Cien años de Beatriz Vallejos
Beatriz Vallejos fue una poeta, laquista y docente santafesina que vivió entre 1922 y 2007. Aunque vivió también en Rosario, Colastiné, Colonia Corondina y Capilla del Monte (Córdoba), su lugar en el mundo fue su casa de San José del Rincón. Escribió la mayoría de sus poemas allí, entre la arena de su patio y de las calles del pueblo. Su obra invita a contemplar la naturaleza, a escuchar, leer y escribir para habitar el mundo, y a disfrutar de la vida con una mirada luminosa.
En el año del centenario de su nacimiento, el Plan Nacional de Lecturas Santa Fe convoca a la comunidad santafesina a celebrar la obra de Vallejos y compartir la lectura de sus poemas. Dentro del homenaje, se realizará un conversatorio titulado Una palabra me sostiene, el martes 10 de mayo a las 18.30, a través de la página de Facebook del Ministerio de Educación de Santa Fe. Participarán los hijos de la autora, Elena y Rubén Rigatuso y Graciela Zarza, su amiga y una de las impulsoras de los homenajes que se realizan en San José del Rincón. Como invitada especial estará María Teresa Andruetto, cuyo libro Beatriz es a la vez un tributo a Beatriz Vallejos y una reescritura de la poeta santafesina.
Desde el PNL SF convidamos poemas de Vallejos, dentro de los contenidos del Cuaderno Pedagógico Nº 3 (2021) de Educación Inicial y en los talleres para mediadoras y mediadores de lecturas. Este año, sus versos estuvieron presentes en los talleres "Mujeres que abrazan con palabras" que se desarrollaron en Bibliotecas Populares, Centros de Salud y otros espacios comunitarios de diferentes localidades. Los talleres para mediadores del ciclo De poesía somos también comenzaron con el universo poético de Vallejos, en diálogo con otras autoras incluidas en la colección Leer abre mundos. Diseñamos un “libro acordeón” -un formato en el que acostumbraba a publicar esta poeta- con algunos de sus textos para disfrutar de su lectura en forma digital o impresa.
Aquí se puede descargar de manera gratuita la versión digital:
https://drive.google.com/file/d/12NHcq4VhaAW6ScrsqJaQf3jnW7LHDr2A/view?usp=sharing
La joya anónima
Publicó los libros de poesía Alborada del Canto (Castelvi, Santa Fe, 1945), Cerca pasa el río (Ediciones Rosario, Rosario, 1952), La rama del seibo (edición de la autora, Rosario, 1963), El collar de arena (una primera obra reunida, publicada por Ediciones Colmegna, Santa Fe, 1980), Espiritual del límite (La Ventana, Rosario, 1980), Pequeñas azucenas en el patio de marzo (Ediciones Juglaría, Rosario, 1985), Ánfora de Kiwi (Ediciones Juglaría, Rosario, 1985), Horario corrido (Fundación Ross, Rosario, 1985), Lectura en el bambú (Fundación Banco Bica, Santa Fe, 1987), Sin evasión (Ediciones delanada, Santa Fe, 1992), Donde termina el bosque (Ediciones del Taller, Rosario, 1993), Del río de Heráclito (edición de la autora, Santa Fe 1999), Del cielo humano (Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 2000), El Cántaro (Ediciones en danza, 2001, Buenos Aires). En 2002, Ediciones UNL publicó Detrás del cerco de flores, una edición de libro caja con CD con grabaciones de poemas con la voz de Vallejos.
Vallejos fue invitada desde su primera edición en 1993 al Festival Internacional de Poesía de Rosario, uno de los más lindos e importantes festivales de América Latina. En 2007, año del fallecimiento de la autora, la programación le estuvo dedicada. En 2012, se publicó El collar de arena, su obra reunida, a cargo de Ediciones UNL y de la EMR, la editorial de la Municipalidad de Rosario. El título fue el mismo que la propia Beatriz eligió para la primera reunión de su obra en 1980 por Ediciones Colmegna. Al igual que en aquella primera edición, en la de 2012 se excluyeron sus libros iniciales, Alborada del canto y Cerca pasa el río, excepto por la inclusión del poema La ventana, publicado originalmente en el segundo libro. Se agregaron textos en prosa y conferencias de la autora.
En varias entrevistas y presentaciones públicas, Vallejos hablaba de que su obra era escribir siempre un único gran libro, como cuentas en un collar de arena que puede volarse con el viento.“Yo no me propongo escribir un poema. Viene. Es como una nota musical que insiste. Espero, como se espera que florezca una planta. Otras veces, quienes me reclaman son las voces familiares”, dijo una vez, en conversación con el poeta santafesino Enrique Butti.
“Qué vocación extraña la del arte que así se recrea asimilando el caudal espiritual de cada país donde renace”, reflexiona Vallejos en un texto titulado Transparencia y misterio de las lacas, publicado por la editorial rosarina Iván Rosado dentro de un libro del mismo nombre, en 2021. La concepción del arte, de la poesía y de la historia que podemos encontrar en su escritura tiene que ver tanto con el entendimiento del mundo, la historia y el arte como un continuo, como con la potencia creadora que puede hallarse en cualquier instante.
“…lo que llamo Patria Litoral ¿es una abstracción? o el reflejo de un vitral donde resplandece la lámpara de oro de sus naranjas y una filigrana azul diseña jugando un sueño de infancia hecho de cielos y ríos”, aventura Vallejos en el mismo texto. Lejos de hacer una poesía regionalista o de quedarse con una mera valoración del paisaje del litoral, sus poemas suelen hacer un doble movimiento. Los versos traen un pensamiento, una imagen, un devenir, un instante que a modo de zoom ilumina con claridad un acontecer: la maravilla de lo cotidiano. La disposición de las palabras, los silencios que van más allá de todas las acepciones, el ritmo que es eco e inquietud hacen que el lenguaje sea un transcurrir constante en el tiempo.
“El poema llama a la música. El poema es un milagro, tal vez la joya anónima que resplandece en tres versos. A veces, un sustantivo es un poema: niño, universo de universos, prodigioso, con el sol dentro”*. Las palabras son también de Vallejos. Por su sencillez, la presencia de elementos de la naturaleza y la ausencia del sujeto, su poesía fue leída en cercanía con el haiku. “El mundo que se mueve y respira, eso es lo que el haiku intenta atrapar”, describe María José Ferrada. La definición de Matsuo Basho, uno de los maestros, es que "haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento."
Los haijin japoneses, poetas del haiku, fueron caminantes errantes. Su escritura era su forma de vida. Vallejos no fue propiamente una caminante, pero sí tuvo una experiencia de cercanía y exploración con la naturaleza desde la infancia. Su padre, farmacéutico, hablaba guaraní y viajaba frecuentemente a la zona de Corrientes, de donde traía especies nativas que cultivaba en su jardín de la costa de Santa Fe. La poeta creció jugando en ese patio que explotaba de vida y de verde, junto a las historias de su herencia italiana y de la colonización de las tierras robadas a los indios. Entre cuentos de malones y paisanos nació su inquietud social, mientras en su casa se leía literatura del siglo XIX.
En su época, los poemas de Vallejos circulaban en pequeñas ediciones, de confección artesanal, muchas veces por correo hacia sus amistades. También dentro de la colección El soplo y el viento, de Ediciones de la nada. Una circulación similar tuvieron los poemas de autores como Juan Manuel Inchauspe, Roberto Aguirre Molina y Kiwi. Poeta, alfarero y pescador de Alto Verde, un barrio costero y uno de los más vulnerados aún hoy en la ciudad de Santa Fe, Kiwi compartió con Vallejos el mestizaje entre poesía y plástica, así como el silencio a la orilla de los versos. La poeta le dedicó uno de sus libros.
En una entrevista para La Capital, Irina Garbatzky le preguntó a Vallejos:
“-Ha dicho que nunca corrige sus poemas, porque el poema se revela. ¿Habría alguna relación entre su poesía y el haiku?
-Es así, simplemente se van amontonando los aconteceres y bueno, no los puedo desechar, son hijos de mi alma. Vos sabés que cuando empieza un poema sigue, sigue, sigue. Alguna vez dije: ‘mis libros se escriben solos’. Yo no llegué a ninguna poesía japonesa. La encontré a la vuelta de la esquina y dije: “ah, somos amigos”. No hay nada separado en la historia de la cultura, aparentemente hay etapas, por supuesto, pero está todo convocado”.
* en el “El poema y el color”, conferencia de Beatriz Vallejos fechada en Corrientes el 26 de octubre de 1967, publicada en El collar de arena (UNL, EMR, 2012).
“Transparencia y misterio de las lacas”, Iván Rosado, Rosario, 2021.
“Beatriz, por María Teresa Andruetto” disponible en el sitio web del Centro Cultural Kirchner https://cck.gob.ar/beatriz-vallejos/4862/
“La claridad cercana en el trasfondo de la penumbra (Beatriz Vallejos)”, entrevista pública con Beatriz Vallejos por Enrique Butti.
“Beatriz Vallejos: ‘Somos una vibración infinita’” reportaje por Irina Garbatzky para La Capital el 10 de octubre de 2004, disponible en
https://archivo.lacapital.com.ar/2004/10/10/seniales/noticia_139292.shtml.
Agustina Lescano
Equipo Plan Nacional de Lecturas Santa Fe
Autor/es: | ALVIRA, ADRIANA AMELIA |