El Jardín de Infantes N.º 291 “Paso Vinal”, de la ciudad de Esperanza, celebró el cierre de su proyecto de larga duración “Don Hornero, el Arquitecto” con una jornada llena de emoción, participación y aprendizajes compartidos. La comunidad educativa abrió sus puertas para recibir a familias y medios locales, que recorrieron la muestra y se acercaron a la vida cotidiana de las y los estudiantes, sus intereses y descubrimientos.
Cuando el aprendizaje se vuelve experiencia
La muestra reunió producciones realizadas durante 2024 y 2025: esculturas, registros digitales, dibujos, fichas y relatos que reflejaron una propuesta pedagógica centrada en la curiosidad y el protagonismo de las infancias. Fueron las propias niñas y niños quienes guiaron a los visitantes, compartiendo lo que aprendieron sobre el hornero, su hábitat y la forma en que construye su nido. Sus narraciones, llenas de entusiasmo, hicieron visible la profundidad del trabajo sostenido a lo largo del proyecto.
Una comunidad activa
La participación activa de las familias fue fundamental. Su presencia, aporte e interés fortalecieron el vínculo entre el hogar y la escuela, en cada etapa del proceso. La visita de los medios locales también colaboró en dar visibilidad al trabajo pedagógico del jardín y al compromiso institucional con su propuesta de trabajo situado.
Reflexiones que impulsan nuevas búsquedas
“Don Hornero, el Arquitecto” implicó formación docente, investigación, diseño, salidas al entorno, actividades con especialistas y una planificación cuidada que se extendió durante dos ciclos lectivos. Para el equipo docente, el cierre del proyecto representó satisfacción, crecimiento profesional y el impulso para seguir construyendo experiencias donde la voz de las y los estudiantes oriente los nuevos caminos de aprendizaje.
Sobre el proyecto
El proyecto, gestado en la comunidad de comunicación, invita a las infancias a explorar la fauna local desde una pregunta disparadora: ¿Cómo construye su casa el hornero si no tiene manos? A través de la observación directa, el juego, la tecnología, la lectura de imágenes, el arte y el contacto con expertos, las niñas y los niños se acercan al ambiente que los rodea para germinar el proyecto desde la propia curiosidad.
En concordancia con el espíritu del Programa de Red de Comunidades de Aprendizajes, el proyecto culmina con una muestra abierta articulando el vínculo entre escuela, familias y territorio.