Módulo: Identidades, Cultura y Sociedad.
Acción Formativa N° 66: “El Movimiento Revolucionario, de Mayo de 1810 a la Declaración de la Independencia de 1816.”
1-INTRODUCCIÓN:
Les proponemos pensar el período transcurrido entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de Julio de 1816, fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España. Son dos fechas en tensión permanente. Bajo dos proyectos que van a convivir entre 1810 y 1816, autonomistas e independentistas, que se termina de resolver con el retorno del Rey Fernando VII.
Según la historia oficial el protagonismo de este proceso fue llevado por varones porteños como centro político el Cabildo y el Congreso de Tucumán. Vamos a intentar desandar estos años de grandes movilizaciones de masas populares, en donde podemos identificar las contradicciones hacia el interior del movimiento revolucionario teniendo en cuenta las regiones y los proyectos de emancipación.
Además, las dos fechas tienen en común una trascendencia simbólica por las decisiones políticas que le dieron significación: emancipación de la autoridad política, en la primera, e independencia de España, en la otra. Ellas se convirtieron en acontecimientos bisagras en el proceso histórico argentino. Sin embargo, en uno y otro caso, los planteos que se impusieron no fueron novedosos, ya habían sido formulados previamente en otros sitios del territorio rioplatense, en circunstancias que la historia oficial opacó por su ajenidad respecto a Buenos Aires.
En el primer caso, en 1809 existieron los levantamientos de Chuquisaca y La Paz contra las autoridades españolas, que sufrieron duras represiones. En tanto que la declaración del Congreso de Oriente, realizado por los Pueblos Libre en 1815, con representación de las provincias de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Misiones y la Banda Oriental, ya habían manifestado la independencia respecto de España.
¡Las y los invitamos a recorrer esta propuesta!
Lic. Nanci Noemí Alario
Subsecretaria de Educación Primaria.
2-DIALOGAMOS CON ACUERDOS DISPONIBLES:
Nos parece oportuno brindar algunos marcos nacionales en torno a la propuesta de la acción formativa. La Ley Nacional de Educación Nacional 2606, en su Capítulo inciso “d” nos dice: d) Fortalecer la identidad nacional, basada en el respeto a la diversidad cultural y a las particularidades locales, abierta a los valores universales y a la integración regional y latinoamericana. Este horizonte nos propone indagar la integralidad de los procesos históricos del periodo estudiado y la oportunidad de conocer e interactuar acontecimientos fundantes de nuestra cultura nacional y latinoamericana.
Por otro lado el Núcleo de Aprendizajes Prioritarios N°6 nos sugiere “La escuela puede contribuir a unir lo que está roto, a vincular los fragmentos, a tender puentes entre el pasado y el futuro. Estas son tareas que involucran de lleno a los docentes en tanto trabajadores de la cultura. La escuela también es un espacio para la participación y la integración; un ámbito privilegiado para la ampliación de las posibilidades de desarrollo social y cultural del conjunto de la ciudadanía.” Sin dudas el desafío que nos proponemos es el de poder generar espacios de debates, reflexión y diálogos de acontecimientos históricos y sociales que necesitan una reformulación acordes a un enfoque problematizador, interdisciplinar y participativo.
3-COMPARTIMOS Y RECUPERAMOS SABERES:
Los intereses políticos en el Movimiento Revolucionario de Mayo.
El convulsionado desorden por el que transitó el Río de la Plata en el periodo del tiempo mencionado al comienzo, se caracterizó por los variados intereses políticos que afloraron, tales como las aspiraciones de liberación en sectores explotados (pueblos originarios en las minas, esclavos) regiones postergadas, grupos e individuos con afán de poder, y que se pusieron en evidencia en cada uno de los estallidos, reclamos, destituciones o guerras. Así, fueron quedando a la vista las contradicciones que contenía el movimiento revolucionario de mayo.
Por un lado podemos identificar a un grupo de oficiales ilustrados, generado al calor de los cambios en Europa que promovieron las misiones diplomáticas. Aquel grupo de oficiales españoles que desembarcó en Buenos Aires con información británica, y que reunido en la Logia Lautaro se dispuso a contribuir a la independencia americana.
No puede ignorarse, como otro ingrediente de aquella conflictividad, la influencia de Inglaterra para ganar espacios comerciales y políticos en la región sudamericana. Jugará un rol decisivo con su aliado el Imperio del Brasil en el proceso revolucionario de toda la región,
Las Regiones y las instituciones.
Las hoy llamadas “expectativas”, que surgieron en cada pueblo ante la oportunidad que implicaba la emancipación, adquirieron perfiles diferentes según la necesidad de cada región.
En los territorios altoperuanos, los aborígenes deseaban romper el sometimiento que representaba el trabajo en las minas. Las élites dirigentes eran aliados de las autoridades españolas y ambos grupos se enfrentaron por la causa emancipadora.
En nuestro litoral y la Banda Oriental querían ser autónomos, ejercer la libertad de las áreas de frontera y aprovechar mejor sus ríos para crecer comercialmente; veían necesario lograr no solo la independencia sino también la organización mediante gobiernos electos por el pueblo, bajo un régimen republicano, constitucional y confederal.
Así lo definió el pueblo oriental y lo plasmó José Artigas en las instrucciones de la Asamblea del Año XIII. La 1º decía “Declaración absoluta de la Independencia de la corona española”, la 2º “no admitir otro sistema que la confederación para el pacto recíproco con las provincias que firmen nuestro Acuerdo, y la 16º establecía que “ninguna tasa o derecho se imponga sobre artículos importados de una provincia a otra”.
Santa Fe sostuvo estos principios en la convocatoria del 26 de abril de 1815, para elegir a su primer gobernador Francisco Antonio Candioti, posibilitando la votación de todo el pueblo. Buenos Aires, en cambio, había adoptado la definición de ser depositaria del poder central del territorio, con el cual dio impulso al unitarismo. Probó varias formas de conducción desde el Ejecutivo multipersonal, sucesivos triunviratos y finalmente el Directorio, variante unipersonal del Poder Ejecutivo, que rigió a partir de 1815. En todos los casos, fueron de relativa convalidación popular, ya que generalmente su origen se dio en procesos ocurridos en Buenos Aires o en reuniones con representación restringida.
Las idas y vueltas de la Revolución.
La mirada puesta en Europa, natural desde la lógica de que allí tanto “los enemigo” como “los amigos” de la emancipación, llevaron a la elite porteña a un zigzagueo de proyectos institucionales, pasando por la inicial fuerza revolucionaria del Plan de Operaciones de Moreno y las primeras medidas militares de recuperación de territorios en el Alto Perú, inspiradas en las ideas promovidas por la Revolución Francesa. Al impulso inicial de Castelli hacia el noroeste, y el sitio de Montevideo, que fue sostenido por Artigas con apoyos intermitentes de las tropas rioplatense, deben agregarse la pérdida del Paraguay y la guerra contra los realistas en el norte, sostenida por Martín Miguel de Güemes y sus gauchos, quienes contaron con fuerzas enviadas por Buenos Aires.
Ahora bien, las tropas de esos ejércitos y los buques armados con ese fin, fueron utilizados en repetidas oportunidades para aplacar los deseos de autonomía de los pueblos interiores, como ocurrió con Santa Fe.
Así la guerra de independencia adquirirá el rumbo constante y liberador indispensable con el plan de San Martín para asegurar la independencia de América.
Los conflictos y controversias aquí revisados volverán a manifestarse en el Congreso de Tucumán, aparecerán en sus debates y resoluciones.
29 de junio de 1815. La Independencia de los Pueblos Libres del Sur.
Un hombre soñó una patria libre y federal, que respetara la soberanía de los pueblos, incluyera las diversas culturas y garantizara los derechos de todos los habitantes, su nombre era José Gervasio Artigas, el protector de los Pueblos Libres.
En 1811 poco después de que estallara la Revolución de Mayo, Artigas y sus gauchos extienden el grito emancipatorio en la Banda Oriental; buscaban dar forma a una nueva nación libre e independiente con una constitución propia, pero las diferencias entre Buenos Aires y el resto de las provincias eran cada vez más evidentes. Durante la Asamblea General Constituyente de 1813 el bando porteño encabezado por Carlos María de Alvear se negó a aceptar un grupo de diputados que respondían al caudillo José Gervasio Artigas. El proyecto revolucionario se dividió en dos: por un lado los que pregonaban los intereses exclusivistas de la provincia de Buenos Aires y que poco a poco perderían influencia en las provincias y por el otro, la Liga de los Pueblos Libres. Las instrucciones de Artigas eran claras, la nueva nación debía ser independiente, republicana y federal, debía promover la libertad civil y religiosa, incluir a los pueblos originarios y garantizar los derechos de los más humildes; esta propuesta era una amenaza para el centralismo porteño.
A mediados de 1815 convocados por Artigas se reunieron diputados de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Corrientes y la Banda Oriental, fue en Arroyo de la China que luego se llamaría Concepción del Uruguay. El 29 de junio firmaron la Declaración de la Independencia, la primera en territorio del Río de la Plata, un año antes del Congreso de Tucumán. Artigas había sentado los fundamentos de la Patria Grande y Federal. Caudillos tan importantes como el entrerriano Francisco Pancho Ramírez y el santafesino Estanislao López lo acompañaron en esa primera manifestación del federalismo.
Pasaron más de dos siglos de esa proclamación y el sueño de los Pueblos Libres sigue más vivo que nunca y se esparce por todo el continente.
El Año decisivo. 1816
El Congreso de Tucumán y la Declaración de la Independencia.
El año de 1816 fue un año decisivo porque se declaró la independencia de un nuevo país hoy llamado Argentina, también fue decisivo porque San Martín desarrolló un plan de guerra continental para llevar la independencia más allá del Río de la Plata. En ese mismo año España se había liberado por completo de los franceses y el Rey Fernando VII volvía a su trono y se proponía recuperar los territorios americanos que estaban en manos de revolucionarios.
Con ese objetivo reforzó sus ejércitos que comenzaron a avanzar victoriosamente por toda la región derrotando los movimientos independentistas. Cuando comenzó 1816 la única región que mantenía la llama revolucionaria era el territorio de las Provincias del Río de La Plata. La situación era muy compleja militarmente, estaba amenazada por Chile y el Perú, pero además las tensiones y los conflictos no eran solo contra los enemigos realistas, sino también internamente: entre las distintas provincias, ya que el Litoral se venía manifestando contra el centralismo porteño. La economía estaba en estado crìtico por el enorme desgaste de las campañas militares que se estaban haciendo muy largas.
En este contexto de emergencia, las Provincias Unidas se reunieron en un congreso para decidir qué hacer frente a esta situación crítica. El congreso se reunió en Tucumán para limar las asperezas entre Buenos y el interior cuyas relaciones estaban deterioradas. Las sesiones comenzaron el 25 de marzo de 1816, acudieron distintos diputados en representación de provincias, entre ellas algunas que hoy no son argentinas sino bolivianas mientras que provincias que hoy son argentinas como lo es Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe que estaban enfrentadas contra Buenos Aires no enviaron representantes.
Los diputados presentes tenían un perfil ideológico más consevador en comparación de aquellos que venían dirigiendo la revolución hasta entonces, sin embargo van a dar un paso que hasta entonces no se había dado, ante la situación que parecía no tener salida. Finalmente ante muchas discusiones, en las cuales muchos asuntos no fueron resueltos, por ejemplo la forma de gobierno a adoptar, el Congreso decidió el 9 de julio de 1816:
“Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli…”. Así un nuevo país libre e independiente empezaba a cobrar vida.
Acuarela de Antonio González Moreno, 1941. Congreso de Tucumán. 9 de julio de 1816.
4- CREAMOS Y PROPONEMOS:
Invitamos a trabajar la siguiente propuesta didáctica para sexto y séptimo grado.
En primer momento vamos a leer un mapa del territorio de las Provincias Unidas del Río de La Plata y de La Liga de Los Pueblos Libres en 1816. Vamos a identificar que los países a lo largo de su historia sufrieron transformaciones territoriales producto de conflictos sociales, políticos, económicos y culturales. En la siguiente secuencia te proponemos analizar las implicancias del Congreso de los Pueblos Libres en 1815 y posteriormente el Congreso de Tucumán de 1816.
Se pretende que las niñas y los niños identifiquen los proyectos políticos emancipatorios y su estrecha relación con las transformaciones territoriales de las actuales provincias que integran la Argentina. Dialogar la información brindada, registrar las dudas, problematizar.
Observar atentamente el mapa que se presenta y luego colorear utilizando distintos colores para las provincias que integraban el Congreso de los Pueblos Libres y para las provincias que participaron del Congreso de Tucumán. Posteriormente registrar en las carpetas los nombres de las provincias que integraron cada bando.
Leer las instrucciones dadas por los diputados artiguistas (https://www.elhistoriador.com.ar/instrucciones-dadas-a-los-diputados-artiguistas-2/) y la Proclama de la Declaración de la Independencia del Congreso de de Tucumán. https://www.elhistoriador.com.ar/acta-de-la-declaracion-de-la-independencia-argentina-9-de-julio-de-1816/
Marcar aquellos párrafos que hagan referencia a los siguientes conceptos:
igualdad
Independencia
libertad
forma de gobierno
¿Qué dicen las instrucciones y la proclama sobre cada uno de ellos? ¿Con qué otros planteos o reclamos históricos los podemos relacionar? ¿Con qué objeto del presente podríamos compararla, reafirmando las ideas de libertad y soberanía?
Escuchar la canción de “Al jardín de la república” interpretada por Mercedes Sosa. ¿Qué costumbres, danzas y ritmos musicales recupera la canción? ¿Cómo describe a la provincia de Tucumán? ¿Por qué se la llama “jardín de la república”?
Mercedes Sosa – Al Jardín de la República
Finalmente sugerimos que las alumnas y los alumnos vean la siguiente producción de
Canal Encuentro: 9 de Julio Día de la Independencia Argentina:9 de Julio: Día de la Independencia Argentina – Canal Encuentro HD
Este capítulo nos permitirá recapitular todo lo que se abordó en la clase con el acompañamiento intenso del docente, aclarando dudas, dialogando, reafirmando conceptos, volviendo sobre la cartografía sugerida y registrando en sus carpetas.
5-BIBLIOGRAFÍA:
Gabriel Di Meglio. 2016. “1816. La verdadera trama de la independencia”. Planeta Libros.
Gabriel Di Meglio. 2006. “Viva El Bajo Pueblo.” Buenos Aires. Prometeo.
Jorge Abelardo Ramos. 2011. “Historia de La Nación Latinoamericana”. Continente.
Galasso Norberto. 2006. “Artigas y las masas populares en la Revolución”. Cuadernos para la Otra Historia. Centro Cultural -Enrique S. Discépolo.
O’Donnell Pacho. 2015. “1815. La Primera Declaración de Independencia Argentina”. Aguilar.
Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe. “Bicentenario de la Independencia Nacional. 1816-2016.
www.elhisoriador.com.ar . Director Felipe Pigna.
Agradecemos la colaboración del Profesor Cristian Acosta, miembro del Equipo Pedagógico de la Subsecretaría de Educación Primaria
Seguimos dialogando en la próxima publicación.
Subsecretaría de Educación Primaria.
Autor/es: | BIANCHINI, LAURA |