“Narrativas de formación en contexto de pandemia”.
Soñamos narrando, ensoñamos narrando, recordamos,
preveemos, esperamos, nos desesperamos, creemos, dudamos,
planificamos, revisamos, criticamos, construimos, cimentamos,
aprendemos, odiamos y vivimos por medio de narrativas.
(Hardy,1977:13 en –McEwan y Egan,1998)
La memoria como proceso de reminiscencia recuperada a través de la narrativa, permite formar los guiones de la historia pedagógica como proceso reflexivo y superador.
La hermenéutica reflexiva propicia movimientos de rupturas epistemológicas que favorecen el movimiento del pensamiento como momento de pausa y forma de precaución.
Interpelar la realidad educativa a través de su reconstrucción vivida despoja los pilares naturalizados de las tradiciones en códigos de cambios que posibilitan migraciones desafiantes en la escritura del acto pedagógico.
Recuperar la poética de la imaginación en el proceso narrativo implica aceptar la fuerza de lo simbólico en la instancia de la letra como proceso sublimatorio.
Un buen relato cautiva y abre posibilidades para el pensamiento, permitiendo tender puentes entre distintos escenarios y escenas de prácticas docentes donde la incertidumbre abre la posibilidad y la realidad supera la idea.
La subsecretaría de Educación superior tiene el gusto de compartir “Narrativas de formación en contexto de pandemia”, como producción genuina y académica de la Profesora Adriana G. Muzzin y del Profesor Alcides D. Musín del Instituto Superior de Profesorado N° 63 “Natalia Quessús” – Las Toscas. Se agradece profundamente a los autores, quienes generosamente ofrecen sus conocimientos y experiencias en el nivel superior desde un espacio de escritura hermenéutica y narrativa pedagógica en tiempos de Pandemia.
Subsecretaría de Educación superior.
Mg. Patricia Moscato.
“Narrativas de formación en contexto de pandemia”.
ISPI N° 63: Ubicación y características.
El Instituto Superior de Profesorado N° 63 “Natalia Quessús” es una institución de educación superior pública ubicada en la ciudad de Las Toscas, en el norte de la provincia de Santa Fe, distante a unos 430 km. de la capital provincial. Su oferta académica comprende 2 carreras de formación docente (Profesorado de Educación Primaria y Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura) y 2 tecnicaturas (Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software y Tecnicatura Superior en Mantenimiento Industrial). El Instituto abarca un amplio radio de alcance y recibe estudiantes de distintas localidades y zonas aledañas, incluso provenientes de otra provincia (Chaco).
Dentro del Profesorado de Educación Primaria, carrera en la cual se enmarca nuestra experiencia, en el 4° año se encuentra el Taller de Práctica IV y los Ateneos de Ciencias Sociales, Lengua y Literatura, Ciencias Naturales, Matemática y Formación Ética y Ciudadana. Los ateneos son un espacio de análisis, reflexión y de socialización de saberes en relación a las prácticas docentes, son dispositivos de formación que admiten la relación con otras disciplinas y proporcionan al/a la futuro/a docente las herramientas necesarias para desenvolverse en el aula. El equipo docente del Taller de Práctica y de los Ateneos funciona coordinadamente, consensuando y definiendo dispositivos, estrategias y recursos para el trabajo con las y los estudiantes residentes, aunando encuentros con las/los mismas/os en un día establecido (los días lunes), propiciando la participación activa y unidad de criterios al interior del equipo de trabajo.
Experiencias durante la pandemia
Debido a la pandemia COVID-19, la cual nos interpeló desde diferentes ámbitos y prácticas, durante el año 2020 y el primer semestre del 2021 nos vimos obligados a repensar y re-significar nuestra práctica educativa diaria.
Ante la imposibilidad del encuentro físico cara a cara en el aula, los escenarios mutaron en un sinfín de opciones posibles: el hogar, la plaza, la casa de un familiar, el SUM de la localidad, entre otros. La enseñanza y el aprendizaje en la virtualidad fue, y aún lo es, un gran desafío por la desigualdad de condiciones de muchos estudiantes frente al uso de las tecnologías y la posibilidad de tener los medios digitales: celular, computadora, internet, etc.
Como lo menciona Terigi (2021)
Nunca pasó esto en esta escala en todo el planeta y durante tanto tiempo. Estamos aprendiendo, estamos armando repertorios, estamos inventando el hacer y, ojalá, podamos convertir el hacer, transformar el hacer, en un saber disponible para –insisto en la imagen porque me gusta– cuando pase el temblor.
En no pocas oportunidades escuchamos que es importante utilizar las TICs, de su necesidad e importancia de incorporarlas al proceso de enseñanza, pero nunca imaginamos que las necesitaríamos y utilizaríamos tanto como en este momento histórico, y en pleno siglo XXI. La virtualidad nos hizo reflexionar sobre la enseñanza-aprendizaje, sobre las estrategias, las actividades, las explicaciones, el conocimiento de las TICs y el uso de las mismas. En el contexto de pandemia, el horario frente a la computadora se extendió más de lo previsto, entre 8 y 12 horas por día, sin mencionar el tiempo que estuvimos pendientes del celular.
Participar de encuentros virtuales con colegas del Instituto para decidir acciones conjuntas en cuanto a la forma de seguir con las clases, introducir ajustes en la planificación (pensada y diseñada exclusivamente para la presencialidad), en los propósitos formativos, en seleccionar contenidos prioritarios, estrategias y recursos; todo ello nos obligó a buscar, aprender y ejercitarnos en el uso de diversas aplicaciones: editor de PDF, búsqueda de videos educativos, simuladores, Zoom, Google Meet, Webex, etc. Tuvimos que recurrir al Google Drive como “bitácora” donde se alojó material bibliográfico digitalizado para poner al alcance de nuestras/os estudiantes, seleccionando autores, capítulos, artículos y hasta páginas que les permitieran, y nos permitieran, la continuidad de la tarea pedagógica.
El celular se convirtió en “el instrumento” y dispositivo indispensable, cuyo uso fue desde la creación de grupos de WhatsApp con las y los estudiantes para consultas y comunicaciones hasta la explicación mediante audios, recursos y videos tutoriales. Si bien se dispuso y acordaron días y horarios para realizar consultas, la realidad nos sobrepasó, pues el contexto nos atravesó de distinta manera, particularmente a muchas/os de nuestras/os estudiantes que residen en zonas rurales, donde concretamente el acceso a internet se dificulta (cuando no es imposible conectarse).
En este sentido, el “gran” reto fue poder conectarse y mantener las clases on-line el tiempo estipulado, debido a la interrupción constante de la señal de internet y a las diferentes realidades que, como ya mencionáramos, presentan las y los estudiantes. A través de la virtualidad pudimos estar conectados, visualizarnos a través de una pantalla, presentar una clase y compartir las mismas mediante Meet o Zoom. Los y las estudiantes realizaban intervenciones, secuencias didácticas, análisis de bibliografía, clases de ensayo, participación en diferentes conversatorios sobre la educación primaria.
En esta etapa del ASPO observamos la existencia de tres grupos principales de estudiantes: quienes pudieron mantener el contacto con el Instituto y seguir las actividades propuestas, quienes por diversos motivos, se desconectaron durante el período de pandemia, y un grupo intermedio, que mantuvo algún tipo de contacto, pero esporádico y discontinuo. Los dos grupos que se mencionan al final lograron retomar sus prácticas de residencia en el 2021.
En palabras de la estudiante Cintia Pedrozo “en tiempos de pandemia se debe hacer frente a las diversas realidades de los estudiantes, existen dudas, miedos, mucha curiosidad, ansiedad y estrés. En la pandemia que nos ha atravesado he aprendido, durante el año 2020 y mitad del año 2021, a hacer de la tecnología una herramienta de extensión de mí misma y eso es también importante, pero sobre todo pensar la mejor manera de poder transmitir la enseñanza”.
¡Al fin la vuelta a la presencialidad!
La vuelta a la presencialidad fue crucial y se notó la diferencia, en palabras de nuestras/os estudiantes. El gran día tan esperado llegó: respetando siempre el protocolo y las normas de bioseguridad, el regreso a la institución después de un año y medio implicó muchas emociones encontradas, sentimientos a flor de piel, la alegría de ver a las y los colegas, a los y las estudiantes, asistentes escolares y poder compartir una sonrisa detrás del barbijo. Si bien en lo que a nuestra tarea atañe había cierta incertidumbre sobre la etapa de residencia con los y las estudiantes del Taller de Práctica IV, especialmente sobre el trabajo en red con las escuelas asociadas para la designación de estudiantes residentes en las mismas, el trabajo en burbujas, la adaptación de nuevas formas de trabajo, horarios, modalidades, etc., la felicidad de volver al aula no reconocía antecedentes. En las narrativas de nuestras/os estudiantes, la presencialidad se torna fundamental, ya que permite las preguntas y respuestas en forma inmediata, la orientación del docente sin que se corte la comunicación, las correcciones de trabajos sobre papel o en computadora, el uso de la tiza y el pizarrón; en definitiva, es la interacción cara a cara en el encuentro presencial, con sus ventajas y posibilidades de retroalimentación concretas y reales en el vínculo estudiante y docente los que le asignan nuevos sentidos a la tarea de formarse, de desarrollarse como profesional (Day, 2005).
Entre las actividades desarrolladas en la presencialidad con las y los estudiantes se propusieron la realización de secuencias didácticas relacionando las diferentes áreas, a partir de una problemática regional seleccionada previamente; el análisis de autores, la reflexión desde y en la teoría y la práctica, junto a la importancia de resignificar las didácticas específicas y la realización de intervenciones docentes en las escuelas asociadas.
La articulación constante entre la teoría y la práctica, el vínculo con la docente co-formadora y los sujetos de la educación primaria, la preparación de las clases, la selección de las estrategias, los recursos, y las actividades; es esa interacción y co-construcción con el/la otro/a la que hace posible el lazo, el vínculo con un otro significativo, lo cual permite afianzar la formación.
En palabras de Arias Gago, Baelo Álvarez y Cañón Rodríguez (2018) “las experiencias relacionadas con las particularidades que el maestro vive en el aula, que se vinculan directamente con sus actividades cotidianas son las que mayor valor formativo tienen en esta etapa” (p. 164).
Recuperando las experiencias de estudiantes residentes
“La vuelta a la presencialidad y la oportunidad de asistir a las escuelas, participando de la vida escolar (talleres, actos, vivencias, etcétera) es una situación muy esperada en este último año de mi carrera, el estar en las aulas con los alumnos y alumnas es muy enriquecedor en esta etapa. La docencia involucra no solo la transmisión permanente y actualizada de conocimientos, sino el forjar, modelar y transformar lo humano cultivando en los niños y las niñas principios, valores, buenas costumbres, idoneidad, ilusión, motivación, creatividad e innovación. Es necesario validar y enaltecer la labor docente con todos los elementos constitutivos y de posicionamiento que requiere una profesión de tan alto valor social”. Cintia Pedrozo, estudiante del 4° año del Profesorado de Educación Primaria.
“
Elegir el ISP N°63 ´Natalia Quessús´ para cursar mis estudios terciarios, fue sin lugar a dudas una decisión acertada, ya que considero que me ha aportado innumerables experiencias muy relevantes para mi formación docente. A lo largo de todo el cursado he contado con profesores que me han marcado el camino en todo momento, dispuestos siempre a estimularme, guiarme y brindarme sugerencias para mejorar mi desempeño como estudiante, lo que tuvo mucha injerencia en mis ansias de mejorar y perfeccionarme, aún en circunstancias tan difíciles como las actuales”. Matías Ramirez, estudiante del 4° año del Profesorado de Educación Primaria.
“Mi trayectoria me enseño que para ser un buen docente es necesario nunca dejar de aprender. La perspectiva fue cambiando en los últimos años, ya que ser docente es mucho más que transmitir conocimientos. Ser docente es un proceso en el cual se construye, con la mirada puesta siempre en el/la otro/a”. Agostina Hulet, estudiante del 4° año del Profesorado de Educación Primaria.
Autores: Prof. Adriana G. Muzzin y Prof. Alcides D. Musín.
Instituto Superior de Profesorado N° 63 “Natalia Quessús” – Las Toscas
Referencias bibliográficas:
Arias Gago, A. R.; Baelo Álvarez, R. y Cañón Rodríguez, R. (2018). Identidad profesional de los maestros de Primaria. En I. Cantón Mayo y M. Tardif (Coords.), Identidad profesional docente (pp. 159-168). Narcea.
Day, C. (2005). Formar docentes. Cómo, cuándo y en qué condiciones aprende el profesorado. Narcea.
Terigi, F. (5 de noviembre de 2021). Cuando pase el temblor: la mirada de Terigi para pensar el currículum en pandemia. Instituto Superior de Estudios Pedagógicos. https://isep-cba.edu.ar/web/2021/06/28/cuando-pase-el-temblor-la-mirada-de-terigi-para-pensar-el-curriculum-en-pandemia/
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |