La EX-PERIENCIA: “eso que me pasa”. Kairós (καιρός): el acontecimiento.
¿Qué nos pasa cuando algo nos pasa?
Entre palabras expeditivas, citas relevantes y actores predispuestos presentamos una interlocución que invita a la lectura y relectura.
Al decir de Jorge Larrosa…los movimientos que posibilitan la experiencia suponen una salida de mí mismo, hacia fuera, que va al encuentro con eso que pasa, al encuentro con el acontecimiento. Pero al mismo tiempo es un repliegue porque la experiencia supone que el acontecimiento me afecta y tiene efectos en mí, en lo que yo soy, pienso, siento, en lo que yo sé y en lo que yo quiero. El sujeto de la experiencia se exterioriza en relación al acontecimiento, que se altera, que se enajena.
La experiencia subjetiva y subjetivante, donde la palabra, las ideas, los sentimientos y las representaciones posibilitan que algo acontezca mientras pasa como proceso de transformación.
La Subsecretaría de Educación Superior presenta una “experiencia de escritura inédita”, donde el diálogo interterritorial e interdisciplinario se enriqueció a través de los Profesores De Souza Nunes, Celso Delfor del ISP N°8 Almirante Brown. Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales N°10 de la ciudad de Santa Fe y el Prof. Gustavo Omar Lencioni I.S.P.I. N° 9024 Inmaculado Corazón de Ma. “Adoratrices”. I.S.P.I N° 9009 “San Juan Bautista de La Salle “de la ciudad de Rosario.
Ambos profesionales de la Educación se conocieron en la Diplomatura en Investigación Educativa realizada por el Ministerio de Educación de la Pcia de Santa Fe mediante la Subsecretaría de Educación Superior en articulación con la UNIPE y mediante la experiencia de investigación construyeron proyectos y esta excelente producción de conocimiento brindada con gentileza académica al blog del nivel para toda su comunidad.
A través de un diálogo cruzado que enriquece la posibilidad de cultivar nuestro hacer diario comparten “La EX-PERIENCIA: “eso que me pasa”. Kairós (καιρός): el acontecimiento”.
¡Muchísimas gracias Gustavo y Delfor!
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato.
La EX-PERIENCIA: “eso que me pasa”. Kairós (καιρός): el acontecimiento.
“…lo que emancipa y lo que embrutece no es el contenido que se transmite sino las marcas subjetivas que deja una experiencia igualitaria o desigualitaria de un ejercicio intelectual. La emancipación no es algo que un individuo lo adquiere y una vez para siempre porque eso daría otra desigualdad emancipado y no emancipado, sino que es un proceso siempre inacabado. Se está emancipando mientras actué bajo el principio de igualdad intelectual…” Ranciere, Jacques. El Maestro Ignorante.
Este escrito tiene como propósito explorar ex-periencias de formadores de formadores, con la finalidad de compartir “eso que nos pasa” en el aula con otras y otros educadores de Nivel Superior.
En este caso la propuesta se da en el marco de un diálogo entre el profesor Gustavo Omar Lencioni del área Matemática y su Didáctica, de la ciudad de Rosario y el profesor Celso Delfor De Souza Nunes del área Filosofía y Educación, de la ciudad de Santa Fe; ambos desarrollan sus actividades en distintos Institutos de Formación Docente.
La ex-periencia, como dice Larrosa (2009) es “aquello que nos pasa”… “no hay ex-periencia, por lo tanto, sin la aparición de un alguien, o de un algo, o de un eso, de un acontecimiento, en definitiva, que es ex-terior a mí, que esta fuera de mi mismo, que no pertenece a mi lugar, que no está en el lugar que yo le doy, que está fuera de lugar” (p. 13), es eso que nos atraviesa y forma parte de cada decisión que realizamos como docentes. Estas decisiones, están relacionadas consciente o inconscientemente con nuestras experiencias vividas y que podemos comunicarlas. Como afirma Agamben “la experiencia es el lugar donde tocamos los límites de nuestro lenguaje” (Barcena, Larrosa y Melich, 2006).
La experiencia que hoy queremos compartir en forma de diálogo nos permite re-pensar nuestras acciones junto a otros en los procesos de enseñanza y aprendizaje. A partir de la reflexión de las prácticas, este diálogo, puede ser un insumo para seguir pensando en próximas acciones didácticas/pedagógicas, nuevas estrategias y habilidades, convirtiendo el espacio áulico en un lugar de posibilidades de la ex-periencia.
Delfor (D): Algunos docentes de la escuela tradicional hacen una escisión entre la experiencia no instituida y la institución educativa, esta última como un único lugar de formación (contenido-explicación), como si fueran dos realidades paralelas.
El autor francés, Ranciere reflexiona acerca de las instituciones que reproducen un cierto embrutecimiento a partir de aislarse en dos conceptos claves: contenido y explicación, en esta última, se busca la perfección. El filósofo en su libro El Maestro Ignorante dice “(…) la explicación es el mito de la pedagogía, la parábola de un mundo dividido en espíritus sabios y espíritus ignorantes, maduros e inmaduros, capaces e incapaces, inteligentes o estúpidos (…) tal es el principio de la explicación. Y, en adelante, ese será para Jacotot el principio del embrutecimiento.” (p. 8).
¿Qué reflexiones realizas de tus experiencias como estudiante del Nivel Superior, y si son consideradas a la hora de tomar decisiones en tus prácticas de formación de formadores y de qué modo?
Gustavo (G): Tengo 40 años, mi formación inicial y puntualmente en el área pasó por una enseñanza más bien de carácter tradicional, se hablaba de constructivismo, de un nuevo paradigma, pero, sin embargo, el proceso de enseñanza y aprendizaje seguía manteniendo particularidades de esa enseñanza conservadora, que aún resistía. Podríamos decir, que la EX-PLICACIÓN, como afirma Ranciere, se daba a la perfección, y era reproductiva por excelencia.
Cuando termine la carrera del Profesorado en Matemática, y hasta en mis primeros años de ejercicio de la profesión, mis clases estaban centradas en los contenidos, en las explicaciones, había un cierto acercamiento con el estudiantado, pero ese diálogo no se apartaba del lugar profesor/estudiante focalizado pura y exclusivamente en el saber, en el contenido y alejado de la experiencia de lo que le pasa al otro como afirma Larrosa. Es decir, buscaba el efecto perfecto del estímulo, de contenido.
Hoy, sin embargo, y volviendo a mis experiencias de estudiante, desde otro lugar, a partir de la continuidad formativa y de la trayectoria en todos estos años, la realidad es otra. Para acercarse al objeto de conocimiento es importante conocer al otro. Ya no está ese estudiante que va en búsqueda del contenido y la explicación. En un espacio/tiempo donde lo educativo está presente, hay un montón de singularidades, de angustias, de alegrías, de estados de ánimo diversos, de puntos de encuentros y desencuentros. Todos estos factores hacen que el o la docente deba mediar junto a otros, un equilibrio entre el contenido y “lo que le pasa” en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
D: Comparto lo que afirmas, Gustavo. La escuela tradicional se centraba en una buena explicación y el estudiante en poder reproducirla. La verdad instituida, la experiencia del propio estudiante nada tenía que decir en el aula. Sin embargo, con la llegada de las TIC, la o el docente aún sigue siendo necesario para llevar adelante un buen proceso de enseñanza y aprendizaje. Es por eso que las instituciones, los equipos de gestión y gobierno institucional y las y los educadores se ven interpelados y a enfrentar nuevos desafíos: ¿En este estado de situación, qué estrategias/desafíos has implementado en tus prácticas educativas?
G: Antes de definir una estrategia, creo que el desafío es escuchar y analizar lo que las y los estudiantes de Nivel Superior narran sobre sus experiencias con la Matemática. De esa escucha y análisis, afirmativamente hay un prejuicio sobre el área en general y de lo vivido con ella en los distintos niveles educativos previos.
Durante el recorrido del ciclo e involucrándose en la construcción activa, paulatina y progresiva del espacio curricular, reconocen otra grafía de acercarse al área; eso que tanto les costaba, o no podían comprender, o hasta incluso “odiaban”, las y los encontraba pensando, reflexionando, combinando, produciendo e innovando nuevas oportunidades de aprendizajes.
D: Boostell (2010) habla de una lógica del cambio: surgir lo nuevo de lo viejo, siguiendo esta lógica del cambio: ¿Qué actividades realizas para que esa lógica, si existe, se produzca dentro del aula?
G: Las y los estudiantes han observado el APASIONAMIENTO a la hora de trabajar en conjunto los distintos contenidos y cómo lo trabajamos para su comprensión, podríamos decir, que es un primer principio para una lógica de cambio, de un nuevo paradigma emergente, como refiere Andrea Alliaud en Enseñar hoy (2021): “Enseñar hoy es, ante todo, probar, experimentar, crear, inventar, innovar, recrear en situación. Saber moverse en el desconcierto e incertidumbre que las escenas escolares actuales generan sin quedar paralizados y poder seguir aprendiendo, intentando, recomenzando” (p. 88).
D: Podríamos afirmar que cuando una o un docente se APASIONA, ¿da todo de ella o de él para que el otro pueda dar cuenta del erotismo hacia el conocimiento? ¿Podrías encontrar alguna conexión entre contenido, estudiante y apasionamiento?
G: Creo que una de las estrategias que posibilitó esa conexión es el juego de mapas conceptuales, de esquemas, de redes de conceptos, que les ofrece la oportunidad de construir síntesis de estudio y de reflexionar sobre distintas experiencias dentro del aula con el campo del saber, por ejemplo. Según apreciaciones de las y los estudiantes, al elaborar, inventar, crear, diseñar, relacionar, combinar distintos esquemas conceptuales, facilita, no sólo cimentar conceptos y reflexionar sobre experiencias del espacio que acompañó, sino también a trasladarlos a otros espacios.
Le dedicamos tiempo a esa construcción, antes de una instancia evaluativa, ya que es la base de la comprensión de los conceptos abordados encuentro tras encuentro. Armamos equipos de trabajo para realizar los esquemas, los mapas conceptuales, las redes o la combinación de ellos y mi rol es ir acompañando y guiando la realización de estos hasta su presentación.
Con el tiempo esta estrategia se configuró en un hábito que es parte del espacio curricular y que permite una mejor familiaridad al objeto de conocimiento.
D: Me interesa el concepto “tiempo” y el de “dedicarnos a pensar”, a muchos docentes les parece necesario llegar en tiempo y forma con el programa, pero son dos conceptos y en especial “pensar” que a muchos le produce miedo, inestabilidad, incierto. Parafraseando a Enríquez (2007), en el prólogo “deseo de pensar, miedo de pensar”, nos describe que pensar es sustraerse de las episteme dominante: ¿Existen obstáculos epistemológicos en las y los estudiantes a la hora de pensar la Matemática?
G: Sí, existe el miedo de pensar, por ejemplo, en el momento de las exposiciones de dichos cuadros, mapas, esquemas, etc., las limitaciones y/o impedimentos que surgen están relacionados con miedo, ansiedad e inseguridad en el proceso de apropiación de nuevos conceptos trabajados durante la construcción de los esquemas y con la creencia que el resultado de dicha instancia es recitar esos conceptos.
Pero esos esquemas construidos por ellas y ellos mismos, les posibilita ponerlos en debate, democratizar el saber, perdiendo así, todo el prejuicio sobre el espacio curricular. Lo mejor es que al mirarse, al dialogar con el otro sobre los distintos temas, al preguntarse a sí mismo y repreguntarse sobre esas estructuras conceptuales/prácticas, se produce la validación del proceso de enseñanza y aprendizaje.
D: ¿Cuáles son las características debería reunir una o un docente hoy?
G: Es fundamental conocer a las y los estudiantes, el contexto y abordar una planificación en situación. Ese abordaje debe ser desde un lugar no abstracto, sino desde un lugar con otras y otros, escuchar, saber qué está pasando mientras nos acercamos al objeto de conocimiento. Dar un tiempo.
Como describe Daniel Brailovsky (2020), en su expresión docente arquitecto y anfitrión:
“El arquitecto construye posibilidades, edifica con la vista puesta en el horizonte, en el entorno. En la escuela, esto significa también ampliar la mirada y pensarse como parte de un proyecto social y político más extenso, saberse inmerso en pujas por el sentido que viven en las palabras o en las formas del aula. El anfitrión mira con atención el devenir y está siempre dispuesto a deconstruir, a pensar en sentidos contrarios o alternativos. El arquitecto tiene una mirada larga y atenta al paisaje con el que busca vincularse, sintonizando o rebelándose. El anfitrión hace culto de lo singular, de lo único e irrepetible, del aquí y el ahora” (p. 88).
Asimismo, hay dos características que considero que una profesora o un profesor necesitarían involucrar y que son primordiales para que se pueda hacer bien el trabajo de educar:
La primera está relacionada con el respeto al estudiantado. No se puede educar si no se respeta a las y los estudiantes. Cuando se habla de respeto, no es una cuestión así, nominal o de abstracción; hay que respetar que no sepan lo que se piensa que deben saber, hay que respetar su diferencia en sentido amplio de carácter de habilidades intelectuales y competencias. Respeto por quien se tiene delante, en el aula, en el espacio/tiempo de encuentros educativos/formativos.
La segunda característica tiene que ver con la capacitación del docente, es decir, la o el profesor debe saber. Y no sólo debe saber, sino que debe saber hacer y saber contar. Las y los docentes, al desarrollar sus espacios curriculares, cuentan historias. En esta época lo que se ha aprendido es que hay profesores que pueden tener más o menos conocimiento, pero no lo saben transmitir bien. No hay una única manera de enseñar nada a nadie, hay muchas, variadas y posibles formas de transmitir que se tienen que saber, crear y recrear.
La o el docente que acompaña las trayectorias a partir de la construcción del conocimiento y la cultura, les posibilitará a sus estudiantes ser mejores estudiantes y sobre todo mejores personas.
Una de las cosas que hoy se tiene más clara es probablemente que el secreto es seguir aprendiendo cómo conectar, cómo interesar, cómo despertar la curiosidad, cómo hacer llegar la importancia del área, de los contenidos, de los temas que se tratan. Sabiendo que esas acciones son un inacabado aspecto que constantemente muta, según las características y singularidades del grupo; se trata de seguir siempre buscando el secreto.
Habrá seguramente muchos secretos o no, pero, lo importante que una profesora o un profesor sabe es ser consciente de que el protagonista no es ella o él. Lo primero que debe tener claro es que las y los protagonistas son sus estudiantes, es decir, no es la profesora o el profesor quien enseña, sino que la o el estudiante es quien aprende y todo el trabajo que se desarrolla va orientado a ella o a él.
D: Heidegger en las lecciones de 1951-1952 en Friburgo y pensando una definición de la palabra pensar, enseñar, parafraseando al filósofo alemán, “enseñar es aprender a que otros aprendan”: ¿Cuál es el camino que has encontrado para que las y los estudiantes aprendan Matemática?
G: Parafraseando a Patricia Sadovsky (2021), la enseñanza de la Matemática debe ser pensada como un acto de escucha, como una oportunidad desde el intercambio vivo con las y los estudiantes, la transmisión y la relación con el saber, enseñar-escuchar, explicar-argumentar.
El camino es realizar una autocrítica constantemente como profesora o profesor en base a si me doy cuenta de que las y los estudiantes están o no aprendiendo. Y para las y los estudiantes, en la medida en que uno esté motivado, apasionado, transmita y contagie, repercute positivamente en ellas y ellos; y, además, si se está movilizado como educador, también se preparan mejor las prácticas educativas, las estructuras, las estrategias, los recursos, las dinámicas, los tiempos y hasta se está abierto para cambiar/modificar la manera de dar la clase.
Como estudiantes hemos aprendido de una manera en relación a la contextualización y al tiempo en que lo hemos sido; muy similar, pero aggiornados a las nuevas generaciones de estudiantes, que tienen otra manera de pensar, de vivir, de motivarse, es importante como profesores hacer el esfuerzo para ponernos a su altura, entender, empatizar con ellas y ellos, constituir nuestra docencia transformando el “con ellas/ellos” en “para ellas/ellos”, siguiendo a Dubet (2006), la posibilidad de obrar con otras y otros y sobre otras y otros, de intervenir, de formar, de transformar a esas otras y a esos otros en algo distinto a lo que eran.
Del mismo modo, hay un punto que debe reunir lo que es el saber y el atender lo que le pasa al otro, y eso es la trasmisión; dos extremos se deben conectar, la o el estudiante con sus características y singularidades con el saber, y para conectarlos, la profesora o el profesor debe habilitar posibilidades y oportunidades en ese proceso para dar cuenta del aprendizaje.
Es por ello que, la o el educador debe ser conscientes de que, delante, no hay estudiantes abstractos, sino personas que además están en un periodo muy concreto de la vida, que son sensibles, no solamente a lo que se está transmitiendo, sino también, a la personalidad del docente, a la cordialidad y a la humanidad con que se los trata; es muy importante pensar que la docencia es, sobre todo para las y los estudiantes, en una determinada época de su vida.
Educadores que tengan una formación tanto en conocimientos, como en habilidades y actitudes, pero, sobre todo, que sean personas empáticas en el sentido en que se pongan en el lugar de sus estudiantes, que se preocupen por lo que les pasa. Así, como afirma Axel Rivas (2019):
La postura que se requiere no es la de un docente compasivo, sino la de un profesional comprometido con las realidades, que parte de la posición fundacional del educador, del principio que quizá deba convertirse en el inicio de una deontología pedagógica: la convicción profunda de que todos pueden aprender (p. 226).
Como docente es importante formarse, leer, investigar, indagar, crear, ser cada vez más mediador de la cultura; hay que explorar y potenciar toda esa parte, nunca acabada, que es como la parte de abajo del iceberg, porque es lo que sostiene la parte que está afuera, en que vive la o el estudiante.
Autores:
Prof. De Souza Nunes, Celso Delfor.
Formación: Profesor en Filosofía. Diplomatura en Investigación Educativa. Diplomado Especialización Superior en proyectos Estratégicos con Jóvenes. Declarado de interés el proyecto “La cultura en el aula”. por el concejo municipal de la Ciudad de Santa Fe Resolución 1402/ 2009. con diferentes publicaciones a nivel provincial como nacional como, así como también disertado en congresos provincial, nacional e internacional. Desempeño actual Nivel Superior: Profesor de la Universidad de Concepción del Uruguay Regional Santa Fe. Profesor de los Institutos superiores de la provincia de Santa Fe: Nº 8 Almirante Brown e Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales N°10.
Prof. Dipl. Lencioni, Gustavo Omar.
Formación: Profesor en Matemática y Computación (La Salle). Diplomado en Psicología Cognitiva con orientación en Mediación Pedagógica (La Salle). Especialista en Educación y Tecnologías de la Información y la Comunicación (INFoD). Especialista en Análisis Matemático y Estadística (La Salle). Especialista en Políticas Socioeducativas (INFoD). Diplomado en Investigación Educativa (UNIPE). Maestrando en Gestión y Asesoramiento Pedagógico de Instituciones Educativas (UNR). Desempeño actual Nivel Superior: Profesor en Matemática y su Didáctica en los Profesorados de Educación Inicial y de Educación Especial, I.S.P.I. N° 9024 Inmaculado Corazón de Ma. “Adoratrices”. Profesor en Epistemología e Historia de la Matemática en el Profesorado en Educación Matemática, I.S.P.I N° 9009 “San Juan Bautista de La Salle”. Profesor/Tutor de Educación a Distancia de la Diplomatura Superior Universitaria en Paradigmas Educativos y en la Diplomatura Superior Universitaria en Dirección y Supervisión de Instituciones Socioeducativas ICED – UAI.
Bibliografía:
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Lewin, L. (2018). Aulas motivadas. La importancia de la mentalidad de crecimiento, del pensamiento crítico y de las habilidades socioemocionales en el aula. Hola Chicos. Bs. As.
Lewin, L. (2018). El aula afectiva. Claves para el manejo eficaz del aula en un entorno afectivo y efectivo. Santillana. Bs. As.
Lorenz, F. (2019). Elogio de la docencia. Cómo mantener viva la llama. Paidós Educación. Bs. As.
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Skliar, C. y Larrosa, J. (2009). Experiencia y alteridad en educación. Homosapiens. Rosario.
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |