24 M. Lectura y memoria: «¿Quién dijo que leer es fácil?»
"Muchacho el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragios.
El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido,
Hay que buscar esas botellas, y refrescar esa memoria”.
Leopoldo Marechal
Cerca del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, llega como todos los años el desafío de compartir con las infancias del nivel Inicial la historia más oscura del pasado reciente de nuestro país. Es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura cívico – eclesiástica – militar que usurpó el gobierno entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
“Existe una cita secreta entre las generaciones que fueron y la nuestra”, escribió Walter Benjamin, filósofo alemán, en su “Tesis de filosofía de la historia” (1940). Al hablar de una cita entre generaciones, el autor afirma que la historia puede ser vivida en tiempo presente, en un ejercicio tanto de memoria como de esperanza para el futuro que vendrá.
A lo largo de una vasta obra teórica, profundamente anti fascista, Benjamin ha desarrollado reflexiones sobre las artes y los bienes culturales, y ha investigado la relación de las infancias con la literatura, el juego, los juguetes y la imaginación como una forma valiosa de producción de conocimiento y de experiencia subjetiva.
Para habilitar un ejercicio de memoria y de encuentro entre generaciones, recomendamos para las salas la lectura del libro álbum “El pueblo que no quería ser gris” de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes, que forma parte de la colección Leer Abre Mundos para el Nivel Inicial del Plan Nacional de Lecturas.
El libro es considerado una de las obras más importantes de la literatura para las infancias en América Latina, y también es uno de los cuentos prohibidos por la dictadura. Fue escrito por Doumerc, autora nacida en Buenos Aires, junto a su esposo, Barnes, dibujante rosarino, y publicado por el sello Rompan Filas en 1975.
El 3 de septiembre de 1976, “El pueblo que no quería ser gris” fue prohibido por el decreto N° 1888 del gobierno de facto, junto a “La ultrabomba” de Mario Lodi, editado por el mismo sello. Al censurar la literatura para infancias, los militares reconocían el poder de la lectura en la formación de la ciudadanía.
¿Por qué creemos hoy que la lectura es una herramienta necesaria para compartir con las infancias reflexiones y saberes en torno a una fecha tan oscura como el 24 de marzo? Porque cuando contamos un cuento, como dice Graciela Montes, “inauguramos el contar como la llave para ir de visita a esos mundos…[…]…el lector le sigue prestando su tiempo y su voz interior al cuento, y sólo en ese tiempo el cuento vive” (“Una nuez que es y no es”, 1993).
La lista de libros prohibidos incluyó, entre otros, “Un elefante ocupa mucho espacio” y “El caso Gaspar” de Elsa I. Borneman, prohibido por decreto 3155 del 13 de octubre de 1977; “La Torre de Cubos” de Laura Devetach, prohibido por resolución N° 480 del Ministerio de Cultura y Educación de Santa Fé, del mes de julio de 1979. Estas prohibiciones se dieron en momentos en que la literatura para infancias en nuestro país comenzaba a superar posiciones simplistas, moralistas o con fines didácticos. Aquello que la misma Montes, en los años 90, llamó los fantasmas de la literatura: la escolarización, la frivolidad y el mercado.
Acercarnos y acercar a las infancias a la historia de la dictadura a través de la lectura de ficción es la forma más amable y amorosa, porque coincide con la forma de conocer de las niñas y los niños: a través de la experiencia.
Además, como también escribió Montes: “¿Quién dijo que leer es fácil? ¿Quién dijo que leer es contentura siempre y no riesgo y esfuerzo? Precisamente, porque no es fácil, es que convertirse en lector resulta una conquista” (“El placer de leer: otra vuelta de tuerca”. 1991).
En el libro álbum, las ilustraciones tienen trazos gruesos y un estilo que remite a los tótems, a lo tribal o las figuras talladas en piedra. Es porque la historia de este libro es a la vez un relato fuera del tiempo y una aventura que se renueva en todas las épocas, la de desafiar la autoridad y romper los protocolos con el desorden del afecto y la alegría. La historia del derecho a elegir nuestros propios colores, para pintar nuestras vidas.
Las primeras páginas muestran el castillo donde vive el rey grande del país chiquito, un país lleno de personas que el monarca apenas conoce, todo y todos en tonos de gris. Agotado de dar órdenes, cuando ya no se le ocurría otra cosa que pedir, el rey ordenó que todos pinten sus casas de gris. Hasta que en el cielo de este mundo metido dentro de un libro aparece una paloma, con los colores rojo, azul y blanco, que hacen que “uno” diga:
-¡Oh! ¡qué linda!- dijo maravillado-.
Pintaré mi casa de rojo, azul y blanco.
Y la pintó nomás.
El relato sigue y en cada página que pasa hay cada vez más casas pintadas de rojo, azul y blanco. Solamente el rey chiquito y sus tropas permanecen en gris. Hasta que el pueblo entra, entusiasmado y por primera vez, al castillo. El mismísimo rey termina con la nariz pintada de los colores de la paloma.
-¿Qué ha sucedido?, ¿qué ha sucedido?
– preguntaron los emisarios
cuando estuvieron en presencia del rey.
Pero el rey grande del país chiquito estaba tan caído,
que ni siquiera podía contestar.
Un niño, en la plurisala de la Escuela Nº 1111 Luis Borruat en Santa Rosa de Lima, barrio del cordón oeste de la ciudad de Santa Fe, nos regaló hace poco una nueva lectura del libro. “¡Es un perro!”, exclamó, y señaló con el dedo una de las ilustraciones, que hasta entonces, parecía ser un caballo. Pero en la interpretación de ese niño, en el pueblo que no quería ser gris los soldados montaban perros gigantes y no los tradicionales corceles, y…¿por qué no?
“El pueblo que no quería ser gris” (Colihue) forma parte de las colecciones Leer Abre Mundos, destinadas a las instituciones educativas de nivel Inicial de todo el país. Está en los Jardines de Infantes y puede leerse online en la biblioteca digital Juana Manso. https://biblioteca.juanamanso.edu.ar/libro/469581
También podemos disfrutar de una narración oral del cuento a cargo de la narradora y docente Paula Yódice, en el marco de Lecturando Ternura, un material producido en 2021 por la Subsecretaría de Educación Inicial del Ministerio de Educación de Santa Fe y el Plan Nacional de Lecturas Santa Fe. El video está disponible en el canal de Youtube del Ministerio de Educación, en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=S4L3RVyNFAc&t=929s
Les acercamos también un dispositivo desarrollado para el nivel Inicial por Abuelas de Plaza de Mayo – Córdoba, llamado “El tren de los abrazos”. Está dentro de un proyecto virtual e interactivo destinado a todos los niveles educativos, a bibliotecas populares, a centros comunitarios y a todos los que les interese participar llevando adelante las propuestas sugeridas, que invitan a un recorrido por la literatura y la música. Se incluyen textos de María Elena Walsh, Laura Devetach y Graciela Bialet, entre otras y otros autores.
Aquí se puede leer sobre el proyecto: https://www.abuelas.org.ar/noticia-difusion/tren-de-los-abrazos-66
Aquí se puede descargar la propuesta para el nivel Inicial:
https://www.abuelas.org.ar/archivos/archivoGaleria/TDA_nivel-inicial.pdf
Fuentes consultadas
BENJAMIN, Walter. “Tesis de filosofía de la historia” (1940).
MONTES, Graciela. “La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético”, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2017.
MONTES, Graciela. “El golpe”. Disponible aquí: https://campuseducativo.santafe.edu.ar/wp-content/uploads/adjuntos/recursos/20190320/campus_20190320161903phppUNXwy.pdf
“Los Libros de la Buena Memoria. Literatura, memoria y derechos humanos desde el nivel inicial”, clase 4 del Programa Nuestra Escuela del Ministerio de Educación de Presidencia de la Nación. Disponible aquí: https://www.abuelas.org.ar/archivos/archivoGaleria/Clase_4_-_Memoria_2015_v2.pdf
Autor/es: | ALVIRA, ADRIANA AMELIA |