Día internacional de la enfermería.
“La salud es no solamente estar bien sino ser capaz de usar
bien toda la energía que poseemos”. Florence Nightingale
Cada 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Enfermería, fecha que inspira la recuperación y reconocimiento de la fundante función que ejercen cada una y cada uno de los trabajadores/as brindan asistencia sanitaria a los pacientes que lo requieren, garantizando su derecho a la salud como eje irrenunciable.
Profesión honorable en la pandemia mundial, conformando la primera línea del desafío sanitario histórico que atravesó la población entera, con su tarea esencial de prevenir y cuidar a quienes más lo necesitaban y aún lo necesitan.
La Educación Superior recupera la memoria de aquél 12 de mayo de 1820, donde nace en Florencia Italia, Florence Nightingale considerada la madre de la enfermería moderna y verdadera creadora de una filosofía en la enfermería.
La filosofía de la enfermería explica el significado de los fenómenos observados a través del análisis, el razonamiento y la argumentación lógica. Se rebeló contra los prejuicios de su época y contra su destino de mujer, que debía permanecer en el hogar, y eligió la profesión de enfermera.
Dedicó su vida al servicio del prójimo y de aquellos que más lo necesitaban, buscando la forma de mejorar su salud y en otros casos de hacer más llevaderos sus últimos días. Fue pionera en la revolucionaria idea de que los fenómenos sociales pueden medirse y someterse al análisis matemático. Ella supo que cuando los valores individuales o profesionales entran en conflicto con los valores sociales, surge una posibilidad de inducir cambios en la sociedad y así lo hizo, los conceptos identificados por ella han servido como base de las teorías e investigaciones actuales, generando los modelos que se añaden a la ciencia y a la práctica moderna de la enfermería, organizó la enseñanza y la educación especifica, inició la investigación en enfermería y fue la primera en escribir sobre la disciplina; y en el ámbito particular organizó la enfermería militar y fue la primera en utilizar la estadística, y el concepto de higiene dentro de la profesión.
Florence Nightingale “La dama de la lámpara”, marcó un hito en la enfermería e inscribió para todas las generaciones de enfermeras/os el concepto de “cuidar de uno mismo, del entorno y al paciente”, a través de toda su obra.
Porque consideramos que la observación indica cómo se encuentra el paciente, la reflexión invita a pensar cómo proceder ante la demanda y la destreza práctica remite a la intervención situada y cuidada. Por lo tanto, la formación y la experiencia profesional son necesarias para saber cómo y qué observar, cómo pensar y qué pensar para garantizar el derecho a la salud de todos y todas.
La Subsecretaría de Educación Superior presenta la producción del Lic.Cristian Opelt. Coordinador operativo del PRONAFE. Se invita a la conciencia ciudadana y a la reflexión colectiva por un pueblo cuidado y fraterno con la salud del otro.
Subsecretaría de Educación superior.
Mg. Patricia Moscato.
Día internacional de la enfermería.
La educación en Enfermería en la Argentina es producto de un largo derrotero que comenzó en 1886 con la fundación de la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino por parte de Cecilia Grierson, primera mujer en graduarse en la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA[1].
Desde ese momento y durante muchos años la formación estuvo sujeta a los criterios propios de cada centro de formación, hasta que en el año 1969 se dictó la Resolución Nacional N.º 35/69 del Ministerio de Educación de la Nación, buscando unificar criterios y reglamentando la de formación de la Enfermería no universitaria, con una duración de dos años y medio a tres años. A tono con las ideas de la época la formación se orientaba al ámbito hospitalario, con una concepción técnica, voluntarista y vocacional.
Nuevamente deberían pasar muchos años hasta la aparición del primer Marco de Referencia para la Formación Superior de Enfermería no Universitaria, aprobado por Resolución 07/2007 del Consejo Federal de Educación[2], con la participación en su redacción de distintos organismos oficiales y asociaciones profesionales y académicas (Dirección Nacional de Políticas de Recursos Humanos en Salud, Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, Organización Panamericana de la Salud, Federación Argentina de Enfermería, Asociación de Escuelas Universitarias de Enfermería de la República Argentina, Asociación de Escuelas Terciarias de Enfermería de la República Argentina, Dirección de Capacitación del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires).
Más allá de presentar el Perfil Profesional de la/el Enfermera/o y sentar las bases para su organización curricular como Tecnicatura Superior, tuvo la virtud de alinear la formación a la Atención Primaria de la Salud, estrategia articuladora del Plan Federal de Salud.
Este cambio propuesto para la formación, desde un modelo orientado casi exclusivamente al ámbito hospitalario a un nuevo modelo centrado en la Atención Primaria de la Salud habría de enfrentar no pocas resistencias por parte de los docentes, que debieron repensar sus prácticas, redefinir sus objetivos pedagógicos y reorientar su visión del Sistema de Salud.
Mientras tanto, la escasez del personal de enfermería seguía siendo una preocupación a nivel mundial. El histórico déficit de recursos capacitados de enfermería, y su inapropiada distribución geográfica y en los servicios, fue plasmado en variados reportes del Ministerio de Salud de la Nación. Esta situación generó el trabajo conjunto en la Comisión Interministerial Salud y Educación y la Mesa Intersectorial de Políticas integradas de Salud y Educación, en la cual se han elaborado y acordado los estándares comunes para la formación de enfermeros en universidades y en Institutos de Educación Técnica Superior, que apuntan a lograr una formación equivalente en todo el país y a facilitar el acceso a la formación de grado, promoviendo políticas tendientes a disminuir la deserción en las carreras de enfermería.
Así, en esta última década, la República Argentina inició un proceso creciente para alcanzar mayores y mejores niveles de formación, obtener la cantidad suficiente de profesionales de la enfermería y lograr el impacto deseado en el cuidado integral de la salud de la persona, la familia y la comunidad.
Es en este contexto que la 73º Asamblea del Consejo Federal de Educación dictó la Resolución CFE Nº 290/16[3] de creación del Programa Nacional de Enfermería (PRONAFE) con el objetivo de “aumentar la cantidad y calidad de los técnicos superiores en Enfermería en Argentina a través del fortalecimiento institucional y académico de instituciones superiores de gestión pública y privada con oferta en enfermería”. Dicha Resolución estipulo que Programa tendría una vigencia de cuatro años y podría ser renovado, luego de su evaluación, por un nuevo período, lo que así sucedió en 2020 con la Resolución CFE N° 385/20[4].
La primera premisa operativa del PRONAFE se basó en la articulación de los recursos humanos, económicos y organizacionales existentes de ambos Ministerios en objetivos y lógicas de intervención comunes. De esta manera, se intentó no crear nuevas superestructuras que se superpongan a las existentes sino maximizar los recursos actuales a través del trabajo coordinado en una visión conjunta.
La segunda premisa indicó que los niveles de intervención se deben centrar en las instituciones que ofertan la carrera de Enfermería. Es en su protagonismo, a través de la propia comprensión de los problemas a superar, que residió la potencia del PRONAFE. Los recursos destinados al Programa fueron apropiados por las instituciones y reflejados en la mejora de la calidad de la formación y el fortalecimiento del vínculo con el sistema de salud.
La tercera premisa estuvo basada en dirigir los esfuerzos hacia las y los alumnas y alumnos de la carrera de enfermería. Su meta es la permanencia y egreso con la mejor calidad. Ellos son las y los enfermeras y enfermeros que en el futuro asistirán y cuidarán a nuestra población, siendo, sin duda, uno de los pilares del sistema de salud que Argentina merece.
Las acciones desarrolladas hacia las y los estudiantes son concebidas como un instrumento para mejorar la igualdad de oportunidades de nuestros estudiantes.
Específicamente podemos hacer mención a la línea de Becas Progresar PRONAFE, hoy Progresar Enfermera, creada dentro del Programa Nacional de Becas Progresar del Ministerio de Educación de la Nación. El objetivo de las becas es facilitar el acceso, la permanencia y el egreso en el ámbito de la educación superior de estudiantes de la carrera de enfermería con escasos recursos económicos.
Su característica principal es el carecer de edad tope para los ingresantes, habida cuenta de que muchos de ellos superan la edad máxima estipulada por Progresar. En 2023 el 63% de las y los estudiantes de enfermería están becados por el Ministerio de Educación de la Nación.
En el mismo sentido, las y los estudiantes de segundo año de la carrera que cursen las Practicas Profesionalizantes correspondientes reciben mochilas técnicas PRONAFE con el objetivo de que cuenten con el instrumental necesario y su carencia no sea motivo de deserción. Desde el inicio del Programa se llevan entregadas más de 20.000 mochilas técnicas PRONAFE y para el 2023 está prevista la entrega de otras 18.000.
El Programa definió como una prioridad la introducción de la simulación clínica, una herramienta pedagógica indispensable para la formación de los profesionales de enfermería, con la que se recrean situaciones parecidas a la realidad, permitiendo a las y los estudiantes profundizar sus conocimientos y habilidades para su aplicación con los pacientes.
La incorporación de la Simulación Clínica no debe ser vista solamente como la incorporación de nuevos instrumentos didácticos, la misma intenta modificar la currícula, la propuesta pedagógica y la relación alumnos – docentes.
Para poder concretarlo ya se han entregado 192 kits de simulación clínica a igual número de instituciones y se han capacitado más de 1.000 docentes de enfermería de 163 Institutos Superiores Técnicos.
A lo largo de los años el PRONAFE ha incorporado instituciones en forma permanente, pasando de las 120 iniciales a las 287 actuales. En el marco de la concertación con las jurisdicciones, son ellas las que definen qué instituciones formarán parte del PRONAFE.
La incorporación al Programa supone recibir todos los beneficios que éste entrega anualmente, y a su vez los incorpora a una dinámica de asistencia técnica, de capacitación y de coordinación en red permanente.
Pero llego el año 2020 y con el la pandemia de COVID19, impactando en todos los ámbitos de la sociedad y desafiando a los sistemas de salud de maneras sin precedentes, afectando no sólo a la prestación de atención, sino también al desarrollo de actividades de formación para profesionales de la salud.
Simultáneamente todo el sistema educativo argentino hubo de adaptarse a una “normalidad” nueva y provisoria que nos impuso la prioridad de salvar vidas. La imposibilidad de habitar las aulas durante el ASPO, planteo un desafío significativo al que nos vimos obligados a dar respuestas.
Una primera respuesta fue la creación del Centro de Recursos Didácticos PRONAFE, accesible en https://www.bidi.la/inet, para continuar con el acompañamiento a los Institutos y sus alumnos, alumnas y docentes.
En él, estudiantes y docentes tuvieron, y aun tienen, la posibilidad de acceder a:
Cursos de Formación Docente
Guías para realizar clases virtuales
Recursos para la Educación Virtual
Recursos para la simulación clínica presencial y virtual.
Biblioteca digital de enfermería.
Prácticas profesionalizantes basadas en simulación clínica.
Recursos audiovisuales PRONAFE.
Para el momento en que cada jurisdicción permitiera cesar las restricciones que imponía el ASPO, se debían rediseñar los espacios curriculares que articularan con las Prácticas Profesionalizantes. Se debía evaluar la viabilidad de la realización de ellas en efectores de salud, así como en el campo comunitario (escuelas, por ejemplo. En este sentido el PRONAFE, en conjunto con las Jurisdicciones educativas, diseñaron el Plan “PRONAFE te acompaña” que se puede resumir en el siguiente cuadro:
El INET y las Autoridades jurisdiccionales diseñan la actividad. |
Las Autoridades jurisdiccionales coordinan las actividades con las escuelas. |
El PRONAFE capacita a los Docentes de Enfermería. |
Los Docentes de Enfermería entrenan a los estudiantes avanzados de la carrera de enfermería. |
Los Docentes de Enfermería y los estudiantes avanzados brindan asistencia técnica a los docentes y alumnos de las escuelas de educación obligatoria en el cumplimiento de los protocolos de regreso a clases presenciales y educación para la salud. |
Los estudiantes avanzados acreditan horas de Práctica Profesionalizante según lo dispuesto por las Autoridades jurisdiccionales. |
Colaborar con y acompañar a los estudiantes para recuperar las trayectorias interrumpidas fue la tarea fundamental.
Después de este repaso por la educación de Enfermería y las incumbencias del PRONAFE en ella, no podemos dejar de mencionar la aprobación de la Ley promoción de la formación y del desarrollo de la Enfermería[5] el pasado 13 de abril.
La ley, producto de la iniciativa del entonces Diputado y actual Senador por Tucumán Pablo Yedlin, tiene como principio fundamental el reconocimiento y jerarquización de la Enfermería como trabajo profesional de la salud, viniendo a saldar viejas deudas:
Promueve el derecho de enfermeras y enfermeros a acceder a mayores calificaciones y preparación para el desarrollo de su profesión, para lo que implementa el otorgamiento de becas estímulo a enfermeras y enfermeros para avanzar en nuevas certificaciones formales o de formación continua.
Crea la Comisión Nacional de Formación y Desarrollo de Enfermería, como órgano asesor técnico a fin de recomendar estrategias para la mejora continua de la formación, certificaciones educativas y el desarrollo del trabajo profesional de Enfermería.
Impone la evaluación y acreditación de las carreras superiores técnicas de enfermería y las ofertas de formación continua de especialización, incorporándolas al Sistema Nacional de Evaluación, Certificación y Acreditación Integral de la Formación Técnico Profesional.
Además de estos tres aspectos citados, tal vez el más importante sea que en su artículo 12 la Ley crea el Programa Nacional de Formación de Enfermería. De esta manera el PRONAFE adquiere una nueva identidad aunque manteniendo sus propósitos y objetivos trabajando por más y mejores enfermeras y enfermeros en la Argentina.
[1]Disponible en: https://museoroca.cultura.gob.ar/noticia/mujeres-con-historia-dra-cecilia-grierson/
[2]Disponible en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/normas/12628.pdf
[3] Disponible en: https://www.inet.edu.ar/wp-content/uploads/2012/10/290-16.pdf
[4] Disponible en: https://www.inet.edu.ar/wp-content/uploads/2022/03/res_cfe_385_y_anexo.pdf
[5] Disponible en: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/380000-384999/383039/norma.htm
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |