Comenzó en toda la provincia el taller Convivir, conversar, convidar, una propuesta que forma parte de la Comunidad de Convivencia dentro de nuestra Red de Comunidades de Aprendizajes. Está destinada a niñas, niños y adolescentes de las escuelas inscriptas en la comunidad, y se plantea como una experiencia participativa y artística para construir, desde sus voces, una mirada colectiva sobre la convivencia.
La propuesta llega de la mano de Giro Afectivo, un equipo coordinado por Yamila Frison y Esteban Goicoechea. “El objetivo central de esta actividad es promover instancias de indagación narrativa e investigación participativa con niñas, niños y adolescentes sobre los temas que las y los afectan e involucran”, compartió Yamila. En palabras de Esteban, “significa poder acceder a un espacio y tiempo de expresión desde el juego inmerso en un contexto cotidiano de aprendizaje”.
Los talleres se materializan en encuentros presenciales de dos horas a través de la investigación-acción participativa y diferentes lenguajes artísticos.
¿Qué sucede en cada encuentro?
A partir del arte, el juego y la narración, el taller se organiza en diferentes momentos que habilitan la expresión desde múltiples formas:
Apertura lúdica: para presentarse, romper el hielo y generar confianza desde el juego.
Dibujo colectivo: un espacio de diálogo visual entre generaciones, territorios, tiempos y experiencias.
Escritura compartida: en grupos pequeños, niñas, niños y adultos crean relatos a partir de situaciones propuestas, fortaleciendo el diálogo y la imaginación.
Registro sonoro: a través de entrevistas lúdicas, se recuperan sus voces como “especialistas en convivencia”.
Cierre en ronda: se lee y comparte lo que cada participante desea decir, habilitando una escucha respetuosa y abierta.
Como resultado de los talleres, se realiza una producción audiovisual breve (2 a 3 minutos) que recopila imágenes, voces y sensaciones registradas en los encuentros, a modo de pieza de sensibilización sobre el convivir desde una mirada afectiva y comunitaria.
Durante esta primera semana, los talleres se desarrollaron en diferentes escuelas de Rosario y sus alrededores, como la Escuela de Educación Secundaria Orientada N.º 422 de Granadero Baigorria, la EESO N.º 540, conocida como «Camino de los Granaderos», la Escuela de Educación Especial N.º 2044 «Prof. Mario Camilo Vitalone» de Casilda, y el nivel primario de la Escuela Ceferino Namuncurá N.º 1451 de Rosario, entre otras. A lo largo de los próximos meses, la propuesta continuará expandiéndose a todo el territorio santafesino, alcanzando ámbitos rurales, escuelas céntricas, barrios urbanos y pueblos.
En concordancia con la mirada de la Red de Comunidades de Aprendizajes, este taller es una invitación a seguir construyendo comunidades escolares donde la convivencia se aprende, se practica y se transforma desde la voz de quienes la viven día a día: las chicas y los chicos.
