“RECORRIENDO LA CASA” (continuación)… JUGAMOS CON SONIDOS Y AROMAS
PARTE 1: LOS SONIDOS
La casa está llena de sonidos, algunos nos gustan y otros no tanto.
Para disfrutar del sonido, hay que descubrir el silencio; dos caras de una misma moneda, opuestos que se constituyen entre sí; no habrá silencio si antes no hubo sonido, y viceversa.
Esta vez haremos un paseo por toda la casa para descubrir o inventar fuentes de sonidos. Buscaremos objetos y los frotaremos, golpearemos, chocaremos, revolveremos… unos con otros o con nuestro propio cuerpo.
Primero conseguiremos un balde, una fuente o una olla que nos servirá de mochila o valija y, comenzamos el viaje de exploración y recolección.
Vamos a la cocina… y ahí, ¿qué encontramos? …un rallador, una cuchara, una tapa de olla, varios vasos de plásticos, una jarra, una pava y su bombilla
Luego pasamos por el baño … y de allí rescatamos; un peine, un cepillo, una jabonera y botellas de champú.
Seguimos recorriendo la casa y entramos a la pieza o al lugar donde dormimos y; un collar, una pulsera, un libro y un frasco de perfume
Ahora elegimos un lugar de la casa que nos sea cómodo; abrimos nuestra mochila o valija, sacamos uno a uno los objetos que hemos encontrados y podremos olerlos, vendarnos los ojos y descubrir lo que tocamos, golpearlos entre sí y comenzar a buscar los sonidos que pueden generarse cuando se encuentran dos de ellos o con nuestro cuerpo.
Así inventaremos nuestro propio instrumento; cada integrante de la familia tendrá el suyo y a cada uno le pondremos un nombre.
Y para retomar el juego de la publicación anterior, musicalizaremos los nombres de los miembros de nuestra familia y de nuestros amigos. Y en esta instancia, la voz, la propia voz y la de los otros seguirá construyendo subjetividades.
¡¡¡Y la BANDA DE LA CUARENTENA YA ESTÁ ARMADA!!!
En la bitácora, pediremos que queden escritos los nombres de los instrumentos o dejaremos una réplica hecha con cartón, papeles de distintas texturas, telas y/o cintas-
PARTE 2: LOS AROMAS
La casa está también llena de aromas, y muchos de ellos caracterizan o identifican los distintos espacios que la componen o los momentos del día, como cuando empezamos a sentir el olor a las comidas. El sentido del olfato pasa desapercibido y lo valoramos cuando lo perdemos.
Como adultos, muchas veces recordamos momentos de nuestra infancia o de nuestra propia historia personal a través de olores que percibimos. El perfume de un chocolate caliente puede traernos a la memoria un cumpleaños en pleno invierno, el aroma de las rosas al jardín de una abuela, o el olor al café al de una noche desvelada por el estudio.
Muchos centros de investigación estudian la implicancia del olfato en las emociones; empresas de publicidad se valen del mismo para despertar interés en el público. Por eso, desde esta publicación, invitamos a investigar un poco más sobre una ciencia joven llamada aromacología que estudia la relación entre los aromas y las modificaciones que éstos provocan en nuestro estado de ánimo.
Para ello, siguiendo el recorrido en la casa les proponemos “atrapar olores” y guardarlos en una “caja de aromas”. Sólo necesitamos frasquitos que puedan cerrarse herméticamente.
Comenzamos por la cocina y nos vamos a las latas o a los paquetes de café, chocolate, orégano, etcétera y tomamos una cucharada de los mismos y los volcamos en diferentes frascos. También podemos encontrar vinagre, perfumina, detergente que con cuidado los recogeremos.
Pasamos por el baño y nos encontramos con líquidos como jabón o alcohol. En el patio, el olor de la tierra de una maceta; quizás encontremos sahumerios, carbón, madera. Cada cosa tiene su impronta y cada uno de esos elementos que desprendan olores los guardaremos amorosamente en nuestra caja de aromas como un tesoro.
Y así jugaremos con los olores, con los que nos gustan y los que no. Observaremos los gestos de los niños como respuesta y les podremos palabras.
Volvemos, siempre volvemos a la bitácora y dejaremos en sus páginas algunos de los elementos que recolectamos. Quizás con el tiempo pierdan la fuerza de su aroma, pero la exploración táctil o visual nos remitirá indefectiblemente al olor que los caracteriza.
Prof. Silvia Scumaci.
Colaboradora.
Dirección Provincial de Educación Especial
Autor/es: | ROSSI, SILVIA PATRICIA |