LA ENSEÑANZA DE LA FOTOGRAFÍA EN EL NIVEL SUPERIOR, EN LA ERA DE LA VELOCIDAD.
“En el ojo de mi mente, visualizo un detalle. La vista y la sensación aparecerán en una impresión. Si me excita, hay una buena ocasión que hará una buena fotografía. Es un sentido intuitivo, una capacidad que viene de mucha práctica.”
Ansel Adams
Descifrar los semblantes de la fotografía convida al encuentro, allí en el punto de la imagen, en el sostenimiento del contacto, desde la intimidad del instante mágico de las representaciones como potencia perpetuadora del tiempo.
La creatividad en la sinuosidad de la imagen propicia espacios de significaciones inaugurales y colectivas de los tramos subjetivos de la imagen.
La emoción del lenguaje de la fotografía como contacto empático de una realidad con nuevos ojos, mapeando lo subyacente de las palabras y poniendo nombre al mundo de la imagen. La complicidad en la atmósfera de la representación deviene en relatos fotográficos que salen al encuentro con el tiempo de la profundidad de la creación.
La Subsecretaría de Educación Superior tiene el agrado de compartir la producción de “La enseñanza de la fotografía en el nivel superior, en la era de la velocidad” con la autoría de Benito Espíndola y María Elena Hechen del ISET N° 18 de la ciudad de Rosario.
¡Muchas gracias Benito y María Elena!
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato.
LA ENSEÑANZA DE LA FOTOGRAFÍA EN EL NIVEL SUPERIOR, EN LA ERA DE LA VELOCIDAD.
Autora y autor:
Benito Espindola – María Elena Hechen
ISET18. Rosario.
helenhechen@yahoo.com.ar
Eje organizador: Desafíos contemporáneos en la enseñanza de las Disciplinas Tecnológicas en el Nivel Superior.
Palabras clave: Fotografía- Enseñanza –Subjetividades Contemporáneas -Revolución Digital-Inmediatez -Postfotografía
El presente trabajo se refiere a la imagen fotográfica y sus problemáticas, en las prácticas pedagógicas contemporáneas. La aparición de Internet, las nuevas formas de relacionarse en espacios virtuales y la necesidad de informarse todo el tiempo sobre lo que ocurre en cada lugar del planeta, sumado a la velocidad con que ocurren los cambios tecnológicos obliga a repensar ciertas cuestiones como la cultura oral–libresca de la era gutemberg, el espacio del aula con cuatro paredes y bancos alineados, la manera secuencial, lineal y asincrónica de organización de los contenidos. Del mismo modo que la enseñanza del proceso analógico de la fotografía, que implica la producción de una cantidad limitada de imágenes, con un nivel de dificultad y un tiempo de latencia entre la gestación y observación, así como la posibilidad actual de capacitarse por tutoriales y adquirir destrezas técnicas por la web dificulta la comprensión respecto de la importancia de una formación superior integral, fundamentada en campos de conocimientos científico-tecnológicos y socioculturales, en las áreas humanístico-sociales y técnico-profesionales vinculadas a su vez con la vida cultural y productiva local, tendiente al logro de una mejor calidad de vida para la ciudadanía.
La existencia de nuevos espacios de aprendizaje también genera la necesidad de otros tiempos, distintos de los habituales hasta el momento, diferentes de los tiempos que se acostumbraban a utilizar en el espacio del aula. Lo cual supone pensar nuevas propuestas, y poder correrse del maniqueísmo que plantea tecnofobias y tecnofilias. No nos referimos solamente a nuevas herramientas, sino a un entorno y por sobre todas las cosas a nuevas formas comunicacionales, no sólo informacionales.
En principio, se trataría del reconocimiento de la obsolescencia de las propuestas tradicionales que ya no motivan a lxs estudiantes, y de poder reconstruir el vínculo de las instituciones educativas con el mundo real, con los otros lejanos y con toda la información existente que se logró mediante el acceso a la Web. Lo que nos conduce a plantear la necesidad de trabajar en un currículum vinculado a problemas reales, que considere los intereses del estudiantado, con una concepción flexible del currículum, que no suponga encorsetamientos ni autolimitaciones disciplinarias, y que utilice estrategias creativas. No se trata de pensar hacia el futuro, sino de comprender que ya el presente tiene demandas que hoy no es posible satisfacer desde los currículums actuales.
Resulta verdaderamente difícil propiciar el clima necesario en el dispositivo áulico para generar formas de encuentro entre docente y estudiantes que no sean absorbidas por el vértigo comunicativo actual que todo lo vacía de sentido. Desde el lugar del docente, la pregunta es qué decir que resulte verdaderamente significativo que no pueda el estudiantado investigar por su propia cuenta, y qué mostrar que no puedan encontrar fuera de las aulas y además hacerlo en el tiempo verdaderamente breve de atención con que contamos; que no es el tiempo objetivo de duración de la clase, sino el de la disponibilidad psíquica contemporánea, que se encuentra verdaderamente influido por los ritmos de los flujos de la comunicación exteriores a los muros de las instituciones educativas. En definitiva, partimos de la concepción del dispositivo áulico como resultado del encuentro de subjetividades que viven ciertas temporalidades por fuera, que deben abandonar al ingresar en ella para sumergirse en otra dimensión, con características diferentes. Se trata de una relación entre subjetividades que se hayan sometidas por igual a la velocidad contemporánea, pero que se diferencian por el hecho de contar con distintas herramientas para su comprensión.
Creemos necesario revisar los contenidos a enseñar, en función de aprovechar los dispositivos áulicos de los distintos espacios curriculares, ya no como lugares de difusión de información que se encuentran fácilmente a su alcance, sino de lograr el establecimiento o en el mejor de los casos fortalecimiento de vínculos que propicien relaciones, que contribuyan a realizar movimientos en las subjetividades que aprenden.
Al sostener que la clase es una construcción colectiva, la comprensión de la dimensión temporal, como así también la espacial, requiere de una reflexión sobre el dispositivo por parte de la docencia que permita generar modos relacionales cualitativamente distintos en las prácticas cotidianas tendientes a lograr una producción de sentido en el tiempo de la clase; a la vez que reinventar los modos de concebir el tiempo como algo móvil, cambiante y variable que posibilite abandonar aquella concepción del tiempo como simple variable que sólo podemos modificar cuantitativamente. Se trataría de buscar nuevas formas de intervenir, de crear dispositivos pedagógicos para que lxs estudiantes de hoy no queden fuera de una forma de pensamiento que relacione, analice y reflexione.
Al existir hoy nuevas formas de vinculación con el conocimiento por disponer de mucha información inmediata y actualizada, somos más conscientes de las numerosas áreas de ignorancia. Este hecho también nos permite pensar en una sociedad de conocimiento en donde se produce un desplazamiento de las acciones institucionalizadas en las que antes se proveía el acervo de la información, a los distintos ámbitos en los que se accede a las tecnologías y por ende a la información.
Resulta necesario ver el modo en que la docencia implementa las tecnologías, según sus propios estilos de enseñanza, los estilos de aprendizaje de sus estudiantes y los contextos particulares en que ejercen su profesión. Se trata de buscar nuevas respuestas al desafío permanente de producir clases motivadoras y creativas que también enseñen a pensar y decidir. Se trata de transformar la institución educativa en un lugar de desafíos cognitivos y de experiencias formativas.
Sobre la Fotografía en la contemporaneidad.
Muchos plantean que hoy ya no se puede hablar de fotografía, porque la fotografía digital es técnica y conceptualmente diferente a la analógica desde el punto de vista de la luz, del revelado y la impresión y también como depósito de memoria. En ese sentido Fontcuberta plantea “la fotografía ha muerto, viva la postfotografía” (2011) al señalar que las imágenes digitales han desterrado rápidamente la fotografía material a un espacio minoritario.
Estamos hablando de una revolución fotográfica, que no sólo trata sobre haluros o píxeles, sino que pone en cuestión quién es hoy la persona que ejecuta la fotografía. ¿Por qué y para qué hace las fotos? Y ¿por dónde circulan esas imágenes? Para ubicar en contexto este problema citamos el caso de Fontcuberta de hace unos años en el que uno de los principales periódicos de Hong Kong despidió a los ocho fotógrafos de planta que cubrían la información local; y distribuyó cámaras digitales entre el colectivo de repartidores de pizza. El fundamento de esta decisión empresarial es que sería más fácil enseñar a hacer fotos a los ágiles repartidores que lograr que los fotógrafos profesionales logren desplazarse por la ciudad y llegar a tiempo a la noticia; lo que obviamente generó una gran polémica. Pero puso en evidencia que en esta época vale más una imagen defectuosa tomada por un aficionado que una imagen excelente pero inexistente. Es la urgencia de la imagen por existir la que prevalece sobre sus cualidades. Y es la fuerza de esa pulsión la que garantiza la masificación nunca antes vista, y el grado de polución icónica está dado por el desarrollo de nuevos dispositivos de captación visual y por la proliferación de cámaras en teléfonos móviles, webcams y artilugios de vigilancia. Todo ésto nos sumerge en un mundo saturado de imágenes.
Ya en los años sesenta Marshall McLuhan señalaba el papel preponderante de los mass media e incluso propuso la iconósfera como modelo de aldea global. La diferencia es que en la actualidad la imagen deja de ser dominio de especialistas o profesionales al servicio de poderes centralizados. Hoy todo el mundo producimos imágenes espontáneamente como una forma natural de relacionarnos y así la postfotografía se erige en un nuevo lenguaje universal.
El fotógrafo y cineasta Harvey Wang (2015) publica un ensayo sobre el cambio de la fotografía analógica y las consecuencias de la desaparición industrial de las películas fotográficas y los procesos químicos, en su libro 'Del cuarto oscuro a la luz' incluye entrevistas a grandes artistas de la imagen como Elliott Erwitt quien señala "Con las cámaras digitales sólo disparas, como un francotirador”. Según Wang fue la propia industria quien decidió eliminar los materiales y procesos químicos; no se trató sólo de un cambio de paradigma ni de un avance técnico, sino que se trató de sostener la intención de vender más smartphones y lo prueba con las siguientes cifras: en 2008 se vendieron 122 millones de unidades en el mundo, en 2014 la cifra ascendió a 1.244 millones y el volumen de ventas fue de casi 400.000 millones de dólares.
No se trata de romantizar la técnica y negarse a los movimientos de ésta, sino de entender los procesos socioculturales que nos llevan a la situación actual. En dos décadas, la foto digital confina a un costado los cuartos oscuros, los procesos de revelado, las fábricas de película, los negocios de procesado para un núcleo reducido y establece en el centro y de forma masiva a las computadoras y programas de tratamiento de imágenes.
En síntesis, siguiendo a Fontcuberta habría que entender que hoy en día la realización de imágenes ya no presenta las dificultades de otras épocas y que no se trata de una ardua labor reservada a especialistas. Dado que todas las personas hacen fotografías y estamos en la era del homo fotograficus, las imágenes ya no deben valorarse sólo por la maestría artesanal y técnica con que fueron realizadas, sino que se debe recurrir al sentido, ya no se plantea la existencia de buenas o malas fotografías, sino de buenos y malos usos de las fotografías.
Por lo tanto y retomando la problemática de la enseñanza de la fotografía en el nivel superior resulta fundamental que nos replanteemos qué conocimientos, contenidos, aptitudes y actitudes se deben ofrecer en esta sociedad digital en la que vivimos, atendiendo a las necesidades del trabajo colaborativo, a la construcción de una ciudadanía digital responsable, pudiendo además diferenciar claramente entre competencias y habilidades y destrezas requeridas hoy en el mundo laboral, y tener muy claro que en breve será necesario volver a replantearlo dada la velocidad con que se producen los cambios tecnológicos. Será fundamental lograr que desarrollen ciertas destrezas para el mundo laboral, como la capacidad para trabajar de forma colaborativa, así como también que sean idóneos para tomar decisiones, y fundamentalmente que desarrollen el pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas.
Bibliografía.
Chul Han, Byung (2012) La sociedad de la transparencia. Ed.Herder
Fontcuberta, Joan (2011) La cámara de Pandora Ed. G. Gilli
Fontcuberta, Joan (2016) La furia de las imágenes. Ed. Galaxia Gutemberg
Manel, Pablo (2015) Retirado Agosto 4 de 2019 https://www.elperiodico.com/es/cartas/entre-todos/photoshop-hizo-verbo/122146.shtml
Wang, Harvey (2015) Del cuarto oscuro a la luz del día. Ed: Daylight
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |