SANTA FE, INUNDACIÓN Y QUINCE AÑOS DESPUÉS…

La inundación de 2003 en Santa Fe, se articula en la memoria colectiva de los habitantes de la ciudad (y de otros pueblos vecinos como Recreo), como un “acontecimiento” que puede ser leído, y resignificado, e interpretado desde el presente a partir de interpelaciones pertinentes sobre los derechos y la participación de la ciudadanía: ¿qué derechos fueron vulnerados aquel abril de 2003? ¿de qué manera la participación de los ciudadanos activó los mecanismos que aún hoy demandan justicia y prohíben el olvido?
La ciudad de santa Fe, desde su fundación estuvo expuesta a las inundaciones de los ríos Salado y Paraná, sin embargo la magnitud de la inundación de abril de 2003, hace que sea recordada como “La Inundación”: un tercio del casco urbano quedó bajo agua, veintitrés víctimas hubo, y otro centenar de víctimas indirectas que fallecieron en los meses y años posteriores a la inundación. Las obras de defensa no dieron abasto y las cuatro bombas los canales de desviación junto con los lagos de almacenamiento ubicados del lado de adentro a lo largo del terraplén, no pudieron con la fuerza y la cantidad de agua que ingresaba. Llegando casi a los siete metros el nivel del agua en algunos lugares. Así el terraplén no protegió a la ciudad, sino se convirtió en un enorme dique que no dejaba que el agua saliera. La población desinformada por las autoridades municipales y gobierno provincial, con el suministro de luz cortado, comenzó con la autoevacuación en casas de amigos, de familiares, escuelas, iglesias.; ya que la capacidad de reacción de las autoridades devino en caótica e ineficiente.
Si la a memoria (aún la individual) es una construcción social, porque hay recuerdos compartidos, individuales y colectivos, la inundación de abril de 2003, es un acontecimiento que irrumpe en la historia social de Santa Fe, transformándose en un lugar de memoria, en la medida que condensa y cristaliza (como unidad de significado y sentidos), lo que recordamos acerca del 29 de Abril cuando el agua se llevó todo menos nuestra memoria…