INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO
El Instituto Superior de Profesorado Nº 69, que se destaca como la única institución formadora de docentes en Villa Minetti, ha lidiado durante años con el desafío de sostener las trayectorias educativas de sus estudiantes, tanto jóvenes como adultos. Estos estudiantes enfrentan la difícil tarea de combinar su formación académica con responsabilidades laborales y familiares, lo que a menudo resulta en ausencias reiteradas, deserción y trayectorias prolongadas. Esta situación ha generado preocupación y frustración en la comunidad educativa, con la sensación de que ciertos problemas se repiten año tras año sin solución evidente.
En el marco de diálogos institucionales, se identificaron dos nudos críticos que merecían atención: la falta de espacios físicos adecuados que faciliten el estudio y el acompañamiento académico, y las dificultades persistentes en la alfabetización académica, especialmente en áreas clave como la comprensión lectora, la escritura y la autorregulación del aprendizaje. Ante este panorama, se hizo evidente la necesidad de desarrollar un proyecto integral que abordara estas problemáticas y las transformara en oportunidades de aprendizaje colectivo. Así, surgió el proyecto de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) titulado “Compromiso educativo: fortaleciendo el presente, proyectando el mañana”.
La coherencia entre la pregunta impulsora, los objetivos planteados y el producto final del proyecto fue notable. La pregunta impulsora actuó como hilo conductor a lo largo de todas las fases del proyecto, asegurando que las actividades y estrategias implementadas estuvieran enfocadas en el propósito fundamental de mejorar el entorno educativo. Los objetivos específicos fueron diseñados con la intención de responder de manera directa a esta pregunta, y el resultado final reflejó un enfoque integral que abordó las problemáticas identificadas de forma efectiva.
Mirando hacia atrás, la decisión de elegir la misma pregunta para iniciar el proyecto se reafirma. La pregunta no solo fue pertinente, sino que también generó un espacio de reflexión y acción que permitió a la comunidad educativa involucrarse de manera activa en el proceso de mejora. Esta experiencia valida la importancia de formular preguntas que realmente resuenen con las necesidades y realidades de los estudiantes y docentes, así como la efectividad de un enfoque colaborativo para afrontar desafíos educativos.
DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA
El proyecto comenzó en reuniones plenarias atravesadas por emociones encontradas: temor a no poder revertir la deserción, dudas sobre cómo acompañar trayectorias tan diversas, pero también la convicción de que la comunidad educativa contaba con recursos y potencialidades para generar cambios. La pregunta impulsora sintetizó estas inquietudes:
A partir de esta pregunta, el Aprendizaje Basado en Proyectos se convirtió en el marco que permitió pasar de la preocupación a la acción. Se diseñaron y desarrollaron talleres de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, alfabetización, charlas abiertas a la comunidad jornadas de recreación y bienestar emocional, y espacios de encuentro institucional que favorecieron el trabajo colaborativo y la reflexión compartida.
Un aspecto central fue la vinculación territorial. La articulación con la Biblioteca Popular de la localidad, la Estancia Infantil y escuelas primarias nos permitió contar con espacios alternativos de estudio y práctica, donde los estudiantes aplicaron estrategias de alfabetización en contextos reales, resignificando sus aprendizajes.
Como hito institucional, se conformó por primera vez el Centro de Estudiantes, hecho vivido con entusiasmo, ya que generó participación democrática, sentido de pertenencia y nuevas voces para el análisis de la formación docente.
El proceso no estuvo exento de obstáculos. La falta de espacios físicos continuó siendo una dificultad constante y la diversidad de trayectorias obligó a revisar prácticas, secuencias y criterios de enseñanza. En algunos momentos, el desánimo apareció al ver que ciertos estudiantes interrumpían su formación. Sin embargo, estas situaciones reforzaron la importancia de sostener una mirada integral que atendiera tanto lo académico como lo emocional.
APRENDIZAJES Y CONCLUSIONES
Con el tiempo, comenzaron a evidenciarse logros significativos como mayor participación estudiantil, producciones escritas y audiovisuales de mejor calidad y la construcción de un “nosotros” institucional basado en el compromiso y la colaboración.
La experiencia permitió comprender que las transformaciones logradas no fueron resultado de acciones aisladas, sino del trabajo colectivo, la escucha institucional y la alfabetización transversal entendida como eje de la formación docente. Este proyecto revitalizó el saber, fortaleció la identidad institucional y sentó bases más sólidas para el sostenimiento de las trayectorias estudiantiles. Aunque persisten desafíos, el ISP Nº 69 se reconoce hoy más consciente, más unido y comprometido con la construcción de oportunidades reales para formar docentes en diálogo con su tiempo y su territorio.
