La crisis del pensamiento en tiempos de Pandemia. La metamorfosis del conocimiento
En la crisis de los fundamentos y ante el desafío
de la complejidad de lo real
todo conocimiento necesita hoy
reflexionarse, reconocerse,
situarse, problematizarse.
E.Morin.
Una de las funciones del nivel superior es la producción de conocimiento. Sabemos que desde los institutos técnicos y docentes, los docentes producen y transmiten conocimiento. Es pertinente, en este escenario inédito y complejo que estamos atravesando generar un espacio que nos convoque a repensar los fundamentos del conocimiento, incluyendo a la imperfección y a la trivialidad como principios reorganizadores del mismo
En este sentido, es necesario destacar la extraordinaria transformación del pensamiento producida desde la modernidad encuentra a la humanidad ante una encrucijada epistemológica.
La inexistencia de verdades indiscutibles ni certezas absolutas denotan las zonas invisibles del conocimiento que se develan como figura en tiempos de pandemia.
Esta perspectiva demanda un pensamiento que pueda enfrentar las indeterminaciones develando evidencias incuestionables, lesionando intereses y generando resistencias.
¿Cuándo y cómo entra en crisis el pensamiento?
Es importante analizar semánticamente la palabra “crisis” desde sus dos caracteres que significan peligro y oportunidad.
Las turbulencias epistémicas permiten visibilizar los isomorfismos epistemológicos planteando la necesidad de rediseñar nuevas configuraciones de conocimiento desde la incertidumbre, el azar, la aleatoriedad y el caos.
¿Por qué es importante aprender a desaprender lo aprendido en tiempos de crisis del pensamiento?
Porque de esta manera se pone luz a las cegueras del conocimiento, provocando pensar lo pensado desde el descentramiento de las raíces aprendidas.
Los protoaprendizajes incorporados forman la trayectoria que nos posiciona en y desde un lugar configurando quienes somos y hacia el horizonte que miramos.
En la crisis de los fundamentos es necesario volver a resignificarlos para recuperarlos desde una nueva cosmovisión. Es un territorio en construcción que incita a abandonar la metáfora arquitectónica inamovible en la que se constituye un sentido absoluto y la sustituye la metáfora musical de construcción en movimiento que transforma en su propio andar los mismos constituyentes que la forman.
En tiempos de Pandemia…¿Nos sumergimos en la complejidad del conocimiento o el conocimiento en sí mismo es una complejidad?
Algunas veces la realidad invade la posibilidad cuando se manifiesta con sed de cambios vertiginosos e introduce las propias convicciones en las inseguridades más profundas.
La complejidad del conocimiento y el conocimiento en contextos de complejidad requiere cambiar el eje….mover esquemas…salir del centro…modificar las certezas….repensar lo aprendido…mirarse en el otro…..ingresar en el territorio desconocido…desnudarse de la propia ignorancia…saberse fisurado….desprovisto de verdades…..inacabado…..insatisfecho…vivir en la turbulencia en lo inmediato… encontrar el goce en lo enseñado y en lo aprendido….poner en movimiento el deseo….investir distintos objetos de conocimiento, mutar a través y con ellos.
Escuchar y sentir los ruidos de los otros requiere de desplazamientos subjetivos para atrevernos a transformar el propio conocimiento desde múltiples perspectivas sin desviarnos del foco.
Mutar los tópicos generadores de pensamiento positivo implica construir espacios dialógicos descolonizadores de los habitus y zonas de confort, develando la necesidad de crear y recrear en permanente movimiento.
Los conos de sombras que proyecta el error amenaza el descontrol del saber y del poder, mutila el narcisismo y permite entrar en crisis desde el descentramiento subjetivo y escolar.
Las crisis del conocimiento ponen en movimiento el peligro y la oportunidad, legitima el caos en la aventura vulnerable de modificarnos y nos convida el delicioso sabor de aprender a enseñar a otros que enseñaran a aprender desde la complejidad.
El sujeto tiene cegueras del propio conocimiento, es decir, el error y la ilusión, donde la educación que comunica conocimientos permanece ciega ante los principios del conocimiento pertinente promoviendo una mirada desde la complejidad de los contextos y de los textos enfrentando la aleatoriedad epistémica.
Al enfrentar la incertidumbre la educación debe ubicarse en las diversas ciencias enseñando principios estratégicos que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, enseñando a caminar en la metamorfosis del pensamiento.
Esperar lo inesperado y tomar conciencia del significante de la incertidumbre histórica se hace hoy día presente desde el derrumbamiento de las nociones de progreso, control y verdades acabadas, por ende quedan sin respuestas algunas preguntas formuladas por la ciencia, por eso el futuro se llama incertidumbre.
Lo nuevo no se puede predecir, sino no sería nuevo y la creación no se puede conocer por anticipado, sino no sería creación, la historia no avanza de frente sino por las desviaciones que proceden de innovaciones y creaciones internas o acontecimientos y accidentes externos.
Una aventura incierta de la humanidad, hacen un mundo en arenas movedizas porque modifica la visión de un universo que obedece a un orden impecable por una cosmovisión donde la relación dialéctica dialogal sea entre la permanencia y la transitoriedad, la invariancia y el cambio, la autonomía y la dependencia, la cohesión y la dispersión.
La reforma del pensamiento que instaura la religazón, convoca el desafío de enseñar a aprender a enfrentar las incertidumbres ligadas al desconocimiento del propio conocimiento a modo de reto que restaura y reconoce a la educación como un lenguaje esperanzador.
La educación es la “fuerza del futuro”, porque ella constituye
uno de los instrumentos más poderosos.
Uno de los desafíos más difíciles será el modificar nuestro pensamiento
de manera que enfrente la complejidad creciente,
la rapidez de los cambios y lo imprevisible
que caracterizan nuestro mundo.
F. Mayor
Referencias:
García de Ceretto, J (2007)El conocimiento y el currículum en la escuela. El reto de la complejidad. .Homo Sapiens Ediciones. Rosario
Morin. E (1988). El Método. El conocimiento del conocimiento. Cátedra. Madrid.
Morín. E (1995) Introducción al pensamiento complejo. Gedisa. Barcelona
Schnitman, D (1994) Nuevos Paradigmas, Cultura y subjetividad. Paidós. Buenos Aires.
Prof. Giselle Leonetti – Equipo Subsecretaría de Educación Superior
Prof. Patricia Moscato . Subsecretaría de Educación Superior –
Imagen del Blog: Pintura surrealista compleja Elementos geométricos, ojo de Dios, llamas de fuego y escalera. Elementos de la conciencia humana.
Autor/es: | MOSCATO, PATRICIA CAROLINA |