INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO
Durante el año 2024 mientras varios docentes realizamos las formaciones en ABP, comenzamos a pensar y desarrollar nuestro Proyecto. A partir de la pregunta impulsora (que se trabajó con los tres cursos de EPJA) detectamos intereses y necesidades de los estudiantes vinculados con las otras modalidades: A los de secundario les interesaba conocer aspectos técnicos y productivos, y a los de los talleres, conocimientos de lecto escritura, geografía, cálculos, que necesitan retomar para un mejor desempeño en los Talleres de Formación Profesional, entre otros. Además, se manifestó el interés de los docentes por conocer qué aportes pueden hacer los otros profesores con sus saberes específicos para fortalecer y mejorar la propuesta educativa de cada área, taller, o materia. Estas inquietudes siempre estuvieron “sobrevolando” la práctica de la institución por la particularidad de ser una Escuela con tres modalidades que compartimos la propuesta pastoral y convivencial (con jornadas compartidas de convivencia, salidas culturales, entre otras) pero no habíamos podido avanzar en la integración de las propuestas educativas de cada modalidad en particular. Así, nos propusimos vincular las tres modalidades de nuestra escuela: Secundaria de Jóvenes y Adultos, Formación Profesional, Alfabetización de Adultos, a través de este Proyecto.
Objetivo general del Proyecto: Generar una mayor vinculación entre las modalidades de la Escuela, sobre todo de los conocimientos y saberes propios de cada una de las las tres modalidades, de manera de socializar y compartir los aportes específicos de cada modalidad al resto de los espacios, y construir saberes integrales, desde la experiencia, a partir de esos cruces.
Pregunta impulsora: ¿Qué saberes para la vida quisiéramos aprender en la escuela? ¿Qué saberes de la vida escolar pueden mejorar mi/nuestra calidad de vida?
Producto Final: Talleres transversales para toda la institución vinculando áreas, para desarrollar propuestas que aborden los saberes escolares de manera integral, lúdica y dinámica.
La relación entre la pregunta impulsora, los objetivos y el producto final tuvieron coherencia. Volveríamos a proponer la misma pregunta u otras quizás más específicas. Pensamos que esta primera experiencia con sus productos finales (Talleres transversales con conocimientos integrados, para toda la comunidad educativa) fue un gran primer paso. Y que a partir de esta experiencia podemos desarrollar cruces más específicos vinculados a productos finales más concretos. Por ejemplo: Taller de cálculos aplicados a la construcción de un elemento en Carpintería que puedan realizar todos los estudiantes de las tres modalidades, o un Taller de lectoescritura y escritura para la construcción del propio CV, entre otros.
Valoramos el proceso de diseño del Proyecto por el gran compromiso y protagonismo del cuerpo docente, y porque se pudo desarrollar el producto final, lo que nos genera gran satisfacción, tanto por el desarrollo que nos dimos como por los momentos de aprendizaje colectivo, tanto entre docentes como con toda la comunidad educativa.
DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA
En un primer momento, durante dos plenarias docentes construimos la propuesta, definimos la pregunta impulsora, nos organizamos por áreas y pusimos fechas estimadas para la realización de Talleres durante el ciclo lectivo. Luego, trabajamos la pregunta impulsora con los grupos de toda la escuela. Una vez sistematizada la información, cada área (con sus dos o tres docentes) organizó el Taller que se realizaría durante una jornada completa para todo el estudiantado y con la colaboración del resto del plantel docente (que cumpliera funciones esos días) para la coordinación de los grupos y la toma de registros.
Los Talleres tuvieron la misma estructura: Una presentación general a cargo del área organizadora, donde se planteaba la propuesta general, un breve desarrollo y las consignas. Luego, un momento de trabajo por grupos con la coordinación y registro de dos docentes en cada uno, y una puesta en común entre todos los participantes, donde se arribaba a conclusiones, y se realizaban propuestas para seguir trabajando en los cursos.
El desarrollo y conclusiones de los talleres fueron retomados en la Muestra Anual interinstitucional en octubre. Así, en la muestra hubo un stand de armado de CVs , un stand de juegos matemáticos de medición y cálculo, y un stand con algunas de las actividades realizadas en el taller de ESI. Estos Talleres fueron coordinados por docentes y estudiantes que participaron de los primeros Talleres.
La participación de los estudiantes fue positiva ya que se mostraron interesados y activos en relación a las propuestas, dando dinamismo y actividad a los grupos “mezclados” formados por estudiantes de las distintas modalidades. Esto permitió que los momentos de trabajo en grupos y de puesta en común sean interesantes por la diversidad de reflexiones y y propuestas.
Además, se retrabajaron las propuestas en las aulas para organizar la participación en la Muestra Anual, dando posibilidad a los estudiantes a mejorar su desempeño en las áreas involucradas. Esto generó mucha participación del estudiantado en el armado la comunicación y la exposición de las propuestas trabajadas en el marco del Proyecto.
Las dificultades y desaciertos que surgieron tienen que ver con la amplitud de la propuesta: La sensación era que estábamos “dejando afuera” muchas ideas y conocimientos que nos habíamos propuesto abordar. Sin embargo, entendemos que esto es parte del proceso y que podremos ir abordando e integrando saberes en la medida en que encontremos esas preguntas que nos impulsen a seguir desarrollándolos.
Por otro lado, nos gustaría trabajar más la participación de los y las estudiantes: si bien fueron sus reflexiones las que impulsaron este Proyecto, para próximos Proyectos apostaremos a que tomen otro protagonismo, asumiendo otras responsabilidades en diversas partes y no sólo al inicio (etapa de indagación) y al final (coordinación de stands en la muestra anual).
El acierto fue dar tiempo y espacio a pensar juntos una pregunta que realmente impulsara (que nos entusiasmara) a abrir el juego del conocimiento. El tiempo de plenarias, y también de llamadas telefónicas, reuniones por Meet, o en los recreos, nos permitió involucrarnos a todos los docentes y organizar con tiempo y recursos los Talleres. El logro se plasmó no sólo en la participación activa de los estudiantes durante los Talleres sino en las propuestas e ideas que surgieron de ellos y ellas y en la participación en la muestra.
APRENDIZAJES Y CONCLUSIONES
Los docentes aprendimos (o seguimos aprendiendo) que es posible y deseable trabajar por Proyectos vinculando áreas, porque se generan experiencias significativas que abren otras posibilidades de aprendizaje en el aula. Además, genera participación y protagonismo en estudiantes que en el aula muchas veces se muestran indiferentes o cohibidos. Trabajar por Proyectos permite la participación del estudiantado de diferentes formas, la puesta en juego de una diversidad de posibilidades, destrezas, intereses, con tiempos y actividades que permiten un acercamiento entre docentes y estudiantes y entre estudiantes, y el proceso de conocimiento colectivo mucho más rico que en el trabajo tradicional en el aula por materia. Los docentes aprendimos entre nosotros, descubrimos diversas miradas sobre cada estudiante, lo que nos permitió muchas veces redescubrirlos y animarnos a otras propuestas y recorridos.
Este Proyecto contribuyó a impulsar el aprendizaje y la participación de los estudiantes por lo antes expuesto, y por la diversidad de posibilidades de participar que ofrecían los Talleres realizados: Desde lo lúdico, lo creativo, la puesta en juego de conocimientos adquiridos desde la experiencia, como también la curiosidad que generaron algunos desarrollos propuestos como el Google Maps de nuestro barrio o las medidas corporales. De esta manera, muchos conocimientos abstractos fueron retomados en el aula luego de estas experiencias “pasadas por el cuerpo”: El retrabajo en el aula fue más provechoso y superador que cuando se tratan los temas de manera aislada, sobre todo por la predisposición a aprender, el interés y la actitud de protagonismo que se generaron (en la participación activa) espontáneamente en varios estudiantes a partir de estas experiencias.
Se aprendió a medir con medidas convencionales y no convencionales, a pensar en sus usos y aplicaciones, a ubicarse en el mapa: desde el planisferio hasta las calles que circundan la Escuela. Se aprendió sobre ESI y cómo podemos mejorar nuestros vínculos, nuestra manera de comunicarnos, nuestro cuidado hacia nosotros mismos y las personas que queremos o que tenemos cerca. Y sobre todo, se aprendió desde la experiencia en dos instancias: en el propio Taller y en la comunicación de eso que se aprendió en el Taller en la Muestra Anual interinstitucional.
Ensayar, organizarse con otros, distribuir tareas y cumplirlas, compaginar lo que sé con lo que sabe el otro, comunicar algo que aprendí hace poco: aprender haciendo. Esta idea final es la que atesoramos para futuras acciones, junto con el desafío de involucrar cada vez más a los y las estudiantes en este camino.