La formación docente en los escenarios actuales, ¿cuál es el sentido de recuperar el legado pedagógico de los grandes maestros?
El sentido suave con semblante de esperanza que pronuncia el lenguaje del ser docente denota los gestos éticos que recorren la pedagogía a través del tiempo.
La pedagogía de un maestro y de una maestra comienza por un territorio y una relación transferencial, porque el educar permite inscribirse en el simbolismo social, formar parte de una narrativa común, donde la posibilidad de aprender a habitar lo nuevo y lo distinto se expresa como una oportunidad.
Habilitar, perfomacear e ingresar en la cadena significante a través de la refundación de ideas inconmovibles, invita a pincelar la propia vida en cada paisaje, explorar formas de ignorancia, dejarse afectar, sumergirse en el sí mismo del ser docente, bucear en las propias penumbras y entregarse en el sentir del acto de enseñar.
La memoria vivida evita la fragilidad, abrigando las necesidades más profundas del cronos lógico, habilitando el camino de la implicancia retroactiva con los cristales del presente en las coordenadas de la reposición del pasado.
La conversación con las ópticas del tiempo dialoga tocando la existencia de las necesidades de este momento, permitiendo focalizar en las enseñanzas de los gestos del pasado y recontextualizando el desconcierto de lo incierto en este contexto inédito.
Tiempo que nos evoca a la recatexia y restitución del pensamiento, donde la vigencia de las grandes maestras de la historia se hace presente, con nombre propio y auténtico, evocando a sus legados como patrimonio pedagógico que se reeditan en cada mención.
La denotación que connota la palabra heredada en vigencia de Olga y Leticia Cossettini, tiene la autoría que autoriza su íntima recuperación a través de la Supervisora María Fernanda Foresi. Se agradece profundamente la generosidad académica pedagógica, quien ofrece sus aportes valiosos y validados por su trayectoria a través de su itinerario profesional.
La Subsecretaría de Educación superior invita a disfrutar un ciclo de posteos en homenaje al 11 de septiembre, destacando y agradeciendo la inmensa labor de los y las docentes santafesinas. Como nos invita María Fernanda….Tomamos la posta! “La formación docente en los escenarios actuales, ¿cuál es el sentido de recuperar el legado pedagógico de los grandes maestros?
Subsecretaría de Educación Superior.
Mg. Patricia Moscato
La formación docente en los escenarios actuales, ¿cuál es el sentido de recuperar el legado pedagógico de los grandes maestros?
María Fernanda Foresi.
Supervisora Nivel Superior
“El desprendimiento es el único momento de libertad.
Entonces, el fin vuelve a ser el comienzo y la vida tiene la última palabra.
En una aldea africana, cuando un narrador llega al final de su cuento,
apoya la palma de la mano en el suelo y dice: Pongo mi historia aquí.
Y agrega “para que alguien pueda tomarla algún día””
Peter Brook
La cuestión de la formación y el desarrollo profesional de los docentes es un punto clave para todo el sistema educativo, tanto desde el punto de vista de las políticas públicas, de la práctica educativa, así como el de la construcción de teorías y concepciones en materia de educación.
Como ocurre con otras prácticas sociales, la práctica docente no es ajena a los signos que la definen como altamente compleja. Complejidad que deviene, en este caso, del hecho que se desarrolla en escenarios singulares, bordeados y surcados por el contexto (Edelstein, 2002). Un contexto- que en épocas como las actuales- resulta absolutamente inédito.
La tarea docente conjuga acción y pensamiento, conocimientos prácticos y teóricos, decisiones profesionales y razones que las fundamentan. La enseñanza se trata de generar oportunidades de aprendizaje aún en los escenarios más complicados. Y nunca se limita a la reproducción de modelos pedagógicos validados, sino que implica para los profesores crear escenarios diversos y cambiantes en los cuales los estudiantes se apropien del conocimiento.
Desde nuestros institutos superiores de formación docente nos proponemos trabajar con el conocimiento, para plantear a nuestros estudiantes la construcción de modos de enseñanza singulares, que no queden ligados a un repertorio de técnicas, sino que se apoye en construcciones metodológicas propias con justificación teórica plena. Sostenemos la necesidad del soporte teórico desde lo filosófico, lo ideológico, lo pedagógico y lo político, que supere las arraigadas tradiciones instrumentalistas y aplicacionistas de la didáctica y su falta de articulación con la teoría. Por lo que ponemos en discusión cualquier copia o imitación acrítica de experiencias, aunque éstas sean particularmente valiosas.
Al respecto y acercándonos a los grandes maestros que nos precedieron, este escrito es una invitación a sustraernos de la sujeción a sus ideas, para reconvertirlas en potencias que abran otros horizontes y otros mundos pedagógicos. En principio, significa seguramente someternos al estudio sistemático y a la fuerza de su seducción y su influencia, para luego habilitarnos a hacer “lo distinto” con ellas. Persistentemente al nombrarlas, las actualizamos.
En este caso, nos acercamos a la labor que Olga y Leticia Cossettini llevaron a cabo en la Escuela Primaria “Gabriel Carrasco” de la ciudad de Rosario entre 1935 y 1950, que fue parte del movimiento escolanovista, pero presentando particularidades que la acercan a una pedagogía de carácter social.
Más allá de la variedad de ejemplos que afortunadamente conocemos de su propuesta de enseñanza denominada “Escuela Serena”, queda aún mucho por reflexionar en términos del legado pedagógico. ¿Qué podríamos tomar hoy de esa experiencia para recuperar en la formación docente y el desarrollo profesional? ¿Qué podríamos capitalizar acerca de ese proyecto en nuestras clases como formadores y en nuestros institutos superiores? ¿Qué nuevas ideas se desplegarían a partir del conocimiento de ese legado pedagógico?
Corriéndonos de la tentación inicial de la réplica o la imitación, encontramos variados aspectos a considerar en la profundidad de sus fundamentos. Por un lado, la necesidad de un currículum que se apropie de los problemas reales, que acepte los intereses infantiles y juveniles, mediante estrategias creativas y visiones curriculares más amplias. Por otro lado, recuperar que las propuestas innovadoras se enmarquen en proyectos institucionales. La experiencia Cossettini nos muestra que la base está en un trabajo colectivo y sostenido por toda la comunidad educativa. Cuanto más disruptiva resulta una propuesta, más apoyo necesita de todos los actores involucrados. En los escenarios escolares construir comunidades en sintonía es vital.
La trama institucional permitió “proyectar la obra escolar más allá de sus límites, al barrio y a la ciudad en convicción de que todo organismo escolar debe trabajar hasta establecer contacto con las fuerzas culturales de la ciudad” (Cossettini, 1945:99). Las Misiones infantiles de divulgación cultural permitían a la escuela penetrar en la vida del barrio. Escuelas de puertas abiertas, “que lleven a la comunidad el impulso de su enorme vitalidad.” (Cossettini. 1945: 101)
El lugar del arte y su vinculación con la educación es otro principio de la pedagogía cossetiniana que debemos considerar. Cobijar el arte en todas sus manifestaciones como parte del vivir en la escuela. Este aspecto ha sido particularmente investigado en su relación entre educación estética y científica funcionando como parte del mismo proceso. (Fernández, M. C.; Welti, M. E.; Biselli, R. y Guida, M. E., 2014). Variados ejemplos fueron los diferentes tipos de calendarios que los niños debían ir completando diariamente; el trazado de mapas, las láminas sobre el cuerpo humano, las observaciones en microscopio entre otros. “Naturaleza y Paisaje con sus contenidos de ciencias y su valor estético” (Cossettini,1945:23)
Otro punto esencial es que para poder enseñar hay que poder aprender de la propia práctica e investigar sobre nuestra acción.” Ninguna experiencia con sentido es posible sin algún elemento de pensamiento (…) El pensar es un proceso de indagación, de observar las cosas…(Dewey,1993:171). La capacidad de reflexión sobre la práctica constituye un proceso cognoscitivo activo e intencional.
De esta manera, retomamos de la práctica de las hermanas Cossettini la importancia de la construcción y sistematización de experiencias, la posibilidad de registrar nuestra propia práctica y el permiso que se dieron para experimentar. Advertimos nuestra actividad como un proceso de permanente autoconstrucción de conocimiento que necesita objetivarse para poder analizarse y reconstruirse. Esta objetivación recupera las narrativas, tal como hacían esas maestras en sus diarios de clase plagados de intervenciones perspicaces que aseguraban la construcción de sus propios saberes profesionales.
Perrenoud expresa que aprender a “reflexionar sobre la propia práctica también significa reflexionar sobre la propia historia, el habitus, la familia, los gustos y las aversiones, la relación con los demás, las angustias y las obsesiones…” (2004: 50). Pero, además las reflexiones serán más elaboradas y críticas en tanto seamos capaces de mirar las propias practicas a la luz de las lecturas y marcos de referencia teóricos que permitan enriquecer estilos de trabajo y estrategias pedagógicas.
El contar hoy con el registro minucioso, con las cartas, las fotografías, las filmaciones, los diarios de clases y los cuadernos de la Escuela Serena, hizo que la experiencia se organice, se articule, se pueda heredar, se preserve, se revise y se transmita. Reivindicamos entonces como uno de los grandes logros de Olga y Leticia ese acto inaugural que dio origen al Archivo Cossettini.[1]
Estamos frente a una propuesta pedagógica innovadora en su tiempo. En la actualidad deberíamos recuperar el plus de significación que portaba. ¿Por qué el canto de la torcaza imitado por un niño puede ser el punto de partida que permite la elaboración de un proyecto pedagógico como el “Coro de Pájaros “? ¿Qué se puede enseñar a partir de este acontecimiento? ¿Qué significa hoy estar atento a lo que espontáneamente surge de la infancia? ¿Cómo se resignifica la enseñanza proponiendo alternativas vinculadas con la realidad? ¿Cuál es la justificación teórica de esa decisión profesional?
El Coro de Pájaros surgió porque ahí hubo una maestra con una mente lúcida para captar un interés y darle un sentido pedagógico. Abierta a la escucha, permeable a los sucesos. Sin dudas, para enseñar es necesario ser un gran lector del escenario, del tiempo y del espacio, comprender que sucede en cada grupo de estudiantes, en esta comunidad, en esta humanidad. Seguramente hoy, Olga y Leticia harían otras propuestas de enseñanza y no repetirían esa experiencia. Porque siempre que haya un educador sin preconceptos que se deje cautivar cada año por su grupo de estudiantes, habrá proyectos que nacen de la escucha, del reconocimiento del otro, del contexto. Reversiones y nuevas versiones. Porque crear una situación de enseñanza es siempre volver a cuestionar nuestros propios saberes.
Olga Cossettini en su momento buscó nuevos sentidos, refundó la escuela. Se impuso como docente que produce conocimiento y no como mera ejecutora de políticas o lineamientos producidos por otros. Nos toca a los que seguimos comprometernos con la época, pensar alternativas, animarnos a ser sujetos en permanente búsqueda de nuevos itinerarios, adoptando una actitud crítica y constructiva en este oficio de enseñar.
La práctica reflexiva no consiste en evocar lo sucedido sino integrar teoría y práctica en una puesta en dialogo de experiencias y saberes para comprender cuál es el plus de significación que aporta conocer las experiencias pedagógicas que nos precedieron. Tomamos las historias, los relatos, nos referenciamos en ellos para poder construir lo nuevo y lo distinto, lo nuestro, lo propio, lo que nos hace docentes auténticos. Experimentamos esa libertad. Tomamos la posta.
Referencia de la imagen de portada: Claudio Gallina. Sueño con dragones de mar. Cuaderno original intervenido Acuarela y temple.
Bibliografía
Edelstein, G. (2002)“Prácticas y residencias. Memoria, experiencia y horizontes…” Conferencia de apertura de las primeras Jornadas Nacionales de Prácticas y Residencias en la Formación Docente. Universidad Nacional de Córdoba. https://revistas.unc.edu.ar/index.php/prfd/article/view/9045/9847
Cossettini, O. (1945) La escuela Viva. Buenos Aires: Losada.
Dewey, J., (1993) Como pensamos: Nueva exposición de la relación entre pensamiento y proceso educativo. Barcelona: Paidós.
Domingo, A., y Anijovich, R. (coords.). (2017). Práctica reflexiva: escenarios y horizontes Avances en el contexto internacional. Buenos Aires: Universidad de San Andrés/AIQUE Educación
Duschatzky, L. (2008) Una cita con los maestros. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.
Fernández, M. C.; Welti, M. E.; Biselli, R. y Guida, M. E. (2014). Olga y Leticia Cossettini en la Escuela Serena. Cultura, imagen y pedagogía (Rosario 1935 -1950). Rosario. Laborde Editor
Perrenoud, P (2004). Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar. Profesionalización y razón pedagógica. Barcelona: Graó
[1] El archivo Cossettini se encuentra protegido en IRICE- Conicet
http://www.irice-conicet.gov.ar:8080/portal/site/875b651a-b8f2-4adb-98e9-ee6faf003629
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |