Atrapasueños
Manos que trenzan. Manos que enseñan. Manos que invitan a soñar. Manos que tejen una red con elementos que nos regala la tierra, convocando a un hacer colectivo que acorta distancias y pluraliza las voces.
Imágenes del video Nonot Llalcaipí (Hijos del Viento), Comunidad Mocoví Llalec Lavá.
El atrapasueños contiene la rueda de la vida, simbolizada con enredaderas del monte, y el amoroso tejido en el que se enhebran semillas y plumas para formar una red circular, que representa la unión con el todo y refleja la cosmovisión de los pueblos originarios.
Cuenta la leyenda que había una mujer araña que cuidaba a toda la gente de su tierra, y velaba sus sueños tejiendo una fina, delicada y fuerte tela capaz de atrapar todo mal entre sus hilos y hacerlos desvanecer al alba. Cuando el pueblo se dispersó, como ya no podía hacerlo sola, le enseñó a las mujeres a tejer estas redes con propiedades mágicas de protección. Así surgió el atrapasueños. Los buenos sueños de la noche, también las energías positivas e ideas creativas que aparecen durante el día, quedan en la red, mientras que todo lo malo se desliza por el agujero del centro, y se disipa con los primeros rayos de sol.
Elaborar atrapasueños es mucho más que un técnica: es un arte en el que se entrelazan sentires y saberes ancentrales; es parte de una cultura que ha sido transmitida en silencio, de generación en generación, sorteando adversidades. Hoy, que han llegado nuevos tiempos, las comunidades comparten su legado pro un encuentro proponiendo que al fin nos hermane.
Autor/es: | CIAN, URIEL LEANDRO |