2 DE ABRIL DÍA DEL VETERANO Y DE LOS CAÍDOS EN LA GUERRA DE MALVINAS
«Dad ejércitos a los países que no tienen enemigos ni necesidad de hacer guerras y crearéis una clase que se ocupará de hacer y deshacer gobiernos, o lo que es igual, de hacer la guerra del país contra el país a falta de guerras extranjeras. El ejército degenerará en clase gobernante y el pueblo en clase gobernada o sometida.»
Juan bautista Alberdi
En el mes de Marzo de 1982, la crisis económica golpeaba a la puerta de la feroz Dictadura Cívico Militar (crisis manifiesta ya a partir de 1979), y la devaluación tuvo un costo que pagó gran parte de la sociedad argentina, en tanto el propio Estado Argentino quién solventó dichos costos al estatizarse la deuda privada (la deuda pública que en 1976 era de 8 mil millones, en 1982 ascendió a 45 mil millones de dólares). En este contexto la CGT “Brasil” (escindida de la CGT “Azopardo”, colaboracionista de la dictadura y liderada por Alberto Triacca) convocaba para el 30 de Marzo, a una movilización en Plaza de Mayo, que sería una de las más importantes contra la Dictadura Cívico Militar (junto a las Marchas a San Cayetano y el paro de 1979), y que también tendrían su correlato en las movilizaciones realizadas en todo el país, y que serían brutalmente reprimidas.
Desde Enero de 1982, la Junta Militar había decidido retomar las negociaciones diplomáticas por la soberanía de las Islas Malvinas, adquiriendo un tono cada vez más agresivo, hasta llegar al 2 de Abril de 1982, con el desembarco en las islas. Así el gobierno militar comunicó a la población, que las Fuerzas armadas en una operación conjunta habían recuperado las islas Malvinas y las Georgias y Sandwich del sur en una breve noticia que era anunciada por cadena oficial, generando un estupor generalizado en la población argentina. Apenas dos días antes al desembarco, Galtieri había ordenado reprimir la movilización de repudio a la dictadura y al modelo económico que esta había impuesto; por lo que, al estupor inicial que provocaba en la población la recuperación de Malvinas, se sumaban sentimientos contradictorios, de rechazo y de aceptación frente a una causa que el conjunto de los argentinos y argentinas considerábamos por lo menos justa.
Estábamos en Guerra con Gran Bretaña… y no era fácil oponerse a la guerra en el territorio argentino. Sin embargo se levantaron voces como la de Carlos Brocato, periodista y ensayista político argentino, quién a través del texto ¿La verdad o la mística nacional? Interpeló a la sociedad argentina, al sostener que:
“[…] la recuperación armada de las Malvinas sólo era un problema para abordar con ganancia por el gobierno militar argentino. Esto lo sabe todo el mundo; algunos comentaristas lo dejan entrever; otros los dirigentes políticos lo callan. El pueblo argentino, convidado de piedra en esta orgía de discursos, lo sabe desde el primer día. Fue un zarpazo aventurero para señalar el “frente interno”, peligrosamente resquebrajado por la situación económica, la política asfixiante y los últimos acontecimientos de protesta. No importa. Si el motivo era condenable, callemos, pues ahora ha logrado dinámica propia y parece que la Unidad nacional es un hecho. Por lo menos en la “opinión pública”. Sobre esta miseria y la consiguiente especulación de sus resultados, están muriendo argentinos en el sur […]”
Autor/es: | MONTENEGRO, LILIANA MAURICIA |