21 de junio: “Día Internacional por la Educación no Sexista”
Anécdota Escolar. ilustración del libro “Por qué a las palabras no se las lleva el viento” de Teresa Meana Suárez.
La escuela transmite la historia de la humanidad y sus logros como asunto del «hombre». Las señas de identidad y cultura, vienen dadas por categorías masculinas exclusivamente, como si las mujeres despertaran de un sueño en cada generación y encontraran que, mientras dormían, los hombres lo habían hecho todo. La invisibilidad de la mujer, en la tarea global de construir desde la escala humana, deja a las niñas sin referencias femeninas.
VICTORIA SAU
En 1989, la Red de Educación Popular Entre Mujeres (REPEM), reunida en Paraguay, declara el 21 de junio como Día Internacional de la Educación no Sexista.
Promover el derecho a la Educación de las mujeres de sectores populares en América Latina y el Caribe, en camino hacia una Educación democrática, respetuosa de la diversidad social, cultural, sexual, etaria y de condición física, cuestionar estereotipos y revertir prácticas discriminatorias, tanto en el ámbito público como privado, fueron los pilares de esta declaración.
El sexismo es una forma de discriminación que utiliza al sexo como criterio de atribución de capacidades, valoraciones y significados creados en la vida social. Es decir, con base en una construcción social y cultural, la sociedad ordena la realidad en dos “esto es lo femenino” y “esto es lo masculino”, y al igual que otras formas de discriminación, tiende a encorsetar a las personas en parámetros impuestos. (INADI delegación Chubut)
En términos generales, se puede decir que cuando se habla de una educación no sexista, se busca construir una educación formal y no formal con equidad, es decir, sin discriminación de género.
Sumado a ello, la Plataforma sobre Educación de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing (1995), se sustenta en los puntos que siguen:
• Asegurar la igualdad de acceso a la Educación para las mujeres de todas las edades.
• Erradicar el analfabetismo, asegurando el acceso universal de las niñas a la Enseñanza Primaria y Secundaria antes del año 2015.
• Aumentar el acceso de las mujeres a la formación profesional y crear programas educativos para mujeres desempleadas.
• Velar para que las instituciones educativas respeten los derechos de las mujeres y niñas a la libertad de conciencia y religión.
• Promover una Educación no discriminatoria, eliminando todo y cualquier dispositivo legal que establezca diferencias por cualquier forma de discriminación
• Elaborar currículos y libros didácticos libres de estereotipos para todos los niveles de enseñanza, incluyendo la formación de personal docente.
¿Por qué promover una educación no sexista?
Los cambios operados en las últimas décadas en la condición de las mujeres, así como la inclusión de la equidad en la agenda nacional e internacional, obligan a un replanteamiento del devenir de los sistemas educativos. La Ley Nº 26.150 Educación Sexual Integral, es un gran paso en la búsqueda y garantía de la equidad, invita a revisar las prácticas diarias de la educación atendiendo a que todo acto educativo busca promover cambios en el nivel cognitivo, atender a la dimensión afectiva y propiciar transformaciones en el terreno de las prácticas.
Invitamos a las Instituciones a que analicen sus prácticas diarias (aula, recreos, espacios compartidos, sala de Profesores, biblioteca, comedor, gimnasio, etc.) y puedan identificar qué lugares ocupan las mujeres y los varones en cada uno de ellos, qué valor representa lo femenino y lo masculino en los diferentes desempeños, qué expectativas se tiene del alumnado según sea nene o nena, qué roles pueden ocupar en los actos escolares, qué lugar existe para las diversidades y para otros géneros, etc.
Las instituciones educativas son espacios que contribuyen en la producción de subjetividades e identidades, mediante procesos complejos, plurales y permanentes. Los mismos están inscriptos en lenguajes, teorías pedagógicas, normativas, lineamientos curriculares, y también en las prácticas diarias y cotidianas; a través de rituales, acciones y códigos que se van naturalizando.
Entre las divisiones que se instituyen en la escuela, la que aparece como más natural es la que refiere a sujetos masculinos y femeninos. Cada cultura, en cada momento histórico, define de modo particular y propio las formas que considera adecuadas y legítimas para la masculinidad y la feminidad. De este modo, clasifica, regula, aprueba o desaprueba prácticas e identidades sexuales.
Ha sido demostrado que la escuela no es neutra en la transmisión de las desigualdades de género y diversidad sexual, especialmente en relación con aquellos aspectos del aprendizaje escolar que no son oficiales o aquellas consecuencias de la forma en que la enseñanza y el aprendizaje están organizados y se realizan. En este sentido se hace referencia a las normas, costumbres y rutinas escolares; así como también a las expectativas docentes, las estructuras del conocimiento que están implícitas en las técnicas de enseñanza y las obligaciones que se derivan de la arquitectura de los edificios escolares (Vilamajó, 2006).
En este sentido resulta relevante pensar en la significatividad y el impacto que tienen los juegos y juguetes, la literatura y el lenguaje en la conformación de la subjetividad y en la construcción de las identidades desde la primera infancia.
Las siguientes escenas y situaciones nos posibilitan visibilizar el lugar fundamental que tiene la educación formal en los procesos de socialización y subjetivación de género y reflexionar acerca de rupturas y continuidades:
“En los problemas de matemática, las mujeres y las niñas van casi siempre al supermercado, o calculan la cantidad de ingredientes para realizar una torta; mientras que los varones hacen cálculos sobre el edificio que construyen o van al autódromo a correr carreras”.
“A los niños se les permite ocupar el espacio central de los patios, la cancha de fútbol y correr invadiendo el espacio que las niñas podrían utilizar en los recreos, interrumpiendo así sus juegos.”
“Históricamente a las niñas y mujeres se las ha vinculado con carreras humanistas, de salud y cuidado de otros/as, mientras que a los niños y varones con carreras de ingeniería o matemática”.
“Una niña puede representar a un varón para un acto escolar, pero a nadie se le ocurriría en las mismas circunstancias que un varón caracterice a una niña ”
“Los varones reclaman ser nombrados si un día saludamos con un “buen día chicas” pero no nos sorprende que las niñas no lo hagan.”
Quizás aún sea oportuno preguntarse ¿Cuánta vigencia tienen las investigaciones que en las últimas décadas del siglo pasado daban visibilidad a las diferentes expectativas sobre los aprendizajes y los comportamientos y asociaban la inteligencia y el alboroto con los niños y el esfuerzo personal y el buen comportamiento con las niñas? ¿cuánto pervive del discurso naturalizador que sostiene que de las diferencias biológicas devienen las desigualdades entre varones y mujeres? ¿cuánto siguen impactando estas desigualdades de género en las trayectorias educativas, las elecciones profesionales y las posibilidades de inserción y desarrollo laboral?
La perspectiva de género nos posibilita problematizar las diferentes significaciones sobre las mujeres, los varones y otros géneros respecto de sus relaciones en la vida escolar, aun cuando esto aparezca de manera implícita o solapada. Por ello, es fundamental visibilizar la vigencia de pensamientos, valores y actitudes sexistas y discriminatorios que todavía perviven en las instituciones educativas.
La propuesta de la ESI invita a revisar las prácticas diarias de la educación, en particular aquellas que refuerzan estereotipos de género, naturalizan rituales y hábitos anquilosados, con el objetivo de poder ofrecer herramientas teóricas que favorezcan la reflexión, y la deconstrucción proponiendo una educación más participativa e igualitaria en cuestiones de género y diversidad sexual. Todos los niveles y modalidades quedan convocados ante este desafío.
Les compartimos unas palabras de María Cristina Bay quien dice que “asumir una educación no sexista implica comprometernos con la implementación de la Educación Sexual Integral. Nos obliga a garantizar el derecho de niñas, niños, adolescentes y jóvenes a recibir ESI desde la primera infancia, a lo largo de todos los niveles y modalidades del sistema educativo, en todos los establecimientos educativos del país, públicos, de gestión estatal y privada y/o confesionales, abarcando aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos, lo que implica considerar a la sexualidad como una las dimensiones constitutivas de la persona presente de diferentes maneras, y relevante para su despliegue y bienestar durante toda la vida.
La implementación de ESI genera algunas resistencias, sin embargo frente a posiciones reaccionarias y para avanzar en una educación no sexista hay que despojarse de componentes pedagógicos sexistas y heteronormativos de los discursos hegemónicos y superar los enfoques biomédicos, represivos, judicializantes o revictimizantes”.
Niñas y mujeres en la ciencia
Existe una brecha de género en la percepción de competencias en asignaturas de ciencia y tecnología y se lo asocia a una mayor exigencia de la propia sociedad con las mujeres. Las chicas tienden a infravalorar su competencia en tecnología y matemática aunque tengan mejores calificaciones que los chicos. En cambio, los chicos acostumbran a sobrevalorar sus competencias en estas mismas materias aunque sus notas sean más bajas que las de las chicas. Eso empieza a ocurrir en la escuela primaria. «La escuela tiene que aumentar la percepción de autoeficacia de las niñas en esas materias», señala Digna Couso. Si no se mejora, las opciones profesionales de Ciencias van desapareciendo de su cabeza y empiezan a buscar caminos fuera de ella. Marta Macho explica muy bien la evolución de los resultados en el Blog Mujeres con Ciencia: “La tendencia a dibujar a los científicos con bata blanca y gafas también aumenta con la edad, lo que sugiere que los estereotipos sobre la actividad científica se adquieren con la edad”. Para vincular a las mujeres a la Ciencia, no ayuda poner como ejemplo de mujeres científicas a fuera de serie como Marie Curie o Rosalyn Franklin. «Lo que hizo Marie Curie es una heroicidad que no ayuda a cultivar el atractivo sobre la Ciencia”, dice Sonia Rivas-Caballero, comisaría de la exposición Mujeres Nobel, actualmente en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Se subraya la necesidad de potenciar los referentes de mujeres científicas con los que las niñas puedan identificarse pero también mejorar la visibilidad de todas las mujeres que han sido relevantes para la Ciencia en los libros de texto y los recursos didácticos que se emplean en el aula ya qué en la práctica la totalidad de los referentes con nombres y apellidos que aparecen son masculinos. En el libro “Rebelión en el laboratorio. Vidas de mujeres científicas “ de Nora Bär nos dice “Hay un montón de libros sobre mujeres científicas de la antigüedad, las pioneras, las heroínas de la ciencia que se las arreglaron para trabajar en épocas donde ni siquiera eran admitidas en universidades, pero me pareció interesante contar las historias de carne y hueso con problemas quizás no tan heroicos, pero sí muy concretos, de hoy”.
Así es que, a lo largo de la historia, las mujeres han tenido que luchar contra grandes desafíos para participar en campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM: acrónimo de Science, Technology, Engineering y Mathematics). Las mujeres y las niñas siguen subrepresentadas; a nivel mundial, la matrícula de las alumnas es particularmente mínima en tecnología de la información y las comunicaciones, ya que sólo ocupa el 3% de la población estudiantil; para ciencias naturales, matemáticas y estadísticas registra el 5% y en ingeniería, fabricación y construcción es del 8%, según la UNESCO. el Foro Económico Mundial muestra que las mujeres representan alrededor de la mitad de la población mundial, pero aparecen de manera desproporcionada en las industrias, por otro lado, en promedio el 30% de los investigadores del mundo son de género femenino. Esto es preocupante si pensamos en garantizar oportunidades para las mujeres en estos campos teniendo en cuenta que los cambios previstos en la economía y en el mercado laboral incrementarán notablemente la demanda de profesionales STEM.
Link del video: “Muchas mujeres han aportado a la ciencia”
https://www.youtube.com/watch?v=C9AoILP2YTk&t=16s
Uso inclusivo del lenguaje
Las palabras expresan lo que pensamos del mundo y de las personas. A través del lenguaje comunicamos ideas, conocimientos, valores y creencias, e incluso prejuicios y discriminaciones. El lenguaje no es sólo un medio de comunicación, también es un producto socio-histórico que contribuye a la construcción de nuestra concepción del mundo y de nosotras/os mismos/as. Por ello, es posible señalar que el lenguaje no es neutral y se encuentra atravesado por múltiples relaciones de poder que muchas veces están invisibilizadas. La lengua es la herramienta que nos permite pensar el mundo que nos rodea, y, por ende, construye en parte la realidad: nos organiza, nos categoriza, nos ordena, nos divide y nos subjetiva.
¿Qué es el lenguaje sexista? Es nombrar ciertos roles y trabajos sólo en masculino; referirse a la persona genérica como ‘el hombre’ o identificar lo ‘masculino’ con la humanidad; usar las formas masculinas para referirse a ellos pero también para referirse a todes, dejando las formas femeninas sólo para ellas; nombrar a las mujeres (cuando se las nombra) siempre en segundo lugar. El sexismo en el lenguaje no solo invisibiliza a las mujeres, toda persona que no responde al ideal de varón adulto corre el riesgo de ser silenciado o despreciado (niñas, niños, adolescentes, jóvenes, ancianas, ancianos, integrantes de la comunidad LGBTTTI). Las indeseables consecuencias de esta desigualdad lingüística se traducen en lo que el sociólogo Pierre Bourdieu define como ‘violencia simbólica’, y esto nos sirve para comprender uno de los mecanismos que perpetúan la relación de dominación masculina.
Existen múltiples recursos que no requieren desdoblar continuamente, o incorporar la “x”, la “@” o la “e” si no se acuerda con su uso. Se trata de utilizar estrategias y recursos que posee nuestra lengua y que no faltan ni a la gramática, ni contraviene el principio de economía del lenguaje (UNED 2007): Es muy importante poner las dos formas, el masculino y femenino, siempre que se pueda, pero además tenemos muchísimos genéricos en castellano: “Yo soy del profesorado y del vecindario, no soy de los profesores ni de los vecinos, yo soy de la ciudadanía, no de los ciudadanos” diría Teresa Meana Suárez. El lenguaje no es sexista en sí mismo, sí lo es su utilización (Eulalia Lledó, 2008) y que si se emplea de otro modo también puede contribuir a la igualdad y la visibilización de las identidades diversas.
Actividades propuestas:
Propósito: generar instancias de reflexión y problematización del sexismo que se reproduce en el cotidiano de las prácticas educativas a fin de promover una educación que pueda alojar la diversidad y garantizar la igualdad de trato y oportunidades para todas las personas del sistema educativo.
En este espacio te proponemos realizar unas series de actividades que nos permitirán continuar con la reflexión y la incorporación de los conceptos que venimos desarrollando.
Actividad 1:
Te presentamos una serie de publicidades que pueden clasificarse como no sexistas en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=8DrI16y4NSU
Luego de mirar el video te proponemos que realices un listado de publicidades que recuerdes que sean sexistas, que trabajen sobre roles establecidos y los refuercen.
Con ese listado de situaciones y actividades que nos presentan la publicidades te sugerimos que construyas un collage* que visualice y ponga en discusión, de manera creativa lo que venimos trabajando. Al terminar el mismo sugerimos que sea acompañado por una pequeña explicación.
*El collage es una técnica artística que consiste en pegar distintas imágenes sobre un lienzo o papel. El término se aplica sobre todo a la pintura, pero por extensión se puede referir a cualquier otra manifestación artística, como la música, el cine, la literatura o el videoclip.
Actividad 2:
En 1983, David Chambers publicó un interesante estudio basado en los dibujos realizados por casi cinco mil niños y niñas entre finales de los años sesenta y los setenta. A todos esos niños (51% niños, 49% niñas) se les pidió que dibujaran un científico. Solo veintiocho estudiantes dibujaron una científica, menos del 1%. Ningún niño dibujó una mujer.
Seguir leyendo en: https://mujeresconciencia.com/2018/04/11/dibuja-un-cientifico/
Acorde al relato de la investigación, te proponemos que realices una actividad similar, podés pedirle a tu familia, amigos y amigas que se sumen a tu estudio con la consigna “Dibuja una persona científica”, sin más instrucciones.
Reflexiona acerca de los dibujos que realizaron, ¿qué géneros fueron representados? ¿Qué personas “hacen” ciencia? ¿Qué relación tienen los dibujos con lo que llamamos estereotipos de género en la ciencia? ¿Conocen a algún referente científico? ¿Conocen alguna referente científica? ¿Conocen a alguna persona trans científica? ¿Qué podemos pensar en relación á estas diferencias entre personas visibles e invisibles en la ciencia? ¿Hay posibilidad de cambiar esta situación?
Bibliografía:
Alonso, Graciela (2007) Espacios escolares y relaciones de género. En Korol, C. (comp) Hacia una pedagogía feminista. Colectivo América Libre.
Aula virtual Equipo ESI. Contreras, Graciela (2007) Sexismo en educación. En Gamba (coord.) Diccionario de Estudios de Género y feminismos, Buenos Aires, Biblos.
Equipo Provincial de ESI Santa Fe (2018). “Uso inclusivo del lenguaje” Clase Nº 2. “Múltiples formas de ser: revisando procesos de socialización de género en la escuela" De ESI Se Habla en Educación Secundaria. Ministerio de Educación. Provincia de Santa Fe.
Equipo Provincial de ESI Santa Fe (2019). Ministerio de Educación. Provincia de Santa Fe. Aula Abierta De ESI se Habla. https://plataformaeducativa.santafe.gov.ar/AulaAbiertaEsi
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Moreno Sardá, Amparo (1986). El arquetipo Viril protagonista de la Historia. Ejercicios de Lectura no androcéntrica. Barcelona, España: Ediciones La Sal. Disponible en: https://tallergeneroycomunicacionccc.files.wordpress.com/2011/04/amparo-moreno.pdf
Teresa Meana Suárez (2002). Porque las palabras no se las lleva el viento… Por un uso No sexista de la lengua. Edición del Ayuntamiento de Quart de Poblet. España.
Vilamajó, Alicia (2006) Las representaciones sociales de género en los discursos y las prácticas de las maestras y las madres en los primeros años de educación formal. Tesina de maestría en Poder y Sociedad desde la problemática del Género. Fhya. UNR. Disponible en: https://rephip.unr.edu.ar/handle/2133/2778/discover?filtertype=subject&filter_relational_operator=equals&filter=Problem%C3%A1tica+de+g%C3%A9nero
Autor/es: | FUX, MARIA NAZARET |