Las mujeres y la histórica jornada del 8 de marzo.
Cuando la historia es trazada por mujeres, el 8 de Marzo representa la condensación de voces en movimiento con enunciación colectiva. El sonido que pronuncia a la mujer desde la historización de algunos hitos de desigualdad de oportunidades y diversas formas de violencia trasciende fronteras y exclama ¡Todos los días! ¡Todos los derechos! ¡Todas las mujeres!
El Día Internacional de las Mujeres recupera las historias antepasadas con la lupa de las injusticias de género que habitan los cuerpos y sentires desde el afán inclaudicable de buscar una sociedad más justa e igualitaria.
En distintos rincones del mundo se reunieron millones de mujeres con un objetivo en común que se simboliza en impulsar la lucha por sus derechos y la igualdad de género. La reivindicación de las luchas por la ampliación de derechos para las mujeres es una inspiración que provoca los grandes avances de este último tiempo develando construcciones colectivas en clave de derechos.
La Subsecretaria de Educación Superior convoca a conmemorar la lucha de las mujeres por su participación en pie de igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos a través de las palabras historiográficas de la profesora Berta Catalina Wexler acerca de “Las mujeres y la histórica jornada del 8 de marzo”.
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg Patricia Moscato.
Las mujeres y la histórica jornada del 8 de marzo
Berta Catalina Wexler[1]
Como profesora del Instituto Superior del Profesorado N 3 “Eduardo Lafferriere” de Villa Constitución, La Dirección Provincial de Educación Superior, Perfeccionamiento Docente, Programación y Desarrollo Curricular del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, me comunicó a fines de agosto de 1995 que resultaba de interés oficial mi participación en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer a realizarse en Beijing.
Durante el mes de septiembre se formalizó la reunión mundial de mujeres más grande de la historia y este hecho se convirtió en el principal debate del ámbito internacional durante 15 días. La presencia de 32.000 representantes de distintas regiones del mundo vistió de múltiples colores las calles de China, hizo sentir idiomas, costumbres, festejos y reclamos propios de la diversidad de países y organizaciones que allí se reunieron, pero todas con un objetivo común: Igualdad, Desarrollo, Paz, lema de la convocatoria.
Llegar a China, país tan lejano del nuestro, el más poblado de este planeta, durante “su estación de oro” fue un desafío.
Dejar nuestras familias, nuestro trabajo, nuestros países de origen fue un esfuerzo económico y personal muy grande pero nos permitió entender otras forma de vida, de cultura, de organización y política; todas con un objetivo común: eliminar la discriminación contra la mujer y ponerla en pie de igualdad con el hombre.
Emociones y sorpresas nos deparaba este evento. Cada delegación o personas que llegaban tomaban una visión diferente de lo que China ofrecía para garantizar el feliz desarrollo y término de las actividades. Ante las numerosas e infundadas versiones sobre lo que podían llegar a hacer las mujeres, el Comité Organizador montó un dispositivo de control importante en los lugares estratégicos, sobre todo en Pekín, pero a la vez nos brindaban una cálida y bienvenida estadía. Algunos gobiernos como el de Estados Unidos y numerosos medios de prensa internacionales montaron un gran operativo para influir en el Foro.
Se reunieron 2000 delegados de 184 países participantes que tenían voz oficial de los gobiernos y 30.000 mujeres de las Organizaciones No Gubernamentales que realizaron un FORO de las O. N. G. en la localidad de Huairou distante a unos 60 km de la capital, tramo que se cubría por autopista en algo más de una hora. Funcionó en un predio de 42 hectáreas y se realizaron reuniones plenarias, talleres sobre múltiples temas que afectan a las mujeres, actividades culturales y paseos turísticos. Cinco tiendas regionales y siete establecidas para reuniones espontáneas dieron marco al contacto entre tantas y tan variadas discusiones como así también para exposición de trabajos y artesanías. Se proyectaron 5000 actividades.
Las cuestiones de idioma fueron a veces el gran problema que no nos permitió, mejor comunicación, sobre todo a las de habla hispana. La gran reunión fue más que un evento y a pesar de todos los inconvenientes que se pudieron plantear fue una poderosa manifestación de lucha de las mujeres del mundo que son oprimidas que se transformó en un arma para avanzar junto a los hombres en pie de igualdad, por una sociedad más justa y solidaria.
Historia de la celebración 8 de marzo
En el mundo entero ya se venía recordando la historia de las mujeres trabajadoras que lucharon desde mediados del SXIX, que en este proceso tanto en Europa como en Estados Unidos se habían incorporado en forma masiva, igual que los niños al trabajo fabril , surgiendo agudos problemas sociales. Las protestas se originaron porque las jornadas de 15 y 18 horas eran insalubres y agotadoras.
Sin embargo vamos a repasar el origen de la histórica jornada del 8 de marzo “ya que contrariamente a lo que se cree no radica en un único acontecimiento sobre el que haya consenso historiográfico sino que ha de buscarse en el contexto histórico e ideológico mucho más amplio[2]”. Graciela Tejero Coni desde el Museo de la Mujer Argentina plantea que la versión más difundida es la del 8 de marzo de 1908, sobre las mujeres de la fábrica Cotton en Nueva York que declararon la huelga ese día en 1908, donde a consecuencia de un incendio el dueño las encerró y se quemaron 129 obreras son erróneas. Las fuentes investigadas sospechan de la fecha ya que el calendario marca ese “día como domingo, un día muy extraño para declarar una huelga[3]”. A principios de 1909, en Estados Unidos, miles de mujeres marcharon en Chicago y Nueva York pidiendo mejores salarios y derecho al voto y también en 1910, en algunas naciones de Europa, donde lograron acceder a la Enseñanza Superior[4]
Tejero Coni plantea que sí hubo un incendio donde murieron muchas trabajadoras inmigrantes entre los 17 y 24 años en una fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York. De 123 mujeres, 23 de ellas murieron porque no pudieron salir del edificio ya que las puertas de emergencia habían sido cerradas. Este episodio no fue un 8 de marzo sino el 25 de marzo de 1911[5].
En agosto de 1910 en Copenhague (Dinamarca), al realizarse un Congreso de Mujeres Socialistas, Clara Zetkin, líder del movimiento alemán propone que se declare una fecha como “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, recogiendo la lucha de las mujeres socialistas norteamericanas que desde 1908 llevaban a cabo por el derecho al voto, propuesta que escucharon mujeres procedentes de 17 países y aprobada de forma unánime.
Son sumamente reveladoras las investigaciones de Coni afirmando “que los orígenes están en el movimiento de mujeres socialistas de finales del SXIX que supo enlazar su lucha por el derecho al voto y a ocupar cargos públicos, con el derecho a trabajar y a la enseñanza, al fin de la discriminación y la esclavitud sexual y la urgencia de preservar la paz mundial.
La primera declaración internacional de la mujer se produjo el 19 de marzo de 1911 y fue protagonizada por Austria, Alemania, Dinamarca y Suiza donde se conmemoró el "Día Internacional de la Mujer Trabajadora". Más de un millón de mujeres participó públicamente en la celebración. En estos primeros años aconteció en fechas diferentes según el país, pero en 1914 a propuesta de las alemanas el “Día Internacional de la Mujer” se celebró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia[6]”.
En este último país, según las Naciones Unidas fue el 23 de febrero, de acuerdo al calendario juliano utilizado entonces, o el 8 de marzo, según el almanaque gregoriano:
“El hecho de que este día se celebre el 8 de marzo está estrechamente vinculado a los movimientos feministas durante la Revolución Rusa de 1917: como reacción ante los dos millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron el oportunismo de la huelga, pero ellas la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto[7]”.
El gobierno provisional formado luego se consagró gracias también a la lucha de las mujeres bolcheviques. Alexandra Kollantai que ocupaba un puesto en el gobierno consiguió que el 8 de marzo se considerase como día oficial en la Unión Soviética.
En 1945 las delegadas de la Primera Asamblea General de la ONU en San Francisco, exigieron que las reivindicaciones de las mujeres fueran debidamente enarboladas y se estableció una Comisión Autónoma sobre la condición de la mujer. Recién en 1951 se hacen realidad las exigencias de las luchadoras de la industria textil de Nueva York (igual remuneración por igual trabajo). Se establece un acuerdo que los salarios deben ser establecidos sin discriminación basada en el sexo. Si bien las Declaraciones hablan de igualdad en la práctica no se concretó este lema en numerosos sectores del planeta.
Día Internacional de la mujer
El año 1975 fue declarado como el “Año Internacional de la Mujer” y la ONU reconoció el 8 de marzo. Sin embargo este organismo tergiversó los hechos para dar una versión a su conveniencia, ignorando las verdaderas luchas de las mujeres rusas que condujeron a esta celebración, por las iníciales jornadas de 1917. Ese país logró que se unificara la fecha hasta la actualidad “y que millones de mujeres lo reconozcan como día internacional de lucha por sus derechos[8]”
Las mujeres son doblemente oprimidas como trabajadoras y amas de casas. La discriminación no fue superada y la crisis ha golpeado más a las mujeres de los países como los nuestros, porque ellas son las que soportan sus efectos como administradoras de los hogares, preocupadas por la salud, educación y la alimentación de sus hijos.
“El reducido acceso a los niveles de decisión de la vida pública y privada así como las múltiples formas de violencia (violencia doméstica, violaciones, acoso, pornografía, femicidios, etc.) son señales de las condiciones de desigualdad en que están las mujeres de nuestra sociedad. Adoptar un enfoque de género significa, modificar los términos de equidad y justicia”[9].
Los últimos años la presencia de mujeres en las calles de todo el mundo contra el machismo, ha cambiado la fisonomía de sus demandas. Miles de mujeres pelean día a día por “ni una menos”, todas en la calles exigiendo justicia, salud y mejores condiciones de convivencia en la sociedad patriarcal en la que vive la gran mayoría. Y estas demandas se visibilizan y ponen a viva voz en el Paro Internacional del 8 de marzo, cumplido año a año en todo el mundo y conocido como Movimiento “8M”:
“El movimiento fue creado a finales de octubre de 2016 como respuesta a la violencia social, legal, política, moral y verbal actual que sufren las mujeres contemporáneas en diversas latitudes y fue promovido por organizaciones de mujeres de más 50 países para visibilizar la violencia machista en todas sus formas y expresiones: sexual, social, cultural, política y económica[10]”.
Las mujeres con la fuerza de sus luchas han podido transformar la sociedad. Ejemplos muy elocuentes se dan en este siglo XXI donde miles de jóvenes se movilizan por la educación no sexista, por conquistar derechos de igualdad con los hombres y contra todas las formas de violencia contra la mujer. Pasaron 27 años desde que participamos en la Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing 1995[11], aun su lema “Igualdad, Desarrollo y Paz” no llegan a concretarse en todas partes, van cambiando la vida y el pensamiento feminista. Allí vamos en nuestro día, con el nuevo Paro Internacional de Mujeres este 8 de marzo de 2022.
[1]Profesora especializada en Historia y Máster en la Problemática de Género. Jubilada del Instituto Superior N* 3 de Villa Constitución y actualmente forma parte del Comité Académico de la Revista Historia Regional de la Sección Historia. Es miembro activo del CEIM (Centro de Estudios Interdisciplinarios de las Mujeres) Facultad Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, de la Junta de Estudios Históricos de la Provincia de Santa Fe, y del Museo de la Mujer Argentina.
Email: bertawexler@yahoo.com.ar
[2]Tejero Coni, Graciela. Sobre la verdadera historia del 8 de marzo. Buenos Aires, Revista la Marea
https://revistalamarea.com.ar/acerca-de-la-historia-del-8m/
[3]Ibibem
[4]Berbetti Antonella. 8 de marzo: por qué se conmemora el Día Internacional de la Mujer. https://www.eldestapeweb.com/sociedad/dia-de-la-mujer/8-de-marzo-por-que-se-conmemora-el-dia-de-la-mujer-
[5]Tejero Coni, ob. cit.
[6] Ibidem
[7] Naciones Unidas. Día Internacional de la mujer. 8 de marzo https://www.un.org/es/observances/womens-day/background
[8]Tejero Coni, ob. cit.
[9]Wexler Berta y Sosa Graciela .Abrir los ojos”. La violencia de género: un proyecto de lectura y escritura. En Bach Ana María- editora-: Género y docencia. Reflexiones, experiencias y un testimonio. Miño y Dávila. Buenos Aires, agosto, 2017.
[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Paro_Internacional_de_Mujeres
[11]Viajó también a Beijing, un compañero del Instituto del Profesorado de Villa Constitución, con quien hicimos algunas visitas a la histórica ciudad. José Magni, profesor de Matemática aprovechó un paquete turístico y llegó a recorrer nuestro el evento del Foro de las Mujeres en la Conferencia Mundial y participó de la gran marcha con la enorme bandera celeste y blanca por los reclamos y derechos para las mujeres.
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |