LA SANTA FE DEL 25 DE MAYO DE 1810
¿Cómo era Santa Fe en aquel mayo de 1810? ¿Cómo se vivió la revolución de mayo en nuestro territorio?.. Tiempo de pensamiento que navega a través de la historia nos muestra la importancia de la memoria en el fortalecimiento de nuestras raíces.
La Revolución de mayo de 1810 se constituye en un eslabón más del proceso revolucionario latinoamericano. Este 25 de mayo nos encuentra conmemorando un aniversario más de la formación del primer gobierno patrio a través de las palabras del Prof. Norberto Sola, quien invita al conocimiento territorial y a la reflexión comprometida con los significados de la historia.
Subsecretaria de Educación Superior.
Mg Patricia Moscato
Santa Fe de la Vera Cruz era una pequeña villa asentada entre la Pampa y el Chaco de vida tranquila. No había más de 5000 a 6000 habitantes entre españoles, pueblos originarios, portugueses, criollos, mestizos, y negros.
Santa Fe era una ciudad de encrucijada, el paso obligado de las mercaderías que se intercambiaban entre el Paraguay, Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy, San Juan, Mendoza y más lejos Chile y el Alto Perú. Las mercaderías habituales eran yerba, tabaco, azúcar, miel, maderas, manufacturas de la tierra y mercancías que llegaban desde España o las colonias españolas.
Los principales vecinos de Santa Fe eran comerciantes y estancieros. En sus estancias criaban mulas que luego eran vendidas y trasladadas al Tucumán y el Alto Perú, para trabajar en las minas de Potosí. Otra fuente de riqueza eran las vaquerías, algunos vecinos se convirtieron en empresarios que organizaban la matanza de ganado vacuno cimarrón para extraerles los cueros y vender la carne salada a las plantaciones del sur del Brasil.
¿Cómo era la Ciudad?
Adobe, tejas y paja constituían el material de sus casas: los edificios destacados sólo eran sus Conventos e Iglesias y la Aduana. El Cabildo era entonces una pobrísima construcción, tan inadecuada que muchas veces los señores del Ayuntamiento, se reunían en las salas del Colegio de los expulsados Jesuitas ocupado por los frailes mercedarios.
Plano de la ciudad de Santa Fe, realizado por el profesor Angel Werlen sobre la base del plano de la ciudad de Marcos Sastre de 1824.
Las casas eran bajas de pobrísima fachada y muy pocas blanqueadas a la cal. Las calles eran de arena con pantanos y animales domésticos sueltos, de las cuales, sólo una frente al Cabildo, estaba medio empedrada.
La ciudad estaba llena de quintas frondosas y en las moradas familiares, anchos patios poblados de enredaderas, jazmines, diamelas y otras flores, llenaban a las huertas de frutales, naranjas y duraznos. El agua se traía del río, salvo en las casas donde había aljibes.
Había muchas pulperías, reñideros de gallos, canchas de bolos, pistas de andarivel, billar. Los vecinos se reunían en las tardes a la sombra de los árboles y al amparo de los yuyos que llenaban la Plaza Independencia (hoy Plaza 25 de Mayo). Como toda ciudad hispana su distribución era como un damero, desde la plaza había algunas pocas manzanas y terminaba la ciudad; rodeada de montes de garabatos, arroyos, lagunas y ríos. En la plaza se concentraba toda la actividad de la ciudad, allí llegaba las enormes carretas cargadas de productos de otras regiones que intercambiaban con los productos locales mediante el trueque. Además se reunía la población para diferentes festejos y paseos domingueros. Por la plaza que era un espacio amplio y descampado pregonaban los negros los productos realizados artesanalmente.
¿Qué pasó en Santa Fe el 25 de Mayo de 1810?
En Santa Fe, los acontecimientos eran normales, se había tenido algunas noticias previas provenientes del Alto Perú y habían llegado los famosos papeles anónimos que causaron revuelos. El 25 de mayo de 1810 no hubo movimientos propios, llegaban noticias que cada vez eran peores.
Los sucesos del 25 de mayo recién llegan las noticias a la ciudad de Santa Fe el 5 de junio, y adhiere a la revolución, pero con los meses vendrán los recelos hacia la ex capital virreinal.
Los santafesinos vieron la oportunidad de crecer y algunos pensaron que podían sacarse de encima la explotación y que era el momento para ponerse en pie de igualdad con Buenos Aires.
De esta forma se iniciaba en la ciudad el germen de autonomía que se iría desarrollando años posteriores.
Bibliografía:
José Pérez Martín, “Itinerario de Santa Fe”. Santa Fe. Editorial Colmegna, 1965.
Imagen del blog:
Acuarela: Plaza mayor de Santa Fe. De Leonies Matthis. Perteneciente al Museo Histórico Julio Marc de Rosario. Expuesta en las salas del Museo Histórico Brig. Estanislao López de Santa Fe.
Autor/es: | LEONETTI, GISELLE EDIT |