INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO

El proyecto “Mi tiempo de descanso” se desarrolló en el Jardín de infantes N° 255 «Dr. Esteban L. Maradona», durante el trascurso del ciclo lectivo 2025, con la participación de directivos, docentes y aproximadamente 220 niños y niñas de ambos turnos.
Surgió como respuesta a una problemática observada en la comunidad educativa: la creciente exposición de los niños a las pantallas y su impacto negativo en la calidad del sueño, la regulación emocional y el bienestar general.
Este proyecto buscó promover la construcción de hábitos saludables de descanso y generar conciencia en estudiantes y familias sobre la importancia de establecer rutinas adecuadas para dormir.
Desde el inicio del proyecto se aplicaron instancias de indagación mediante preguntas impulsoras y conversaciones grupales, que permitieron conocer las ideas previas de los niños/as sobre el descanso. A partir de estas primeras aproximaciones se observó que muchos asociaban el dormir solo con “estar cansado”, pero desconocían su relación con el crecimiento, la salud y el buen funcionamiento del cuerpo y la mente. Estas observaciones guiaron la planificación de actividades que facilitaron la apropiación progresiva de nuevos conocimientos.
En este sentido, la relación entre la pregunta impulsora, los objetivos y el producto final mantuvo coherencia, ya que todos los componentes del proyecto se articularon para profundizar en la importancia del descanso y promover una comprensión integral del tema. La pregunta inicial permitió orientar las indagaciones y, al mismo tiempo, dio sentido a las experiencias que se diseñaron para alcanzar los objetivos propuestos.
Si se volviera a iniciar el proyecto, la misma pregunta impulsora podría retomarse, pues resultó pertinente para abrir el diálogo, explorar percepciones y despertar interés en los niños/as.
En cuanto al producto final fueron variados y permitieron visibilizar los aprendizajes y reflejar cómo los niños/as resignificaron sus ideas iniciales.

DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

Durante el desarrollo del proyecto, se diseñó un proceso dividido en fases que permitió avanzar de manera progresiva desde la exploración de ideas iniciales hasta la elaboración de productos finales significativos. En la primera fase, se aplicaron instancias de indagación mediante preguntas impulsoras y conversaciones grupales, lo que permitió conocer las concepciones previas de los niños sobre el descanso. Allí se observó que muchos asociaban dormir simplemente con “estar cansado”, sin comprender su vínculo con la salud integral. Estas observaciones orientaron la toma de decisiones respecto a las actividades y materiales necesarios para favorecer la apropiación de nuevos conocimientos. En la segunda fase, se implementaron actividades concretas como juegos para identificar señales de cansancio, ejercicios de respiración y relajación, análisis de imágenes, lecturas y conversaciones guiadas. Además, los estudiantes produjeron dibujos y afiches relacionados con hábitos saludables. Estas acciones posibilitaron interacciones ricas entre pares y con las docentes, promoviendo el pensamiento crítico y el reconocimiento de sensaciones corporales. Paralelamente, se realizaron talleres y comunicaciones con las familias para extender el aprendizaje más allá del aula.
La tercera fase se centró en la creación de los productos finales y la preparación de una pequeña campaña de sensibilización sobre la importancia del descanso. Los niños participaron en la organización de mensajes visuales, seleccionaron contenidos relevantes y analizaron cuáles prácticas favorecerían un sueño saludable. La evaluación mediante observación directa y registros permitió identificar avances en autoconocimiento, regulación emocional y expresión oral y gráfica.
Respecto a la participación, los estudiantes mostraron una actitud activa y motivada durante toda la propuesta. La mayoría se involucró con entusiasmo en juegos, dinámicas corporales y actividades creativas. Con la comunidad educativa, el proyecto tuvo repercusiones positivas: varias familias implementaron cambios en sus rutinas, como regular el uso de pantallas o establecer horarios más estables. Algunos niños incluso comenzaron a solicitar actividades tranquilas antes de dormir, lo cual evidencia la transferencia de lo aprendido. No participaron agentes externos más allá de las familias, aunque esta posibilidad queda abierta para futuras ediciones del proyecto.
El proceso también presentó momentos críticos y obstáculos. La participación familiar no fue uniforme en todas las salas y, en ciertos casos, se dificultó sostener cambios en el hogar.
Por otro lado, se registraron momentos de logro y avances significativos. Muchos niños/as lograron identificar señales de cansancio, asociarlas con la necesidad de descanso y comprender cómo el uso excesivo de pantallas afecta el sueño. Se observaron mejoras en la capacidad de comunicar ideas, en la organización de los mensajes visuales y en la interacción con sus pares. Las familias que participaron activamente manifestaron cambios concretos en las rutinas de sus hijos, lo que constituye un impacto directo del proyecto en la vida cotidiana.

APRENDIZAJES Y CONCLUSIONES

El cierre del proyecto se llevó a cabo durante la Semana de las Familias, donde se realizó una exposición con todas las producciones elaboradas: folletos, almohadones, consejos y caja concientizadora que incluían un cuento creado por los niños, invitando a las familias a compartir una lectura antes del descanso. Estas producciones reflejaron la comprensión adquirida y permitieron comunicar a toda la comunidad educativa mensajes claros sobre la importancia de dormir adecuadamente. La socialización de estos materiales durante la presentación final evidenció el compromiso tanto de los niños como de los docentes. El trabajo conjunto del equipo docente, las familias y la comunidad permitió que el proyecto se viviera como una experiencia significativa y transformadora, dejando aprendizajes perdurables en la vida cotidiana de los niños y reforzando el compromiso institucional con la promoción de la salud en la primera infancia.

Principales aprendizajes
A lo largo de las distintas etapas del proyecto, tanto estudiantes como educadores construyeron aprendizajes relevantes.
Los estudiantes lograron reconocer señales de cansancio, comprender la relación entre el descanso y el bienestar físico y emocional, y desarrollar habilidades de autorregulación mediante ejercicios de respiración y relajación. También afianzaron su capacidad de comunicar ideas, trabajar colaborativamente y producir mensajes visuales claros para la campaña final.
Implicaciones futuras
surge la intención de continuar trabajando de forma más sostenida con las familias para acompañar la instalación de hábitos saludables en el hogar.
Síntesis del valor de la experiencia

La implementación del proyecto no solo impulsó el aprendizaje significativo de los estudiantes, sino que también favoreció su participación activa y reflexiva. Los niños fueron protagonistas del proceso, exploraron sus sensaciones, formularon preguntas y colaboraron en la construcción de materiales destinados a sensibilizar a la comunidad educativa. La participación de las familias amplificó el impacto, generando cambios concretos en las rutinas de descanso y fortaleciendo el vínculo escuela–hogar.