su distribución durante el día, está también culturalmente determinado. El número, horario, estructura y contenido de las comidas pueden ser relativamente fijos o bien pueden variar a través del año de acuerdo a los recursos estacionales y festividades.
Sostenemos que será fundamental poner en debate estas situaciones y generar, desde el aula, alternativas orientadas a revalorizar los saberes ancestrales integrándolos a un diálogo con los conocimientos científicos, a reconocernos como parte de la naturaleza y no como sus dueños, a asumir el aprendizaje del arte de cultivar y de preparar nuestros alimentos como funciones esenciales en la cotidianidad y del cuidado de la vida.
¿A quiénes está dirigida la propuesta y qué presupuesto de tiempo planificamos?
La propuesta está destinada a estudiantes de Segundo Ciclo y séptimo grado y está pensada para ser implementada en una hora cátedra semanal en el espacio propio del “Taller de Pensamiento Científico y Computacional para promover experiencias educativas con innovación”.
Está dividida en tres “puertas”. Cada una requiere mínimamente de tres meses de trabajo. Consideramos que este tiempo es variable debido a que el interés que despierte cada puerta dará la posibilidad de asignar nuevos espacios y nuevos momentos.
PROPUESTA:
Adjuntamos el enlace para acceder a la propuesta:
https://drive.google.com/file/d/1uVf_qWCsuKeQ52aPa2gPtiR1qyKifN2y/view?usp=sharing
Agradecemos a Inés Acerbi, Alejandro Alessi, Lorena Betta, Alejo Cámpora, Lucas Castricone, Gustavo Chinellato, Ariel Martínez, Jorge Molina, Mariela Pagani, Emanuel Sager y Fernando Spigariol que redactaron la presente Acción Formativa y forman parte del Equipo Pedagógico de la Subsecretaría de Educación Primaria.
¡Nos seguimos encontrando en este espacio!
Subsecretaría de Educación Primaria
Autor/es: | ACERBI, INES CARMEN |