2018: Estanislao López en la memoria de los santafesinos
Pero quedaba Santa Fe, que luchaba con las olas encrespadas del diluvio de la anarquía,
como el arca santa guardadora del principio de la nacionalidad; Santa Fe, estrella
fulgurante entre las sombras del caos aterrador; Santa Fe, que en esa época fuera la
columna de fuego que guiaba al pueblo argentino a través del desierto a la conquista de
sus destinos inmortales. Estanislao López se encontraba a su frente […], lanzóse al combate exigiendo la
organización nacional bajo el sistema republicano federal, proclamando el principio de
las autonomías provinciales amenazado por el partido centralista, y aconsejando la
unión de todos los argentinos […]
Luchó y venció..
Nueva Época, 26 de Noviembre de 1886.
Así conmemoraba el diario “Nueva Época” a Estanislao López, rescatando su lucha por la organización de un sistema federal respetuoso de las autonomías provinciales. Pero… ¿qué connotaba el término “Federal” en dicho contexto?: la utilización de la palabra “federalismo” en los primeros cincuenta años del siglo XIX, por lo menos deviene en controversial, ya que si bien las provincias pueden considerarse entidades soberanas independientes, que de algún modo connotan la existencia de actores sociales y grupos de poder que ejercen el control social-político-económico en los territorios regionales; las entidades provinciales pueden llegar a constituir en todo caso, “uniones Confederadas”. En este mismo sentido, con la categoría “caudillo” se hacía referencia a hombres de armas, propietarios, estancieros, (integrantes de una elite) que detentaban el poder y el control sobre determinados espacios geográficos (que también a veces podían ser letrados), conocedores del antiguo derecho canónico y natural fuentes legítimas e irrefutables del poder político; lo que legitimaba la asunción del las facultades extraordinarias por parte de cada uno de los caudillos (de acuerdo a Chiaramonte). Desandar el siglo XIX en la Argentina, implica por un lado, entender que en 1810 aún no hay una Nación plenamente constituida y que en dicho contexto, la Nación y el Estado constituían una sinonimia, por lo que la legitimidad política no se fundaba en la idea de nacionalidad necesariamente, porque lo identitario común durante el siglo XIX en Hispanoamérica se configuraba alrededor del concepto “americano”.
Por otro lado visualizar que parte del siglo XIX es un proceso de luchas políticas, económicas y sociales, dirimidas por caudillos provinciales que representan intereses particulares vinculados a determinados espacios y economías regionales; nos permite aproximarnos a Estanislao López, quién se opondrá férreamente a los intentos de dominación de Buenos Aires (desde 1816 aproximadamente), ocupando el cargo de gobernador de la provincia en 1818 , lugar que será legitimado en 1819 por “elecciones indirectas” y el dictamen del Estatuto Provisorio o la llamada Constitución Provincial de 1819. Esto decantará en la batalla de Cepeda, que significa el triunfo de las autonomías provinciales, como Santa Fe, con López, pero también la derrota del centralismo de Buenos Aires en ese momento histórico, materializado en la disolución del Congreso y la caída del último intento de Gobierno central: el Directorio, marcando un quiebre en el desarrollo del proceso histórico de construcción Nacional.
La proyección de la figura de López en el siglo XXI, nos permite como ciudadanos recuperar parte de nuestra historia colectiva, vinculada a la lucha por el respeto de las autonomías provinciales, que reactualiza y tensiona hoy más que nunca el concepto de Federalismo como construcción colectiva política, económica, social y democrática del territorio provincial.
Autor/es: | MONTENEGRO, LILIANA MAURICIA |